Capítulo 14
Capítulo 14
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REENCUENTRO INESPERADO
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⊰─⊱Jeon Jungkook ⊰─⊱
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Nos encontrábamos a punto de tomar el desayuno en la cocina. Fue una de mis condiciones para aceptar la invitación de mi tío. Cuando Namjoon-ssi me dio la noticia de que por orden del Tío Canas se me daría un tour por la zona industrial aledaña a Full Moon, me contenté con eso. Eunwoo-ssi sabía que me gustaría la idea de salir de la mansión, por eso estaba tan animado cuando fue a mi habitación más temprano con Namjoon-hyung. Yo acepté gustoso, al menos podría servirme de distracción.
Pude escuchar una voz conocida a mis espaldas avisando que requerían de mi presencia en el salón del comedor.
Cuando me giré el cara de caballo tenía los ojos fijos en mi rostro, expectante.
—Dile a mi tío que no quiero tomar el desayuno en ese lugar —clavé mis ojos de forma fría en los del mensajero.
Jung Caballo frunció el ceño con clara confusión.
—Pero, es que el señor Kim no hace más que preguntar por usted y...
Al escuchar esa declaración un frío vertiginoso se arremolinó dentro de mi estómago. Quería que Jung completara sus palabras, pero fue interrumpido por Namjoon-hyung.
—Haz como dice el señorito para ayudar a evitar un posible conflicto que nos pudiera afectar a todos, además aquí solo tomaremos un desayuno breve porque debo dejarlo en la fábrica para que reciba un tour, se me hará tarde para ir a la empresa si espero a que desayune con los señores.
El tipo se quedó procesando la petición de Namjoon-hyung.
—¿Podrías informar que ya nos encontramos de camino hacia la fábrica?
El castaño lo sopesó un poco más, hizo una mueca rara con sus labios que provocó que se formaran ciertos hoyuelitos cerca de las comisuras de sus labios y sin decir palabra, luego de unos segundos, asintió y se fue.
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Nos habíamos bajado del auto, desde el principio, dudaba de las palabras de Namjoon-hyung, pero guardaba con atrición la esperanza de que él aún me colaboraría con el plan de escape de Full Moon.
Caminábamos por lo que parecía un parque natural por caminos estrechos y adoquinados que atravesaban pequeñas arboledas que, a su vez, eran cobijadas por altísimos e imponentes árboles. A los lejos pude visualizar una edificación que mientras más nos acercábamos más daba la sensación de parecer una nave industrial. No tenía un diseño como las otras edificaciones que vi al pasar todo el camino hacia allí, sin embargo, en su estructura plana de un color uniforme y apagado, tan desaborido y gris como mi estado de ánimo, era tan extensa que la vista no me alcanzaba para verle el fin.
Comencé a ver personas a los lejos, se veía como un lugar común de trabajo, lejos de adoptar esa aura de misterio casi palpable que solo existe en Full Moon, al menos en la mayoría de los casos.
—Todo esto, sigue siendo propiedad de Full Moon, aquí traen la mercancía en bruto para su fundición y conversión. Tu tío dijo que necesitabas empezar por lo básico.
Miré extrañado al rubio, mi ceño fruncido denotando mi clara confusión.
—Jackson necesitaba ganar un par de rayas con el señor Jeon—de repente el volumen de su voz adoptando un rápido susurrar—. Lo siento, después de hablar con él ayer el viejo se enteró de todo lo que sabes, incluso mintió diciendo que confesaste haber encontrado una extraña llave.
Detuve mi andar y unos pasos más adelante el empresario y Eunwoo imitaron mi acción.
—¡No te asustes! El viejo no está enojado contigo, al contrario, piensa que eres merecedor del apellido Jeon por tu astucia.
Ahora estaba todavía más confundido.
—Minho se encargó de hacerte lucir, corroboró el embuste improvisado por Jackson y vualá, creo que eso sirvió para que el señor Jeon cambiara un poco su mala impresión de ti.
Yo seguía sin comprender del todo qué parte de lo que me estaba diciendo tenía que ver con traerme a visitar y conocer su negocio.
—¿Antes no era un Jeon y por una mentira ahora sí lo soy? —pregunté sarcástico elevando una ceja.
Una media sonrisa se dibujó en los labios del rubio. Comprendiendo que yo estaba recuperando mi humor.
—Tu tío pensaba que eras un vago, pero Jackson le soltó todo lo que le contaste sobre ti, sobre la señora Choi y su familia.
—No le conté, bueno él... él pregunta demasiado —quise defenderme.
Una risa nasal que fue interrumpida abruptamente en cuanto inició, Namjoon-hyung se llevؚó un puño cerrado a los labios y se aclaraba la garganta.
—¡Es lo mismo! El caso es que el señor Jeon no sabía que te pasaste todos estos años partiéndote el lomo trabajando para mantener a tu hermana y a la señora choi y a su hija, Mina, así se llama, ¿no?
Yo intenté decir algo, pero cerré la boca en medio de mi desconcierto. El rubio desvió la vista hacia dónde yo lo había hecho un segundo antes, un hombre bajito y rechoncho, con una calva pronunciada y brillante se aproximaba hacia nosotros.
—Podré explicarte todo de forma más calmada en otro momento. Por el día de hoy, trata de despejar tu mente y relajarte un poco —Nam explicó de forma rápida y atropellada, casi mascullando las palabras.
El hombre rechoncho se detuvo a unos pocos metros de distancia.
—Bon jorno, Seniore. ¡Bienvenidos sean todos! —el tipo tenía rasgos occidentales, incluso su acento lo era.
Namjoon-hyung respondió el saludo e inmediatamente dirigió su atención a su muñeca, deslizando un poco la manga para dejar descubierto su reloj de oro, el cual era casi idéntico al del tío Canas.
Bien, a partir de este momento estarás en compañía del guía. Debo presentarme y cumplir mi turno en la oficina.
El señor bajito y regordete alzó un dedo y se giró para alejarse un poco más de nosotros al tomar una llamada. Debía ser alguien muy importante por la forma en que su rostro gesticuló una mueca de asombro luego de ver la pantalla de su celular.
—Lo siento muchio, seniore Namjoone, no poder ayudarlo, se presentó otra cita de último minuto, un tour privado para el seniore Jeon y su sobrina —se disculpaba a medida que volvía a acercarse a nosotros.
Sacó un pañuelo del bolsillo de su pantalón y empezó a secarse el sudor del rostro y de su calva.
Nam se le quedaba mirando con cara de incredulidad y el hombre rechoncho reaccionó dando un brinquito casi imperceptible antes de mudar otros pasos para acercarse a mí.
—Soy Jucepe, mucho gusto, soy el ingeniero a cargo, pero no se preocupe, su tour no será interrumpido, uno de mis pupilos se encargará de ello.
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Estabamos a las afuera de la nave, sentados en un banquillo. A pesar de tener la compañía de Eunwoo-ssi, de pronto me sentía perdido sin Namjoon-hyung. Sentí que el viejo rechoncho solo se deshizo de nosotros para poder atender al tío Canas y a Kakita, claro las personas importantes eran ellos y debían ser atendidos por el personal a cargo. Lo podía entender perfectamente, yo no era nadie, mientras que ellos son el señor Jeon y la prometida del señor de Kim.
Me reí porque imaginé que tomar el mismo tour que yo en la fábrica debía ser idea de ella y la imaginé haciendo mucho *aeggeo para convencer al tío Canas para que accediera.
«Ella será feliz aquí, tan feliz como siempre quise, tendrá todo lo que soñó, no le haré falta cuando me vaya».
Tragué saliva por la mezcla de sentimientos que ese pensamiento provocaba en mí.
El guía nos condujo a un pequeño jardín en las afueras de la fábrica nos solicitó que esperáramos allí a su pupilo, quien se encargaría de darnos el tour a Eunwoo-ssi y a mí.
Llevábamos unos cuantos minutos a la espera, pero no había señal de nada.
El lugar era pacífico y hermoso, las avecillas parecían migrar de un lugar hacia otro. Estaba ocupado preguntándome el porqué de su comportamiento cuando una risa traída por el viento le dio un toque de vida a mi momento de aburrimiento, pero ésta no sonaba como una cualquiera, era una risa muy conocida para mí.
«Jimin».
«¿A caso lo extraño tanto que hasta oigo su risa?».
—Oigo una risa a los lejos, ¿también puedes oírla, Eunwoo-ssi? —me arriesgué a preguntar cuando ese sonido glorioso llegó hasta mis oídos por dos ocasiones más.
—Por supuesto, Joven Jungkook, viene desde el norte.
La curiosidad que siempre me hace actuar de forma arrebatada e insensatamente, era la culpable de que me hallara en camino, rumbo hacia el norte con un Eunwoo, chocando su bastón en la hierba y por el aire, apurando sus pasos de forma torpe, tratando de seguir los míos que ya me llevaban hacia donde se originaba aquel entrañable sonido.
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Eso explica porque Jimin siempre mantuvo el código de nunca hablar de su trabajo, nunca me dio alguna razón y yo terminé pensando lo peor, lo juzgué mal porque no le creí que no podía contarme nada de su trabajo, pero es que, ¿quién demonios imaginaria que existiría algo como Full Moon?
Cuando él me decía que en su trabajo lo jubilarían joven, que cuando cumpliera 10 años de servicio, según su contrato laboral obtendría un beneficio único que forma parte de una tradición exclusiva de la empresa y por eso necesitaba que yo lo esperara, que porque he esperado a un espejismo sin nombre por 10 años siendo un imposible, lo podía esperar a él, asegurándome que regresaría a mí como un hombre libre y rico, muy rico, así ya no tendría que preocuparme de trabajar como loco para satisfacer las necesidades de Nayeon, ya que ella nunca se casaría porque el príncipe que ella ha soñado toda la vida nunca llegaría y yo tendría que cargar con esa maleta hasta el día que uno de los dos dejara este mundo primero.
Al recordar lo difícil que fue sacarle esa poca información, lo único que se me vino a la mente fueron trabajos en drogas, sicariato o de prostitución.
Pero no, para que la culpa me diera tremendo puñetazo en el puente de la nariz. Ahí estaba él tan sonriente y angelical como siempre, hablando de forma amena y confianzuda con...
¿El maldito cara de caballo?
La euforia que estaba sintiendo al encontrarme a Jimin aquí, se cambió por un extraño sentimiento de furia que debía contener a toda costa.
¿Por qué se ven tan cercanos?
Sin pensarlo me acerqué hasta ellos, pero estaban tan relajados y divertidos que no se percataron de que había una persona más cerca de su entorno. Carraspeé lo más fuerte que pude para que al fin notaran mi presencia.
Al girarse para verme sus risas se cortaron de inmediato.
Jung parecía molesto, frunció su entrecejo en señal más de disgusto que de confusión.
—La entrada a la fábrica está al sur de aquí, ¿Eunwoo dejó que te perdieras en el camino? —se burló con voz socarrona.
Pero no podía darle menos importancia, así que decidí ignorarlo por completo. Mis ojos se mantenían puestos en ese bello rostro que tanta falta me estaba haciendo estos últimos días, mi mente amenazaba con desestabilizarse al pensar que estaba alucinando.
Él estaba paralizado, su rostro irradiaba miedo. ¿No se alegraba de verme?
Yo iba a llamarlo por su nombre para que reaccionara, pero él se adelantó y habló primero. su rostro enjuto había borrado todo rastro de felicidad en él. Verlo tan serio de pronto, me hizo pensar que estaba observando a otro Jimin.
—¿Lo conoces, Jung?
—Por supuesto que sí, es el so...
—Entonces no se diga más, me retiro, los dejo para que conversen tranquilos —soltó Jimin, dejándome desconcertado antes de que me diera cuenta de cómo Jung lo detenía tomándolo por el brazo.
—Espera, no tengo nada que hablar con él, vamos juntos. Cuento con una hora libre, ¿echamos una partida?
Yo los miraba con la boca abierta, no podía creer lo que estaba presenciando. ¿Acababa de ser ignorado por Jimin? ¿Por qué actuaba como si no me conociera?
Por un momento muy efímero sentí los ojos de Jimin posarse sobre los míos.
Lo escuche decirle a Jung que no le gustaba la idea de que los vieran tanto tiempo juntos y el cara de caballo me echó una mirada desdeñosa antes de darle la razón. Terminaron por despedirse luego de que Jimin le susurrara algo al oído.
Ambos observamos la espalda de Jung alejarse hacia el sur y perderse en la distancia.
Jimin suspiró con gran alivio y me miró de soslayo para regalarme una de sus hermosas sonrisas. Pero de pronto miró detrás de mí y su cuerpo se tensó nuevamente, su rostro adoptando aquella seriedad que no combinaba con él.
Si no fuera porque Eunwoo-ssi por fin me había alcanzado, Jimin y yo quedaríamos completamente solos.
—Eunwoo-ssi ¿Podrías volver al lugar donde teníamos que esperar al pupilo del ingeniero? Yo te alcanzaré más tarde.
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Desde el momento en que Eunwoo-ssi tomó suficiente distancia. Jimin se acercó a mí. Yo abrí los brazos sonriendo hacia él para recibirlo con un acalorado abrazo.
—¿Cómo me encontraste? —es lo primero que preguntó sin un atisbo de alegría, dejándome con los brazos al aire y más que descolocado.
Jimin actuaba con mucho recelo, hablaba entre susurros y miraba hacia todos lados como si estuviera cometiendo delito por dirigirme la palabra.
Yo me llevé una mano hacia la nuca, para disimular un poco el sentimiento herido por el desaire de Jimin-ssi.
—Te encontré por casualidad —me encogí de hombros, respondí adoptando un aire falsamente despreocupado—. Llegué hace alrededor de un mes.
Jimin se fue acercando más a la vez que volvía a repasar todo nuestro entorno con la mirada cautelosa y ansiosa.
—Te dije que me esperaras —me reprochó dando un golpecito en mis pectorales con la palma de su pequeña mano—, pero me alegra que estés aquí. ¿Tanto me extrañaste? —agregó sonriente y feliz.
Mi cuerpo se relajó al ver otra vez su hermosa sonrisa. Y respiré aliviado de que ahora el regalo de su gesto feliz fuera para mí.
«Tan adorable como siempre. Pero no seré tan flojo con él, debe pagar por su desaire».
—Ya te dije, solo ha sido casualidad —lo miré de arriba hasta abajo como si de un escáner se tratara, llevaba la misma indumentaria que Jung, Min y sus hombres—. ¿Se supone que eres del equipo de seguridad? Aquí todo es un misterio, ¿esa es la razón por la que no podías explicarme tu trabajo? ¿Sabes que llegué a pensar que entraste al tráfico de drogas o de armas o mínimo a la prostitución?
Me miró exagerando su expresión de ofendido.
—¿Me crees capaz de caer tan bajo?
Quería hacerme el rudo con él, pero al momento de ver su reacción exploté en carcajadas. Ahora que lo pienso, no sé cómo se me pudieron haber ocurrido tales pensamientos. Jimin siempre sería Jimin y a decir verdad es difícil imaginársele en asuntos de índoles tan perversas y descabelladas.
Negué aun riendo y él también empezó a reír entendiéndome sin haberle dado ninguna explicación, sin haber pronunciado una respuesta. Jimin siempre será Jimin, pero había algo nuevo, algo distinto en su forma de mirarme, ya no ponía esos ojitos de borreguito que me hacían convertir en un ser más blando que la gelatina. Este lugar habrá hecho algún cambio en él, este lugar tiene una fuerte influencia sobre las personas.
—¿Y cómo terminaste en el equipo de seguridad?
No estoy formalmente en el equipo. Estoy de prueba. Hago un poco de esto y un poco de aquello, me he comportado bien. Y quien no lo haría cuando le están vigilando las veinticuatro horas los siete días de la semana.
Yo cambié el semblante, esto es realmente serio. Es lo mismo que nos pudiera estar pasando a Kakita y a mí y tal vez no lo sepamos. ¿O quizá no sea de esa forma? Todo en Full Moon logra hacer que mi cabeza explote de confusión.
—Pero no me va mal, lo más incómodo que he hecho es ayudar con la jardinería y limpiar el Domo.
—¿El Domo?
Jimin volvió a mirar hacia todos lados antes de continuar.
—Ah, lo siento. Es un lugar que parece sacado de una fantasía, es como un refugio con muchas comodidades y su diseño, su estructura arquitectónica es tan futurista que te deja con la boca abierta por la impresión. Tiene la forma de la mitad de una burbuja y literalmente está hecha de cristal. Cuando estás dentro te da la sensación de estar a la intemperie rodeado por la naturaleza, al pie de la montaña; y desde afuera podrían ver todo el interior, hasta el baño.
«¿Un lugar donde ni en el baño hay privacidad?».
—¿Y quién vive así?
El señor Kim. Hoseok me dijo que solo se queda una semana cada mes, a veces casi dos. Algunos sospechan que es un hombre lobo, porque toca la casualidad de que siempre que lo ocupa, lo hace cuando hay luna llena. Dicen que a veces llevan a una virgen voluntaria como sacrificio y lo creen así. Porque tiempo después nunca más vuelven a saber de esa persona.
—¿Y quién más usa ese lugar? —Jimin me miró con una interrogante en sus expresiones—. El domo —repuse.
Creo que nadie más. Estaba hecho un desastre, no parecía que lo hubieran ocupado o limpiado en mucho tiempo hasta que hace un poco más de un mes se anunció que el señor Kim regresaba a Full Moon, de inmediato empezaron a repartir órdenes y esa fue una de las tareas que me tocó junto con Hoseok.
—¿Estuviste solo allí con el cara de caballo?
Jimin explotó en risas y asintió.
—¿Cara de caballo? Te cae mal, ¿verdad?
Yo asentí sin ningún titubeo o remordimiento y él volvió a reír.
—Si supieras que es una buena persona...
—Tal vez lo sea, pero no quiero hablar de él —me encogí de hombros.
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Le pedí a Jimin que me contara brevemente todo lo que sabía de Full Moon y después de unos segundos accedió.
Nos acostamos sobre la hierba contemplando el cielo que de pronto empezaba a cubrirse de nubes grisáceas por encima de las ramas de los árboles.
Hablando entre susurros me contó algunas cosas:
—Desde que llegué, me dí cuenta de todo giraba en torno a las órdenes de los Jeon. Jeon por aquí, Jeon por allá, pensé que el señor Minho era el sucesor del señor Jeon, pero resulta que cuando lo vi por primera vez me encontré con el propio Jeon Minho que desde hace 15 años es la cara del grupo Do Man.
«Espera... ¿Dijo Jeon Minho?»
Jimin continuó hablando mientras su voz se apagaba dentro de mi cabeza. Mi mente se llenaba de pensamientos sobre Minho-hyung. Sonreí para mí mismo por la alegría de enterarme que ¿el muy desgraciado es mi primo?
—No te rías, lo digo en serio, no estoy exagerando nada, si es lo que estás pensando.
Me aclaré la garganta para salir de mi propio asombro por la noticia, invitando a Jimin a continuar. El asintió y empezó a relatar cómo había sido su estadía y cómo eran las cosas en Full Moon.
—Después me di cuenta de que el trabajo del señor Jeon y de todos aquí es guardar y proteger un tesoro. Para mí era más que un misterio por la forma en que se manejan. Hace poco me di cuenta de que ese algo que debíamos proteger se trataba de alguien y ese alguien resulta que es el verdadero dueño de todo esto y más allá de lo que podemos ver.
»Cuando mencionaron que estaría de regreso un tal señor Kim, todos sin excepción se alegraron y se pusieron como locos, debiste ver sus reacciones. Pregunté por qué tanta felicidad por el supuesto regreso de otro jefe y Hoseok me respondió que no se trataba de cualquier jefe, él era el amo de Jeon y de todos nosotros, el 95% de nosotros no va a convivir con él, pero su llegada quiere decir que el señor Jeon se mantendrá bastante ocupado y con mejor caracter, también debería alégrarte al saber eso. Más tarde, a los novatos nos apartaron para darnos una charla sobre cómo evitar contacto visual o directo con el amo, jamás debíamos verle directo al rostro, siempre a los pies, nuestros propios pies.
»Imagino que él debe ser más feo que un mono para que todos hayan tenido que llegar a tales extremos, no sé, pero su situación me recuerda la película de la bella y la bestia. Si me voy más allá, debe ser peor que una bestia repugnante difícil de controlar su propio temperamento, con seguridad esa sería la razón por la que Minho ha representado la cara de todas sus empresas en el grupo Do Man. Pero es comprensible que aparte de feo, sea un hombre extremadamente acomplejado, ¿no crees?
»Antes decían que, en un futuro cercano, el joven Kim Namjoon sucedería al señor Jeon Minho y el señor Minho sucederá al señor Jeon. Pero como estuvieron las cosas entre ellos antes de que el señor Kim regresara, ahora no se dice nada que no vaya más allá de mi entendimiento.
»¡Aish!, hasta estoy hablando como ellos. ¿Me escuchaste?
Por un momento, escuchar el parloteo de Jimin me sacó del lugar donde nos encontrábamos. Por ese instante, la risa pasaba por mi garganta, olvidando mi angustia y mi amargura. Todo gracias a Jimin.
—¿De qué te ríes? —preguntó divertido.
—Del asunto de la bella y la bestia —respondí mofándome de sus ocurrencias sin sentido.
—¡Ay!, ¡en serio!, ¿recuerdas que te dije del regreso del señor Kim? —preguntó y esperó a que yo asintiera— pues no regresó solo, trajo con él a los sobrinos del señor Jeon y te preguntarás que tiene que ver la historia de ese cuento con ellos, pues resulta que la sobrina de Jeon es la Bella del señor Kim. Escuché por ahí que ya están comprometidos.
Desvié la vista hacia el cielo para disimular el golpe que acababa de recibir. Las nubes lucían mas cargadas, tan grises como mi interior donde no pararía de llover. Un dolor inmensurable hizo un recorrido tortuoso desde mi estómago hasta mi pecho. Quería huir de la pareja a cualquier costo. Estaba tan feliz por encontrar a Jimin, pero resulta que, a pesar de todas las distracciones, la situación continuaría persiguiéndome.
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*Aegyo (en hangul, 애교; en hanja, 愛嬌) en coreano se refiere a una linda muestra de afecto que a menudo se expresa a través de una linda voz, expresiones faciales o gestos. El aegyo significa literalmente comportarse de una manera coqueta y es comúnmente esperado tanto de los ídolos masculinos como femeninos del K-pop.
Comenzó siendo «cosa de chicas» pero gracias a las celebridades masculinas hoy en día todos parecen aptos para practicarlo. Ilhoon de BTOB inventó para Weekly Idol el «gwiyomi». Una serie de gestos que convierten a quien los ejecuta a la perfección en la persona más adorable del mundo.
El aegyo ideal para aquellos que son tímidos, ya que además de ser sencillo es muy veloz. Para hacerlo solo debes hacer un puño con una o ambas manos, colocarlo junto a tu mejilla y moverlo de atrás hacia adelante un par de veces.
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¿Tienen alguna teoría en mente? Me gustaría leer sobre ella.
Gracias por sus votos y comentarios, no tienen idea de lo que su apoyo a esta historia significa para mí.
Espero ser merecedora de su amor.
Les quiero.
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