↝ Capítulo veintidós.
"Un sabía una vez dijo: más vale una verdad que duela que una mentira que ilusione"
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Betty estaba sobre la tabla, sentada mirando las olas pasar bajo ella, el viento pegarle en la cara y los rayos del sol iluminando sus ojos y cabello.
Todo estaba tan pacífico en esos momentos, era algo que había soñado, el poder desconectarse de la realidad y hacer lo que le apasiona. En este caso, era sentarse en la tabla, sobre el mar, viendo las olas pasar.
Estas en ese momento no eran tan altas como para poder montarlas, aún así, eran específicas para disfrutarlas arriba de la tabla.
—Veo que si te gusta esto— murmuró una voz a su lado. Ella extrañada, giró hacia el lugar proveniente.
—No te escuché venir— negó mirándolo y luego volvió su vista hacia la playa que se veía a lo lejos.
El negó —Y yo no sabía que te gustaba surfear— la miró de reojo sentándose en la tabla.
Ella se encogió de hombros —Nadie más que Cheryl y Jason lo saben— no lo veía, de hecho, las cosas entre ellos habían estado tensas desde que ella vió a lo lejos como Jughead le coqueteaba a Clarisse, la estúpida popular, como Toni junto a Kevin la llamaban.
—¿Por que no nos contaste?
—Porque es algo que no me trae recuerdos buenos de mí familia— lo miró y pasó su lengua por sus dientes, verlo sentado sobre la tabla sin su camisa y con su cabello revuelto y mojado, era exitante.
—Ya veo— sonrió de lado y negó quitando aquel pensamiento —Lo haces bien, sabes montar bien la ola.
Ella asintió —Junto a Polly lo practicabamos desde los diez— lo miró por unos segundos y luego miró las olas pasar y romperse más adelante —A Hal le gustaba enseñarnos.
Betty suspiró para si misma, no quería hablar con el, por alguna razón, le había molestado ver aquello.
Jughead notó ese gesto y frunció el ceño —¿Que te sucede?— preguntó confundido y con un tono de preocupación.
La rubia negó —Nada, no me pasa nada— lo miró y forzó una sonrisa.
El alzó una ceja —Se cuando finges estar bien, te conozco Cooper.
Está giró su cabeza hacia el lado contrario rodando sus ojos, odiaba que la conociera tan bien. Volvió su mirada a el.
—Estoy bien, enserio, solo... El mar me trae recuerdos— se encogió de hombros —Cambiemos de tema— ánimo ella —¿Que tal todo con los de la otra escuela?
Jughead rodo sus ojos como si el tema lo cansara —Son insoportables que se creen el centro de atención.
—¿Enserio?— el aisintió sin notar el sarcasmo en el tono de voz de Betty —No parecía que eso pensaras la otra vez.
El frunico el ceño y giró su cabeza hacia ella —¿Que otra vez?
Ella negó —Nada, olvídalo— bajó su miraba golpeando sus dedos contra la tabla.
Aquello sabía que era signo de nerviosismo en ella, y eso el lo sabía.
—Suéltalo Cooper— habló entrecerrando sus ojos por el sol.
—¿Soltar que?
—Lo que tengas que decirme— hizo un ademán con su mano.
—No tengo nada que decirte.
—Quiero escuchar que digas lo que pasó el otro día— la miró y sonrió de lado.
Ella suspiró cansada —¿Para que, eh? ¿Por que quieres que lo diga?
—Para que admitas la verdad Betty, ¿Seguiremos como si nada?
—Si tu sigues como si nada, yo también seguiré como si nada— se encogió de hombros ignorándolo.
—Yo no sigo nada, solo hago lo que acordamos.
Ella rió sarcástica —¿Hacer que nada pasa cuando todo está pasado?— le cuestionó irónica.
El negó —No hablo de eso— la miró.
—¿Y de que mierdas hablas?
El confundido, la miró —¿Que te sucede? Enserio Betty, la verdad.
—¿Que que me sucede? La vida me sucede, estoy harta de todo lo que me está pasando— lo señaló —Y tu, no ayudas en eso.
—¿Que pasa? Habla, sabes que puedes hablar conmigo.
—Deja de hacerte el bueno Jughead, ya para— se quejó y paso su mano por su largo cabello, peinandolo hacia atrás, con movimientos de frustración.
—¿Que mierda te está sucediendo? No te estoy entendiendo.
—No me está sucediendo una mierda, solo... Estoy cansada de la vida— suspiró, sabía que la estaba pasando mal ocultando sus sentimientos hacia el.
—Betty— el apoyo su mano sobre el hombro de ella pero está se removió quitándolo.
—¿No entiendes cierto?
—No Betty, maldita sea, no entiendo que carajos te sucede, dime, habla— exigió el.
—¿Todo seguirá como está? Ignoraremos todo, ¿Ese es el plan?
—¿Ignorar que? ¿Ignorar que te amo? ¿O ignorar el hecho que seguimos en el mismo círculo vicioso, comenzando de nuevo una y otra vez?
Ella lo miró, una lágrima recorrió la mejilla de ella que ni se gasto en remover. Su corazón dio un vuelco, ella tenía en claro que lo amaba, pero no se veía preparada, no hasta que el deje de hacerse el macho alfa que no acepta sus sentimientos.
—Ignoraremos todo esto porque seguimos siendo los mismos hijos de puta que se acuestan con cualquiera— continúo el.
Ella negó interrumpiendo —Tu eres ese hijo de puta que se acuesta con todas, ya no lo hago, y deberías de saberlo si tanto me conoces.
Este dejo de hablar para mirarla, ambos estaban rotos. El querer ocultar algo así trae sus consecuencias, y demasiado fuertes de vienen para ellos.
—En algo tienes razón— asintió y lo miró —Seguiremos ignorando todo.
(...)
Ella no quería darse la vuelta, el estaba detrás de ella, y le reclamaba que hablasen del tema, algo que ella no quería.
—No Jones, ya basta— se dió la vuelta mirándolo, lanzando una mirada fría sobre el, la cual no tuvo ningún efecto en Jughead.
—No, tu ya basta, deja de cerrarte, deja de ser tan egoísta y habla.
Ella señaló —No te atrevas a decir que soy una egoísta, sabes en toda la mierda que vivi por 16 años, no me llames así cuando fui yo quien estuvo para todos y cuando vieron la oportunidad todos se fueron, dejándome sola.
El negó —No te dejaré sola, no lo haré.
Está negó y apretó sus labios sabiendo lo que diría.—No esperare por siempre, solo decide, ¿Me amas como para que deje mi pasado atrás y te conviertas en mi futuro?— se cruzó de brazos y este bajo su mirada. La rubia mordió su labio inferior y miró hacia otro lado —Lo sabía— apretó sus labios —Púdrete Jones.
Intentó esquivarlo para irse pero este se puso delante de ella dando un paso hacia esta.
La miró y sonrió —Te amo, siempre lo hice, no importa en que universo estemos, siempre serás la única— Jughead pasó su mano por el cuello de ella mientras con la otra le levantaba el mentón y unía sus labios en un beso.
Ella se separó y dejó sus manos sobre el pecho de el.
—Lo veré cuando lo demuestres— golpeó su hombro y se fue de la habitación, dando un portazo detrás suyo.
Jughead apretó sus labios, la había cagado y el bien lo sabía.
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Amm... Nosé que decir, bai.
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