Capítulo 27: Nosotros
La señora Jung estaba de brazos cruzados sentada frente a la joven esbelta, no negaría que era hermosa pero no la iba a intimidar. No permitiría que la hiciera sentir mal o hablara mal de su hija cuando ella misma hacía lo mismo con el esposo de ésta. JiHyo bebió algo de agua del vaso sintiéndose nerviosa por la intensidad de la mirada de la mujer, había ido a ese pueblo por una simple razón.
— ¿A qué vino?—exigió saber la mujer.
JiHyo aclaró su garganta antes de responder.
—A conocer a la amante de mi esposo.
— ¿Por qué?
— ¿No tengo el derecho?
—No soy quien para decir esto pero mi hija no tiene el más mínimo interés de verte o conocerte—sonrió por cortesía— ¿EunWoo sabe que estás aquí?
—No.
— ¿Sabe el nombre de tu esposo?
—No, no me he atrevido a dárselo por temor a lo que pudiera hacer—suspiró—Después de lo que hizo a su hija...
— ¿Le tiene miedo pero sigue con él?—frunció el ceño—Es contradictorio, ¿No cree?—JiHyo no supo que decir—¿Estás con él por el sexo?
— ¿Disculpe?
—No te hagas la santa conmigo, muchacha, tengo mucha experiencia en esta vida, conozco a chicas como tú o chicos como EunWoo—ladeó su cabeza—El sexo puedes conseguirlo en cualquier lugar pero alguien que te ame y te respete es difícil de encontrar. ¿Alguna vez JungKook te dio ese puesto?
JiHyo miró el vaso de agua siendo honesta.
—Una vez lo hizo, hace muchos años atrás.
— ¿La rutina los separó?
—Se podría decir—respondió—Mantener una familia es difícil.
—Lo es, pero cuando te casas ya tienes una familia, no importa si hay hijos o no, el matrimonio te enlaza a una familia propia—juntó sus manos en la mesa. Tenía un pañuelo rojo en la cabeza— ¿Por qué los jóvenes de hoy en día complican tanto las cosas?
— Usted no sabe nada de mi vida para hablar así.
—Cierto, pero hace años atrás fui abandonada por el hombre que decía amarme, me dejó con WooMi cuando era una bebé—sonrió un poco—No digo que mi caso sea igual al tuyo, pero dejaste ir a un hombre que te quería, ¿EunWoo te llena ese vacío?
—No estoy buscando nada serio aún—se mantuvo firme pero por dentro sabía que era cierto lo que decía—Sólo quiero diversión.
— ¿Y cuando la diversión se acaba sigues sintiéndote segura?—JiHyo guardó silencio—El sexo no lo es todo en la vida ni en una relación, muchacha, te lo repetiré de nuevo, eso puedes conseguirlo en cualquier lugar pero una relación estable no la encontrarás en todos lados.
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WooMi llevó a su boca aquel ramen recién hecho en la tienda de la gasolinera, JungKook también comía con ella, veía a la castaña con su cabello recogido absorbiendo aquellos fideos, sonrió un poco sin creer lo que estaba haciendo. Cuando terminaron de comer compraron algunos bocadillos para el camino regresando al auto.
—Acabo de dejarle un mensaje a mi madre diciéndole que en unos minutos estaremos en Seúl.
— Los niños deben seguir durmiendo, JaeYoon tiene el sueño pesado.
—Justo como su padre—sonrió ella—SongHa es igual, muchas veces cuando era bebé debía revisar que estuviera respirando, su tranquilidad nunca fue normal.
— ¿Te arrepientes de haberla tenido?
—Jamás—negó con la cabeza—Es lo único bueno que ha hecho EunWoo en darme.
JungKook miró por el retrovisor pensando que el auto de ayer los seguía pero no estaba dejándolo más tranquilo, estaba volviéndose paranoico. Mientras conducía se hacía un plan en mente para esos días con WooMi, sólo en eso quería pensar.
●|●|●
WooMi se reunió con el pelinegro luego de llamar a su madre, las cosas estaban muy bien y los niños estaban tranquilos. JungKook sostenía las palomitas del cine con los refrescos, WooMi presentó los boletos a la persona de la entrada de la sala, ambos se sentaron en la última fila donde la mayoría de las parejas solían irse para compartir saliva, habían escogido una película de acción para sentir la adrenalina del filme, JungKook apuntó su cámara a ellos, Woo se apartó cubriendo su rostro.
— No tomes fotos.
— ¿Por qué?—preguntó él.
—Pueden verlas...
—JiHyo ya sabe que tenemos algo, esto no hará la diferencia—miró la pantalla del teléfono—Anda, WooMi—pidió.
La castaña cedió sonriendo un poco apoyando su cabeza del hombro de ella, tomó dos más guardando el teléfono por el inicio de la película, la sala no estaba tan llena pero tenía público. Las cosas se pusieron algo atrevidas cuando fue JungKook quien dio un corto beso a sus labios, WooMi lo alargó dejando de poner atención a mitad de la película, la chica permitió que sus lenguas se rozaran encendiendo aquella chispa en ellos, la misma de hace tres años, WooMi subió su mano por su muslo sonriendo ante lo que provocaba, acarició aquella zona íntima por encima del pantalón y JungKook mordió su propio labio callando los jadeos.
—WooMi—susurró con voz ronca pero ella no escuchó. Siguió acariciando besando su cuello dejando besos húmedos que estaban excitándolo, quería sentarla sobre sus piernas y follarla allí mismo sin importar quien viera.
La sola imagen lo estaba poniendo duro. La detuvo levantándose para ir al baño dejando a una WooMi más que complacida.
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Llegaron a aquel campamento de cabañas por la tarde, tenían una sola cabaña desocupada, estar allí les trajo recuerdos a ambos aunque no era la misma cabaña. Ésta era más espaciosa. WooMi abrió las ventanas de la habitación donde una cama grande estaba arreglada, la ventana dejaba ver al bosque, tenía dos pisos. Sonrió al recordar que las luciérnagas los acompañarían esa noche.
Unos brazos la rodearon por detrás besando su hombro. JungKook disfrutó la vista con ella. El estómago de la castaña rugió causando las risas de ambos.
— ¿Ya tienes hambre?
—Prepararé algo para almorzar, deberías traer las cosas del auto.
—Le recuerdo que me dejó hambriento en el cine, señorita Jung—mordió suavemente su oreja besando su cuello. WooMi sonrió ante eso llevando una de sus manos a su cabello jugando con él, cerró sus ojos disfrutando de los labios del chico pidiendo algo más que besos y caricias. JungKook subió una de sus manos a uno de sus senos acariciándolo y apretándolo, WooMi jadeó inclinando su cabeza del lado opuesto brindándole espacio, los jadeos se escucharon más cuando él expuso uno de ellos tocándolo mejor. Volteó su cabeza para verlo y él besó su boca reclamándola suya. La castaña giró sobre sus talones abrazando su cuello, JungKook la cargó, ella enredó sus piernas en su cintura escuchándose el sonido de sus bocas juntas. Hace tres años que no sentían el cuerpo del otro.
JungKook se sentó en la cama con ella sobre sus piernas, con su boca besó aquel seno expuesto disfrutando escuchar los gemidos de WooMi, llevó su pezón a su boca succionando o mordiendo con suavidad.
En medio de la poca cordura que le quedaba a ella recordó un detalle.
—Espera, espera—lo detuvo agitada, sus labios estaban rojos e hinchados como los de él—¿Tienes protección?—JungKook no recordaba haber guardado condones en el bolso. WooMi por su silencio lo supuso acomodando su ropa—En estos momentos no me estoy cuidando, no creo que debamos arriesgarnos, JungKook.
—Iré a comprarlos—su voz era ronca—No tardaré.
Besó de nuevo los labios de ella por minutos.
—No tardes.
He estado muy callada en estos capítulos, tomen awita :3
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