↝ Capítulo treinta y tres.
"A veces no necesitamos que alguien nos arregle, a veces, solo necesitamos que alguien nos quiera, mientras nos arreglamos a nosotros mismos"
—J. Cortazar.
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Los chicos ya habían vuelto de su campamento. En unas pocas semanas sería la graduación con el baile oficial de esta.
Muchos estaban alterados por el tema de las universidades, si bien ya sabían a cual ir y demás, el cambio de vida era demasiado.
Pasar de ser un adolescente que va a fiestas y no se preocupa por más que recibir una mesada por mes a pasar a ser un adulto que debe de estudiar y vivir por su propia cuenta.
Era un cambio bastante grande, dónde algunos la pasaban mejores que otros, pero estaba decidido, nadie la pasaba bien el primer año.
Aquello a Betty no le interesaba, mientras viera una oportunidad de largarse de Riverdale, la tomaría sin dudarlo. El pueblo ya la había cansado, había sufrido más de lo que una persona de su edad debía de hacerlo.
Estaba cansada de todo lo que aquel pueblo le recordaba.
Quería mudarse a la gran ciudad y nunca volver. Quería tener una vida allí. Quería ser exitosa y olvidarse de Riverdale, un pueblo que trajo tantas tragedias.
Empezando por su padre.
Siguiendo con su hermana.
Y terminado con Jughead.
Todo en su vida iba de mal en peor. Aunque ella y Jughead hayan arreglado las cosas, aún todo estaba demasiado tenso. Tanto que no sabía que elegir.
Por un lado le valía todo una mierda. Si ese sería su último verano como adolescente que no tiene responsabilidades, quería poder disfrutarlo con quién se le de la gana, y ese era Jughead.
Pero por otro lado, si quería poder vivir bien, y con la conciencia tranquila, debía de pensar primero en ella y después si, por los demás.
Porque nadie sabe, tal vez das mucho por alguien y esa persona no daría una mierda por ti.
Unos usan el argumento de "la vida es una y hay que vivirla" por eso mismo, es una, no dos ni tres, ¿hay que vivirla?, Si, pero con cuidado, porque un paso en falso y la pierdes.
Nacimos para morir: eso hay que recordarlo siempre.
Unos dedos se chasquearom delante de la rubia, la cual salió de su trance y miró hacia su derecha.
—¿Que pasa? —cuestionó hacia Toni.
—Camina más rápido rubia, al paso que vas, llegaremos mañana al bar —se quejó la pelirosa.
—Es qué solo a ustedes se les ocurre caminar desde Pop's hacia el White Wyrm. ¡Tenemos que atravesar todo Riverdale!, Literalmente —alzó sus cejas.
—¿Nunca vas a parar de quejarte? —le preguntó Jughead mientras reía.
—Para nada. Mí vida se remuse en mis quejas. Deberías de saberlo —lo señaló y cruzó sus brazos acelerando el paso.
—Caminas muy rápido, espérame —y de nuevo, Toni se quejaba.
—¡Decídete estúpida! —se quejó ahora Betty, parando su andar para dar media vuelta hacia la chica.
—Ya, ya, tranquila —se defendió alzando sus manos al aire—. Que carácter manejas hoy che.
—Cuidado con insultar su carácter —murmuró Sweet Pea.
—Si, una vez lo hicimos y se puso a jugar con un encendedor —los chicos miraron confundidos a Fangs. Incluso Verónica y Cheryl, que iban con ellos—, al lado de una botella de alcohol —completó viendo los rostros confundidos de todos.
—Eso no es cierto —se defendió Betty—. No quería quemarte vivo tarado.
—Pues eso parecía —Sweet Pea se encogió de hombros mirándola.
Aquello ocasionó que la rubia le golpeara la nuca a ambos chicos, los cuales soltaron un grito exagerado, pasando su mano por el lugar del golpe.
—Ustedes dos vendrían bien para drama —aseguró Verónica entrecerrando sus ojos mientras veia a los chicos—. Son iguales a Cheryl, dramáticos cuando quieren. Pero dramáticos de buena calidad.
La nombrada abrió su boca indignada pero al escucharla terminar la oración sonrió asintiendo. Eso era verdad.
(...)
Estaban devuelta, estaban devuelta en el bar, como los reyes que eran.
Los reyes serpientes estaban sentados en el típico sofá del bar, destinado para los líderes de la pandilla.
Todo había vuelto a la normalidad, o bueno, eso creían...
—Es bueno estar devuelta —aseguró el mirando todo en bar en general.
—Si —suspiró—, ya no soportaba más ese campamento —movió sus manos explicando—. Mucho aire libre para mí.
Jughead rió —Nunca fuiste de esas a la que les guste la naturaleza.
La rubia frunció el ceño y lo miró —¿Y a ti si? —le cuestionó con una ceja alzada.
—Para nada —negó divertido—. Sabes que soy más de... Esto —señaló el lugar donde se encontraban.
—¿Pandillas alcohol y sexo? —soltó riéndose.
—Exactamente —concordó Jughead chasqueando la lengua.
—Wow, eso no me lo esperaba —le respondió sarcásticamente.
—Siempre te sorprendo. Admítelo.
—Jamás. Tengo algo que se llama dignidad, Jones —le sonrió y se apoyó en el respaldo del sofá.
Una de las serpientes que cuidaban la puerta de los Diablos, se acercó a ellos.
—Betty, alguien te busca —habló el hombre.
La pareja se miró entre sí confundida.
La rubia miró al hombre —¿Quién me busca? —frunció el ceño tratando de saber quien vendría hasta el sur para hablar con ella.
—Solo dijo que vayas —se encogió de hombros.
—Okay... —murmuró. Se levantó y miró al chico—, luego vuelvo.
Jughead asintió y ella se fue hasta salir del bar. Entrecerró los ojos cuando el sol del atarceder la cegó por unos instantes.
Levantó la mirada y vió una cabellera rubia pasar a un lado del bar. No le tomó importancia a ello y se acercó al auto negro que de lejos se le veía lo caro que salía.
—¿Polly? —miró que su hermana estaba apoyada a un lado del auto, mirando todo el sur con una mueca en su rostro.
Al escuchar su nombre se dió media vuelta hacia su hermana.
—Betty, tengo que hablar contigo.
La rubia frunció el ceño. Trató de aguantarse la risa por lo sospechoso que sonó aquella frase que su hermana dijo.
Sacó sus manos de la chaqueta y la señaló.
—¿Que es lo que sucede? ¿O quieres ponerle más suspenso? —se rió por lo que ella mismo dijo. Trató de ponerse seria para mirar a la rubia mayor.
—Esto es serio Elizabeth —se quejó Polly.
—Pues si tanto lo es, habla mujer —ahora era Betty quien se quejaba de cuánto su hermana tardaba en hablar.
—Es sobre papá...
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Suspenso... NA NI QUE FUERA ALGO GRAVE JAJAJA.
Antes de que maten *alza un dedo* hay una buena razón por la que no publique capítulos...
NA MENTIRA NO LA HAY, solo no tenía ganas de escribir y me preocupe un poco más por las historias que tengo en borradores, arreglando ideas y más.
Además de que con mamá nos estuvimos viendo Crepúsculo y bueno, prioridades señores.
En fin, sorry por los actualizar, PROMETO AHORA SI, ACTUALIZAR SEGUIDO. :)
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