Capítulo 20: Hermanos
JaeYoon se había quedado con SongHa y Gahyeon, la señora Jung había cerrado el restaurante de inmediato que su hija comenzó a sentirse mal, había visto a su padre llevar a la mujer cargada e inconsciente, SongHa estaba más que inquieta y preocupada por su madre.
El niño asomó su cabeza por la puerta, SongHa estaba con Gahyeon en su habitación, sus ojos estaban algo hinchados por haber llorado, se aferraba con fuerza a su peluche y también a la joven de cabello rosado.
— ¿Estás bien?—preguntó el niño sentándose al lado de la chica. SongHa negó con la cabeza teniendo su cabeza recostada del pecho de Gahyeon.
—Tu madre estará bien, tranquila—Gahyeon acarició su cabello.
JaeYoon pensó en como distraerla o hacerla sentir más segura.
— No deberías llorar, los padres son muy fuertes por sus hijos, ¿No crees que tu omma es fuerte?—SongHa lo miró sin entender—Mi appa es tan fuerte que nunca lo he visto llorar, puede soportar todo. Tu madre también podrá soportar esto.
SongHa lo pensó, no recordaba haber visto llorar a su madre ni a su padre, quizás lo que JaeYoon decía era cierto.
— ¿Enserio crees eso?
JaeYoon sonrió asintiendo.
—Totalmente.
—Ustedes dos se llevan bien para el poco de tiempo de conocerse, ¿No?—Gahyeon los miró—¿Ya son amigos?
—Sí—respondieron al mismo tiempo.
El teléfono comenzó a sonar, Gahyeon colocó a un lado a la niña levantándose para responder. Ambos niños se quedaron solos en la habitación.
— ¿Enserio nunca has visto a tu padre llorar?—SongHa sintió curiosidad.
—No. Tampoco a mi madre.
—Yo tampoco—abrazó a Cooky.
— ¿Por qué siempres llevas a Cooky a todos lados?—señaló al peluche—Lo abrazas mucho.
La niña miró a su amigo de peluche, siempre le había gustado y acompañado desde que llegaron al pueblo, había sido un regalo de su abuela materna. Desde entonces ella no lo soltaba.
—No me gusta estar sola.
— ¿Por eso llevas a Cooky siempre?
—No—hizo un puchero—Es...porque los demás niños son malos conmigo, Cooky es bueno y siempre me acompaña.
JaeYoon no imaginaba a alguien siendo malo con la pequeña, SongHa era adorable para él, sentía las ganas de protegerla.
— ¿Son malos contigo?
—Es que no siempre entiendo lo que dicen y me cuesta hablarles cuando estoy nerviosa—lo miró—Tú has sido...algo bueno conmigo.
— Pero me golpeaste en la fila de los hot dog, ¿No has pensado en golpear a los que te molestan?
—No, porque Cooky está conmigo—sonrió.
El niño le quitó el peluche y SongHa intentó recuperarlo. Al no conseguirlo por ser más baja sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
—No llores.
—Dame a Cooky.
—No. No todo el tiempo podrá acompañarte—SongHa lo miró desde el suelo—¿Qué pasará cuando crezcas y ya no puedas tenerlo?
—No voy a crecer.
— Todos crecemos.
—Pues yo no quiero.
—Cooky también quiere vacaciones, ¿Le has dado vacaciones desde que está contigo?—ante eso la niña se cruzó de brazos— ¿Escuchas eso?
— No escucho nada, dámelo—se levantó.
JaeYoon acercó el peluche a su oreja como si estuviera diciéndole algo, SongHa inocente ante la situación quería saber que decía Cooky. JaeYoon cubrió su boca con su mano fingiendo estar indignado y preocupado.
—Cómo lo temía.
— ¿Qué te dijo?
—Cooky está muy agotado, dice que sus colas duelen mucho y sus brazos también, su cuerpo se siente débil por lo mucho que sueles abrazarlo—chasqueó la lengua muy metido en su papel—Tienes que darle vacaciones, SongHa o...
— ¿O?
Se acercó a ella susurrando.
—Podría morir.
— ¡No! ¡No!—negó con la cabeza aterrada—Le daré vacaciones—se apresuró a decir.
— ¿Un mes?
—Tres semanas.
— ¿Qué te parece si lo dejas descansar por el tiempo que estaré aquí en el pueblo? Si tienes miedo o te sientes sola puedes buscarme—sonrió.
— ¿Vas a ser mi oppa?
— ¿Oppa?
—Los hermanos mayores cuidan a sus hermanos menores, ¿Enserio quieres cuidarme?
JaeYoon sonrió por lo tierna que se veía preguntando.
—Por tres meses podrás llamarme oppa.
—JaeYoon oppa—y de la nada ella lo abrazó tan fuerte como abrazaba a Cooky. El niño se sintió extraño pues era primera vez que una niña lo abrazaba.
Se sentía raro ser el hermano mayor para alguien.
●|●|●
La señora Jung entró a la habitación donde se quedaría toda la noche WooMi, la castaña estaba inconsciente, tenía una aguja en el brazo que le pasaba suero a su cuerpo, JungKook estaba sentado a un lado de ella tomando su mano.
— ¿Qué dijo el doctor?—Momo miró a la madre de WooMi.
—Se quedará aquí toda la noche, mañana vendrán a verla—y añadió—Sólo uno de nosotros puede quedarse.
JungKook miró a WooMi, jamás hubiera pasado por su cabeza que ella estuviera embarazada. Podía imaginar la razón del porque no se lo dijo.
— Le diré a Gahyeon que usted se quedará...
—No—y entonces ambas miraron al pelinegro. JungKook abrió sus ojos como platos sonrojándose.
—No puedo quedarme, usted es su madre...
—Y tú eres el hombre que ella ama—recalcó—Vas a quedarte con WooMi.
—Ahjumma, ¿Está segura?—Momo parecía dudosa.
—Claro que sí—miró a JungKook—No te preocupes por tu hijo, puede quedarse en casa esta noche, estaré atenta de él—se acercó a WooMi depositando un beso en su frente—Te dejo en buenas manos, hija—susurró.
—Señora Jung...—JungKook calló cuando ella levantó su dedo indicándole que no había nada que decir. Asintió permaneciendo en silencio hasta que ambas mujeres salieron dejándolo solo con la única que había acelerado su corazón hasta el momento.
Pero no dejaba de repetirse un detalle que estaba torturándolo.
WooMi estaba embarazada e iba a tener un hijo de EunWoo, ¿Significaba que realmente lo olvidó o hacía todo eso por miedo?
Prometo hacer el próximo más largo.
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