↝ Capítulo treinta y seis.
"Mí abuela solía decir que bajo la lluvia es fácil identificar a las personas felices, porque no les importa mojarse"
—Esther Sanz.
》•• ━━━━━ ❥❥❥ ━━━━━ ••《
—Ya hacía falta comer hamburguesas de Pop's y no esas horribles del campamento. Esos arruinaron la mejor comida —se quejó pasando su brazo por los hombros de ella.
—Alguien tenía que decirlo —los dos se rieron ingresando al lugar.
—Chicos, tanto tiempo sin verlos —habló Pop saludándolos.
—Si, ya ha pasado tiempo —sonrió Jughead, mirando primero a ella y luego al hombre.
—Tiempo paso desde que los vi aquí... —Pop sonrió antes de continuar—, juntos.
Betty rió por unos segundos y lo miró —Los reyes serpientes, son reyes para siempre —se encogió de hombros con una sonrisa.
—¿Lo mismo de siempre? —preguntó ahora si, dispuesto a preparar la orden de los chicos.
—Claro —asintió el pelinegro, junto a la rubia.
—Enseguida.
Pero antes de poder sentarse en la barra, dónde siempre comían en Pop's, una voz a sus espaldas los hizo girarse dramáticamente.
—¡Jug! —chilló una voz detrás de ellos.
Ambos se dieron la vuelta rápidamente, rezando que hubieran imaginado aquella voz, pero nada, ahí estaba. Clarisse se encontraba con una sonrisa detrás de ellos.
La expresión de Betty que mantenía una sonrisa, se esfumó al momento de verla.
—Tienes que estar jodiendome —murmuró ella entredientes.
—Clarisse —habló Jughead de mala gana, fingiendo una sonrisa.
—¿Que carajos haces aquí? —se adelantó a preguntar.
La rubia la miró con una sonrisa de hipócrita y luego a Jughead.
—Pues mí papá tenía asuntos con Hiram Lodge y —Betty la interrumpió —: ¿Tu padre estaba anoche con Hiram? —cuestionó señalandola.
—Es lo que estaba diciendo, Cooper —soltó el apellido de Betty como si fuera prohibido decirlo.
El rostro de la rubia se endureció al escuchar el apellido que tanto le había costado enterrar.
—Ese no es mí apellido —habló entredientes, apretando los puños.
Jughead miró a ambas chicas, puso una mano sobre el hombro de Betty para que se calme, pero esta no le hizo caso.
—¿No lo es? —se hizo la que pensaba—, no mientras Betty Cooper, ese es tu apellido por más que quieras ocultarlo —sonrió burlonamente.
—No me dejes en —murmuraba Jughead pero fue interrumpido cuando la rubia se dio media vuelta hacia Pop —: que sea para llevar, por favor —sonrió de lado. El hombre asintió.
—Betty...
—Nada de Betty, arregla esto —señaló a la otra rubia y a el—. Y no quiero ver a la perra psicópata en el bar, lo tiene prohibido y lo sabes —volvió a señalar y tomó la orden que Pop le entregaba—. Gracias por pagar —le sonrió inocente al pelinegro y salió del lugar golpeando su hombro con el de Clarisse.
Tomó bastante aire antes de subir a su motocicleta y arrancar hacia el lado sur, nuevamente.
Llegó al bar, tirando la malteada de fresa, ya vacía, en un tacho de basura fuera de este.
Los chicos que cuidaban la entrada preguntaron por Jughead al el tener que arreglar las guardias.
—Arreglando la cagada que se mando —sonrió de lado y abrió las puertas, ingresando al bar.
—Betty —saludó Veronica con confusión al verla entrar.
—¿No estabas en Pop's? —preguntó esta vez Toni.
—¿Y ustedes no estaban en lo de Verónica? —cuestionó ella esta vez, extrañada al ver a las chicas ahí.
—Salimos luego que tu —asintió Verónica.
—¿No estabas con Jughead? —volvió a preguntar, Cheryl.
Sonrió de lado y las miró —Cambio de planes —se acercó a la barra. Tomó un vaso para servirse un poco de licor y girar hacia Verónica—. Sabes V —la señaló con el meñique—, el hombre que hacía negocios con tu padre anoche era —le hizo fondo a su vaso—, el padre de Clarisse.
—¿Que? —soltó Fangs abriendo sus ojos. El no la soportaba en absoluto.
—Sip —juntó sus labios—, y la perra anda de pulga con Jughead —rodó sus ojos—. Ahí lo dejé en Pop's solucionado sus cagadas —señaló a la nada.
—Es todo una mierda —se quejó Sweet Pea.
Estaba claro que nadie en las serpientes la toleraba.
Unos cuantos minutos después, la puerta del bar se abrió. Los chicos dejaron de hablar para mirar hacia esa dirección, dónde ingresaba un furioso Jughead. Pero claro, la cabellera rubia iba detrás de él.
—Y la puta madre —Betty murmuró a la vez que volvía a tomar de la botella de licor. Se levantó dispuesta a sacar por las buenas o por las malas a la chica—. Jughead. ¿Si sabes que no puede estar acá, no es así?
—Me siguió, yo no la traje —se excusó señalandola. También se lo veía a él harto de ella.
—Es mentira, el si me invitó —intervino la chica.
—¿Sabes que te vas a ir al infierno por mentir, no? —le sonrió acercándose a ella. Fangs se enderezó, preparado para la pelea—. Mira, estúpida de mierda —escupió con fastidio—, si no eres serpiente no entras, así de fácil te la dejo —la miró de arriba a abajo—. Así que, vete.
—No.
—¿Perdón?
—Que no me iré, Cooper —repitió con más odio que antes.
—Bueno, despídete de tus extensiones entonces —se acercó peligrosamente mientras la otra daba unos pasos hacia atrás y Fangs sonreía ampliamente cada vez más.
—No puedes obligarme a.
—Clarisse vete —interrumpió Jughead, cansado de la chica.
—No me iré, tu me invitaste y.
—Escuchame bien, Barbie trucha. O te vas o te saco de los pelos, porque si sigues delante de mí vista en cinco segundos voy a patearte ese trasero de plástico que tienes y.
—¿Que está pasando? —se escuchó la voz de FP, bajar de la parte de arriba.
Betty se dio la vuelta —FP, volviste —su mirada cayó en su madre, quien estaba a un lado del hombre—, mamá —sonrió hacia la mujer tomando el hombro de Clarisse cuando la chica iba a dar un paso más atrás.
—¿Que pasó Betty? —cuestionó el hombre hacia la chica.
—Tu hijo y su encanto natural, ese es el problema —bromeó, pero no sonó tanto a broma. FP soltó una risa causando la indignación de su hijo.
—Papá... —se quejó Jughead.
—Lo siento muchacho, pero te enseñe a solucionar tus problemas por si solo —se encogió de hombros divertido.
—Arregla tu mierda Jones, que la reina está para solucionar problemas de la pandilla no las cagadas que el rey de manda —pasó a un lado del chico—, es pleno siglo XXI —dicho eso paso a su lado.
Fue frenada por su madre. La miró esperando que hable —¿Puedes venir mañana a almorzar a casa?
—Si, obvio —asintió y ahora, sin más, salió del bar, en dirección a su trailer. Debía de acomodar sus pensamientos y no lo podría seguir haciendo con alcohol, de eso estaba consiente.
》•• ━━━━━ ❥❥❥ ━━━━━ ••《
Mi segundo nombre es drama queen, así que nunca debe de faltar un buen drama en mis historias, y lo saben.
Well, mañana empiezo la clases, matenme.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro