CAPITULO 4
Bajo las escaleras mientras escucho la televisión, deduzco que Alan y Selene están en el salón.
—¿Se puede saber a dónde vas? —me pregunta Alan.
—A una fiesta. —respondo.
—Acabas de empezar las clases, ¿no es mejor quedarte en casa para organizarte? —dice Selene.
—Tengo 18 años no intenteis imponerme a dónde voy y a donde no, nisiquiera sois mis padres —digo y me acerco a la puerta para irme.
Ya fuera de casa de casa empiezo a andar por el vecindario a casa de Alex y Axel para que podamos ir a casa de Francisco en su coche compartido, mi teléfono empieza a sonar así que lo saco de mi riñonera negra, en la pantalla aparece el nombre de Carla, no tengo ganas de responder así que apagó el móvil y lo vuelvo a meter a la riñonera. Sin darme cuenta ya eh llegado a la casa de los gemelos, me acerco a su puerta y tocó el timbre.
—¿Quién es? —se escucha la voz energica de Alex.
—Un asesino. —respondo de forma sarcástica. Abre la puerta.
—Hola guapa. —Alex me recibe con una sonrisa y los rizos castaños de su cabeza mojados.
Lo saludo y entro a saludar a Axel.
—Hey.
—Que hay tía.
Los tres entramos al baño los tres, Alex empieza a secarse el pelo con el secador, Axel se apoya en la pared y yo me siento en la tapa del váter con la piernas abiertas y los brazos entre ellas. Alex empieza a hablar sobre su noche anterior y el chico al que le esta tirando caña mientras su hermano le contesta gilipolleces.
Del aburrimiento me empiezo a mirar las manos y me doy cuenta de lo largas que están mis uñas y me levanto rápidamente a buscar un corta uñas.
—¿Y a ti que te pasa ahora? —manifiesta Alex.
—Eres gay no lo entenderías. —responde Axel. —¿Entonces vais a follar o no?
—Las lesbianas también nos masturbamos, ¿sabes? —a estas alturas ya he encontrado el cortaúñas y empiezo a cortarlas con rapidez.
11:20
Desde la puerta ya se escuchaba el reggaeton a todo volumen.
—Heeeyyy. —saluda el moreno brasileño Francisco al abrirnos la puerta.
—Holaaa. —saluda Alex con una botella de Vodka en la mano.
Axel y yo lo saludamos con un puño y entramos hasta la cocina.
—Bonjour. —saluda Carla que está sentada encima de la encimera de la cocina con las piernas cruzadas.
—Que pesada eres con las clases de francés. —se queja Alex.
Ya que ya han llegado más personas a la fiesta giro la cabeza a buscar a algo que hacer.
—Bonjour sexy señorita. —Carla se tira a mí por detrás.
—Sueltame.
—Oh vamos que mala eres nisiquiera me has respondido.
Hago que se suelte de mi y doy la vuelta de nuevo hacia la cocina, cojo un vaso y empiezo a echar tequila.
—Empezamos fuerte hoy ¿no? —Francisco está apoyado con el codo en el frigorífico.
—Las clases me tienen hasta el coño.
—A ti todo te tiene hasta el coño garota.
—A mi en español porfavor.
La gente comienza a entrar, las luces de colores son casi cegantes, no recuerdo cuántas copas llevo pero si se que estoy tirada en uno de los sofás mirando Instagram, estoy viendo mis recomendados y entre ellos está una tal lise_th, sería mucha coincidencia pero entro en su perfil y solo hay fotos de paisajes y un gato persa rubio, no es ella.
Siento un beso en el hombro justo arriba de mi tatuaje del universo, es Carla.
—Oye, ¿subimos al cuarto? —me susurra al oído, menos mal que está cerca porque sino no la escucharía con la alta que está la música y la gente alrededor.
—¿Cuántas te has tomado?
—Sabes que no soy de beber. —me agarra del brazo.
—Tengo la regla. —no esque no quiera follar esque no tengo ganas de hacerlo con ella.
—A ti te baja la regla a fin de mes, no cuela Elizabeth.
Me ve sin el mínimo interés así que baja un poco su top escotado blanco dejándome ver sus firmes pechos.
Me levanto rápidamente.— Vamos anda.
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