CAPÍTULO 9
Liseth
Después del día que use la camiseta de Nirvana y nisiquiera mi madre se dio cuenta lo he estado haciendo más amenudo.
No soy el tipo de adolescente que dice odiar a su madre y mucho menos desobedecerle, si que veo que hay veces que es muy estricta sin sentido y sobreprotectora, pero no me quejo ya que se que lo hace por mí bien aunque sea un poco molesto.
Una vez ya me salí de su modelo de hija perfecta que merece y no voy a permitir que eso pase jamás.
Ahora me concentré en clase de inglés, el profesor cogió su teléfono y se levantó delante de nosotros.
—Bien, el profesorado de inglés ha decidido como primer proyecto del curso que vais a hacer una investigación sobre cualquier ciudad donde hablen en inglés, se va ha hacer en parejas.
En el aula todos empezaron a murmullar y mirarse entré si, me dió nervios de ser nueva, mire a las mesas de al lado mío y a la única que conocía era a Elizabeth pero parecía que ya había decidido hacerlo con Axel.
—¿Acaso he dicho que las parejas las váis a elegir vosotros? Volver a sentaros.
El profesor pasó lista y fue diciendo nombres, al parecer ya los tenía pensados.
—¿Quién es Alice Romero?
—Profe, ella no ha venido nunca aún. —
Alzó la voz Axel.
—Pues bueno, entonces Liseth Alleen y Elizabeth Scott serían la pareja 4. —dicho esto lo apuntó en la pizarra, mire a Elizabeth unos asientos más alejados del mío y ella me miró con indiferencia.
El timbre tocó y cuando me levanté del asiento Axel me hizo una seña con la mano para que fuera con ellos.
Bajamos al patio y una vez allí dejamos nuestras cosas al lado de la reja donde estaban aparcados los coches de los profesores y unos patines.
—¿Te gusta Nirvana o es la primera camiseta con estilo que has encontrado? —preguntó Alex, el gemelo que había sido mi mejor amigo en la infancia pero que ahora no teníamos tanta comunicación.
—Me gusta bastante. —respondí y el fino rostro de Elizabeth de volvió hacia mi pero esta vez con una ceja alzada.
—¿Enserio? No tienes pinta, pero Elizabeth también es una fanática a ella si se le nota un poco.
Elizabeth que se estaba acercando a Álex y a mí con Carla y otro chico detrás de ella.
—Yo tampoco lo esperaba, nisiquiera me había dado cuenta de que llevaba esa camiseta. —la pelinegra protestó.
—Y lo dice la lesbiana que no se deja llevar por las apariencias. —hablo por primera vez el chico moreno. Pero ¿lesbiana?
—Se te nota mucho Beth. —dijo Carla después de una risa.
—Cualquiera diría que eres hetero. —le respondió a la castaña.
Tenía que decir algo pero realmente no sabía, Axel es gay ¿no debería el decir algo?
—No creo que ser lesbiana sea algo malo.
Todos me miraron con incredulidad y empezaron a reírse.
—Tía, ¿acabas de descubrir América o algo?
Alex me agarró del hombro. —Lo decimos de broma no es nada serio, creo que aquí insultamos más con hetero que con lesbiana.
El recreo siguió bien, conversaciones aleatorias y bromas personales entre Carla y Elizabeth, supongo que son lesbianas y están saliendo pero todavía no las he visto besarse en la boca.
Después de las clases me encontré con Elizabeth apoyada en un poste de luz fumando y me acerqué. El olor a tabaco entró directo a mi nariz haciéndome toser y llamar su atención pero sin decir nada.
—¿Cuándo vamos a vernos? —no creo que ella tomará la iniciativa para proponer vernos para el trabajo. Me miró a los ojos arqueando una ceja como si no supiera de lo que le hablo. —Por lo del trabajo...
—Ahh, lo de inglés, pues no lo sé tu verás.
—Hoy tengo cosas que hacer, ¿que te parece mañana viernes?
—Vale. —dicho esto apagó la colilla, se dió la vuelta y se fue.
Algo me dice que no le caigo muy bien, respuestas con sarcasmo y me aparta la mirada también, no sé qué tan difícil va a ser esto.
La mañana siguiente no vi a mi compañera por ningún lado, en el recreo pregunté a Carla por ella y dice que tampoco sabe nada.
Espero que no le haya pasado nada grave pero hoy especialmente quería verla para proponer una hora y decidir dónde haríamos el proyecto.
A la salida tampoco está fumando donde se suele poner al terminar las clases.
—Ey Liseth. —una voz masculina me hace girar, es el chico con acento portugués. —Alex me ha dicho que te invite a comer con nosotros en la hamburguesería de aquí cerca.
Me gustaría aceptar su propuesta pero solo llevo dinero para pasar por el súper y no sería de bien gusto dejar que los demás pagarán mi comida.
—Gracias, pero mejor otro día.
—Como quieras. —se da la vuelta con pasos grandes.
Después de comer cojo mi móvil para preguntarle a Axel por el número de Elizabeth, por lo menos me gustaría una respuesta.
Sin embargo en vez de un número me pasa un dirección de Instagram, me creo una cuenta y le envío un mensaje diciendole que soy yo, no tengo respuestas pero si de Axel.
—"¿A qué hora llega tu madre?"
—Hoy a las 21:00 ¿porqué?
—"Voy a pasarme por tu casa"
No vuelve a responder, miro el reloj y ya son casi las 20:00, no se lo que trae entre manos pero no me gusta.
Rato después escucho un claxon repetidas veces y me asomo a ver, un coche y Axel fuera de este.
"3° B" Escribo por chat y lo veo entrar al portal.
Abro la puerta de casa y lo veo salir del ascensor, antes de poder preguntar habla con emoción.
—Vas a venir con nosotros si o si.
—¿A dónde? —pregunto con curiosidad después de pasar adentro.
—A un pub.
—¿Qué? Pero mi madre no está y además sigo teniendo 17 años.
—Yo también, ¿y? —le dije que me negaba a ir pero el insistía. —No se van a dar cuenta, hemos ido más veces, vamos, así nunca te vas integrar en el grupo, ¿piensas quedarte aquí aburrida?
Cruzó los brazos, no me gusta que piensen así de mi y por parte tiene razón, nunca me voy a integrar en el grupo se no salgo con ellos.
Después de asentir Axel abre mi armario y empieza a rebuscar.
—Este mismo. —saca el vestido azul que me puse para mí graduación de secundaria, al ponermelo me queda ajustado e iba a sacar otra cosa para ponerme. —Eh, no te lo quites te queda perfecto, créeme, venga que todavía nos están esperando abajo.
Me agarra de la muñeca hasta la puerta y solo me da tiempo a ponerme unos zapatos y cojer las llaves y el móvil.
Bajamos por las escaleras rápidamente y de lo único que tengo que preocuparme es de mi madre, sé que Elizabeth no llegará.
En el coche está al volante Alex y al entrar me regala una sonrisa, se ve tan bien sonriendo.
—¿Que le digo a mis madre?
—Pues que has salido con unos amigos de clase, no le estarías mintiendo.
Escribo eso y cuando el coche baja hacia el puerto me arrepiento y quiero volver a casa, pero ya es demasiado tarde, debería haber insistido en quedarme en casa.
—¿Volveremos pronto verdad?
No obtengo respuestas solo risas
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro