Capítulo 23: Sinceridad
Canción del capítulo: Malu Trevejo - Down 4 Your Love.
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Gahyeon preparaba el pastel para la señora Jung, SongHa estaba con ella pasándole los ingredientes que necesitaba, JaeYoon había llegado hace poco cuando su padre fue a buscarlo, abajo en el restaurante, Momo, JungKook y WooMi atendían algunos clientes, habían abierto a temprana hora para cerrar temprano por la noche, tenían en mente hacerle una pequeña fiesta a la señora Jung quien no estaba en casa.
— ¿Puedes con eso?—preguntó la castaña al ver a JungKook con dos bandejas llenas de comida. Ella misma colocaba el pedido en ellas.
— ¿Me creerías si te digo que la última vez que trabajé sirviendo mesas fue cuando era adolescente?
WooMi sonrió negando con la cabeza.
—No debiste aceptar venir, son tus vacaciones y estás trabajando.
—Vale la pena si estás aquí.
Ambos compartieron una mirada picarona. La misma de hace tres años, JungKook salió de la cocina y Momo entró a ella buscando algunas botellas en el refrigerador.
— ¿No hueles eso?
— ¿Qué cosa?—WooMi supervisó el contenido de las ollas que estaban al fuego, su madre antes de irse les había dejado algunas cosas adelantadas para que sólo tuvieran que calentarlas.
A esa hora del día la clientela era suave.
— Sí, se respira el amor en el aire—ante eso. La castaña golpeó su brazo con el pañuelo—¡Auch! Ya sé porque eres hija de tu madre.
— ¿Quieres otro golpe?
— La presencia de ese chico te pone agresiva pero también mírate, esos ojos brillan más de lo normal—sonrió juguetonamente— Si no estuviera contigo...
—Ya sé que te parece atractivo y que mueres por verlo en bata, también que te parece irresistible sus muslos, su espalda y todo de su cuerpo—sonrió con mucha amabilidad—Gahyeon me lo contó—puso su mano en su hombro—Sabes que te aprecio, unnie, pero espero que no pases esa línea, ¿Entiendes lo que digo?
— ¿Celosa?—para Momo era graciosa la situación. Su sonrisa se borró cuando WooMi tomó un cuchillo—Llevaré las botellas—apresuró el paso.
Arriba en la casa de la castaña, Gahyeon metía la mezcla del pastel al horno. SongHa con ojos atentos al igual que JaeYoon veían el proceso.
— ¿Cuánto tardará?—quiso saber la niña.
—Unos minutos, comenzará a inflarse hasta estar lista—respondió—Por cierto, SongHa, ¿Dónde está tu peluche? No lo he visto estos días.
—JaeYoon oppa lo escondió.
—Tenemos un trato—explicó el niño—Por tres meses, Cooky descansará. Yo seré el peluche de SongHa.
—Entonces por eso lo abrazas mucho.
—Sí—y acto seguido lo abrazó—JaeYoon dijo que será mi hermano mayor.
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Momo despidió al último cliente, recogió lo que estaba en la mesa llevándolo a la cocina. WooMi leía el mensaje en su teléfono, JungKook lavaba los platos dejándolos a un lado para que se secaran.
— ¿Comenzamos a decorar?
—Acabo de decirle a mamá que se tome su tiempo, no me dijo donde andaba pero ahora que recuerdo...—miró a Momo—Necesito que compres unas cositas para decorarle la sala.
— ¿No lo habían comprado?
—Gahyeon está arriba con los niños cocinando y nosotros hemos estado ocupados atendiendo—buscó en la pequeña libreta anotando algunas cosas—Te daré mi tarjeta, no tendrás problema en conseguir las cosas que te anotaré.
Momo desató su delantal colocándolo en un perchero de la cocina. Recogió su cabello en una coleta alta, JungKook al acabar con los platos secó sus manos acercándose para ver que anotaba WooMi.
—Vuelvo en unos minutos, no hagan travesuras.
Woo iba arrojarle el pañuelo pero la chica salió corriendo entre risas. JungKook sonrió divertido quitándose su delantal, la castaña anotó algunas cosas en el cuaderno de las ventas del día, se acercó a ella abrazándola por detrás como hizo en la mañana, WooMi perdió la cuenta que llevaba en su mente, JungKook apoyó su barbilla en su hombro con una pequeña sonrisa.
— ¿Qué haces? Los niños pueden bajar.
— ¿Qué tiene de malo?—susurró.
—Según ellos somos sólo amigos—le recordó. Podía sentir su respiración rozando su oreja.
— ¿Soy sólo tu amigo?
— ¿Soy sólo tu amiga?
— ¿Recuerdas cuando dijimos que este tipo de actitudes eran un poco absurdas entre nosotros?—ella asintió—¿Necesitamos responder a eso?
WooMi dejó el lapicero en el cuaderno volteando a verlo. JungKook estaba muy cerca y como muchas veces hizo antes abrazó su cuello con sus brazos mirando sus ojos oscuros.
— ¿Esto responde?
Él rodeó su cintura acercándose mucho más, WooMi sonrió tontamente cuando sus narices rozaron.
— ¿Esto responde?—susurró con voz un tanto profunda.
— ¿Me está coqueteando, señor Jeon?—retrocedió un poco para verlo—Nos estamos desviando del tema.
—No, estamos en el tema.
JungKook se acercó mientras ella retrocedía ocasionando algunas risitas de por medio. La chica quedó atrapada al estar apoyada de la pared, sus labios estaban a punto de tocarse pero rápidamente se alejaron cuando escucharon pisadas por las escaleras, JaeYoon había notado a ambos extraños, en cambio SongHa iba contenta.
— ¡Omma el pastel está listo!
— ¿Enserio?
La niña tenía los labios manchados de crema, WooMi tomó una servilleta encargándose de limpiarla.
— Creo que SongHa ya lo probó—JungKook sonrió divertido— ¿Está delicioso?
—Diez de diez.
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La señora Jung llegó a casa por la noche como prometió, muchos en el pueblo la habían felicitado, apenas se acercó a la puerta Gahyeon y Momo aparecieron con una sonrisa.
—Ahjumma, tenemos órdenes, debemos vendar sus ojos—Gahyeon le enseñó un pañuelo.
— ¿Qué?
—Todo es parte de la sorpresa—Momo le ofreció su mano—Entre las dos la guiaremos.
La mujer se dejó vendar. Iba tomando las manos de ambas escuchando sus indicaciones, cuando llegaron donde debían la señora Jung notó la sala decorada con globos y serpentinas.
— ¡Feliz cumpleaños!—WooMi, JungKook y los niños estaban allí. En la mesa se encontraba su pastel, SongHa la abrazó con fuerza siendo cargada por ella.
—Feliz cumpleaños, abuela.
—Gracias, bebé—besó su mejilla. Momo y Gahyeon encendieron las velas del pastel comenzando a cantarle feliz cumpleaños.
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—Nunca esperé que fueras buena con la repostería—comentó WooMi terminando de comer su trozo de pastel. Gahyeon sonrió orgullosa, los niños ya estaban durmiendo, luego de tener el estómago lleno con el pastel SongHa había quedado dormida y luego JaeYoon quien lo llevó al cuarto de la niña recostándolo en la cama de ella en la casa de arriba.
En la sala los adultos estaban en el comedor de la casa de la señora Jung con algunas cervezas, WooMi prefería no beber pues hace una semana que había pasado lo del aborto, prefería esperar, Gahyeon tampoco tenía ganas de beber.
Pero su madre, Momo y JungKook, pues...
—Siempre me ha interesado un poco.
—Como dijo SongHa, diez de diez—JungKook le guiñó el ojo.
—Lo que dijo el amante.
—Momo—reprochó la mujer.
—Cierto, perdón, ¿Ustedes son...amantes-novios?
WooMi iba a responder pero JungKook se adelantó. Sus mejillas estaban rojas, sus ojos parecían más grandes, estaba totalmente ebrio. Se notaba incluso en su manera lenta de hablar.
—Odio esa maldita palabra—cubrió su boca rápidamente—Lo siento, ahjumma, no debí decir una mala palabra.
—Tengo algo importante que preguntarte.
—Mamá, no deberías seguir bebiendo...—WooMi intentó quitarle la lata de cerveza pero la mujer la detuvo.
—Es mi cumpleaños, querías que me relajara, lo estoy haciendo—regresó su atención a JungKook— ¿Por qué tantos tatuajes? ¿Cuántos años tienes?
—Veintisiete.
— Como yo—Momo sonrió chocando los cinco con él.
—Estos tatuajes...—señaló su brazo—Son cosas que simplemente dejan alguna huella en mí, cosas que veo a lo largo de mi vida—frunció el ceño—Espere, le mostraré mejor—WooMi se avergonzó cuando el muchacho se quitó la camisa. Momo que bebía se ahogó tosiendo—Este es...
— ¡Ya! No hagas eso—la castaña hizo que se colocara su camisa de nuevo—Que vergüenza, tú tampoco deberías beber—JungKook la sentó sobre sus piernas abrazando su cintura— ¿Qué estás...?
—Te extrañé mucho estos tres años, Jung WooMi—recostó su cabeza en su pecho—Lloré cuando me llamaste esa última vez—confesó—Ahjumma—la mujer los veía con algo de seriedad, WooMi sabía que su madre recordaba algo por su expresión.
— ¿Sí?
—Amo a su hija mucho—WooMi sintió sus brazos aferrarse a ella—Y no quiero dejarla ir—levantó la cabeza mirando a la chica—Quiero que vayamos a la cama.
Momo se echó a reír al escuchar eso al igual que Gahyeon, la señora Jung abrió sus ojos como platos y WooMi intentó levantarse pero JungKook no quería soltarla.
— Será mejor que cierres la boca y no bebas más—avergonzada miró a su madre—Lo siento, es...
— ¿Por qué quieres levantarte? Te encanta saltar en mis piernas.
JungKook estaba diciendo de más. WooMi totalmente roja cubrió su boca con su mano, quería que la tierra la tragara.
— Me parece que el peluche de SongHa no es el único en dar saltos—bromeó Momo.
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— Lamento que hayas escuchado eso—WooMi no sabía a donde mirar—No es como lo pinta...
—No quiero saber más de tu vida sexual—se cruzó de brazos—Deberías ir arriba antes de que haga un desastre.
Gahyeon se quedaría con su madre esa noche y JungKook dormiría arriba.
— Hablamos mañana...
—Preferiría que no, no quiero tocar el tema de como mi hija salta en las piernas de su novio.
Woo bajó la cabeza avergonzada.
—Buenas noches, mamá.
La castaña subió a la casa cerrando con llave al entrar. JungKook que estaba en el sofá extendió sus brazos a ella indicándole que se acercara, hacía un puchero un tanto despeinado.
— ¿Por qué demonios le dijiste a mi madre que...?
—No me rechaces, estamos juntos al fin y estamos solos—se levantó con una sonrisa picarona. WooMi lo detuvo llevándolo a la habitación, lo recostó en la cama pero él la atrajo también quedando sobre su cuerpo—JungKook, estás ebrio, los niños están durmiendo y vas a despertarlo...
El chico la abrazó recostando su cabeza en su pecho, respiró su aroma dulce cerrando sus ojos, podía escuchar su corazón.
—Todavía te amo, Jung WooMi—lo escuchó decir con voz lenta, más de lo normal—No me importa, EunWoo, ni JiHyo, me importas tú—suspiró. WooMi acarició su cabello y eso le gustó a JungKook—No te vayas de nuevo, quédate a mi lado, por favor.
JungKook se quedó dormido unos segundos después, WooMi que seguía acariciando su cabello no pudo evitar darle la razón al chico, ellos dos debían estar juntos, ¿Acaso debían ser condenados por haber sido amantes? ¿No podían tomar en cuenta que querían hacer las cosas bien? Los malos no eran ellos, eran JiHyo y EunWoo por aferrarse a algo que no les pertenecía.
Porque JungKook y WooMi se pertenecían mutuamente.
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