Narra Betzabeth.

Pensé en lo que dijo mi mamá.

Quizás si. Era momento de darle una oportunidad a mi papá. Después de todo, el intenta volver a llevarse bien conmigo y yo lo mando a la mismísima mierda.

Fui a la clínica con mi mamá y mi hermano. Estaba mí tía Manuela y otra chica con un bebé. La chica me miró mal.

- Hola tía...

Saludé a Manuela.

- Hola peque...

Me abrazó.

- Pueden pasar a ver al joven Londoño.

Dijo un médico y siguió su camino. La chica con el bebé salió casi corriendo a una habitación.

- ¿Quien es?

- La novia de tu papá -Respondió mi tía- Le faltan unos tornillos.

Reí.

Luego de esa chica, entró mi hermano, mi tía y mi mamá. Es decir, yo fui la última en entrar.

Fue horrible ver eso. Mi papá lleno de golpes, cables por todos lados, vendas... Dios santo.

- Beth...

Murmuró. En serio se forzaba para hablar.

- Papá...

Me acerque y lo abracé. Evitando los cables y tratando de no lastimarlo.

- Es mi culpa...

Susurré mientras lloraba.

- No lo es... No... No es asi. Tranquila... Hi.. Hija.

Me alejé y Sequé mis ojos.

- Papá yo... Siento todo lo que dije, en serio. Quiero pedirte perdón y se que me porté mal.

Intento sonreír.

- Te perdono mil... Mil veces si es necesario.

- Sólo... Te dare condiciones. Y te las diré cuando salgas de aquí.

Asintió. El mismo médico de antes dijo que se terminaron las visitas, asi que me despedí de mi papá y me fui.

- Esperen que debo ir al baño.

Les dije a mi mamá y hermano.
Fui al lugar mencionado. La chica con el bebé se encontraba allí. Hice lo que debía y, al salir, la chica me habló.

- Tu debes ser la causante de que mi marido esté en ese estado.

La miré mal mientras lavaba mis manos.

- Ha sido la culpa de un vehículo que lo encerró y por una maniobra el auto volcó.

- Estaba en tu casa antes de lo ocurrido.

Suspire y voltee a verla enojada.

- Mira, serás la otra familia de mi papá pero no tienes derecho a echarme la culpa de todo. Él tuvo un accidente, si, después de discutir conmigo por preferirte a ti.

A esta altura gritaba. La chica me miraba asombrada.

- Me dejó a mi y a mi familia y se fue contigo. Esta bien, ha tenido sus razones. Pero es el día de hoy que te prefiere y no a nosotros. Así que ve ubicándote un poco porque sino esto acabará mal.

Miré al niño.

- Y por cierto, esa criatura no se parece en nada a mi papá.

Me di la vuelta y me fui.

Ah no, así no son las cosas.