Narra Betzabeth

Los dias pasaron de a poco.

Papá ya salió de la clínica. Está mucho mejor. Sólo que esta haciendo reposo y nos envía mensajes al celular de mamá, ya que el mío no lo tiene. Además, solo mamá y yo tenemos celular. Matt no quiere por el momento.

Ahora mismo acabo de salir del colegio. Tendria que volver sola a casa, pues Matt no ha venido a su colegio y Mamá tenía cosas que hacer. Las cuales desconocía la razón.

Me quedé esperando a que pasara algún taxi. Pero nada.

Freno una moto a mi lado. Me aleje un poco, asustada. Pero era Aaron.

- Hola peque.

- Hola.

Literalmente, no lo soportaba. No me gustan actitudes de él. Y eso que es el gemelo de mi papá.

- Sube, debo llevarte a un lugar.

- ¿Mamá lo sabe?

- No. Es secreto.

Desconfiada, subí a la moto de todas formas.

Manejó hasta un descampado, donde se detuvo y casi me obligó a bajarme.

- ¿Que pasa? ¿Que hacemos aquí?

- ¿Te dije que eres muy hermosa?

Empecé a alejarme de él. Tenía miedo.

- Oye...

- Shh... -Me interrumpió- Siempre te admire como mujer y ahora... Mucho mas.

Se acercó a mi y empezó a tocarme.

- ¡Alejate! ¡Sueltame!

Me apretó a su cuerpo y siguió manoseandome.

- Sueltame

Forcejeaba, era en vano.

- ¡Ayuda!

Grite todo lo que la garganta me permitía.

- Callate.

Me golpeó el rostro.

- Nadie va a oirte.

Me tiro al suelo y se puso sobre mi.

- Sueltame asqueroso.

Trataba de soltarme. Ya, a esta altura, estaba llorando.

Me destrozó la ropa y siguió tocandome. Al gritar para pedir ayuda, me golpeaba.

Ya a estas instancias, deje de insistir con mis gritos de ayuda e intentar alejarlo.

- ¿Aún virgen? Ja, dios mío. Esto será genial.

- Estas enfermo.

Agarró mi cuello con fuerza y lo apretó, quitándome el aire.

- Vas a disfrutar mucho tu primera vez, sobrina.

Y ahí fue cuando todo empeoró.

No hacía mas que llorar y luchar por respirar.

Cuando terminó todo, se subió a la moto y se fue. Dejandome sola, sangrando, llorando... Destruida.

Como pude, me levanté y me vestí. Aún con mi uniforme de colegio roto, empecé a caminar hacia mi casa.

En este momento... Sólo quiero desaparecer.

Narra Thianna.

- Matt ¿Sabes algo de tu hermana?

Negó.

- No volvió del colegio y tampoco ha llamado.

Suspire. Me preocupaba que Beth no haya vuelto. Y no creo que haya ido a ver a Juan a su casa, sabiendo que su esposa está ahí y es muy probable que vuelvan a discutir.

- Matt, date un baño ¿Si?

- Si... ¿Estas bien?

- Preocupada... Es todo.

Intentó sonreír y fue a su habitación.

En ese momento, la puerta se abrió. Me levanté del sofá y fui a ver si era Beth.

- Oh por dios...

Si, era Beth.

Sus piernas chorreaban sangre, ella estaba golpeada, hinchada. Lloraba y sostenía su mochila en una mano y sus zapatos en otra. Estaba sucia, su cabello revuelto, su cuello con marcas de manos y el labio partido.

- Hija... ¿Que paso?

Soltó todo y vino a abrazarme. Sollozó y siguió llorando.

- Mamá... Me... Me... Me violaron.

Mi universo cayó al suelo.