Capítulo 5: Familia
— ¿Realmente no nos veremos más? —JungKook la veía terminar de vestirse. El chico tenía su bata de nuevo algo entreabierta.
WooMi recogió su camisa colocándosela, la acomodó un poco abrochando su pantalón, su cabello seguía suelto. El chico no dejaba de admirar cada cosa que hacía, si fuera por ambos estarían haciendo el amor repetidas veces y no saldrían de ese cuarto.
—Sólo por un tiempo, ¿Está bien? —lo miró. Sabía que no estaba de acuerdo.
— ¿Crees que falle?
—Con JiHyo negándose a darte el divorcio no haremos mucho, seguiré siendo sólo tu amante—se acercó a él depositando un corto beso en sus labios. JungKook lo alargó abrazando su cintura, WooMi sonrió sabiendo lo que pretendía—No podemos—retrocedió abrazando su cuello con sus brazos—Esto fue una...despedida.
— ¿Tampoco puedo venir a verte?
—Puedes venir, pero no habrá masaje especial para ti.
JungKook hizo un puchero causándole gracia, unos toques a la puerta los pusieron nerviosos, WooMi se acercó a la puerta quitando el seguro, GaHyeon sonrió avergonzada ante su sunbae.
—Lo siento, pero el CEO acaba de llegar, la reunión será en la cafetería en treinta minutos.
—Está bien, ya he terminado con este cliente, gracias.
Cerró la puerta mirando a JungKook quien bajaba de la camilla metiendo sus manos en los bolsillos de la bata, lucía simplemente hermoso. No quería dejarlo ir, pero su familia era importante, aunque... ¿Tan importante para EunWoo?
—Tengo una reunión con el jefe.
—Está bien, he recibido un estupendo masaje hoy—insinuó besando su mejilla al pasar a su lado. WooMi rodó los ojos sonriendo tontamente.
—Oye—tomó su mano—Intentemos esta oportunidad por nuestros hijos, intentemos mantener nuestras familias y si fallan...se lo haremos saber al otro.
— ¿Puedo llamarte incluso separados?
—No siempre pero sí—la castaña abrió la puerta, pero él la cerró, quería decirle algo antes— ¿Qué?
—Te amo, Jung WooMi.
Ella sonrió besándolo una última vez.
—Te amo, Jeon JungKook.
...
JungKook había conducido a casa luego de comprar algo para la cena, una vez detuvo el auto en el garaje de la casa bajó las bolsas entrando a la cocina que estaba conectada a dicho garaje. Encontró a la madre de JiHyo picando algunos tomates mientras veía un vídeo de cocina.
—Buenas noches, señora Park.
—Oh, JungKook, llegaste—la mujer de cabello oscuro detuvo el vídeo, limpió sus manos en el pañuelo de la cocina—JaeYoon ha estado en su habitación, no quiso comer nada.
—¿Qué? —JungKook se sorprendió. No era común que el niño rechazara algo de comer, sólo pasaba si estaba enfermo— ¿Tiene fiebre?
—No, lo he revisado a cada hora, creo que está molesto.
— Seguramente ocurrió algo en su escuela—suspiró quitándose su saco quedando con su camisa de botones blanca— ¿JiHyo ya llegó?
—Me envió un mensaje hace minutos, está esperando respuesta de unas propuestas para venirse a casa.
JungKook subió las mangas de la camisa a sus codos exponiendo parte de su tatuaje. Sabía que al principio a la madre de JiHyo le aterró, pues era una mujer un poco a la antigua.
—Hablaré con Jae, traje esto para cenar.
— ¿Le sirvo al niño?
—Por supuesto.
JungKook salió de la cocina dirigiéndose a la habitación, subió las escaleras deteniéndose en la puerta del niño, tocó dos veces haciéndose notar.
—Jae, hijo, soy yo, abre la puerta.
Pasados unos segundos escuchó el clic del seguro, entró al cuarto dejándola entreabierta.
—Sabes que te hemos dicho no tener la puerta cerrada—JaeYoon lo ignoró subiendo a su cama cruzándose de brazos con el ceño fruncido—Tu abuela me dijo que no comiste nada, ¿Te sientes mal? —tomó asiento en la cama.
—Mamá me dijo que ustedes se van a divorciar.
JungKook analizó esas palabras, ¿Por qué demonios ella le decía eso? A JaeYoon no debía preocuparle eso, para empezar, debían decírselo de una manera suave y no de ese modo. El pelinegro respiró profundo teniendo su saco en el brazo.
—JaeYoon...
— ¿Por qué se quieren divorciar? ¿No quieres a mamá?
—Claro que la quiero, hijo, pero a veces...los adultos dejan de sentirse cómodos con la otra persona—intentó explicarle de una manera que entendiera—Lo que nunca cambia es el amor que tu madre y yo sentimos por ti, si nos divorciamos no significa que dejaré de verte.
JaeYoon contuvo las lágrimas rompiéndole el corazón.
—No quiero que se separen.
—Ven acá—lo abrazó rodeándolo con sus brazos. Jae recostó su cabeza en su hombro y JungKook respiró profundo.
Hablaría seriamente de eso cuando JiHyo llegara.
...
WooMi entró a la casa queriendo encerrarse en su cuarto, pero tenía una responsabilidad, caminando por allí estaba SongHa, al ver a su madre fue corriendo a ella extendiendo sus bracitos.
—Mi princesa hermosa—la cargó llenándola de besos y cosquillas. Su risa le alegró el día en segundos— ¿Extrañaste a mami?
—Todo el día te extraña.
WooMi se sorprendió al ver a la madre de EunWoo.
—Señora Cha—hizo una pequeña reverencia—No sabía que nos visitaría hoy. ¿EunWoo no ha llegado?
SongHa se distrajo jugando con su cabello que ahora iba suelto.
—Me dijo que estaba terminando un informe en la oficina, debes tener hambre, ¿Te sirvo la cena?
— ¿SongHa ya comió?
—Sí, no debes preocuparte por ella.
WooMi tomó asiento en el comedor con la niña en brazos. La castaña comenzó a hacerle cosquillas amando escucharla reír, besó sus mejillas encontrándola adorable con sus dos coletas.
—Omma.
—Sí, omma—la abrazó con fuerza, amaba a su hija y no se cansaría de hacerlo— ¿Te divertiste con la abuela hoy, SongHa?
—Appa.
—Papá vendrá pronto—la suegra de WooMi le dejó un plato enfrente con los palillos. SongHa miró a su madre comer como si fuera lo más importante del mundo, cuando WooMi le ofreció un poco ella abrió su boca comiendo muy tranquila.
—¿Todo bien en el trabajo?
WooMi recordó el "masaje" a JungKook. ¿Por qué recordar sus encuentros la estaba poniendo nostálgica?
—Todo bien—no quería darle detalles de su día. Sus problemas no debían afectar al resto— ¿A qué hora llegó, ahjumma?
—Tres de la tarde más o menos—tomó asiento—EunWoo debía salir de nuevo a la comisaría.
— ¿Entonces fue él quien recogió a la niña de la guardería?
—Les pidió poder retirarla antes creyendo que tendría el día libre, pero lo llamaron y ya sabes cómo son sus jefes—miró a SongHa jugar con el cabello largo de su madre—Dijo que tomó una cita para su terapia de lenguaje.
—Al fin.
—Me dijo sobre lo del nuevo bebé—WooMi tragó con dificultad—Sería buena idea darle un hermano o hermana a SongHa, ambos son jóvenes.
—Tendría que dejar el trabajo de nuevo, señora Cha.
—Sabes que mi esposo y yo no tenemos problema alguno en ayudarlos.
—Le dije a EunWoo que no pensaba en eso ahora.
—Podría ser la solución al divorcio—apenas dijo eso, la castaña perdió el apetito—Sé que dije que no intervendría, pero...sé que lo amas y él te ama, otro bebé podría confirmarlo.
WooMi no podía creer lo que escuchaba.
—Ahjumma, usted es una mujer valiente e inteligente para mí, no puedo creer que sea de esas mujeres que piensan eso—negó con la cabeza—Un bebé sólo trae más responsabilidades, no une a nadie.
—He visto casos en mi familia de parejas que vuelven a estar juntas por sus hijos.
—No todos los casos son así, cuando alguien propone el divorcio es porque está cansado de la misma situación, es mejor que seguir lastimando a SongHa.
—Ella merece tener a sus padres juntos, si tuvieran un bebé...
—No habrá otro bebé, señora Cha, entiendo que EunWoo le comenté estas cosas al ser su hijo, pero también pediría que por favor nos deje arreglar esto como pareja—pidió de una manera respetuosa—No es el mejor momento para un bebé, necesito ponerme al día con SongHa, quiero llevarla con profesionales, hay actitudes en mi hija que sé que no son normales para su edad.
—No todos los niños son iguales...
—Ahjumma—advirtió.
Estaba deseando muy en el fondo que EunWoo fallara en lo más mínimo.
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