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❝Muy pronto❞
Comenzaba a odiar la selva. Ya iban dos días en los que nos encontrábamos caminando por ella y no parecía acabar nunca. Logramos orientarnos gracias a Hoseok cuando se trepó a un árbol y observó las estrellas la segunda noche, al ser marino él sabía como ubicarnos gracias a la posición de las estrellas. Contábamos con la suerte de tener un mapa del pueblo, provisiones y agua, así que en ese sentido aun teníamos energías.
Cuando logramos retomar el camino correcto, ya se podía divisar la salida, al final el perdernos no había sido del todo malo.
—Gracias a dios. —Dijo Jungkook mientras miraba a lo lejos el pueblo, cuando estuvimos fuera de la selva. Aun así el pueblo estaba repleto de árboles y naturaleza.
—Entonces aquí es. —Hoseok guardó el mapa y caminó. —Ahora queda encontrar el lugar, el problema es que no sé en dónde queda la casa.
—Según las indicaciones de Yoongi en este pueblo es donde vive nuestro aliado, su nombre es Kim Seokjin. Es un antiguo soldado de Velance que se infiltró aquí y ha estado trabajando con el comandante desde hace años, de hecho, es él quien le informó a Yoongi sobre los desaparecidos y la principal persona que lo convenció de iniciar todo este plan. —Fue Jungkook quien habló y yo sólo solté un bufido.
—¿Y no les dijo en dónde vivía? Este pueblo es demasiado grande. —Taehyung estaba de brazos cruzados, mientras nos adentrabamos en las calles en donde empezamos a ver personas.
—Desafortunadamente no. Sólo nos dijo que es alto y guapo, si la memoria no me falla.
Trataba de recopilar la información que adquiría de ellos.
La gente de Merland era muy humilde. Las casas se veían la gran mayoría precarias, vivían como si estuvieran dos décadas atrás de la actualidad que vivíamos en Velance. Las mujeres en su mayoría usaban vestidos gastados y con telas viejas. Los hombres parecían agotados y con sus manos sucias, supuse que trabajaban en una mina cercana o con el carbón.
Nos separamos en grupos, cada quien buscaría a ese tal Kim Seokjin por su parte y en el caso de encontrarlo luego nos veríamos en un punto de encuentro acordado. Yo decidí buscarlo solo, caminé por un sendero alejado del pueblo, me llamó demasiado la atención que este pueblo esté tan cerca del bosque, como si fuera parte de él. Caminé por lo que seria una hora, hasta que terminé en un arco de flores, había una enredadera que se ajustaba a él y entre cada ramificación, habían lirios y amapolas.
Cuando crucé el arco, a unos veinte metros, divisé una cabaña, estaba casi tapada en plantas y flores y enredaderas qué se aferraban a cada rincón incluso se entrecruzaban en los barrotes de la ventana.
Caminé a ella hasta toparme con el número en la puerta. «1009»
Ese número es el que Yoongi me había escrito en la nota que me había escondido en la pluma. Y el arco de amapolas y lirios me estaba confirmando que a esto se refería.
Di tres golpes en la puerta y pude oír como desde adentro unos pasos se acercaban.
—Hola bonito. —Un tipo alto y pelinegro abrió la puerta, tenía una sonrisa encantadora y su forma de hablar era muy coqueta. Llevaba un pantalón negro, estaba descalzo y la camisa blanca desabotonada. —¿Se te perdió algo bombón?
—Busco a Kim Seokjin. —Dije mirándolo, encajaba con lo que Yoongi había mencionado y las pistas que este mismo me dejó escritas eran claras.
—Lo encontraste. ¿Y tú eres?
—Park Jimin. Soy compañero del comandante Min Yoongi. —Dije mientras miraba a mi alrededor, la casa estaba bastante lejos del pueblo, pero aun así no quería hablar muy alto.
—Oh... Con que tú eres el cisne. —Me miró rascándose la barbilla. —Pasa, tenemos que hablar en privado, cisne.
—¿Cisne? —Ingresé a su cabaña luego de su invitación. Era muy bonita, toda la decoración era rústica, tenía una alacena llena de vajilla de cerámica. Sacó dos tazas y una tetera para preparar té.
—Por cierto. Tú no deberías estar aquí en Merland. —Con su mano me hizo una seña para que tome asiento frente a la mesa y él también se sentó. —Esperaba a un tal Jungkook.
—Todo el mundo está de acuerdo con que yo no debería estar aquí, excepto yo. —Me crucé de brazos para mirarlo con seriedad —Sin embargo, soy el único y el primero que descubrió en dónde está tu casa y también soy el único que pudo armar un plan para llegar vivos aquí.
—Eres bravo cisne. —Rió levemente.
—No me digas cisne.
—Bien Jimin. Antes de que me acuchilles con la mirada, no he tenido nada con tu querido comandante. —Se levantó a servir las dos tazas con té. —No voy a negar que tanto él como tú están buenos.
—He tenido un viaje muy largo. —Apreté mi puño sobre la mesa. —Necesito que me ayudes, por favor deja de decir estupideces innecesarias.
Pude ver como se sentaba a mi lado y dejaba una taza cerca mío. Parecía resbalarle lo que yo tenía para decir.
—Está bien, no eres un chico de muchas palabras. —Bebió un poco de su té—Conocí a Yoongi hace unos cinco años. Sabes bien que la guerra entre Velance y Merland era una guerra que parecía no querer acabar nunca. Cuando conocí al comandante no pude evitar entregarle toda mi confianza, es un hombre tan noble, tan líder. —Se levantó de su asiento y buscó en un estante algunos diarios que él parecía haber escrito. —En ese entonces yo era general, puesto que tras mi partida ocupaste tú. Cuando era general pude ver como los soldados Merlines se llevaron a gran parte de mi escuadrón y no volví a saber más de ellos. Así que decidí investigar y lo que encontré no fue para nada grato.
Abrió su diario y entre las páginas se podía ver una copia que parecía sacada del cuartel general.
—Los altos mandos de Velance estaban enterados de estos secuestros pero no pudieron hacer nada. En esta copia se confirma que ellos son desaparecidos en acción. Sin embargo descubrí que ellos no eran los únicos secuestrados. En total son ochenta y siete desaparecidos, contando a los soldados, mujeres y niños que se llevaron. —Pude ver como sacaba una foto y me la entregaba. —A los secuestrados los repartieron en distintos lugares, las mujeres a prostíbulos, los niños fueron dados en adopción a familias adineradas y los soldados estaban en la prisión de máxima seguridad, sin embargo, hace dos meses ocurrió una gran explosión.
—Yoongi estaba ahí. —Dije mirando la fotografía, era esa prisión de la que tanto hablaban.
—Estaba si. Tras la explosión muchos prisioneros están desaparecidos incluido el comandante Min. —abrió otra página de su diario y me lo acercó para ver un mapa. —Yo me encargué de rescatar a las mujeres de los prostíbulos, viven en el pueblo por el momento. Cuento con el apoyo de algunos hombres y con ellos las rescatamos, sin embargo no tengo como localizar a los niños secuestrados y la mayoría de los soldados murió tras la explosión o está desaparecido.
—¿Que es lo que sigue?
—Jimin, el comandante estuvo un año en esa prisión en donde fue torturado de múltiples formas. Si él escapó, tengo la corazonada de que va a querer contactarme. —Señaló una ubicación en el mapa—Para esta fecha debe estar en este punto.
—Bien, entonces ¿Cuál es el plan? —Miré a Seokjin y este sonrió.
—Tenemos que ir a este punto pero no podemos ser muchos, necesito que seamos tú y yo. Si quieres puedes traer a uno de tus amigos. El resto tendrá que quedarse. —Siguió bebiendo su té.
—Tenemos un barco grande, cuando volvamos podemos llevar a todos a Velance si encontramos a Yoongi. Las mujeres que recataste y las demás personas. —Probé el té por primera vez, estaba exquisito.
—Eso fue parte del plan de Yoongi. Él me dijo que tiene un amigo que es marín, podrías decirle a ese.
Asentí, tanto Seokjin como Yoongi me habían dicho que confíe en Hoseok. Era él quien tenía que acompañarnos a buscar al comandante.
Después de un año, de tanto viaje e incertidumbre, podía sentirme cerca de Yoongi. Sentía en lo más profundo de mi pecho que estaría entre sus brazos pronto. Muy pronto.
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