— ¿No sería mejor una ducha? — la omega cuestionó cuando vio el papel higiénico, con la voz temblorosa al igual que las piernas.

Nayeon asintió, obligándola a rodear con sus piernas su cadera para llevarla cargando al baño. Mina se dejó caer en su hombro, con la somnolencia después del orgasmo, viendo de manera adormilada cómo Nayeon llenaba la tina tocando el agua para que sea de una temperatura caliente agradable, suspirando satisfecha cuando en su mano se sintió suficiente buena para la omega.

Cuando la alfa parecía querer dejarla en la tina sola, Mina se aferró con sus piernas y brazos antes de que su cuerpo tocara el agua.

— ¿No te metes conmigo? — su voz fue dulce, como suplicando que se le uniera, y la alfa no pudo resistirse.

Además, ella también se había llenado los muslos de su semen, por lo que debía limpiarse. Dejar a la omega sola fue más por miedo a que no la quisiera en algo tan íntimo como un baño, pero realmente quería uno, así que no dudó en aceptar a su voz suplicante, cuidando muy bien de ambas para meterse a la tina sin problema. Un poco de agua se desbordó, pero Nayeon no le prestó atención por ahora, subiendo a la omega en su regazo para tenerla cerca, y para su fortuna Mina la abrazó, pareciendo reacia a separarse de ella.

— ¿Qué te pareció? — Nayeon preguntó, refiriéndose a su brusquedad, haciendo a la omega sonreír por su consideración.

— Al principio sí fue algo incómodo y me sentía abrumada, pero luego mejoró, me gustó — asintió, usando su mano para atrapar agua y echarla suavemente en el hombro ajeno — Y sí, sin el preservativo se siente el vello y es humedad muy desordenada, pero no es algo insoportable, no para mí, mmh — pensó un momento, buscando cómo explicarse — ... Se sintió extraño, todavía puedo sentir caliente dentro mío, y me sentí llena pero también abrumada — Nayeon amó que la omega se expandiera tanto al hablar, pues le daba una perspectiva más amplia de sus pensamientos — Nunca lo había sentido, pero no fue algo malo, solo muy bochornoso y... vulgar, más que el acto en sí — soltó una ligera risa, pegándose a la alfa, quien acariciaba de sus caderas.

— Mmmh... El acto no creo que sea vulgar en sí mismo.

— ¿Por qué lo dices? — Mina se separó ligeramente para verla con interés.

— Lo vulgar es como la falta de refinamiento y la grosería, el sexo no es falta de refinamiento, es algo natural de la vida humana, y ninguna de las dos es grosera, por lo menos no en el acto — Nayeon pensó por largos segundos hasta que miró a Mina y le restó importancia — Es subjetivo, como la belleza y esas cosas, no me hagas caso.

— Me gusta oír lo que opinas, cuando hablas es como si solo pudiera oírte a ti — Mina dijo, recargando su mejilla en el hombro ajeno para ver con fascinación el perfil de la alfa, quien se avergonzó mientras guiaba sus manos para fingir limpiar los muslos de la omega — ¿Te molestó lo que dije? — ella notó que Nayeon ni siquiera hizo algún sonido, por lo que inmediatamente se preocupó.

— No, es lindo — solo eso pudo articular, volviéndose a quedar callada mientras la omega hacía un leve sonido cuando Nayeon limpió cuidadosamente su intimidad.

— ¿Cómo funciona la vasectomía? — Mina preguntó con curiosidad, siendo que a veces le era imposible quedarse callada — ¿Es reversible o serás permanentemente infértil? — notando la curiosidad de la omega, Nayeon olvidó su intención de pasar un baño callado.

— Depende.

— ¿De?

— La vasectomía es un procedimiento quirúrgico — Nayeon empezó, intentando recordar todo lo que dijo el médico — Los conductos deferentes que transportan los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra son cortados o bloqueados, impidiendo así que los espermatozoides se mezclen con el semen eyaculado. Durante la reversión, se intenta volver a unir esos conductos, para permitir que los espermatozoides vuelvan. No siempre tiene éxito, la posibilidad depende de cuánto tiempo transcurrió desde que se hizo, la técnica utilizada y la edad de paciente, aunque personalmente no he pensado en revertirla — Nayeon pensó un momento, no sabía si algún día tendría hijos ni con quién, pero aún era joven — Si considero revertir eso, tengo que consultar con un urólogo especializado en fertilidad, porque hay posibilidad de que así me quede de manera permanente — Mina la miró, procesando todo eso y pensando que Nayeon realmente sabía del tema, por cómo lo decía con seguridad.

— Mmmh... ¿Has pensado en tener hijos? — Mina preguntó.

— No, no sé si tenerlos, pero sigue habiendo mucho tiempo para pensar en eso — Nayeon alzó los hombros, suspirando por las manos de la omega acariciando su nuca.

— ¿Cómo vas en tu trabajo? — su voz junto a los suaves masajes que empezó a sus hombros, hicieron a Nayeon estar demasiado tranquila.

— Normal — respondió — ¿Sana es pareja de la señora Hirai? — ya en toda la semana, ha tenido uno que otro avistamiento de toqueteo entre esas dos, y tiene curiosidad.

— Sip — para Mina sí era así — ¿Que es lo que haces en la granja?

— Me pusieron a cargo de los caballos, todo su cuidado — Nayeon la dejaría hasta allí, pero viendo que Mina tenía curiosidad y la seguía viendo de manera expectante, sabía que la omeca esperaba más información — Limpieza, alimento, ejercicios, herrajes.

— ¿Cómo es todo eso?

— Pues limpio la cuadra donde se encuentran, les doy agua y alimento, que es heno y concentrado, y revisar su estado de salud en general, aunque si noto algo raro es mejor llamar al veterinario porque no soy experta en sus estados de salud más complejos — Mina asintió, y aunque Nayeon no era de hablar mucho, se animó a seguir por la atención que recibía — Los cepillo para mantener el pelaje limpio y saludable, y las pezuñas también para que no tengan problemas. También los debo sacar al corral y montarlos de vez en cuando para que hagan ejercicio regular... Mmmh, algo importante también es la interacción positiva, acariciarlo y hablarle suavemente como compañía y afecto. A la señora Hirai le gusta hacer eso, parece que les tiene mucho cariño.

— ¿Te gusta encargarte de ellos? — la omega notó la manera en que hablaba, que era muy diferente

— Sí, es algo que hacía en la granja Jung, donde antes trabajaba — eso pareció atraer mucho el interés de Mina, quien se recargó en el pecho contrario para verla fijamente.

— ¿Cómo era tu vida antes? ¿Qué hacías?

— Si no trabajaba, dibujaba — Nayeon pensó un buen rato para dar esa corta respuesta.

— ¿Nada más?

— No tenía mucho qué hacer — la alfa pensó un poco más, intentando recordar algo para contarle a la omega que sacie su curiosidad — Sí pasaba tiempo con mi esposa o amigos, pero no era algo como mi actividad favorita, prefería ver películas o series y leer, de allí me inspiraba y empezaba a dibujar, como cuando leí de la escultura que me dijiste que te gustaba — Mina sonrió al saber que lo recordaba.

— ¿Y de qué otras cosas has hecho?

— Si quieres te los muestro, los dibujos — Nayeon ofreció con un propósito, quería que Mina aceptara posar para dibujarla, tal vez la próxima semana u hoy mismo, solamente quería convencerla — Los ves, me preguntas y te explico — Mina aceptó emocionada, levantándose un poco de su regazo para poder salir de la tina — Esas toallas están limpias — la alfa apuntó al gancho, viendo el cuerpo desnudo de la omega con admiración.

Mina se enrolló en una, para luego esperar a la alfa, quien hizo lo mismo y también quitó el tapón de la tina para que el agua se fuera. Ninguna de las dos pensó en vestirse, Nayeon solo dejó la toalla alrededor de su cintura y Mina la pegó a su pecho viendo el cuaderno.

— Solo no veas de la setenta para adelante — la alfa condicionó, sentándose a su lado para explicarle cuando la omega quisiera preguntar.

— ¿Por qué? — Mina no lo dejaría así obviamente.

— Asunto privado.

Mina fue hojeando, detallando algunos como el que ya conocía y los que seguían, ocasionalmente se detendría y Nayeon le daría la explicación más clara y resumida de por qué la dibujó

— ¿Esta? — Mina señaló.

Era de figuras humanas demacradas y desesperadas, en un estado de deshidratación y desnutrición muy notable. Estaban rodeadas de alambres de púas, barracas de madera y torres de vigilancia. Cada rostro era borroso, pero con lo poco visto Mina podía intuir que sus expresiones eran de agonía.

— El holocausto, fue en la Segunda Guerra Mundial, el régimen nazi hizo la persecución y genocidio de seis millones de judíos al igual que otras minorías como gitanos, discapacitados, comunistas, homosexuales, y prisioneros de guerra soviéticos. Quería hacer una representación de la deshumanización y el sufrimiento en sus expresiones, para expresar la gravedad y la tragedia de ese periodo.

— Mmmh... ¿Esta? — señaló a otro páginas después.

En ese se encontraba muñeca, parecía una mujer campesina con un pañuelo en la cabeza y vestido bordado. A Mina se le hace familiar, pero no logra recordar su nombre.

— La matrioshka, es una muñeca rusa de esa cultura, son un símbolo icónico de la artesanía rusa, son huecas y se caracterizan por encajar unas dentro de otras en conjunto y cada una es más pequeña que la anterior, ¿has escuchado de ellas?

— Me suena.

— Bueno, son símbolo de maternidad, fertilidad y la familia, ya que cada muñeca más pequeña simboliza una nueva generación, y además, requieren de mucha habilidad artesanal para hacerlas.

— Son muy bonitas — Mina las admiró por un momento antes de seguir hojeando y viendo los dibujos — ¿De qué es?

Era un hombre vestido con atuendo tradicional coreano y portando un arco y flechas, mostrando expresiones faciales que reflejen firmeza y una postura lista para enfrentamiento. Al fondo tenía un paisaje montañoso, escenas de batalla, al igual que un río.

— La leyenda de Jumong.

— Es coreana — Mina afirmó y la volteó a ver — Vivo hace mucho en Corea, pero no sé mucho de sus leyendas.

— Eres japonesa, ¿verdad? — Nayeon ya había notado hace mucho sus características físicas japonesas, aunque pensó que solo tenía ascendencia nipona.

— Mmh — asintió — De muy adolecente me mudé acá.

— Mmh — Nayeon asintió para luego explicar — Segun la leyenda, Jumong es un héroe fundador del reino de Goguryeo, uno de los Tres Reinos de Corea. Nació de una unión entre la princesa Yuhwa y el dios del río Habaek, por eso puse un río atrás de él — señaló, haciendo a Mina asentir — La historia relata cómo Jumong enfrentó varios desafíos desde su nacimiento, incluyendo la traición de su medio hermano. Logró superar todo eso y luego fundó el reino de Goguryeo, siendo su primer rey. Ademas, ha dado inspiración para algunas obras literarias, televisivas y cinematográficas en la cultura popular de aquí. Puedes ver 'Jumong', es un drama histórico que te explicaría todo eso, si quieres — la miró, y Mina a ella, sonriendole en grande que cautivó de nuevo a Nayeon.

— Lo veré — aseguró.

Y así se la pasó. Mina pararía de vez en cuando para preguntar, y Nayeon le diría la historia y el por qué dibujó aquello, esperando pacientemente a que la omega estuviera bien con su curiosidad saciada, aunque ésta pareciera eterna, y cuando Mina daría vuelta a la página sesenta y nueve, Nayeon detuvo su mano a tiempo, logrando que la omega se diera cuenta de su error y parara allí, aunque la alfa pensó por un largo tiempo si era mejor mostrarle lo que ha hecho en esa semana.

— ¿No te molestará si te lo muestro? — y es que Nayeon tenía las palabras de Felix en su cabeza, el alfa bartender había logrado hacer cuestionarse a sí misma sobre ello.

Ella veía el desnudo como algo muy natural, pero tal vez Mina no lo tome así, y si tal vez ella también lo veía como una falta de respeto o algo vulgar como el sexo, Nayeon no sabría qué hacer para pedirle disculpas.

— ¿Por qué me molestaría? — Mina la miró con unos ojos tan inocentes que Nayeon admiró unos segundos.

Entonces decidió que se los mostraría