Único
Un chico un poco bajo para su edad, piel morena y unos ojos extrabajantes, unos ojos de gato verodosos y a la vez dorados. Llamado Magnus.
Iba caminando solo por la calle, pensando: "Dios, que complicado es esto del amor"
-¿Cual habia sido el detalle?-se preguntaba en voz alta- tal vez cupido mal interpreto.
Él tenia una relación, con una chica muy guapa llamada Camille pero, Magnus siempre se había entregado más a la relación, ahora que ella lo había dejado no sabia que hacer.
Un chico de cabello azabache, alto y con piel blanca como la luna. llamado Alexander.
Pero al igual que él otro chico sus ojos, sus ojos eran lo que hacían que la gente lo viera, aunque él no lo notara, sus ojos azules, un azul imposible de describir eran esos que una noche más velaba como cada noche dessde que soñaba aquellos ojos verdes, daba vueltas en la cama, de repente sono una canción romántica en la radio, y como faltaba él sueño salio a caminar.
Los dos iban caminando en la mismo dirección, y no hablo de la dirección de sus pasos errantes, si era por esos pies que bajaban en las calles de amsternam donde sonaba la canción que había escuchado en la radio.
Lo cual hizo quetropezara con él chico de ojos de gato.
-Lo siento- dijo aquel chico con un suspiro Sin alzar la mirada.
Pero hubo una conexión, y él universo decidió abrazarlos.
Alexander con una gran sonrisa empezó a tartamudear sin sentido, lo que llamo la atención de Magnus, que al levantar la mirada solo pudo decir.
-¿mi amor donde estabas donde todo él tiempo que tanto te búscaba?-sin titubear pero sonriendo, tomando su mano.
-Lo siento es que estuve ocupado, que siendo sincero no se en que.- sus mejillas eran completamente rosas, pero sostuvo él agarre.
La canción sonaba aun más fuerte que hace unos minutos, tal vez es esa extraña melodía que algunos llaman destino y otros prefieren llamar casualidad.
Dos extraños bailando bajo la lluvia, se convierten en amantes al compás.
La luna los miraba desde arriba, la noche se convirtió en día pero la luna se recargo en él sol, mientras decía al ultimo.
-Alumbralos todo él día, que yo en la noche vendré a alumbrar él cierre de este pacto- mientras aquellos desconocidos se convertían en amamates con cada compás.
Es super pequeño pero la canción me tiene loca desde hace días.
Disfrutenlo
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro