Capítulo 12: Tiempo
Tres años después
La niña de cinco años tenía su cabello azabache largo cayendo completamente liso por su espalda, no jugaba con muñecas, las muñecas no le gustaban, prefería los peluches, uno en especial era su favorito, un conejo rosado totalmente esponjoso, SongHa dormía con él. Escuchó la campanita de la puerta viendo a su madre cargar algunas bolsas pesadas con papas, tomates, lechuga, etc.
— ¿Mamá?—llamó dirigiéndose a la cocina del restaurante. Hace dos años exactamente que WooMi se había ido con la niña al pueblo donde había nacido ayudando a su madre con un restaurante que había abierto hace pocos años, no era un éxito pero tenía sus clientes por la noche.
Por supuesto, WooMi se había ido con EunWoo.
Una mujer con un delantal en la cintura apareció teniendo unos guantes en sus manos, la señora Jung era de carácter duro pero al mismo tiempo era querida en el pueblo, SongHa era la única que la hacía sonreír con cualquier cosa que hacía, la mujer adoraba a su nieta. La señora Jung tenía cabello castaño oscuro, sus ojos eran los mismos que los de su hija, café claros, labios no muy delgados y contextura delgada.
— ¿Ya llegaron los suministros?
—Sí, el hombre del camión dijo que estaban frescos—dejó las bolsas en la mesa de la cocina. WooMi tenía su cabello hasta la cintura, lo llevaba recogido en un moño alto, desde que el día comenzaba no dejaba de ayudar a su madre—¿Estabas arreglando el jardín?
—Intentaba sembrar algunas flores, quiero arreglar el pequeño jardín para añadir más mesas, las noches de verano suelen ser muy ocupadas.
Y WooMi lo sabía, algunos turistas aparecían o familias grandes iban a comer algo.
— ¡Señora Jung!—escucharon una tercera voz femenina. Hirai Momo era otra chica que las ayudaba con el local, cuando WooMi se reunió con su madre la pelinegra ya tenía tiempo trabajando allí, era alta (de la estatura de WooMi para ser exactos), esbelta, de cabello negro como la misma noche y la mayor parte del tiempo llevaba sus labios pintados de rojo. Su melena negra caía ondulado por su espalda— ¡Conseguí camarones y mariscos!
—¡Aigoo! ¿Pudiste hacer negocios con los pescadores?
—En momentos así sirve ser joven y bonita.
—Sigo sorprendida por tu soltería—WooMi se llevaba bien con ella—Los chicos se enamoran de ti pero no te enamoras de nadie.
—Todos se enamoran en algún momento—las palabras de su madre le hicieron borrar lentamente el buen humor—Y cuando te enamoras profundamente es imposible sacarlo de tu cabeza y tu corazón.
Y WooMi tenía experiencia con eso.
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JungKook había asistido a aquella comida del trabajo sin ganas en realidad, YoonGi que estaba sentado a su lado sabía o sospechaba que le ocurría, desde hace tres años había sido de mucha ayuda, conoció la historia completa sin nada oculto una noche que el muchacho se emborrachó. JungKook podía socializar pero en ocasiones se encerraba en él mismo.
— La panceta de cerdo está perfecta, ¿No?—intentó distraerlo el muchacho de ojos rasgados—Sé que es tu favorita.
—Estoy lleno, gracias.
—El CEO ya se fue, ¿Quieres que nos vayamos?
—No, no quiero volver a casa tan temprano.
— ¿Discutiste de nuevo con JiHyo?
—A este punto la ignoro, me dedico sólo a mi hijo y nada más—JungKook no había insistido más con el divorcio. Vivía como un...robot, callando sus emociones e intentando asimilar que las cosas debían ser de ese modo.
— ¿No sabes si sigue viéndose con ese polícia?
—Prefiero no saberlo—tomó la botella de Soju sirviéndose un trago en el vaso pequeño—De todas maneras mi vida sexual dejó de existir desde hace tres años para ser exactos—sonrió burlándose de sí mismo—JiHyo no me mira, yo no la miro y ya.
YoonGi se sentía mal por el muchacho, Hoseok, su antiguo compañero también se sintió del mismo modo. Jung Hoseok se había retirado de la empresa por decisión propia deseándole lo mejor a ambos.
— Creo que no debes seguir viviendo así—indicó viéndolo beber—El matrimonio de ustedes ya está roto, hubo una infidelidad de parte de ambos...
—JiHyo no quiere darme el divorcio, quiere seguir jodiéndome la vida—suspiró con sus brazos apoyados en la mesa—Ahora usa de excusa que al ser la madre de JaeYoon tiene todas las de ganar—bufó—Ansío salir de vacaciones, hyung.
— Inician este fin de semana, ¿No? Ya no te veré hasta el próximo mes.
—Tres meses exactamente. Pasé tres años trabajando sin descanso y le pedí al CEO ampliar esas vacaciones por mi salud mental.
—Y te lo aceptó—colocó su mano en su hombro—Vete con JaeYoon de viaje, olvida a JiHyo, aunque si ella quiere ir déjala que haga lo que le plazca, finge que es otro equipaje más.
JungKook sonrió tristemente estando decepcionado de lo bajo que había caído.
●|●|●
—Omma—SongHa le mostró el plato limpio a su madre. La niña había sido diagnosticada con un leve retardo mental, por eso su desarrollo era lento, sus terapias de lenguaje eran algo que no faltaban así como sus citas al psicólogo y sus exámenes clínicos cada año.
—Así me gusta, serás una niña muy fuerte—besó su frente tomando el plato. En un anexo que tenía la casa de su madre en la parte de arriba vivían los tres, tenía una pequeña sala conectada a la cocina, el baño estaba a un lado de ésta y tenía dos habitaciones pequeñas. Suficiente para ellos.
SongHa le llevó su vaso a WooMi, escuchó la puerta abrirse dejando ver a EunWoo, corrió a él estirando sus bracitos. Woo sonrió ladinamente desde la cocina lavando los platos de la cena, la risa de SongHa era contagiosa.
— ¿Ayudaste mucho a la abuela?—alcanzó a escuchar a su esposo.
—Sí, mucho.
— ¿Ya cenaste, cielo?
—Omma hizo panqueques.
—Delicioso—Woo borró la sonrisa al tenerlo cerca. Frente a la niña fingía naturalidad pero a solas lo odiaba y temía al mismo tiempo— ¿No hay panqueques para mí?
EunWoo ahora llevaba su cabello negro. Dejó a SongHa en el suelo sirviéndose un vaso con agua, había pedido traslado a la comisaría del pueblo teniendo más tiempo libre y menos trabajo pues el pueblo era tranquilo.
—Hazlos tú mismo, estoy cansada—cerró el grifo secando sus manos. EunWoo respiró profundo viéndola tomar la mano de la niña llevándola a su habitación para colocarle su pijama.
¡Se viene lo bueno! Al menos en mi mente uwu
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