Capítulo 49
Capítulo 49
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EL MITO DE LA CREACIÓN
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⊰─⊱Jeon Jungkook ⊰─⊱
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"¿Alguno de ustedes conoce el mito de la creación?". Preguntó el tigre mientras caminaba a mi lado. Yo repetí la cuestión a todos los hyungs cuál loro bien entrenado.
Me tocaba, pues solo yo podía escuchar a Terco. Y desde el momento en que se lo dije a los hyungs, me convertí en su voz -a parte de su cargador de alimento-, pues después de reprocharme que casi le estropeé su comida con gasolina me exigió que entrara a la cueva y fuera por ella.
Terco me hizo prometerle un baño caliente para quitarse todo el mal olor del combustible además de cargar su asqueroso alimento que más bien parecía estiércol de oveja. Dijo que su físico y sus habilidades estaban temporalmente limitadas debido al largo tiempo que llevaba sin ingerirlo.
Todos estaban curiosos por saber qué clase de criatura era, qué magia usaba, cómo es que un conejo se podía transformar en un gran tigre y cómo es que lograba entrar en mi cabeza para que yo fuera capaz de escucharlo, de entenderlo. Así surgió la pregunta acerca del mito de la creación.
—Para que puedan entender el origen de mi "magia" , deben conocer esa historia —repetí textualmente las palabras de Terco, como una grabación.
Namjoon-hyung se irguió levantando la mano como si de un estudiante de escuela se tratase. Y Terco asintió con su enorme cabeza felina mirándolo directamente.
—Según el mito de la creación de Dangun —empezó Nam-hyung—, *Hwanung anhelaba vivir en la tierra entre los valles y las montañas. Hwanin permitió que Hwanung y tres mil seguidores partieran y descendieran del cielo a un árbol de sándalo en la montaña Baekdu, entonces llamada montaña Taebaek . Allí, Hwanung fundó "Ciudad de Dios" y se otorgó el título de Rey del Cielo.
Mientras Namjoon-hyung nos narraba la historia, nosotros prestábamos absoluta atención. Papá me la había contado alguna vez, pero no le presté la suficiente atención en ese entonces. Ahora era distinto, totalmente distinto. Por alguna importante razón Terco quizo hablar de ese mito cuando le preguntamos acerca de su origen.
» En una cueva cerca del árbol de sándalo vivían un oso y un tigre que venían al árbol todos los días para rezarle a Hwanung. Un día, Hwanung le dio al oso y al tigre veinte cabezas de ajo y un poco de artemisa divina que habían traído del cielo... Hwanung prometió que si solo comían ajo mezclado con un poco de aquella artemisa y permanecían en la cueva fuera de la luz del sol durante cien días, los convertiría en humanos.
—¡Uugh! Yo nunca me aprendí tan bien alguna de esas historias —se burló Jung, aunque estaba impresionado con la habilidad de Nam-hyung para memorizar libros.
Minho-hyung chistó hacía el cara de caballo, otorgándole una mirada de reproche. A lo que éste tragó saliva avergonzado antes de volver a guardar silencio. Entonces Nam-hyung continuó:
—El tigre y el oso estuvieron de acuerdo y regresaron a la cueva, pero el tigre estaba demasiado hambriento e impaciente para esperar, entonces abandonó la cueva antes de que terminaran los 100 días. Pero el oso se quedó, y el día 21 se transformó en una hermosa mujer, que agradecidamente honró a Hwanung con ofrendas.
Jackson empezó a aplaudir y todos lo miramos con un gesto interrogante, a lo que se disculpó explicando que pensaba que ese era el fin de la historia. Minho le propinó un zape en la parte posterior de la cabeza al rubio y le pidió a Nam-hyung que continuara.
» Con el tiempo, la mujer se sintió sola y rezó a Hwanung para que pudiera tener un hijo. Entonces Hwanung la convirtió en su esposa y le dio un hijo llamado Dangun, un nombre que tiene dos significados: "Príncipe del Altar" y "sándalo". Dangun finalmente fundó Gojoseon.
—Esa es la versión que Hwanung y sus seguidores quisieron que se propagara —dije repitiendo palabra por palabra lo que dictaba la voz de Terco en su gran cabeza—, pero dicha versión no cuenta toda la verdad. Todos conocen el mito de la creación, pero ninguno sabe que hay muchos detalles errados en la historia.
Jackson empezó a reírse a carcajadas señalando hacia Nam-hyung.
—Tanto esfuerzo de aprendértela de memoria para nada —se burlaba el rubio hasta que percibió la mirada seria que le entregábamos todos, incluyendo a Terco—. P-perdonen, no volveré a interrumpir.
—Toda historia que implica a más de una persona tiene el mismo número de versiones. No es correcto escuchar solo una.
—Tiene toda la razón —corroboró Minho-hyung.
—Todos saben lo que pasó con el oso, pero nadie se pregunta qué fue del tigre que "supuestamente había escapado".
—Yo sí me he planteado esa pregunta —intervino Namjoon—, incluso quise investigar, pero no hay ningún dato sobre lo que le pasó después de escapar.
—Pues en realidad el tigre sí llegó a convertirse en humano. Durante el tiempo que debían permanecer en la cueva, en las noches, mientras el oso dormía, el tigre con la forma de humano se veía con su amada, pero una noche sucedió algo imprevisto, y si el tigre era descubierto sería castigado con la muerte, así que tuvo que huir y esconderse a petición de su desesperada amada, mientras ella se encargaba de encubrirlo todo.
—Esa nunca la vi venir —balbuceó Jackson, sumergido en cualesquiera que fueran sus pensamientos.
—Nadie se pregunta —continué repitiendo las palabras de Terco—, si Hwanung y sus seguidores eran seres del cielo, ¿por qué murieron como simples mortales? Los seguidores de Hwanung también venían del cielo y eran seres especiales, ellos también tuvieron sus historias, pero nadie las cuenta.
—¿Tú eras uno de ellos? —preguntó Namjoon-hyung con entusiasmo. Era la misma pregunta que también me hice—. Eres algo así como un cambiaforma, podrías ser un superviviente divino.
—No, no lo soy.
—Ay, ¡qué decepción! —se lamentó Jung—. Pensé que nos contabas la historia por que la habías visto en primera fila.
—De hecho, así es. No soy un ser divino, pero sí tuve un romance con una de ellos.
—¡Wow! —exclamaron todos casi al mismo tiempo.
Jung se removió feliz y atento en su asiento, Jackson miraba al tigre con admiración y Minho sonrió agachando la cabeza. Yo permanecía en modo robótico para que el momento no se arruinara. Reaccionaba a todo, solo que internamente.
—Ella era la sacerdotisa de la multiplicación, junto a la sacerdotiza de la flora, eran las encargadas de hacer germinar, crecer y multiplicar la planta divina que se menciona en el mito de la creación, la Artemisa Divina. Ella perdió la mitad de sus poderes la noche que se entregó a mí, y ese poder perdido fue transferido dentro de mi cuerpo.
—¿A eso te referías con que algo había salido mal? —quiso confirmar Nam-hyung a lo que Terco asintió mirando hacia él.
—Al perder parte de su poder, ya no era capaz de multiplicar la planta divina y, cuando llegó la escasez, entonces Hwanung y sus otros seguidores se convirtieron en humanos comunes, envejecieron y murieron como tales, incluyendo a mi hermosa Hang Heerae.
» Antes de morir, Heerae tuvo a mi hijo y este a su vez tuvo una hija, la cual fue nombrada como sacerdotiza, ya que había heredado los poderes de su divina abuela y, desde entonces, siempre seguí el rastro de nuestros descendientes, los cuidé y les enseñé las versiones reales de muchas historias.
Terco estiró una de sus patas delanteras hacia Jung.
» En las que estuve en primera fila, incluso, se podría decir que sobre el escenario.
Jung se sorprendió perdiendo casi todo su color con el contacto de la gran pata de Terco sobre su pierna y todos nos reímos de él.
» Por eso vine aquí para cuidar de mi descendiente más joven, pero no esperaba encontrarme con personas especiales que me llamaran tanto la atención, sobre todo alguien así de especial que me la recordara tanto a ella...
Terco hizo una larga pausa y me giré para mirarlo.
—¿Yo? —inquirí señalandome a mí mismo, elevando las cejas en asombro. Me ahorré las palabras que pensó a continuación porque me avergonzaban. Pero Terco me amenazó con no continuar si no seguía repitiendo todo tal como él me lo decía.
» ¿Entonces quiere decir que uno de sus descendientes trabaja en Full Moon? —traté de cambiar de tema, pero no me sirvió de nada. Terco ya no respondía preguntas, no pensaba ni una palabra.
El tigre desvió la mirada con cierto ceño fruncido. Quedó de esa manera casi por un minuto y los hyungs se vieron unos a otros confundidos.
—¿Qué pasa?
—Jungkook-ah tiene un corazón tan bonito como el de mi Heerae —mascullé avergonzado.
—¿Seguro que el tigre dijo eso? —Jung me otorgaba una mirada escéptica.
Los otros hyungs se miraban y se hacían gestos de burla unos con otros. Yo los observaba deseando que la tierra me tragara. Pero se detuvieron en cuanto Terco dejó escapar un gruñido.
Entonces al tigre se le borró el ceño incómodo. Sus labios se estiraron en una extraña sonrisa y de ellos solo se salían las puntas de sus grandes colmillos.
—Terco, por favor no sonrías, te vez siniestro —me sinceré en medio de un estremecimiento.
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Al llegar a la casa del chamán dejamos a Terco afuera para evitar que Soobin se llevara una fuerte impresión y para evitar un posible conflicto con el zorro que descansaba herido en medio del salón.
Tocamos la madera avisando en voz alta que éramos nosotros y un tímido Soobin nos abrió la puerta con la mirada gacha. Sus ojos estaban enrojecidos y un poquito hinchados. Había llorado.
El lugar donde dejamos al extraño zorro estaba vacío. Solo una mancha oscura de sangre junto a las mantas amontonadas.
De inmediato solté la tela anudada como hatillo que llevaba entre las manos; me dio igual que algunas de las bolitas de estiércol que eran las reservas del alimento de Terco se regaran por el piso; y tomé a Soobin por los hombros. El chico era más alto que yo, pero parecía un cachorrito abandonado.
—¿Estás herido? ¿Los hombres de Min estuvieron aquí? —Mis ojos repasaban su cuerpo en busca de alguna señal de golpes o heridas. Pensé que los hombres de Min se habían llevado al Zorro.
El chico negaba en silencio. Lágrimas empezaban a salir y a recorrer sus mejillas.
Jung se agachó para recoger los restos de la soga que yacían debajo de las mantas. Las puntas parecían machacadas, habían soltado al
Animal.
—Si mis compañeros hubieran venido, este chico no estaría aquí ahora —Jung negó serio arrugando las cejas.
—¿Entonces qué pasó? —pregunté al chico.
—Es que... —Soobin comenzó a titubear—. Es que... yo solo me distraje mientras estaba en la cocina, me tomé tiempo preparando los ingredientes porque el señor Oh casi no dejó nada en la despensa. Pensé que debían tener hambre cuando regresaran de su cacería y quería recibirlos con algo rico de comer. Pero...
Namjoon-hyung tomó la puta de los restos de la cuerda que Jung sostenía y miraba boquiabierto.
—La cuerda está triturada, el zorro debió romperla a puros mordiscos para escapar.
—Por supuesto, no creo que este chico fuera tan tonto como para soltarlo.
Soobin se inclinó sobre el piso frente a los pies de Minho-hyung, éste lo veía desde arriba con confusión en sus ojos y cierto disgusto.
—Por favor, señor Jeon, tenga piedad —Soobin rogaba para que Minho perdonara su torpeza.
—Por amor a los autos de lujo. ¿Qué crees que soy? No soy un monstruo como mi padre, novato.
—Por favor, levántate, chico —Namjoon tocaba el hombro de Soobin para que hiciera caso.
—¿Creíste que te iba a castigar por dejar escapar al zorro? —Minho lo miraba indignado.
Soobin asintió a punto de llorar otra vez.
—Es que he visto cómo trata al señor Nam y también vi cómo Jackson le teme a sus castigos.
Mi primo abrió y cerró la boca varias veces, indignado. Pero debía entender que el chico tenía un buen punto, eran suficientes motivos para generar una impresión equivocada.
—Al menos es un alivio que solo se fuera sin más y no te atacara —suspiré revolviendo el cabello del alto chico. Parecía muy sensible.
—Me pregunto cómo fue capaz de abrir la puerta. —Nam-hyung volvió a cavilar después de hablar, como si estuviera pensando en voz alta.
—¿A dónde creen que pudo haber ido? ¿Dónde podrá ir para estar mejor que aquí? —Mi primo solo prefirió alejar sus ojos de Soobin.
—Está herido, no llegará muy lejos —determinó Jung.
—¿Y si los centinelas lo atrapan de nuevo? —Me preocupé—. No lo van a tratar con gentileza. Deberíamos dividirnos en dos grupos —propuse—, uno para buscar a Jihyo y el otro para encontrar al zorro.
—¿Estás loco? —Minho no parecía estar de acuerdo con mi propuesta. Quizá él tenía un mejor plan—. No vamos a ir por ninguno de los dos.
—¿Qué? —Lo miré con incrédulidad.
—En la situación que estamos ahora —intervino Nam-hyung—, separarnos sería la peor decisión.
—Habla solo por ti —masculló mi primo.
—No, hyung —contradijo Jackson—. Namu tiene toda la razón, todos estamos en problemas por mi incompetencia.
—Jackson-ssi hoy pasaron otras cosas que aún no sabes —Nam-hyung miraba al otro rubio con suma seriedad.
—¿Cómo qué?
—Puedes estar tranquilo —respondió Minho-hyung con una media sonrisa—, si de provocar dolores de cabeza a papá se trata, Jungkook-ah se ha llevado la corona hoy.
Lo miré perpeplejo y luego sonreí cuando mi primo me otorgó una mirada llena de orgullo.
—De acuerdo, no nos separemos, pero hay que buscar a Jihyo —insistí.
Minho me señaló mientras volvió a mirar hacia Jackson con una expresión que decía: míralo, aún no tiene suficiente. Luego caminó hacia Jung provocando que éste retrocediera algo confundido.
—Te probaré que Jihyo debe estar bien —prometió Minho abriendo el abrigo de Jung con una mano y metiendo la otra en el interior—. Y no te preocupes por un zorro mal agradecido. Él fue quien decidió dejarnos.
Hyung continuó revisando a Jung, quien se quedó perplejo y algo disgustado por la intromisión del moreno, pero igual no puso ninguna resistencia.
—Hablas del animal como si se tratara de una persona —reclamé indignado—. Se escapó porque...
"¿Me sacaron de mi linda cueva para dejarme morir aquí? ¿Saben que hace frío afuera, verdad?".
—¿Porque qué...? —instó Jackson hacia mí.
—Terco... —articulé antes de correr hacia la puerta.
»Lo siento mucho, Terco...
"Para tu información tengo nombre y apellido". Pensó el tigre dirigiéndose hacia el interior de la casa. "¿No pensaban dejarme afuera todo el resto del día porque soy un animal o si?".
—Lo olvidé, lo siento mucho.
El tigre patinó un poco con sus patas traseras, por lo que se detuvo a fijarse en lo que había causado su desequilibrio.
"Mis píldoras. Cómo se atreve". Un gruñido ronco y grave reverberó en la garganta del animal.
Fui detrás de él para explicarle y pedir disculpas por mi error y para cuando me giré después de cerrar la puerta se había escuchado un fuerte y seco golpe en el piso. Soobin se había desmayado por la impresión.
"¿Y no se supone que me dejaron afuera para explicarle al chico y evitar que colapsara al verme?". Espetó Terco. "Son unos tarados".
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En la casa del señor Oh solo había un baño y terco era muy grande para el pequeño espacio, así que acordamos ir al Centro de los novatos. Los baños comunes estaban dentro de la estructura y, según Jung, no eran tan cómodos como el de los guardias de negro, pero era mejor que nada.
Soobin nos acompañaría, ya que él conocía la mejor ruta para no encontrarnos a ningún centinela dentro o fuera del Centro de los novatos. Sabía exactamente a qué hora todo se cerraba, así que no sería hasta muy tarde en la noche y por lo tanto, continuaríamos soportando el olor a gasolina que transpiraba el gran animal.
Minho se había apoderado del transmisor de Jung y éste lo miraba con desaprobación, aunque no se atrevió a refutar. Todos estábamos más que embarrados con el mismo lodo. Todos teníamos el mismo blanco en la espalda. Una regla más o una menos, a ese punto ya no hacía diferencia.
Minho usó el transmisor de Jung para comunicarse con Jinyoung, éste nos dijo que el panorama se estaba poniendo color de hormiga y que cosas malas estaban a punto de pasarnos a todos, nos preguntó si estábamos bien e insistía en saber nuestra ubicación. Probablemente por órdenes de Min. Era obvio que ellos sabían donde estábamos. Lo extraño es que no habían enviado a nadie por nosotros.
—Desearía que las diferencias entre ustedes y el señor Jeon se arreglaran y que ahora estuvieran con nosotros.
Fue un alivio saber que Jihyo se encontraba en el hospital y al mismo tiempo saber que a Jinyoung le funcionó bien su plan para salir ileso. Minho-hyung lo había contactado a él para preguntar por la pelirroja y resultaba que precisamente hacía un par de minutos que la chica había aparecido sola a las puertas de la mansión. Jinyoung dijo que no la vio, pero sus compañeros murmuraban que ella informó que se había caído por un barranco y llegó cojeando y con un fuerte golpe en la cabeza. Entonces por eso la llevaron al hospital de inmediato.
—No lo van a creer, pero los novatos vieron a otro zorro como el que atropellamos esta mañana. Lo persiguieron, pero éste era más astuto y no pudieron atraparlo, aunque sí lograron herrirlo.
Cuando Minho-hyung terminó la transmisión, todos nos quedamos boquiabiertos.
—No era otro zorro, ¿verdad? —El rostro de Jung tenía una expresión inquietante, casi de súplica—. ¿Creen que en Full Moon habrá una manada?
—Esperemos que no —suspiró Nam-hyung—, esperemos que haya sido el mismo de esta mañana.
Minho-hyung deslizó su manga izquierda para dejar a la vista su reloj de pulsera.
—Apenas son las 4:49 p. m. Necesito tomar una siesta. Les sugiero que nos turnemos. Es preciso descansar, lo que nos espera es mucho más de lo que imaginamos soportar.
—Habla solo por ti, hyung —replicó Nam-hyung con cierto deje de burla—a nosotros nos quemarán vivos, mientras que a ti y a Jungkook solo los golpearán un rato.
Jackson se estremeció y Soobin repartía miradas asustadas en cada uno de nosotros. Minho ignoró el mal chiste y se echó sobre el mueble de cuatro plazas cerrando los ojos de inmediato. Me recordó el día que lo conocí, había adoptado la misma posición relajada con un brazo sobre la cabeza para tapar sus ojos.
Jung se acomodó en el segundo mueble más grande.
—Tenemos que permanecer juntos, así que acomodémonos cómo se pueda.
—Yo haré el primer turno —Me ofrecí.
"Yo te acompaño". Pensó Terco.
—Todos han debido pasar por mucho hoy, así que yo acompañaré a Jungkook-sunbaenim en el primer turno.
—Pero ya Terco...
Un leve, pero amenazante gruñido salió de la garganta del tigre alertando a todos.
"Ho Rangi". Pensó Terco, mirándome con fijeza. "Rang-i, no Terco".
—¿Rang...i? —repetí incrédulo a punto de burlarme. Se me hacía gracioso el significado tan simple de su nombre.
El gran tigre movió su pesada cabeza asintiendo.
—¿Qué pasa? —cuestionó Minho, sentándose en el mueble que ocupaba. Todos se habían quedado observándonos.
—El hará turno conmigo —informé señalando al tigre.
Soobin agachó la cabeza y retrocedió apenado.
—Lo siento, Soobin, pero Ter... digo, Rangi habló primero.
—¿Quién? —preguntaron todos los hyungs casi al mismo tiempo.
—Es su verdadero nombre, no le gusta que lo llamemos Terco —aclaré señalando hacia el tigre.
"Por favor, recoge todas mis píldoras antes de que salgamos. Te dije que son tan importantes como mi vida, no puedo desperdiciar ni una sola".
—Qué bueno que tiene un nombre, porque eres pésimo poniéndolos —murmuró Minho reacomodándose sobre sofá tomando su posición anterior.
Mientras recogía las píldoras, Soobin imitó mi acción de inmediato y entonces sentí una mano sobre mi hombro izquierdo. Era Nam-hyung.
—¿Rangi te pidió que hicieras eso? —preguntó a lo que yo asentí en silencio—. Entonces yo me encargo, ustedes vayan a iniciar su turno. Calculo que dos horas serán más que suficientes. Después seguimos Jung y yo.
Jung levantó una mano perezosa manteniendo los ojos cerrados, estaba echado y listo para dormir.
—Puedes ir con ellos, si lo deseas —le propuso Nam a Soobin—. Solo necesitaremos tres turnos y el tercero lo harán Jackson junto a nuestro buen hyung.
Soobin sonrió y Nam le devolvió la sonrisa, por un momento tuve envidia de ambos por los hoyuelos que se formaban en sus mejillas, sus sonrisas los hacían más atractivos.
"¿Qué esperas para abrir la puerta?" Rangi perdía la paciencia con facilidad, ya me estaba aprendiendo su verdadero carácter.
—¿Sabes? No eres tan adorable como pensaba —le comenté al tigre mientras habría la puerta.
—Esperen —solicitó Soobin—. No, olvídenlo, vayan primero, ya los alcanzo.
Me senté próximo a la mesa debajo del toldo de la ventana, igual la niebla no dejaba ver a la distancia, pero si un auto se acercaba podríamos ser capaces de visualizar sus luces antes de escuchar su motor. Rangi se acomodó a mi lado.
"Tengo muchas preguntas e imagino que tú también, Jungkook-ah".
—Lo que tengo es mucha vergüenza contigo, ¿no puedes solo olvidar todo lo que te he contado sobre mí?
"Cómo olvidarlo". Rangi empezó con su risa aterradora y me provocó escalofríos.
—¿Podrías parar de tratar de reír como humano? Es aterrador.
"No te avergüences por lo que sientes. He visto generaciones pasar y también he visto cómo van cambiando los tiempos. Una cosa no ha cambiado desde el principio, amor es amor. Es algo que no se puede negar ni alterar, es lo único capaz de trascender la distancia, el tiempo e incluso la muerte, nos vuelve capaces de soportarlo todo".
Mis ojos se humedecieron mientras escuchaba las palabras de Rangi. Él estaba respondiendo a esas veces que simplemente me desahogaba contándole a un conejo lo que nunca le contaría a nadie más. Pensé que el viento se llevaría todas mis confesiones.
—Gracias —dije limpiando una lágrima que ya se había enfriado sobre mi mejilla.
"Hay distintas clases de amor. Y tú sientes amor por tu hermana de una forma tan intensa que te hace ser ciego, pero no del tipo ciego que no ve, sino del que no quiere ver".
—Ya sé por donde quieres ir.
"Ese día cuando al fin conocí a Kakita Nayeon, tal vez no fue suficiente para juzgarla, pero me pareció muy distinta a la forma en que la describías. Pareciera que la dibujabas y quien aparecía en tus bocetos no es esa hermana, sino la que quisieras que fuera".
Recordé ese día al final del túnel que conduce al Domo, cuando Jin-hyung me habló de mi hermana y me pidió que abriera los ojos. Asentí, apenado y sonreí triste. Me sentía como un niño en la playa jugando en la arena armando un hermoso castillo, una y otra vez, por más veces que las olas o el viento lo derribaran.
Quería justificar a la Kakita que Rangi conoció aquella madrugada, pero ya no tenía palabras para rebatir. Ya no tenía más fuerzas para volver a levantar el castillo de arena.
—Yo no soy un santo —murmuré con los hombros caídos—. También he sido muy egoísta. Y el pobre Taehyung solo está en medio de nosotros. Las personas que más amo, ambos están sufriendo por mi culpa.
Rangi y yo volteamos a ver cuando escuchamos pasos que provenían de la entrada principal.
—¡Miren lo que traje!
Era Soobin traía un telmo pequeño, seguramente con té caliente, unas mantas y unas capas de plástico blando con colores distintos.
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Soobin nos guiaba mientras nos escabullíamos dentro de las instalaciones del centro de los novatos. Dijo que la misión resultó mucho más facil de lo que esperaba. Y todos estuvimos de acuerdo. Namjoon nos aseguró que nos tocaría noquear a uno o dos guardias de turno dentro del plantel, sin embargo, no fue necesario, ya que la ruta que habíamos tomado estaba totalmente despejada.
Estábamos en los baños comunes del Centro, todo iba bien, incluso cuando se produjo un ruido contundente al encender la bomba para el calentador del agua, sin embargo, nos sentimos aliviados cuando nadie acudió a revisar el area.
Rangi fue el primero en meterse a las aguas termales. Nos deshicimos de la ropa con rapidez para seguirlo. Todos conservaron sus talismanes excepto yo, porque no llevaba, algunos los amarraron a sus muñecas, otros a sus tobillos.
En el instante en el que Jackson y Jung empezaron un retozo de manos todo se transformó. En algún momento el pañuelo de Jung se soltó de su tobillo y él no lo notó, desde entonces empecé a escuchar algunos de sus pensamientos. Muchos de estos eran muy propios de él, mas cuando Jackson lo dejó de molestar, luego empezaron a tornarse algo intrigantes.
"Me pregunto si estarás enterada del lío en el que tu hermano me ha metido".
Al principio me preguntaba si el cara de caballo estaba pensando en mi hermana o en el hermano Minho-hyung. Pero hasta donde sabía, yo fui quien lo metió en todo el problema, y además, nadie excepto la señora Kim sabe que Jin y Minho son hermanos, por lo tanto, se trataba de Kakita. Entonces se me hizo muy extraño que Jung estuviera pensado en ella con aquel sentimiento de añoranza.
Para mí gran sorpresa, aquellos pensamientos solo fueron en aumento, así como Taehyung no salía de mi cabeza, Nayeon no salía de la mente del cara de caballo, lo que pasó de parecer anormal a ser un poco alarmante. Por un buen rato lo dejé ser, pero sin dejar de indagar en sus pensamientos. Decidí no preguntar nada, apenas estaba descubriendo que Jung seguramente estaba enamorado entre las tripas de mi hermana. Sin dejar de indagar en sus pensamientos, descubrí que aquellos se intensificaron mucho más después de que el retozo infantil con Jackson hubo terminado.
"Cuanto daría por tener esta clase de libertad contigo. Cuánto extraño los días tranquilos y felices en Seúl".
Lo vi soltar un suspiro después de tener ese pensamiento. Me sorprendía la claridad con la que lo estaba escuchando en cuanto dejó de juguetear con Jackson, pero más me sorprendía lo que estaba descubriendo. ¡Sí que estaba enamorado!
La cabeza me empezaba a doler otra vez, pero le resté importancia.
—¿Qué?, ¿por qué me miras así? —inquirió Jung con un gesto descolocado hacia mí.
No me percaté de que lo estaba observando con poco disimulo.
—¿Así cómo? No te estoy mirando de ninguna forma —respondí entrecerrando los ojos y apretando los labios para evitar sonreírle o burlarme de él.
Todos permanecíamos quietos porque Minho había empezado a lanzar preguntas hacia Rangi. Y entonces tuve que lidiar con los pensamientos tanto del tigre como los del cara de caballo.
—¿Por qué son tan importantes esas bolitas de kaka que conservabas en la cueva? —Minho-hyung estaba interesado en saber.
"No son bolitas de kaka, es mi alimento". Espetó el tigre mentalmente, mirando con seriedad hacia mi primo, mientras soltaba un breve y casi imperceptible gruñido. Tuve que empezar con mi trabajo de mensajero, articulando cada palabra de Rangi para los hyungs. "Mi poca energía fue gastada en la transmutación de conejo a tigre". Prosiguió Rangi.
"Si te dijera que a tu hermano le importa más un tigre que su hermana, no me lo creerías, incluso no solo parece haberse olvidado de ti". Los pensamientos de Jung casi se mezclaban con los de Rangi.
"No fue fácil tomar una forma natural debido al tiempo que llevaba sin alimentarme de mis preciadas píldoras". Repetí las palabras de Rangi con un poco de dificultad debido a que mi concentración estaba dividida en dos mentes a parte de la propia.
"Está tan entretenido que también parece haber olvidado al señor Kim". Apreté los puños con algo de enojo y casi estuve a punto de responder a ese pensamiento a Jung, pero respiré hondo para contenerme.
"Cuando esté más recuperado voy a poder comunicarme con los humanos por medio del habla. Estoy seguro de que les encantará mi voz". Mascullé el mensaje de Rangi con los dientes apretados. Ya estaba molesto.
¿Quién se creía Jung para estar tan seguro de que me había olvidado de Taehyung?
Soobin y los mayores, incluyendo a Jung, empezaron a reírse pensado que todo era un chiste. A lo que Rangi se molestó un poco soltando un gruñido más real.
—Basta, no se rían. Rangi se está molestando —les advertí, logrando que sus risas se apaciguaran.
"La verdad no se está mal aquí, pero sé que las consecuencias que nos esperan, podría incluir un despido o peor, si los rumores son ciertos, podría terminar muerto y ese es mi mayor temor. No tener otra oportunidad para estar contigo, para tenerte entre mis brazos, para volver a hacerte y sentirte mía, solo mía".
Con cada palabra que se formaba en la mente de Jung, sentí las venas palpitando en mi garganta, mi dentadura tronó de tanto apretar la mandíbula. La ira casi me hizo volar y me moví tan deprisa que en un abrir y cerrar de ojos me encontraba encima de él partiéndole la cara y todo lo que podía destrozar de su cuerpo al paso de mis puños.
Jung me devolvió un par de golpes con torpeza y luego me empujó usando sus pies para alejarme de él, eso hizo que aumentara más mi rabia. Un bramido desgarraba mi garganta mientras salía de ella con la fuerza de una tormenta, mas, antes de que me le echara encima de nueva cuenta, los hyungs se opusieron y me sostuvieron con bastante dificultad. Sus voces eran lejanas e inentendibles, mi cuerpo y mi sangre quemaban cualquier sonido, las palabras eran acalladas por el coraje que sentía.
Poco a poco fui recobrando la cordura. Y empecé a prestar algo de atención a lo que me decían los mayores.
—¿Te volviste loco, Jungkook-ah? —gritaba Minho-hyung. Su ceño fruncido en una mezcla de reproche y confusión.
—Por un momento pensé que estaba poseído —Nam-hyung exhaló poniéndose la mano en el pecho, como si acabara de pasar un buen susto—. En verdad me asusté.
—Yo también, fue como si ese no fuera él —corroboró Jackson retirando su agarre de mi pierna derecha y poniéndose de pie mirándome con los ojos desorbitados.
—Eso fue raro, nunca lo había visto enfadarse. Da mucho miedo —El pecho de Soobin subía y bajaba.
"¿Qué fue lo que pensó ese chico que te hizo enojar tanto? Es lo que me pregunto yo". Rangi también había salido del agua con la humedad escurriendo por todo su pelaje.
No le respondí a nadie. No era capaz de emitir una palabra. Mis oídos zumbaban de una manera extraña, mi pecho aún subía y bajaba y mis puños seguían apretados con la misma fuerza, listos para seguir destrozando al maldito cara de caballo.
Me estaba viendo la cara. ¿Cómo se atrevió a tocarla?
Empecé a imaginar cosas desagradables, realmente repugnantes. Ahorra cabía la posibilidad de que el sucio cara de caballo fuera el padre de mi sobrina. Y yo como un idiota pensando que Nayeon había recurrido a un proceso de inseminación. Jung me estaba viendo la cara de pendejo. ¡Qué estúpido fui!
Jung intentó salir de la tina por sí mismo, sin embargo, al ponerse de pie se desplomó y al caer se golpeó la cabeza contra una roca antes de parar casi desmayado sobre las baldosas. La sangre empezó a emanar de su cabeza. Se había herido cerca de su sien por el golpe de la caída.
Nam-hyung trató de evitar que derramara la menor cantidad de sangre posible sosteniendo apoyando su mano en la herida abierta.
Soobin llegó con una cajita de primeros auxilios, pero Namjoon negó preocupado.
—Hay que llevarlo al hospital, ahora.
Ni bien Nam-hyung pronunció esas palabras que Minho, quien ya se había colocado sus ropas al igual que Jackson, se agachó para levantar a Jung en brazos.
—Soobin, trae algo para cubrirlo del frío —ordenó mi primo mientras caminaba hacia la salida del baño común—. Jackson consigue un vehículo, no importa cómo.
Soobin tan solo llevaba una bata de baño y así salió a buscar algunas toallas. El resto nos movimos para vestirnos con las prendas de uniforme de los novatos que se encontraban en un compartimento que previamente había sido señalado por Soobin. En cuanto Jackson se colocó su abrigo encima del uniforme gris oscuro, salió corriendo a todo velocidad.
Nam se inclinó cerca de Rangi y le dijo algo que no alcancé a entender. El tigre se dio la vuelta hacia las aguas termales sumergiéndose de nueva cuenta.
—¿Qué haremos con el tigre? —preguntó Nam-hyung a Minho-hyung—. Esto podría ponerse peor.
—Debemos permanecer juntos —respondió mi primo— todos iremos al hospital del doctor Um.
Rangi volvió a salir del agua con el talismán de Jung yaciendo sostenido entre sus incisivos.
Namjoon se estaba vistiendo, había envuelto la cabeza de Jung con las gazas que había en la cajita de primeros auxilios cuando Soobin llegó con unas mantas. Luego, tomó el talismán que Rangi le ofreció y lo amarró a la muñeca de Jung.
—Vayamos hacia la salida. Soobin, vístete y trae ropa para Jung, no olvides su abrigo —Minho caminó lo más aprisa posible con Nam-hyung detrás a medio vestir—. Jungkook consigue otro vehículo y alcánzanos con Soobin y el tigre.
"¿El tigre?, ¿ahora soy el tigre? Ya saben mi nombre, ¡no soy una mascota!".
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*Hwanung ( en coreano , "Supremo Regente Divino") es una figura importante en los orígenes mitológicos de Corea . Desempeña un papel central en la historia de Dangun Wanggeom (단군왕검/檀君王儉), el legendario fundador de Gojoseon , el primer reino de Corea. Hwanung es el hijo de Hwanin (환인;桓因), el "Señor del Cielo". Junto con sus ministros de las nubes, la lluvia y el viento, instituyó leyes y códigos morales y enseñó a los humanos diversas artes, medicina y agricultura.
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