Penúltimo capítulo

La señora Jung se encontraba sentada frente a aquella persona en esa habitación tan simple y vacía, sólo habían dos sillas junto a una mesa. Un policía vigilaba en la entrada por si Cha EunWoo perdía el control, la mujer necesitaba ver al maldito que había lastimado y marcado para siempre a su hija, pero también que provocaba la situación delicada de JungKook. EunWoo tenía un traje de color beige con un número, sus manos estaban esposadas.

La mujer le sostuvo la mirada, ella no tenía nada que temer, al contrario, deseaba cortarle la garganta, picarlo en pedazos y hacerle pagar por lo que hizo. EunWoo tenía una mirada de superioridad, no se arrepentía de nada.

—Debo admitir que no te conozco a estas alturas—comentó ella— ¿Siquiera eres Cha EunWoo?

— ¿Por qué vino a verme, suegra?—se acomodó en la silla—Si yo fuera usted ni siquiera me interesaría en el hombre que hizo un desastre.

— ¿Estás contento con lo que hiciste?

—Admito que estoy decepcionado de usted—miró sus manos esposadas—Apoyó a su hija en la infidelidad a su esposo, me he decepcionado de muchos realmente—suspiró—SongHa estará mejor conmigo.

—Se nota que has perdido completamente la cabeza, pero te daré la oportunidad de explicarme—se inclinó hacia adelante— ¿Por qué debería dejar que mi nieta se quede contigo después de lo que hiciste a su madre?

—Soy su padre, tengo parte del derecho a estar con ella.

— ¿Sigues confiando en tus contactos cuando tengo pruebas de lo que hiciste?—sonrió victoriosa notando que su semblante cambiaba—Hay más evidencia de ti, EunWoo, ¿Crees que el juez no lo tomará en cuenta? Incluso si compraras el juicio me encargaría de jamás permitir que mi nieta te vea.

El pelinegro se inclinó hacia adelante alertando al oficial y ella retrocedió.

— ¿Vino para escucharme decir que lo disfruté o para comprobar que tan loco estoy?—ladeó su cabeza—No me arrepiento de lo que hice, suegra. Su hija debió pensar dos veces antes de engañarme.

—Entonces debería cortarte la garganta por engañarla a ella—sonrió con cierta malicia— ¿Te parece si cortamos a tu amiguito allí abajo? Es una pena que SongHa tenga un padre como tú.

— ¿Quiere ver como termina estando conmigo?

—Será mejor que dejes tus trucos—advirtió.

EunWoo sonrió encantado.

—Incluso en prisión seguiré vigilando, suegra.

La señora Jung sabía que la llamaba así para enojarla más o incomodarla, necesitaba ponerla nerviosa para bajar ese carácter de la mujer.

—Tocas a mi nieta o intentas hacer algo con ambas y te asesinaré.

—Será un placer tenerla de compañera en la cárcel—bromeó.

●|●|●

WooMi no podía comer lo que le habían traído del hospital, no tenía apetito, Momo conversaba por el teléfono mientras que la castaña era entrevistada por el detective Kim NamJoon. Tenía algo que la hacía confiar.

—Creo que será todo por hoy, señorita Jung.

—Por favor, no lo deje salir, si lo hace...

—Le aseguro que con la evidencia que tenemos Cha EunWoo estará mucho tiempo en prisión—le sonrió mostrándole sus hoyuelos, guardó su libreta pequeña y su lapicero en su chaqueta, había tomado nota de los relatos de WooMi—Conseguirá el divorcio incluso si él no lo quiere, ya no estará atada a ese hombre.

WooMi sonrió apenas, no estaba del todo feliz por una razón.

— ¿Usted...habló con la esposa de Jeon JungKook?

—Mi compañero se ocupó de ello—asintió—Lamento mucho lo que está pasando, lo que ambos están pasando.

WooMi hizo a un lado la bandeja del almuerzo.

—Lo que empieza mal, termina mal.

—Nadie merece este tipo de cosas y ese chico no merece estar luchando por su vida—se levantó haciendo una reverencia—Estaré en contacto con su madre, le espera un cansado juicio, necesitamos toda la evidencia posible.

WooMi asintió viéndolo retirarse. Momo colgó la llamada respirando profundo, no podía creer que la señora Jung había ido a ver a EunWoo cuando se supone que iría a la cafetería, inhaló y exhaló sabiendo que no podía decir eso a WooMi. No quería alterarla en ese momento.

●|●|●

Unos toques a la puerta hicieron que las tres mujeres voltearan a ver, un hombre mayor pero no tanto apareció algo avergonzado de interrumpir la conversación de ellas. Hizo una reverencia y la señora Jung se levantó susurrándole a su hija quien era.

—Es el padre de JungKook.

WooMi imaginó que había ido a su habitación para juzgarla y reclamarle por el estado de su hijo. Avergonzada mantuvo la cabeza baja encontrándose sentada en la cama.

—Lo lamento, señor Jeon, si viene a decir cuanto me odia por lo que hice a su hijo está en su derecho.

— Más que decirte eso...vine a conocerte—WooMi levantó la cabeza.

—Creo que deberíamos dejarlos unos minutos, estaremos afuera—Momo tomó los brazos de la señora Jung indicándole que salieran. El señor Jeon tenía sus brazos cruzados, su cabello era tan oscuro como el de su hijo, tenía una similitud en la parte de sus ojos.

—Ahjussi...

—Mi hijo me habló de ti en ocasiones—contó—Jamás lo escuché sufrir tanto por una persona, nunca lo vi tan enamorado como lo está de ti—ella bajó la cabeza—Admito que estaba algo preocupado, quería ayudar a JungKook con su divorcio, un matrimonio no debe seguir si ambos no sienten lo mismo y mucho más cuando hay niños de por medio—sus ojos estudiaban a la castaña—No la odio, señorita Jung.

—Su hijo está en coma por mi culpa.

— ¿Acaso usted fue quien le disparó o lo golpeó brutalmente?—su voz era suave. Como si un padre le hablara a su hija.

WooMi respiró profundo encontrándose con sus ojos.

—Siempre estuve dudosa sobre el divorcio, no debe tener una buena impresión de mí considerando como nos conocimos su hijo y yo—aclaró su garganta—JungKook fue quien propuso el divorcio por el bienestar de ambos, me negué al inicio creyendo que mi hija sufriría...

—Y usted terminó sufriendo más, ¿No es así?

—Sí—sonrió tristemente—Amo a su hijo, ahjussi. Ahora veo que él tenía razón, nos casamos con la persona incorrecta—sus ojos contenían las lágrimas—Lamento lo que le hicieron, perdóneme.

WooMi llevó sus manos a su rostro intentando detener el llanto, el señor Jeon se acercó a ella sentándose en la silla, tomó sus manos viendo su rostro lleno de dolor e impotencia, con sólo ver su manera de expresarse sobre su hijo decía mucho, con sólo verla a los ojos sabía que WooMi no estaba actuando.

Esos muchachos se habían enamorado como tontos.

—No hay nada que perdonar—acarició sus manos—Fue una víctima también de ese hombre, que sea su esposo no significa que usted aceptó toda esta situación—susurró—Las cosas no serán sencillas desde ahora, luche por su hija, señorita Jung, mantengase fuerte por ella, luche por conseguir su paz, porque eso no tiene precio.

—Lo intentaré...

—No, no puede intentarlo, debe hacerlo aunque no quiera, luche por usted misma—le sonrió dulcemente—Sé que ama a mi hijo y le agradezco por ello, no pensemos en el pasado, en ese entonces fueron amantes pero en este instante son mucho más que eso.

WooMi se sintió conmovida con eso, él estaba entendiéndola.

—Gracias, ahjussi.

—No me agradezcas, mi ex esposa y yo los ayudaremos con los abogados, cualquier cosa que necesites puedes decirlo, te ayudaré—WooMi sintió el nudo más grande en su garganta y con mucho cuidado el hombre la abrazó cuidadosamente.

Así se sentía un abrazo paternal, abrazo que ella nunca llegó a experimentar.