Cuando esa mañana la omega despierta, se siente de maravilla.

La cama en la que está es súper cómoda y el frío es perfecto para acurrucarse contra el cuerpo a su lado, pero prefiere hacerlo solo con las cobijas, ya que no conoce del todo a la alfa que sigue durmiendo al otro costado de la cama.

Se había despertado hace pocos minutos, notando que la habitación olía mucho a esa alfa, un aroma dulce a bombón que la noche anterior no notó por estar bien ida en el alcohol, pero que ahora le embriagaba de una manera hipnotizante. Se enterró en la almohada, donde había el aroma mezclado de café y bombón, recordando levemente cómo en la noche la alfa le había dicho que le encantaba su aroma a café, algo que nadie le había dicho, más que su mejor amiga.

Pero ahora no sabía muy bien qué hacer, le gustaría quedarse un rato más, pero la alfa despertaría y realmente le avergonzaba cómo había actuado la noche anterior, muy infantil.

¿Simplemente se iba y ya? No, ella todavía quería volver a verse, así que se levantó con extremo cuidado y buscó en los cajones de al lado por algo dónde anotar, encontrándose con un cuaderno de dibujo y con extrema curiosidad lo hojeó. La alfa parecía ser buena en eso o practicaba frecuentemente, porque además de hacer retratos de quién sabe quién (Mina no conocía a ninguna de esas personas), tenía dibujos creativos seguramente de su imaginación. Se fue a la última hoja, donde Nayeon parecía tener anotaciones.

"Dibujar al bartender, me cae bien"

"Nunca comprar pollo en la esquina, sabe muy mal"

"No dejarle la casa a Woohyun, tengo que venderla"

"Nunca comprar cerveza en el bar, es barata pero demasiado, muy muy demasiado, mala"

"Descargar Only For You - Tors, me la recomendó el bartender, dijo que se la dedicó en tiempos difíciles a su pareja, o algo así dijo"

Era como si no las quisiera olvidar, y Mina ya se sintió demasiado entrometida como para leer todas, así que tomó el lápiz que acompañaba al cuaderno para anotar su número telefónico en una esquina, lo acompañó con su nombre y una nota. Luego de pensárselo, agregó un corazón al lado de su nombre.

Cerró el cuaderno y dejó todo a como lo agarró, moviéndose en la cama mientras sentía las sabanas rozar su desnudez, por lo que debía buscar su ropa para poder irse ahora sí.

Pero vio cómo la alfa empezaba a removerse, soltando gruñidos aparentemente despiertos, pues se levantó en sus codos para restregar su rostro somnoliento. Solo pudo ponerse la ropa interior y alterarse al ver a la alfa estirarse haciendo tronar unos cuantos huesos.

Mina se tensó, no sabía cómo actuar frente a ella después de lo de anoche. Mayormente cuando dormía con alfas, la noche anterior no estaría tan tomada y por lo tanto no actuaría tan infantil. Así que en un momento impulsivo decidió actuar como anteriormente, risueña y despreocupada, por lo que tomó la iniciativa subiéndose a las piernas de la alfa cuando ésta se sentó en el colchón suspirando de forma cansada.

La alfa no pareció exaltarse, pero sí extrañarse, porque la miró de manera confundida con el ceño fruncido y ojos somnolientos.

— Aw, realmente eres muy tierna — Mina intentó actuar, aunque no mentía al decir eso, la alfa era muy tierna recién levantada.

Al recibir eso de la omega en pleno despertar, hizo que el pecho de Nayeon se sintiera despreocupado, muy relajado mientras cerraba los ojos ante el tacto suave de las manos de la omega en sus mejillas. Apretó los labios, sintiendo como si en ese momento no tuviera ninguna responsabilidad, ninguna cosa qué hacer más que estar en esa posición sintiendo besitos en sus mejillas que la omega se aventuró a dar.

Se recordó a sí misma, era solo una noche con una omega, no se volverá a repetir, pero su cuerpo no obedecía a su cerebro. Estaba cómoda recibiendo el afecto de la omega que era extremadamente dulce.

— ¿Te ayudo con algo, Yeonnie? — Mina tuvo una idea.

Queria que vuelvan a verse, ¿por qué no le daba un adelanto de lo que podrían hacer? Un pequeño favor a su erección mañanera sería lo indicado para hacérselo saber, y además de una despedida hasta la próxima vez que se vean.

— ¿Mh? — Nayeon abrió los ojos para mirarla.

— Me refiero a esto.

Pronto la alfa sintió una mano recorrer su abdomen y pelvis, llegando a su virilidad donde un apretón la hizo soltar un jadeo después de un gruñido del placer repentino que la recorrió. Cuando los labios de la omega bajaron desde su rostro a su cuello, de su cuello a su abdomen, y de su abdomen a su pelvis, se dio cuenta que harían el mismo recorrido que su mano, por lo que se acomodó en el colchón emocionada antes de sentir los labios de Mina alrededor de su glande, haciéndola suspirar mientras se recargaba en la cabecera.

Se preguntaría por qué no echó a la omega si ya empezó un nuevo día, pero estaba demasiado concentrada en el placer de la lengua de la contraria presionando lugares exactos que la hacían delirar del placer.

Cuando dio la primera chupada, Nayeon casi da un salto y gimió sintiendo sus piernas temblar.

Mina la miró desde arriba, para así meterse todo lo que pudo a su cavidad bucal y empezar a succionar constantemente, gustando del cómo la alfa gemía moviendo ligeramente sus caderas para igualar el ritmo de sus chupadas. Y sabiendo que le iba a gustar, Mina le tomó de las manos para guiarlas a su cabello y relajó su cuello, para que la alfa pudiera mover su cabeza de arriba abajo a como más placentero se le haga.

Una mano de la alfa sí se quedó en su cabello, guiando las estocadas suaves que daba en su boca, pero su izquierda se dirigió al torso de Mina, donde se escabulló por encima de la copa del sostén para tomar su seno y pellizcar su pezon, gustando de apretarlo y sentirlo erecto.

Mina gimió al sentirlo, algo que a Nayeon le gustó, además por las vibraciones exquisitas que chocaron directamente con su sensibilidad.

Cuando la alfa sintió que tendría un orgasmo, separó su derecha del cabello de la omega, avisandole que podía separarse porque no se había puesto condón para retener el líquido, pero Mina sabía cómo era que le podía gustar más a una alfa, así que simplemente aceleró su ritmo, viendo que Nayeon no ponía resistencia y gemía a la par de cada succión de su boca, moviendo su cadera para encontrarse dentro de su boca más pronto.

La omega sintió el palpitar más fuerte chocando contra su lengua y mejillas internas, y segundos después la alfa soltó un gemido más fuerte, haciendo a Mina sentir el líquido pegajoso con su boca.

No lo tragó, la primera y última vez que lo hizo no le gustó tragarlo, así que solo dejó que saliera y escurriera por sus labios, hasta que sintió el miembro de la alfa relajarse de la erección. Se separó, escupiendo un poco de lo que tenía en su boca, pero aún así quedó el sabor en su lengua, lo saboreó un poco al notar que no era igual a la primera vez que lo hizo. El de Nayeon era un sabor entre amizclado, salado pero no tan malo como recuerda. Entonces recordó que su mejor amiga Sana le dijo que no todos saben igual porque dependía mucho de la salud de la persona, y agradeció que Nayeon parecía alguien saludable.

Y mencionando al diablo.

Un tono de llamada sonó y supo que era su mejor amiga porque ella misma lo tenía personalizado en su celular con esa canción japonesa, la misma canción que ahora le dio un poco de vergüenza al estar en presencia de la alfa, quien pareció extrañada por el repentino ruido.

— Perdón, es mi celular — dijo buscando su pantalón, donde recuerda haber dejado ese aparato.

Nayeon también buscó, un poco desorientada, hasta encontrarlo a su lado de la cama. Se agachó a recogerlo y pudo ver cómo Mina se lo colocaba, subiendo la tela de mezclilla por esas bonitas piernas que a Nayeon le encantó haber tocado hace algunas horas. Miró hasta que la omega se puso toda su ropa de su pertenencia y tomó su celular, a lo que Nayeon desvió la mirada para sentir que le daba más privacidad.

Mina revisó los mensajes, no contestando la llamada porque le incomodaba responder si Nayeon iba a escuchar el posible sermón que Sana le daría a gritos.

Sana
A QUÉ HORAS PIENSAS CONTESTAR, MUJER???
10:42 a.m.

DÓNDE TE DEJARON IR ESTOS IMBECILES? 😭
10:44 a.m.

Voy a hacer un ritual, manifestar que no te hayan secuestrado 🙏🏻🙏🏻🙏🏻
10:46 a.m.

O mejor sí, por maldita idiota que sigue siendo amiga de esos changos que no evolucionaron
10:49 a.m.

MENTIRA, MI AMOR. TE AMO. PERDONAME 😭😭😭
11:01 a.m.

Ya noté que viste los mensajes, contestame o quemo tu casa. Con aviso no hay delito ☝🏻
11:45 a.m.

Mina miró hacia Nayeon, viendo que estaba muy ocupada poniéndose su ropa como para ponerle atención, así que se aventuró a tomarse su tiempo para contestarle a esa alfa que tiene como mejor amiga.

Mina
Qué pasó?
11:46 a.m.

Sana
Qué pasó?
11:46 a.m.

QUÉ PASÓ???
11:46 a.m.

QUÉ NO PASÓ?
11:46 a.m.

LOS ESCUINCLES QUE SE OSAN LLAMAR ADULTOS ME ENVENENARON Y ME DEJARON EN EL BAÑO ENCERRADA Y CUANDO PUDE SALIR YA NO ESTABAS 😫😫😫
11:47 a.m.

Dónde estabas? Te ocurrió algo? DIME
11:48 a.m.

Mina
Me dijeron que me fuera con una alfa que había estado bebiendo vino desde que llegamos
11:49 a.m.

Era bonita y cuando quise ir con ella me tropecé y pues terminé en su casa teniendo eso
11:49 a.m.

Sana
Sexo, Mina, tuvieron sexo, SEEEXOOO.
11:50 a.m.

Pero por favor dime que quisiste, que no fue porque te obligaran o que la alfa te haya hecho daño. Ya estabas pasada de alcohol cuando yo tenía que ir al baño.
11:51 a.m.

Mina instintivamente volteó hacia Nayeon, quien ahora estaba callada en la esquina de la cama, viendo hacia el suelo como si estuviera esperando que su mente reaccionara a estar despierta, o que recién despertando una preciosa mujer le dio una felación que la hizo delirar hasta un punto muy fuerte. Era muy tierna con su expresión cansada, tenía ojos entrecerrados, labios ligeramente abiertos y mejillas más abultadas de lo que recuerda anoche. A Mina le da la sensación de que, por más seria y callada que sea, la alfa no le haría ningún daño.

Mina
Estoy bien, ella es linda y estoy por irme de su hogar
11:57 a.m.

Ahorita llego a casa y te cuento
11:57 a.m.

Siendo que ya iban a ser las doce de la tarde, Mina se dio cuenta que durmió demasiado, pero es que la habitación de la alfa es fresca y su cama cálida, es perfecta para echarte, arroparte y no salir de allí en muuuchas horas. Pero no era su hogar, así que debería abandonarlo antes de que la alfa se incomode por invadir su espacio privado cuando todavía no sabía su respuesta.

— Me tengo que ir ya — juntando valor, se acercó a la alfa para tomarle de las mejillas y dejarle un casto, pero dulce, beso en los labios — Te dejé un regalo en el cajón, me avisas  — le susurró con una sonrisa, antes de besar de nuevo sus gruesos labios y salir de allí.

Lo último que la alfa miró fue esa dulce sonrisa.