↝ Capítulo cuarenta.
"Cuando un loco parece completamente sensato, es ya el momento de colocarle la camisa de fuerza"
—Edgar Allan Poe.
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—Okay. Entonces esto va así... —Verónica suspira y abre sus manos para proceder a explicar lo que acaba de procesar—. Tu madre y FP están comprometidos —Betty asintió a ello—, tu no sabes si estar feliz o caer en depresión —bromeó a lo que la rubia se rió y medio asintió— y a eso hay que agregarle que los dos Jones van a vivir en el mismo techo que tu —la señaló.
—No te olvides de que tenemos a la perra circulando por la ciudad —le señaló con el dedo índice.
Veronica imitó su acción y también la señaló, con el rostro tratando de ponerlo serio —Y una perra en la ciudad —agregó guiñando un ojo.
—Okay... —Toni suspiró a un lado de ellas. Miró a la pelirroja, quién giró la cabeza al notar la mirada de su novia.
—¿Qué pasa? —frunció el ceño, confundida ante la intensa mirada de la pelirosa.
—¿Tu sabías de esto y no nos dijiste nada?
—No me correspondía —se encogió de hombros, excusándose.
—Tranquilas, ella se enteró antes al ser familia —la señaló.
Cheryl abrió su boca indignada —¿Osea que si no fuera porque soy tu prima, tampoco lo sabría? —llevó una mano a su pecho negando con cierto sarcasmo.
—No —respondió Betty con una sonrisa en el rostro.
—Eso no es muy tú de tu parte —entrecerró sus ojos, viendo a su prima delante suyo.
—No es algo que pueda asimilar así de rápido —parpadeó un par de veces—. De hecho, no dormí en toda esa noche, pensando que mierda acababa de pasar.
—Y eso que fueron a almorzar no a cenar —la rubia concordó con la pelinegra, chasqueando sus dedos hacia ella.
—¿Eso quiere decir que te pasaste todo el día asimilando la futura boda de tu madre con el padre del hombre al que amas? —Toni ladeó su cabeza haciendo una mueca, eso sonaba más complicado si lo decías en voz alta.
—¿Si? —alzó sus cejas dudado de su propia respuesta.
—¿Cómo que... '¿Si?'...? —imitó la pelirroja.
—Solo tenía que procesarlo todo antes de que les dijera a ustedes. Ni yo me la creía imagínense si ustedes se la iban a creer —señaló con obviedad aquel punto en la historia.
—En algo aciertas...
Veronica suspiró y miró a su mejor amiga. Por mucho tiempo había intentado decifrar la rara e incomprensible amistad que se traían Jughead Jones y Betty Cooper, o bueno, Smith para el Sur. No entendía el como dos polos totalmente opuestos se llevaran bien, claro que el hecho de que ambos sean líderes de su pandilla en algo ayudaba, pero Verónica conoció a la antigua Betty, no a la nueva, y es por eso que la pelinegra solo veía infinitas formas de como sus personalidades chocarían entre sí.
Algo que, efectivamente pasó, pero no de la forma en la que Verónica se había planteado y visualizado, sino todo lo contrario.
A veces el universo te sorprende de tal manera que no entiendes cómo llegaste hasta donde estas parado.
—Temo que debo preguntar —inició Verónica a hablar. Tomó una gran respiración y luego suspiró hasta entrar la mirada de la rubia—. ¿Que pasará?
—¿Que pasará con que? —se cruzó de brazos confundida, pero tenía la leve sospecha de que sabía a dónde se dirigía ese "¿Que pasará?"
—Lo sabes —y fueron esas dos palabras que confirmaron lo que ella había pensado—. Tu y Jughead. Es algo que todas queremos saber pero no nos gusta preguntar.
Toni y Cheryl asintieron divertidas hacia Verónica. Betty soltó una risa viendo a sus cuatro amigas, disfrutar y sufrir la situación al mismo tiempo, como si la vivieran en carne propia. Aquellos eran amigos que si querrías tener en tu vida, que a pesar de todo: el tiempo, la distancia, la diferencia, aún así, estarían para ti siempre que lo necesites, eso si se llama verdadera amistad.
—La verdad, siendo totalmente sincera, no tengo ni idea de que pasará —suspiró y paso sus manos por su propio rostro, agotada de todo lo que le estaba sucediendo.
—Pasará, todo pasará Betty... —murmuró Toni, ni siquiera convencida un poco de sus palabras, pero la intención ahí estaba. Y si necesitaba estar presente hasta en el último momento de su amiga en Riverdale, lo estaría.
(...)
Y por otro lado, Jughead ingresó a la oficina predestinada para el rey de las serpientes, osea el.
Llevó su vista al escritorio y visualizó esa cabellera rubia, nuevamente estaba ahí, como en los viejos tiempos.
De su mano colgaba una cerveza, en la otra tenía un cigarro, algo que no se veía en ella en mucho, mucho tiempo, y su mirada perdida en alguna parte de la habitación.
—¿A qué se debe tu visita? —bromeó sentándose en la silla frente al escritorio.
Betty le dió una calada a su cigarro, cerrando los ojos y disfrutando de aquello que hace mucho no probaba, mientras que al mismo tiempo, dejo la botella sobre la mesa, estirando la mano para que el la tomase.
Cuando Jughead la tomo entre sus manos, ésta habló:
—Me aburro en casa, me aburro con las chicas y me aburro aquí también —suspiró hablado y a la vez, soltando el humo que había inhalado.
—¿Traducción? —alzó su ceja mientras bebía de la botella, sin apartar su mirada de ella.
—Traducción: mí vida no tiene sentido y es aburrida por dónde la mires, por eso, hasta yo misma me aburro. Y eso que soy la protagonista.
Jughead soltó una risa negando con su cabeza —Esa es una buena traducción.
—Lo sé —asintió mientras en su mano libre sostenía un portaretrato dónde aparecían FP y Jughead.
—¿Cómo estás con todo esto? —se animó a preguntar después de cuestionarse en su cabeza si preguntar o no.
—Extraña —alzó su mirada hacia el, y luego la volvió a bajar. Suspiró y dejó de lado la fotografía para, solamente, centrar su mirada en él—. Hay algo que tengo que decirte, antes de que sea tarde y todo se vaya al re carajo.
—Te escucho —se recostó en el asiento, escuchando lo que ella estaba por decir.
—Me iré de Riverdale —dijo como último, causando que el se reincorpore inmediatamente.
—¿Qué? ¿Por qué? —frunció el ceño.
—Por todo —sentenció ella, dejando el suspenso divagar al aire.
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Hay una buena razón por la que no actualice el miércoles pasado, y la sabrían si leyeran mí tablero :(
En fin, la escuela de mierda, yei.
Ya que, es eso o reprobar el año, y eso si, no gracias, paso.
Bueno bueno, el suspenso es lo mío, así que... Ya si, nosé que decir.
¿Me gusta el humor de Negan? Ya ya, no va al caso. Solo ignoren que me obsesioné feo con Negan y Lucille JSKKAJAJA, dios ese bate. AMAMOS.
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