Canción del capítulo: BTS - Lights.

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WooMi miraba el techo de aquella habitación, respiró profundo en medio de aquel silencio, SongHa no despertaba todavía, llevó sus manos a su vientre sabiendo que debía iniciar los chequeos, no era el mejor momento para tener un bebé pero por su mente no pasaba el aborto, ni lo consideró. Con otro bebé en casa las cosas serían más difíciles para ella, sabía que EunWoo seguiría trabajando y que su madre la ayudaría en lo que pudiera, era más trabajo para ella. Muchos cuidados ya requería SongHa con su discapacidad para también sumarle a los cuidados de un bebé.

Un mensaje llegó a su teléfono, EunWoo no le había regresado su celular original desde que estuvo en el hospital, ella seguía recordando el número de JungKook pero no se atrevía a agendarlo, si lo añadía en sus contactos terminaría llamándolo.

Y eso sería más peligroso aún.

Mamá:
Cuando despiertes baja un momento, alguien vino a verte.

— ¿Alguien vino a verme?—frunció el ceño. No tenía a nadie en mente. Se levantó haciendo su rutina de cada mañana, como SongHa seguía durmiendo le respondió a su madre.

WooMi:
Haz que suba, SongHa sigue durmiendo y no me gusta dejarla sola en casa.

Mientras hacía ideas de quien podría ser escuchó los toques a su puerta poco después, al abrirlo sonrió por la chica de cabello rosado. Era Gahyeon, la recepcionista del spa, ambas mantenían el contacto pero no esperó que fuera al pueblo.

— ¡Sunbaenim!

Incluso fuera del trabajo seguía siendo muy formal.

—¡Gahyeon!—la abrazó. Ambas metieron su equipaje a la sala—Nunca dijiste que vendrías, llegaste muy temprano, espera, ¿Por qué estás aquí?

—Estoy de vacaciones, quería hacer algo distinto en mis vacaciones y vine a visitarte—sonrió, era más baja que WooMi con una contextura ni muy delgada ni muy gorda—Lo siento, ¿Están durmiendo todavía?

—SongHa sigue durmiendo, EunWoo tuvo que ir a Seúl por dos meses, tiene un caso que resolver o algo así—la invitó a tomar asiento en el comedor— ¿Quieres algo de beber?

—Agua, tuve problemas en el autobús, mi estómago no es muy resistente a los viajes.

WooMi le sirvió un vaso con agua quedándose de pie.

—Bienvenida a mi pequeño hogar.

—Es bonito y cálido, me recuerda a la casa de mi abuela—rápidamente se corrigió—Tiene un toque antiguo pero minimalista. Por cierto, felicitaciones, la chica que trabaja con tu madre me dijo que estás embarazada.

WooMi forzó una sonrisa, debía pedirle a Momo que no repartiera ese chisme.

—Sí, me enteré ayer. Debo colocarme en control con el ginecólogo, estoy con los malestares.

— No pareces contenta.

—Una larga historia—suspiró. Gahyeon siempre la ayudó a conseguir trabajo en el último año en Seúl pero debido a la depresión en la que estaba metida WooMi rechazó todas las opciones, fue entonces que se decidió a irse con su madre seguida de EunWoo.

—Omma—SongHa apareció restregando sus ojos, WooMi la cargó acomodando su cabello y ella abrazó su peluche.

—Aigoo, está muy grande—Gahyeon sonrió dulcemente—Hola, SongHa.

—Ella es una amiga del trabajo, vino a visitarlos, saluda—susurró en su oído.

La niña movió su mano susurrándole en respuesta a su madre.

— ¿Se quedará con nosotras?

—Así es, por unos días.

—Ha mejorado mucho con sus terapias—Gahyeon bebió otro poco de agua—¿Ya habla mejor?

—No siempre, algunas veces debo corregirla pero ya responde al menos—WooMi dejó que recostara su cabeza en su hombro—¿Desayunaste?

—Lo hice y lo perdí en el autobús si sabes a lo que me refiero.

Woo sonrió divertida acariciando la espalda de su hija.

—Voy a cambiarme, te invitaré el desayuno.

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—Lo siento mucho, sunbaenim, no sabía eso—Gahyeon había escuchado toda la historia de WooMi—¿Por qué no me dijo? Pude darle refugio en mi departamento.

—EunWoo me encontraría sí o sí—tomó algo de arroz sirviéndolo a su plato. Aquel restaurante se encontraba no muy lleno a esa hora—Por cierto, te he dicho que me llames por mi nombre, no estamos en el spa.

—Lo siento—hizo una reverencia—Es la costumbre, ¿Puedo decirle unnie?

—Mucho mejor.

—Entonces...¿Por eso cerraba con llave cuando el cliente Jeon iba a verla?—WooMi siguió sirviéndose un poco de todo, estaba hambrienta—La última vez que fue usted cerró con llave.

Woo se sonrojó recordando eso.

—No pasó nada—no iba a decirle la verdad de eso.

—Claro. Pero...¿Qué sucedió con él? ¿No supo nada más?

—No, terminamos por completo.

—Eso me deja preocupada, EunWoo puede lastimarlas a ambas, ¿Por qué no acepta el divorcio si ya no hay amor?

—Porque quiere que le de el nombre de mi amante—llevó una cucharada grande a su boca. Sus mejillas estaban llenas—Y no lo haré.

— Luego de lo que pasó supongo que teme por él, por...JungKook.

—Sí, lo hago.

— Y ahora está...esperando...

—Un bebé, no quiero imaginarme lo que pasaría si JungKook supiera de esto—masticó bebiendo algo de agua—Estaría muy decepcionado de mí, se enojaría y quizás ni quisiera verme.

—O tal vez te apoyaría sin importar de quien sea ese bebé, por lo que has dicho de él parece ser una persona de bien.

—En fin—cambió el tema— ¿Cuánto tiempo te quedarás? Puedes quedarte en mi casa, tengo una colchoneta que puedes usar para dormir en la sala o en mi cuarto si quieres.

—Gracias, unnie.

—Esta noche habrá un pequeño festival en la plaza, para dar la bienvenida al verano, tocarán música y habrán algunas actividades, deberías venir con nosotras.

—Me encantaría—asintió.

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En ocasiones la señora Jung se tomaba un descanso, como esa noche. Las chicas se habían arreglado para el festival, la noche era fresca, perfecta para salir a caminar. SongHa iba con su peluche que no podía faltar, su madre la llevaba en su espalda, una vez en la plaza, Momo junto a Gahyeon fueron por algo de beber, la señora Jung se puso a hablar con algunos amigos dejando a SongHa y WooMi a solas.

— ¿Qué quieres hacer, princesa?

—Hot Dog—señaló el carrito con un hombre sirviéndole a los niños.

—¿Cómo se dice?

—Quiero un hot dog, por favor.

—Así es—se acercó haciendo la fila. Bajó a SongHa al suelo buscando en su bolsillo el dinero, otro niño tropezó con la niña haciendo que su peluche cayera al suelo.

—¡Cooky!—SongHa se apresuró a recogerlo sacudiéndolo. Sin medir palabras golpeó al niño en el brazo.

— ¡Auch! ¡Que grosera!

La pequeña le mostró su lengua abrazando a Cooky el peluche.

—¡Oigan!—WooMi tuvo que detenerlos. Iban a pelear allí.

—¡JaeYoon!—escuchó una voz.

Esa voz.

Levantó la mirada viéndolo, un chico musculoso, alto, pelinegro, con piercing en su ceja y tatuaje en su brazo se acercó hasta cierto punto. WooMi sintió su corazón acelerarse, ¿Qué hacía el ahí? JungKook llevaba su cabello recogido en una coleta al menos una parte.

"Realmente es él"

—Sigo viva, sigo respirando, puedes estar tranquilo.

—No, no estaré tranquilo sabiendo que una vez que cuelgue no volveré a escucharte—aclaró su garganta—Te amo, WooMi.

—Y yo a ti, JungKook.