Nota: Las marcas (la mordida) en esta historia son todas temporales, que representan una unión entre las parejas románticas, o en varios casos, oficializan una relación de simples amantes como un acuerdo de que solo tendrán sexo entre sí hasta que la marca desaparezca.

. . . . .

Esa obviamente no será la última vez.

Con esa segunda donde la pasaron increíble, y donde se conocieron más, ambas concuerdan en seguirse viendo, incluso Mina lo sugiere que sea a veces entre semana y Nayeon no se niega mientras no interrumpa su horario laboral.

Tienen sus encuentros leves, algunos se ven solo minutos para intimar y se separan apenas hablando, pero en otros lo único que hacen es hablarse o Mina estaría pegada al torso de la alfa, abrazada a ella con el fin de sentirse cálida junto a ella, y aunque Nayeon no lo entiende del todo solo pasaría sus brazos por el cuerpo ajeno para dejar que la omega hiciera lo que quisiera. En todos estos encuentros, Mina es la que habla con Nayeon, y la alfa siempre contesta sus preguntas o a veces le hace algunas, al igual que siempre la escucha atentamente.

Así se conocen cada vez más y pronto sus encuentros empiezan a ser más como citas para Mina.

Han pasado semanas después de haberse conocido, y Mina esta totalmente fascinada con la primera alfa que se queda mucho tiempo en su vida. Podía ser que Nayeon era seria y no mostraba muchas expresiones, pero era buena escuchando, siempre la recibiría con brazos abiertos, y a veces la alfa le pediría poder dibujarla de nuevo. Como la primera vez fueron otras veces, solo que Mina pudo elegir cómo, a veces fue vestida completamente y solo sentada jugando algún videojuego en el teléfono de la alfa, otra vez fue en ropa interior mientras tomaba un pequeño descanso en la cama de Nayeon, y otra vez pudo ser nuevamente desnuda mientras hablaba con la alfa sobre cualquier cosa.

Mina quisiera pedirle un dibujo suyo, pero al ver que Nayeon los cuidaba mucho y apenas los sacaba para tenerlos a su entera protección, no quiso invadir algo tan preciado para ella.

Actualmente era otro fin de semana donde podían verse toda la noche, y Mina le mandaría mensaje para ver si no tenía nada qué hacer, aún si en el fondo sabía que la alfa estaría desocupada para ella todos los sábados como silenciosamente acordaron cuando empezaron a ver más estos días.

Pero cuando su mensaje recibió respuesta, dio un salto en su cama al leer el contenido.

Nayeon
No creo que se pueda hasta después del miércoles.
2:25 p.m.

¿Qué era eso? Mina lo analizó por un minuto entero sin lograr comprenderlo del todo. Lo entendía de lunes al miércoles, pero ¿por qué en sábado y domingo? ¿Será que Momo le haya encargado algo este fin de semana? Posiblemente Nayeon aceptó si se le pagaba bien por ello, ya que la alfa estaba escasa de dinero, pero Mina no creía que Momo se haya atrevido a interrumpir sus encuentros cuando bien sabía de estos. Si Sana lo sabe, Momo también, esas dos se comparten hasta lo que no. Teniendo muchísima curiosidad, Mina se decide por solo preguntar.

Mina
Por qué?
2:27 p.m.

Nayeon
Entré en celo esta mañana
2:27 p.m.

Para Mina eso fue extraño, no era algo como para no verse. De hecho, cuando se veían intimaban, que en celo lo hagan no sería extraño. Además, es lo que hacen las parejas, pasan el celo de la otra juntas. Mina responde de inmediato.

Mina
Entonces te ayudo
2:27 p.m.

Nayeon
Cuando lo hicimos de manera ruda no estabas muy cómoda, y yo en celo soy peor. Prefiero vernos hasta el jueves.
2:27 p.m.

Mina
Quiero ayudarte
2:30 p.m.

Nayeon
Sabes dónde vivo
2:40 p.m.

Nayeon por otro lado no sabía bien lo que hacía, se supone que no dejaría a Mina estar en su celo, aún si cuando despertó inconscientemente intentó buscarla por el inmenso calor que tenía y las ganas de tenerla desnuda para ella. Se había tomado supresores pero aún así se sentía caliente a un nivel leve, y con solo imaginar a Mina llegando para ella, se emocionaba aún más.

Y en cuanto la omega llegó, Nayeon se levantó de un salto para recibirla, ¿y cómo fue eso? Obviamente tomarla en sus brazos y besarla con un desespero que esta vez no podría controlar.

Mina apenas reaccionó, la rodeó con los brazos y piernas mientras sentía a la alfa bajar sus labios por su mandíbula y cuello, inhalando de su aroma, y cuando apartó bruscamente su blusa, pareció gruñir aún más emocionada. Podía haber tomado un supresor, pero era para pasarlo sola siendo soportable, claramente si cierta omega llegaba ese supresor no serviría de nada, y lo demostró cuando le quitó la ropa sin cuidado y la arrojó algo feroz a la cama, solo buscando rápidamente calmar su calor, restregandose contra el cuerpo de Mina mientras esta gemía abrumada e intentaba alargar el momento para poder sentirse más cómoda.

Pero Nayeon no se la hizo nada fácil, se quitó en segundos su ropa y la de ella para abrirle las piernas e intentar penetrarla ya, pero Mina se alejó un poco y le tomó de las mejillas, haciendo que los ojos ligeramente dilatados de la alfa la miraran.

— Quedate quieta, solo mírame un segundo.

La alfa molesta la iba a ignorar, sino fuera porque una mano delicadamente pasó por el pecho de la omega, siendo ella tocándose a sí misma y Nayeon instantáneamente fue atraída por ese movimiento, el que fue bajando desde apretar uno de sus senos (lo que hizo a Nayeon tragar saliva), a bajar por sus costillas, su abdomen, su vientre y pelvis hasta llegar al lugar más deseado ahora mismo por la alfa.

Mina, viendo que ahora tenía a la alfa quieta y completamente atenta a su movimiento, se masturbó suavemente para lubricar lo necesario para la alfa, viendo a ésta gruñir pero parecía muy enfocada en mirar cada uno de sus movimientos, por lo que la omega aceleró abriendo más las piernas, dejando una vista erótica a la ansiosa castaña que por poco no se controla.

— Nayeon, alfa~.

Y ese gemido dicho dulcemente en su oreja mientras la omega se daba placer a sí misma, fue el límite para Nayeon, ella no iba a soportar con solo ver. Apartó la mano de la omega para entrelazar sus dedos y dejarla inmóvil contra el colchón, y su miembro tomó su lugar en un segundo, ocasionando que la espalda contraria se arqueara abruptamente por el repentino entrar de la alfa, y más cuando ésta ni siquiera la dejó acostumbrarse, sino solo se movió de manera dura contra sus caderas, logrando en solo eso el sonido de sus pieles chocando junto a los gemidos quejosos de la pelinegro y los ocasionales gemidos en bajo de Nayeon que ahora yacía con la frente recostada en el hombro ajeno y su cuerpo se movía instintivamente contra el contrario en busca de calmar ese calor ardiente de su vientre.

Sus manos ligeramente ásperas fueron a tomar los senos que rebotaban contra su torso, dando una lamida en el cuello de la omega, quien hizo la cabeza a un lado para dejarle amplio espacio de su cuello, el cual ya tenía algunas marcas que Nayeon había dejado la última vez que se habían visto.

La vista de éstas hizo a Nayeon inflar su pecho de orgullo, pues notó que la omega ni se tomaba la molestia de esconderlas, y en ese momento su instinto posesivo estaba al tope, por lo que hacer más de esas marcas la tenían loca, solamente pensaba en marcarla, pero de la marca más duradera que compartirían unión por meses. Y en su debate mental, no se detuvo en ningún momento en sus estocadas, pero Mina pudo suponer en lo que estaba pensando por cómo rozaba sus labios contra esa zona de su cuello.

— M-Marca-... ¡Ah! Alfa... Marca — Nayeon la escuchó bien, jadeando, pero no entendía si se refería a chupetones o a la verdadera marca — Marcame, ¡s-sí!, como t-tú piensas, esa marca — y con eso Nayeon tuvo completa aclaración y permiso, por lo que Mina sintió varios pinchazos en su cuello y gimió por el ardor, mientras la unión podía sentirla en su pecho.

Los movimientos de Nayeon se hicieron más desordenados, sin ritmo real, y ahí la omega notó que estaba casi en su orgasmo, por lo que quiso apresurarlo para que llegara antes que ella, y empezó a acariciar sus senos al igual que movió su cadera para encontrarse con la estocada de la alfa y causarle un efecto más rápido, algo que Nayeon pareció notar y gimió. Pronto ambas pudieron sentir el desastre causado por los fluidos, combinados con los de Mina, quien pudo liberar esa presión de su vientre cuando Nayeon siguió haciendo leves estocadas en medio de su orgasmo.

La respiración de ambas no era la más estable, mucho menos la de Mina, quien era la más afectada por la abrumadora sensación de sentir demasiadas cosas a la vez.

Pero ni pudo hablar, porque Nayeon se recuperó rápidamente y la volteó de manera abrupta, levantando sus caderas para empinar su trasero hacia ella y dejar su torso inclinado hacia el colchón.

— ¿Nayeon? — la mencionada se adentró en ella sin siquiera avisar, exaltandola y haciéndola gemir contra la almohada.

Cuando la alfa empezó a moverse bruscamente, tomándole fuertemente de las caderas para evitar que se aleje, Mina supo que serían unos días bastante agotadores, porque cuidar de una alfa en celo no solo puro erotismo, ella sabía que debía cuidarla de muchos modos, y ese modo sexual a veces le era demasiado para su pequeño cuerpo flacucho y sin demasiadas fuerzas, pero era feliz, la unión que representaba esa marca la hacía sumamente feliz.

Y eso era algo de lo que ambas eran ignorantes.

Mientras que una veía esa marca como una unión sentimental, la otra la veía como algo meramente sexual.