Capítulo 40: Aferrarse
Antepenúltimo capítulo
Aquella habitación de cuidados intensivos era ocupada por el joven de veintisiete años, dos enfermeras revisaban cada aparato tomando nota de los avances o retrasos del paciente, JungKook estaba totalmente inconsciente pero su mente se encontraba muy activa, en su mente los recuerdos eran muy vivídos, no sentía dolor, estaba sentado frente a una gran pantalla, era una sala de cine totalmente vacía, él era el único espectador allí, dicha pantalla le mostraba momentos de su vida, inició con vagos recuerdos de su infancia, tuvo una buena infancia, no se quejaría, recordó que fue algo doloroso la separación de sus padres, doloroso por poco tiempo pues al ver que sus actitudes eran mejores entendió que había valido la pena. En esas imágenes de la pantalla apareció cuando conoció a JiHyo.
En ese entonces ella no tenía la idea de ser modelo, a JungKook le pareció no sólo atractiva sino también capaz de cualquier cosa pero descubrió que no había tenido en mente formar una familia con ella, JaeYoon fue inesperado para ambos, aceptaron que no podían retroceder y decidieron hacer lo mejor para ese bebé. Aun así apresuró las cosas, pudo haberle dado lo mejor a JaeYoon sin necesidad de casarse con Park JiHyo, tenía sólo veinte años en aquel entonces, creía estar plenamente enamorado, si no se hubiera casado...¿Habría animado a WooMi a divorciarse?
Apenas pensó en el nombre de ella el día que la conoció apareció. Una tonta sonrisa apareció mientras veía aquella película de su vida, WooMi le había hecho sentir sensaciones que JiHyo nunca pudo provocarle, lo que inició como un momento para pasar el rato terminó convirtiéndose en lo más importante de su vida, amaba a esa mujer y deseaba casarse con ella, deseaba hacer las cosas bien con ella. El resto no lo entendería porque la sociedad se enfocaría en que sólo eran o fueron amantes, no les importaría el resto de la historia.
Estaba harto de ser juzgado por ello, sí, fueron amantes pero a ese punto de la historia eran más que amantes. Quería dar todo por esa mujer, quería darlo todo por ella y su hija, en aquella pantalla apareció una imagen suya abrazando a Jung WooMi por detrás mientras los niños jugaban en la playa, sus ojos contuvieron las lágrimas, ellos no merecían sufrir tanto, no lo merecían, haberse enamorado a tal profundidad de manera imprevista no fue su culpa. Quería volver.
Quería volver con ella.
Todo a su alrededor se desvaneció tornándose en blanco, uno de los aparatos que indicaba los latidos del corazón comenzó a fallar señalando a las enfermeras que el paciente no estaba respirando. El personal de inmediato se puso en marcha atendiéndolo, el corazón de JungKook no latía, el paciente estaba dejando ese mundo y no podían permitirlo. Comenzaron a luchar con su corazón brindando algo de corriente a su cuerpo con aquellos dos aparatos en las manos del doctor.
—Recarguen—dijo el hombre de bata blanca antes de colocar aquellos aparatos en el pecho de JungKook. Los nervios junto a la tensión estaban a flor de piel, su corazón no estaba respondiendo.
"Quédate conmigo siempre, ¿Puedes?"
La voz de WooMi hizo eco en la oscuridad de su mente.
"Voy a quedarme contigo esta vez. Me quedaré siempre, WooMi"
En la habitación el sonido de aquel aparato indicó que su corazón volvía a latir. Jeon JungKook volvía a respirar.
●|●|●
Jung WooMi comenzó a abrir sus ojos un tanto desorientada además de adolorida, la castaña se encontró a Momo junto a su camilla con una dulce sonrisa además de triste.
—Hola, hermosa—tomó su mano acariciándola— ¿Estás algo mareada?
—Me duele...el cuerpo—su voz se escuchaba algo ronca. Miró la habitación con movimientos lentos— ¿Estoy...en el hospital?
—Sí, tu madre debe venir por allí, había ido a la cafetería por algo de café, sabes que no puede vivir sin él—la pelinegra llevaba su melena oscura en una coleta alta—No te esfuerces, ¿De acuerdo?
—Momo—suspiró—EunWoo...
—Está en la comisaría, la policía no lo dejará ir hasta que solucionen esto—explicó—No te hará daño.
—SongHa...
—Está con Gahyeon en el pueblo, tu madre prefirió evitar traerla aquí, sabemos que estas cosas la asustarán.
WooMi intentó incorporarse en la camilla haciendo algunas muecas de dolor, Momo acomodó su almohada en su espalda evitando que hiciera más esfuerzos. Tenía su labio superior roto, sus brazos con hematomas, su labio inferior estaba hinchado al igual que su pómulo derecho, Momo quería asesinar a EunWoo tanto como la señora Jung.
—JungKook—mencionó— ¿Dónde está él?
La pelinegra respiró profundo, tomó asiento en la silla junto a la camilla sin soltar la mano de la chica.
—Está en cuidados intensivos—evaluó su reacción hablando despacio—Ayer...entró en coma, WooMi.
— ¿Qué?—sus ojos se llenaron de lágrimas en segundos. WooMi recordó la imagen dolorosa del chico golpeado y herido, recordó como veía aquella escena de ella siendo abusada por su propio esposo.
—Los doctores dijeron que no pasaría la noche pero lo logró—de inmediato la calmó. No iba a decirle que casi moría esa mañana—JungKook mejorará, WooMi.
A ese punto ya no sabía que pensar, algunas lágrimas cayeron de sus ojos, Momo la abrazó permitiendo que sollozara lo más que quisiera, acarició su espalda detestando verla así, quería a WooMi como la hermana que nunca pudo tener.
—Él estaba golpeado, estaba lastimado—la escuchó decir entre sollozos—Fue mi culpa, unnie, fue mi culpa—Momo tomó su rostro entre sus manos limpiando sus mejillas—Tenías que verlo, me miraba con deseos de ayudarme pero no podía—sollozó más hablando con dificultad—JungKook no podía, unnie.
—Shh—volvió a abrazarla—Nada de esto fue tu culpa, es una mala costumbre que tiene la víctima ante estas situaciones, EunWoo te hizo creer que esto era culpa tuya pero no lo es—acarició su espalda—JungKook y tú son dos personas que se aman a una profundidad que pocos entenderán, no merecen esto, nadie merece esto.
WooMi recostó su cabeza en su hombro.
—Lo amo, enserio lo amo, unnie.
—Lo sé, cariño—suspiró—Lo sé.
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