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↝ Capítulo veintisiete.

"... Y cuando te sientas perdida, ahí estaré yo, esperándote para volver a tomar tu mano y susurrarte:
Te amo — "

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—That was epic— dijo Verónica sin parar de reírse.

—¿Viste su cara?

—Era de póker— ambas volvieron a reír sosteniéndose de la otra para no caer por la risa.

Al cabo de unos minutos, ambas se acercaron a la mesa de los tragos, tomando uno cada una mientras seguían hablando de lo sucedido anteriormente.

—¿Por que lo hiciste?— preguntó en una de esas la rubia.

Veronica alzó sus cejas —¿Que cosa?

—Eso— señaló a un lugar X —El besarme.

La pelinegra se encogió de hombros —¿Por que te amo?— bromeó tratando de imitar la voz de Jughead.

Las dos rieron ante aquella imitación no tan buena. Aún así, era gracioso.

—Hablando en serio — se puso seria y por consiguiente Verónica igual, o eso trataron. —¿Por que?

—Yo te dije que tenía un plan.

—Y que buen plan el tuyo.

Las dos volvieron a reírse a carcajadas limpias mientras llamaban la atención de algunos.

En un momento, aquella fiesta se había hecho aún más grande, más música, más gente, más amontonamiento y sobre todo, más chicos al rededor de la rubia y la pelinegra. A unos escasos metros estaban Cheryl y Toni en las suyas, bailando juntas y viendo de reojo a Jughead.

Toni habló primero —Es un idiota — estas estaban al tanto de la situación de su amiga. —No sabe valorar lo bueno y después quiere recuperarlo.

Cheryl hizo una mueca —Por algo prefiero a las mujeres — sonrió y Toni negó tomando sus mejillas para besarla. Al separarse la miró. —¿Y eso por que?

—Ya no aguantaba.

Sonrió de lado y siguieron bailando aún poniendo un ojo sobre el pelinegro.

La rubia bailaba con un chico que se había aparecido, siquiera había escuchado su nombre en tanto barullo, aún así, no le importó mucho.

Aunque aquel chico se quedó confundido cuando vió que alguien alejaba a la chica de entre la multitud. Se fijó la persona que era, esta lo miró de reojo y con solo esa mirada aquel tipo supo que no debía de meterse. No con el al menos.

Betty al ver a Jughead suspiró —¿Y tu que demonios quieres ahora? — le cuestionó agarrando el vaso de alguien que pasaba por ahí, esa persona se quejo al ver qué ella bebió lo que tenía y lo lanzó lejos, cayendo en la arena.

El haber bailando tanto y con tanto amontonamiento, la había dejado sedienta.

—¿Hablarás? —le cuestionó alzando una ceja.

—¿Que hacías con ese tipo ahí? —preguntó este, se lo veía enojado.

—¿Tu acaso eres ciego o no ves la realidad? —ladeó su cabeza y rodó los ojos sin esperar respuesta. —Es claro que ambas.

Miró hacia otro lado, pero eso no sirvió dado a que el le volvió la vista poniendo su mano en la mandíbula de ella.

—Tenemos que hablar —afirmó serio.

—Pff —hizo una mueca —No tengo ganas, aparte, ya hablamos lo que debíamos de hablar.

Jughead suspiró, le sería difícil hablar, en verdad que lo sería.

—Sabes que no hablamos de lo que debíamos.

Está hizo una mueca en su rostro, haciéndose la confundida —¿No?, Yo creía que si —colocó su mano en su mandíbula y rió al final —Mala mía.

El pelinegro tomó aire y se acercó a ella unos pasos más. Esta al ser más pequeña no se movió, es más, alzó su cabeza hacia el, no se mostraría débil, no delante de él.

—Ya sabes lo que diré —tomó aire, como si se estuviera preparando para hablar —Te amo, eres la persona más importante para mí en estos momentos, eres todo, eres mí vida, no puedo imaginarme una vida donde tú no estés, porque te lo dije, te amaré en cualquier universo, lo haré.

La miró a los ojos, además de examinar su rostro con la mirada, mientras una de sus manos acariciaba el cuello de ella con delicadeza.

  Betty miró por encima del hombro de el, sin que se notara, sonrió y lo miró mordiendo su labio inferior. Aprovechó la distancia y se acercó aún más, rozando la punta de su nariz con la de el, dejando que sus respiraciones se entrelazaran.

—Puedo ser toda una perra y puta cuando se me de la gana— sonrió —Pero de zorra no tengo nada— se separó bruscamente. Alzó su mandíbula hacia atrás y dió media vuelta alejándose de él.

Jughead miró hacia atrás y vió a Clarisse con su grupo de amigas, mientras estas estaban en las suyas, ella lo miraba de reojo, se le veía el odio en sus ojos.

(...)

Unos días después, Kevin le había avisado a Betty y las serpientes que luego del desayuno habría una especie de reunión sobre el baile a fines del campamento.

La mayoría estaban emocionados por aquel baile, mientras otros, simplemente les daba igual, ellos solo habían aceptado ir para perder tres meses de clases.

Aunque había un lado diferente en la historia, ese baile, traería caos, y del bueno se podría decir.

Al llegar Betty junto a su prima y Toni a la mesa, esta saludo a todos y se fue para servirse una taza de café.

Volvió a su mesa pero pudo notar como al comedor ingresaban Jughead con Clarisse, quien este se fue con las serpientes, y como tal perro a su dueño, Clarisse fue tras el.

Betty alzó su vista apenas, mientras tomaba su café.

—¿Algún problema chiquita?— la miró con una ceja alzada.

—A ver, ¿Se corren? No dejan lugar— gruñó ella a unos de las serpientes.

Betty señaló a estos —Ni siquiera piensen en moverse — habló seria y luego vió que sus amigos asentían, había reglas, siempre había reglas con ellos.

—¿Que es lo que sucede ahora?— cuestionó la otra rubia, cansada de la actitud de Betty.

—Jughead— lo miró ignorando a la chica —Sabes que nadie que no sea serpiente se puede sentar aquí. Tu debes de conocer bien las reglas, siendo... Pues— lo miró de arriba a abajo —Tú — finalizó enlazando sus manos por encima de la mesa.

Jughead medio asintió, era verdad, Clarisse no era miembro, no tenía el derecho a estar allí.

—Pero- — esta tomó aire —Estoy con Jughead, si el es el rey, yo puedo estar con el— sonrió ganándose una risa de parte de Betty. —No encuentro algo gracioso en lo que dije.

Betty se puso sería —Es cierto, es cierto, me callo— los demás no pudieron evitar soltar una carcajada al notar el sarcasmo de su reina en la voz. Se levantó de la mesa dejando sus manos en la mesa —Mira, oxigenada— la observó de arriba a abajo. Luego volvió a verla —Como te lo dije en la fiesta y te lo vuelvo a repetir, no tienes el mínimo derecho de reclamar absolutamente nada. Mientras sea yo quien porte la chaqueta, no serás nadie a comparación de mí— sonrió y se volvió a sentar.

—Habla por ti, pero Jughead dijo que me dará la chaqueta— este mismo alzó sus cejas, como si aquello no lo había hecho. Betty lo miró y luego a la chica. —Por ende, el puesto ya no es tuyo.

—Eh, mira, querida— intervino esta vez Toni, bastante cansada de ella —El puesto..., El puesto no lo tienes porque si, el puesto se gana, se gana por cada cosa que haz hecho, Betty— la señaló —Nos ha salvado el culo demasiadas veces, tu, no haz hecho una mierda, además de molestar, por ende— la imitó —No te conviene cruzarte en nuestro camino.

Betty sonrió a Toni y está le guiñó un ojo disimuladamente.

—Ya sabes Jughead, reglas, son reglas.
— lo miró con una sonrisa y negó. Hizo una seña con su mano a Clarisse, como si se despidiera, mientas con sus labios formulaba un "Bye, bye" a medida que hacía aquella seña.

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Ay Clarisse, gracias por ser tan ingenua, me haces escribir buenas peleas.

Medio tarde actualizo pero pasa que me cope viendo las reliquias de la muerte jjsjaj, onda, llore con la muerte de Fred man. Efe.

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