#19 - Estás conmigo y estoy contigo [final].
El nerviosismo que tenía no parecía ser calmado con nada.
Nayeon acariciaba suavemente sus hombros y espalda mientras la abrazaba, no decía nada pero su apoyo era todo para Mina, más ahora que seguía esperando las respuestas a su examen para ingresar a la universidad.
Hace ya tiempo decidió que quería seguir con sus estudios, y tanto sus amigas, como Nayeon, la apoyaron completamente para que pudiera entrar en una carrera por fin. Mina se alegró mucho, podría estudiar lo que le gustaba y dejar de sentirse inútil cuando no tenía nada qué hacer. Porque cada vez que Sana se iba a la universidad, y Nayeon y Momo estaban en horario laboral, Mina no tenía nada qué hacer, podía disfrutar de su soledad y todo, pero notaba mucho que ella no tenía una vida muy productiva.
No podía seguir manteniéndose de la familia de Sana.
Y entonces les había querido pedir, con toda la vergüenza del mundo, apoyo financiero a la familia Minatozaki para estudiar Gastronomía y regresarles todo el dinero que le dieron cuando pudiera conseguir un trabajo. Pero cuando Nayeon se dio cuenta, dijo que ella le ayudaría, que como su próxima pareja era su deber, y con sus palabras cursis y muchos besitos, Mina se convenció de ello y permitió que ella fuera la que pagara si era aprobada, con la divertida promesa de que se lo regresaría pagándole con buena comida cuando se graduara.
La inquietud nerviosa se acabó cuando le llegó la respuesta en forma de correo electrónico, y la felicidad emocionada de ser admitida en la universidad se hizo gigante.
Chilló con la emoción desbordando, abrazando a Nayeon mientras ella la alzaba y le dejaba besos castos por todo el rostro, felicitandola por su logro como si el logro fuera propio, y es que se sentía así. Ver a Mina sonriendo así, le traía una sonrisa igual, contagiandose de su gran entusiasmo.
Claro, le tenía un gran regalo por pasar el examen de admisión, aparte de la cena a la que la invitó en un restaurante, había un anillo de compromiso en su suéter para cuando llegaron a casa después de pasarla bien en el restaurante.
— ¿Tienes que ir mañana? — Mina preguntó, refiriéndose a trabajar, mientras se quitaba su calzado y lo dejaba al lado de la puerta.
— Habrá una excursión informativa de unos estudiantes, tengo que estar para asegurar que no haya algún incidente con los animales.
— ¿De preparatoria?
— Peor, secundaria.
Mina hizo una mueca, desvistiendose para poder ponerse una pijama, al igual que Nayeon la imitaba.
— Necesitarás mucha suerte para que uno no se quiera pasar de listo.
— No te preocupes, tengo permiso de espantarlos — Nayeon sonrió, esa parte le gustaba más.
— Mmh — Mina asintió, acercándose a la alfa — ¿Por qué no te ayudo a relajarte hoy? — preguntó en susurros, dejando un lento beso en la mandíbula de la contraria, quien cerró los ojos ante los pequeños besos que cayeron por todo su rostro — Vamos a la cama — y Nayeon fácilmente diría que sí, pero recordó su anillo, así que gentilmente se separó para ir por él.
— Te tengo una sorpresa — estaba un poco dudosa, pues lo había hablado con Sana, y aquella alfa parecía muy reacia, aunque luego le dijo despreocupada que hiciera lo que quisiera, ese ya era asunto de Mina y ella. Por su reacción casi espantada, Nayeon no sabía ahora si pedírselo realmente.
— ¿Otra? — Mina ladeó la cabeza, sentándose en la esquina de la cama para esperarla.
— ¿Es muy pronto para casarnos? — la inseguridad le ganó, arruinando la sorpresa pero es que no quería hacer nada que espante a Mina, temía que la omega piense que es demasiado apresurado.
— Somo novias hace poco, tal vez unos años más sería bueno considerar el matrimonio — Mina ni siquiera se sorprendió por la pregunta, aunque sí le alegró porque Nayeon ya las veía como una pareja desde que Mina se lo pidió hace unos días.
Era entendible que Nayeon en cuanto tuviera pareja estable pensara en casarse, la casaron con alguien a tan solo conocerla y la criaron en un hogar tradicional. Podía ser que tenía comportamientos no tradicionales como dejar que su omega estudiara y trabajara, dejar que ella tomara las riendas en las relaciones íntimas, gustar de la ropa de colores pasteles, o dejar que la omega le pidiera un noviazgo en igual que fuera al revés, pero algunas ideas mas anticuadas las tenía en su mente, creció con estas. Algunas podrían ser pagar todo lo de Mina porque debe ser proveedora, contraer matrimonio a meses de conocerse, e incluso ya pensar en hijos, pero ella misma sabía que esas ideas podían ser bastante antiguas y precipitadas, por lo que lo mejor era consultar con la propia Mina sobre qué pensaba de esas, y sabía que la omega le respondería sin juzgarla.
Mina ya sabía cómo calmar sus dudas y dejarla satisfecha.
— Me gusta suave — Mina dijo con un poco de diversión, y Nayeon entendió que eran las mismas palabras del primer día que se conocieron, pero en diferente contexto.
En aquel momento solo era sexo, pero ahora era hablar sobre el matrimonio, y la diferencia de ello hace a Nayeon fascinarse, porque le gusta, le encanta estar así con Mina, poder hablar de todo con ella y sentirse en su lugar seguro siempre si era junto a ella. Riendo, estuvo muy de acuerdo con sus palabras. Matrimonio era solo un papel firmado, algo que demostraba a los demás que estaban juntas, pero ellas ya sabían que estaban juntas, y eso bastaba por mucho tiempo más.
— Suave, sí.
— Tenemos mucho tiempo, y todo quiero vivirlo contigo, pero disfrutemos cada etapa, Nayeonnie — la tomó de las mejillas, viendo a la alfa cerrar los ojos mientras disfrutaba de su delicado tacto — De todos modos, estás conmigo y estoy contigo — dejó un amoroso beso en sus labios, haciendo a Nayeon abrir los ojos y sonreír.
Hace días ha estado sonriendo más.
— ¿Sabes que te amo, Mina?
— Me gusta que lo repitas — Mina la besó de nuevo, haciendo a Nayeon suspirar a la par que se trepaba para recostar a la omega en la cama y subirse encima, gustando de las caricias que le dejaba por sus brazos, cuello y mejillas.
— Aún te quiero dar el anillo — dijo cuando se separó un segundo, dando ligeros besos por los labios y mejillas de la contraria.
Mina tomó la caja que tenía en su mano, para sacar el anillo y sonriendo se lo colocó en el dedo anular, con Nayeon curiosa y feliz viendo todos sus movimientos.
— Entonces estamos comprometidas, pero el matrimonio queda pospuesto hasta nuevo aviso, y me lo pedirás con sorpresa o no quiero nada — exigió queriendo parecer amenazante, haciendo a Nayeon sonreír y asentir, abrazandola y oliendo de su aroma a café, el cual hace mucho la omega ya no ocultaba, porque sabía cuánto le gustaba a la alfa meterse en su cuello y quedarse allí, relajada con su aroma.
— Entonces... ¿ya puedo intentar revertir mi vasectomía, verdad?
— ¡Nayeon~! — Mina se quejó de manera infantil.
Nayeon solo carcajeó, claramente que si era precipitado el matrimonio, también era todavía muy temprano para concebir hijos, pero sabía que algún día los habría y le gustaba molestar a su novia con ello, esas preciosas mejillas se encendían de rosado y sus manos temblaban tapandose la cara de la vergüenza, dándole una preciosa imagen de la felicidad que la omega sentía con ella. Mina se siguió quejando, empujándola lejos de su cuerpo con sus manos, mientras que Nayeon la abrazaba y le hacía cosquillas a como podía, haciéndola retorcerse y carcajear a la par que unas lágrimas de tanto reír salían de la esquina de sus ojos, logrando que Nayeon se detenga para dejarla respirar, pero eso Mina lo aprovechó para seguirla empujando, peleando y estando segura de que le iba a ganar.
Claro, Nayeon la dejaría ganar si eso la hacía feliz.
¿Era así como iba a estar?
¿Al lado de la hermosa mujer que peleaba como una niña con ella y reía de esa manera tan preciosa que la hipnotizaba? Sí, Nayeon ahí quería quedarse.
. . . . .
Chan chan chaaaaaan
Y este es el finaaaal 🤠🤙🏼
No tengo mucho qué decir, gracias por leer y espero que les haya gustado o por lo menos entretenido, y ahí nos vemos en otra historia, que al paso que voy, no será muy lejos de suceder de nuevo eh
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