❝Un día a la vez❞

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ACTUALIDAD, MAR DE MERLÍN.

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Me desperté exaltado, estaba sudando, estaba hiperventilando. Sentía mi corazón latir con fuerza a tal punto de querer salirse de mi pecho. Me senté en la cama y traté de normalizar mi respiración y mi ritmo cardíaco. No podía creer lo que acababa de recordar.
Si, lo recordé.

Recordé todo lo de esa noche.

—Amigo ¿te encuentras bien? —Hoseok estaba frente a mi, su cama estaba frente a la mía así que también lo había despertado.

—S-si si, mejor que bien. —Esa fue probablemente la primer sonrisa de felicidad que había soltado desde que desperté del coma.
Estaba feliz. Recordé las últimas palabras de Yoongi y todo lo que había ocurrido esa noche. Por primera vez podía sentir que las cosas empezaban a encajar. Que Yoongi me había dejado a cuidado de Jungkook. Que Yoongi tenía planeado ser capturado por Merland. Que se había despedido de mi. Que me había besado.

—Estás llorando... —Hoseok me miraba preocupado. —Y te estás riendo, es raro hermano.

—Es que, sentí por tanto tiempo que mi mente jamás volvería a recordar todo. —Sequé mis lágrimas y luego tapé mis ojos con las palmas de mis manos. —Y acabo de recordar todo debido a un sueño. Sé y siento que las cosas pasaron así.

—Enhorabuena. —Pude escuchar la voz alegre de Hoseok. —Me alegro por ti. Que gusto que al fin lo hiciste.

—¿Verdad que si? —Me levanté y busqué mis prendas para así cambiarme de ropa.

—Si, sobre todo porque en unas horas llegaremos a Merland. —Dijo mientras yo me colocaba una camisa.

—¿Tan rápido?

—Es un país vecino, lo tenemos demasiado cerca y ya llevamos dos días de viaje. —Hoseok se levantó de su lugar. —Si compañero, dormiste un día entero y... Ahora es de madrugada.

Tras oír lo que acababa de decir Hoseok, mi ceño se frunció. Salí y observé las estrellas, definitivamente era de madrugada y pronto iba a amanecer. Subí por las velas y me senté en un mástil, pude ver como Hoseok me siguió para sentarse a mi lado.

—Después de tanta guerra. Mi mente no está bien. —Dije tranquilo, miré a Hoseok y luego volví al horizonte —Siento que las secuelas nunca se van a detener.

—Pero van a mejorar Jimin. —Él siempre tan positivo —Todos las tenemos. Unos más que otros, pero créeme que nuestro único camino es llevar nuestros traumas con nosotros siendo conscientes de que son parte de nuestro pasado. No podemos revertir lo hecho, lo vivido y tampoco podemos vivir castigandonos por ello. —Posó su mano sobre la mía. Su mirada lograba hacerme sentir entendido y apoyado por él. —No crees una guerra contigo mismo. En este momento tu mente está sanando, así que necesitas descansar, necesitas dormir. Y si, estar en coma por meses es horrible y quizá sientes que te perdiste de muchas cosas, y volver a dormirte un día entero puede llegar a aterrarte porque ya no quieres perder más tiempo. —Apretó mi mano y sentí confianza, sentí su contención. —Pero piensa en lo bueno, gracias a ese descanso es que pudiste recordar eso que desde hace meses vienes castigándote por no ser capaz de hacer.

—Gracias Hoseok. —Asentí a sus palabras, estaba agradecido, las necesitaba. —Yo soy muy pesimista y esto que me está pasando es demasiado para mi. Me cuesta muchísimo acostumbrarme a esta nueva etapa de mi vida.

—Tengo una hermana y ella estuvo en coma. —vi como apretó los labios, hablar de ello no le parecía agradable. Pero siguió. —Por dos años de hecho, cuando despertó ella no recordaba nada, ni siquiera recordaba cómo caminar.

—Lo siento mucho.

—No, está bien. Ella está mejor ahora, con el pasar de los años logró recordar muchas cosas y poco a poco volvió a caminar. —Sonrió y luego ambos miramos como amanecía. —Te entiendo, tu situación me recuerda a la de ella y por mi experiencia puedo decirte que si se puede Jimin. Aunque te frustres y quieras todo ya, podrás estar mejor, pero compañero ve un día a la vez.

Agradecí una vez más sus palabras, él me hacía sentir escuchado y además es un amigo de Yoongi. Era la única persona en la que podía confiar.

Vimos juntos el alba y con él, a lo lejos, estaba tierra firme.

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[...]

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Bajamos nuestras cosas ni bien llegamos a la costa, era el punto exacto que habíamos pactado. Logramos empujar el barco hasta una cueva en donde desembocaba el agua y este se quedaría ahí escondido hasta que regresemos.

—Debemos adentrarnos en la selva ahora, si tenemos suerte antes del anochecer llegaremos al pueblo en donde viven nuestros aliados. —Fue Taehyung quien habló, con los demás caminamos tras él, siguiendo sus pasos.

—Aprovechemos que es temprano, si nos apuramos lograremos cruzar antes y quizá esta noche podremos dormir en una cama. —Dijo Jungkook y encendió un cigarrillo, yo caminé delante de él siguiendo a Taehyung, dejando atrás a Hoseok y los demás reclutas que nos acompañaban. Éramos quince en total.

Cuando nos adentramos en la selva, la inmensa naturaleza nos recibió, había grandes árboles, variedad de plantas, insectos por doquier, el canto de los pájaros y el sonido de los animales que habitaban el lugar. Me encontraba fascinado por lo que acababa de descubrir. Estaba totalmente asombrado por la flora y fauna de aquel lugar que estaba descubriendo por primera vez, tomándome el tiempo de apreciarlo a detalle y guardando en mi memoria cada cosa que acababa de conocer.

El camino fue largo, nos tomó más de lo esperado ya que terminamos perdiéndonos en la selva. Cuando cayó la noche tuvimos que montar guardias y los encargados eramos Taehyung y yo.

—Que hermosa noche. —Taehyung estaba observando la copa de los árboles que estaban lejanas a nosotros por su inmensidad.

—Lo es. —Empecé a fumar, mirando la fogata frente a nosotros.

—No hemos hablado mucho. —Sentí su mirada sobre mis hombros.

—No hay mucho de qué hablar.

—Extraño nuestra amistad. —Él buscó mi mirada, pero no lo miré. —Ya sabes, cuando nos contábamos todo.

—Bueno, no todo. ¿No crees que yo merecía saber lo que ibas a hacer? —No quería ser hostil con él, sobre todo porque Taehyung era demasiado dulce cuando me hablaba. —Estaba asustado, aterrado de hacerme la idea de que estabas muerto.

—Entonces es eso. —Esta vez si lo miré. —No podía Jimin. No podía poner en riesgo la misión que nos encomendó Yoongi.

—Sigo sin entender por qué todos ustedes estaban tan convencidos de que yo no forme parte de esto.

—Todos estábamos de acuerdo con la idea principal de Yoongi. Protegerte. —Pude ver como apretaba sus labios.

—No necesito que me protejan. —Mi ceño volvió a fruncirse —Y además, terminaron necesitandome. No tiene sentido.

—Yoongi nos dijo que tú eres lo más importante para él y que tu libertad era lo que él más quería. Luego de conseguir la victoria, gracias a ti, él sabía que con eso ya habías conseguido tu libertad. —Estiró su mano pidiéndome el cigarrillo, pero lo puse en mis labios y saqué la caja para darle uno nuevo. —Entonces, no quería condenarte a seguir peleando. Y todos estuvimos de acuerdo.

—Son todos unos inútiles. —Solté el humo del cigarrillo. —Porque a fin de cuentas terminaron necesitando de mi.

—¿Esa es tu forma de decir "gracias por preocuparse por mi"?

—Cuando encuentre a Yoongi le voy a dar una patada tan fuerte que lo va a mandar de nuevo a Velance. —Lancé la colilla de cigarrillo a la fogata. —Y tú, todavía sigo enojado. 

—Pero anda, estas feliz de verme ¿verdad? Tu enojo no es tan grande. —Sonreí levemente ante su tono y dejé que me abrace.

—Por supuesto que si. —Apoyé mi mejilla en su hombro. —Gracias por intentar protegerme.

Pude sentir un beso en mi frente y luego seguimos haciendo guardia, hablando de todo un poco, intentando retomar la confianza que nos teníamos. Aunque nunca podría olvidar que mi mejor amigo fingió su muerte y conspiró con compañeros para que yo no me entere de algo tan importante como esto.