Celos
Era ya las 4 de la tarde y Alexander no lleva al departamento de él Gran brujo de Brooklyn.
Magnus llevaba 3 horas esperando que Alexander llegara, últimamente llegaba cansado y sin ganas de nada, aparte de tarde.
Pero presidente no se le acercaba como antes, ya que al llegar tenía un olor diferente, un olor a chica.
En el trabajo (no es que Magnus estuviera espiando) había una nueva chica llamada Amanda, era su asistente, el cual antes era Magnus pero el fue hechado de ese puesto ya que no era un shadowhunter como Amanda.
Cada día era una anécdota nueva con Amanda, Amanda y yo fuimos a comer..., Amanda y yo hicimos esto...
Pero no podía llegar tarde hoy pues era su día, así que el brujo de Brooklyn decidido a buscar a su shadowhunter de ajos azules salio del lof, y al bajar de las escaleras vio un auto, podría ser que llegara en taxi.
Si, eso creía el brujo hasta que bajó y vio que bajó del auto de Amanda con una sonrisa.
-Magnus - y lo que retumbó en la cabeza de Magnus no fueron las flores, ni lo bien vestido que venía Alexander si no que sus labios se veían rosas,¡DEL COLOR DEL LABIAL DE AMANDA!
Magnus no era nada celoso, pero eso era más claro que él agua, así que subió corriendo y cerró la puerta con magia no quería que Alexander entrará con una estúpida disculpa.
Pero como ya habían tenido muchísimos pleitos Alexander entró en el lof por una ventana, claramente con un sigiloso movimiento.
-MALDITA AMANDA, LA PERFECTA AMANDA LO CONSIGUIÓ CONSIGUIÓ A MI GARBANCITO, ERA MÍO PRESIDENTE - Magnus le gritaba sin parar al gato, pobre presidente pero eso no fue suficiente para que Magnus dejara de gritar, hasta que sintió los brazos de Alexander rodearlo.
-¿Qué consiguió a quien? - susurró en su cuello, su aliento se sentía tan cerca, y Magnus no iba a caer tan fácil pero el fuego de sus ojos bajo un poco.
-Puedes llevarte tus cosas, no te quiero ver jamás - Magnus estaba muy enojado, quien se creía para que llegara como si nada.
-¿Puedo saber el porqué quieres correr me? - Alexander traía muy buen humor, y entre cada palabra le daba un beso tras otro.
-Si vas a besarme primero quítate el labial de esa otra - gruñón Magnus, no era que las caricias de aquel nephilim no hicieran su efecto.. Pero eso era descarado.
-Oh, era eso - y Alexander Río, descaradamente se rio divertido - primero quiero que lo huelas, y dime a que huele.
-¿Me crees idiota? - Magnus le salían chispas de las manos - Alexander en estos 3 años te he soportado de todo...
Alexander lo volteo hacia él, y sonrió.
-Solamente huele y si después de eso quieres correr me me iré - Magnus lo hizo, pero el olor era familiar, era... El olor a su pastel de la mañana.. Pastel que Alexander había comido aunque era horrible y el merengue pintaba los labios de.. Rosa.
-Es mi pastel - sonrió avergonzado.
-Creo que alguien me debe algo..
Continuará.....
Graciaa por leer 💕🌚
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