"Siempre estoy en mí mundo porque no quiero estar en este"

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Alice miró de reojo a su hija. No creía lo que ella estaba apunto de hacer.

Suspiró y claramente, se llevó toda la atención de su hija.

—¿Estás segura de esto Betty? —preguntó como cuarta vez en la semana.

—Mamá... —cerró sus ojos y sonrió de lado—. Si estuviera segura de esto no estaría a punto de tomar un vuelo a New York —se encogió de hombros—. A veces no hay que estar seguros de las cosas que uno hace. Solo hacerlas y ya...

La rubia mayor sonrió melancólica y asintió. En verdad admiraba con la simpleza que su hija hablaba de algo tan cruel, difícil e inentendible como lo es la vida.

—¿De dónde saliste tan sabia, hija? —acarició su cabello y sin despegar su sonrisa de su rostro, plantó un beso en la frente la rubia menor frente a ella.

—Recuerda mamá —señaló con su dedo a la mayor, quien hizo una mueca de diversión—. Nada, ni una sola palabra a nadie de dónde estoy, ¿Si?

—¿Y si ellos insisten? —alzó una ceja, cuestionado aquello.

—Nada mamá.

—¿Y si alguno de ellos se va a estudiar a New York y de causalidad te lo encuentras?

—Estaré preparada para ese momento ma —esbozó una sonrisa y asintió hacia ella. Ya era hora de irse—. Tengo un avión que no creo que me espere por más tiempo.

—Ven aquì —abrió sus brazos, los cuales su hija recibió de la mejor manera—. Llámame cuando llegues.

—Claro.

—¿Podré ir a visitarte no es así? —se separó con sus ojos enrojecidos por aguantar las lágrimas que querían escaparse de ellos.

—Si mamá, podrás ir a verme. Mientras no traigas a nadie contigo está bien —asintió riéndose.

—Que bueno que dijiste eso porque si decías que no... Hubiera ido igual.

—Hubieras ido igual —dijeron las dos a la vez.

—Cuídate, y llámame cuando llegues —le pidió apoyando una mano sobre el hombro de la adolescente.

—Lo haré —asintió y tomó aire profundamente.

—¿Lista? —alzó una ceja a lo que Betty se encogió de hombros.

—Nunca nadie está listo para nada —exhaló y relajó los hombros—. Avísame el avance de esa boda, ¿Está bien?

Alice sonrió recordando ese simple pero hermoso detalle de su vida actual.

—Claro que lo haré, tu haz lo mismo con lo que necesites —madre e hija asintieron. Se abrazaron una vez más y luego de eso Betty se dio la vuelta para ir hacia la puerta de embarque.

El viaje en avión había sido bastante normal, no era la primera vez que viajaba en uno, hacía unos años atrás había ido con sus padres y hermanos a unas vacaciones dónde necesariamente debías de ir en avión. Así que esto no era nada nuevo para ella.

Esas horas que le tomó viajar desde Riverdale hacia New York le sirvieron para cuestionarse ¿Qué mierda estaba haciendo? Tal vez era un impulso, tal vez lo que estaba haciendo no estaba nada bien, o tal vez estaba bien la decisión que tomó. Nunca sabría eso, porque suceda lo que te suceda, siempre será algo positivo a futuro, aunque actualmente sea algo negativo.

De lo negativo siempre saldrá algo bueno, a la larga o a la corta, no importa cuando pero de eso hay que estar seguros. Nuestro momento llegará cuando deba de llegar. Y el de Betty tal vez era ese, o tal vez no, pero ella quería hacerlo, y al estar viendo por la ventanilla del avión, sabía que no había vuelta atrás, que era todo o nada.

La misma frase: tómalo o déjalo.

Ella había tomado la decisión de irse, de crear una nueva vida, de hacer lo que ella quería hacer en un futuro, no lo dejó de lado, lo tomó.

Respecto a Jughead... El sabía que la decisión de ella estaba bien, sea egoísta o no, sabía que la rubia siempre había soñado con irse de Riverdale y crear un futuro en la gran ciudad, sabía que ella iba a ir a New York, la había escuchado hablar con Cheryl y Alice, pero iba respetar su decisión. Si Betty no quería que el fuera, si ella quería separarse de él, Jughead lo haría el tiempo que fuera necesario. Porque aunque nadie lo crea, el también debía de sanar internamente, todos debemos sanar internamente antes de querer entregar todo por alguien.

(...)

Betty dejó sus maletas en la entrada del departamento que su hermana le había entregado ni bien llegó a la gran ciudad. Inhaló y exhaló profundamente, a la vez que sonreía.

Estaba dónde su futuro se iba a crear, ella iba a tener un futuro, iba a sanar como debía e iba a desconectarse de su hogar por unos años.

Había hablado con su madre, ella dijo que Jughead no había salido de su habitación en todo el día, y que también había hablado con FP. Jughead iba a irse en unos meses a estudiar, al igual que Cheryl, la cual le había dicho esto antes de irse. Toni iría a una universidad que estaba a dos horas de la de Cheryl. Fangs y Sweet Pea harían algo pero ni ellos sabían que hacer. Kevin estudiaría teatro en una universidad de Canadá. Y finalmente, las Serpientes Sureñas quedarían de nuevo al cargo de FP hasta que los actuales reyes vuelvan a sus puestos.

Clarisse... De ella no sabía nada, y tampoco le importaba algo, sabía que ella iba a ser algo pasajero, o eso quería creer ella. Esa mujer no le importaba a ella, y si no le importaba no iba a gastar su tiempo en pensar lo que pasaría si ella nunca hubiera aparecido.

Por otro lado, Verónica estudiaría, como era de esperarse, en Harvard, Archie se quedaría en la constructora de su padre pero también se dedicará a la música desde allí, Reggie también se iría a la universidad pero no sabía cuál era.

Todos estaban alineados.

Todos tenían un futuro previsto.

Todos tenían una idea de que hacer con sus vidas.

Todos aspiraban a algo.

Betty sabía que hacer con su vida.

Jughead sabía que hacer con su futuro.

Cheryl tenía en claro lo que le apasionaba.

Toni tenia bien decidido que algún día viviría junto a su novia.

Fangs sabía que amaba a Kevin y lo acompañaría por siempre.

Sweet Pea tenía un futuro en mente.

Kevin quería ser alguien en la sociedad.

Verónica aspiraba a continuar el trabajo familiar y limpiar su apellido.

Reggie tenía en claro que jamás volvería con su padre.

Archie se dedicaría a lo que le apasionaba.

Y Alice y FP tendrían lo que siempre quisieron, un matrimonio verdaderamente perfecto.

Todo estaba fríamente calculado. Todos tenían un porque para vivir.

Y así se terminaba todo, viviendo un día a la vez.

Sanando y aceptando.

Aprendiendo y mejorando.

Cada uno sabía que cambiar en sus vidas.

Y cada uno sabía, muy dentro suyo, que habría un reencuentro.

Siempre hay reencuentros...

Eso era una promesa: habría un final.

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Yo no estoy llorando, ustedes están llorando...

MIERDAAA, ESTA MIERDA ACABÓ AYYYY.

Okay *respira hondo* memuero.

Esto es muy triste gente... Ayyy

Okay okay, basta de dramas.

Sigan bajando porque el Epílogo se viene con todo.

Es claro que no voy a dejarlos con alto final de mierda, se los quiere y yo odio los finales abiertos jsjsj.

Disfruten que no quiero ser dura pero es el último.

:)