—¡Hermana!—Isabella se acerca con emoción.

—¿Cómo estás?—hablamos mientras vamos caminando al edificio donde será nuestra presentación de danza, la boda del sobrino del Pastor.

—chévere gracias, y a ti ¿cómo te va?—

—increíble—cuando termino la frase veo a David caminando en dirección opuesta a nosotras, que bello se ve con ese traje de negro con una camisa blanca, no tiene corbata pero no es necesario porque ese look es espectacular, ¿a dónde irá?

—¡Gene! ¿Cómo estás?—

—David bien gracias, oye te presento a mi hermana menor Isabella—

—mucho gusto—los dos se extienden las manos en modo de saludo—se parecen demasiado, no pensé que tendrías hermana—

Las dos nos miramos y nos echamos a reír—no somos hermanas de sangre, sólo nos queremos como hermanas—

—ah okey, ya yo decía, bueno es un placer Isabella—

—igualmente David—

Llegamos a nuestro destino, estábamos arreglándonos y preparándonos ya que también somos parte del cortejo.

Cuando estamos en la parte de afuera del salón, ahí estaba David, caminando junto al Pastor.

Así que era uno de los invitados, con razón estaba vestido así. Nos dirigimos la mirada y vi que estaba igual de sorprendido, pero los dos sonreímos.

Isabella que estaba detrás de mi, me habla.

—¿Ese no es David?—

—si, no puedo creer que también estaba invitado—

—que mundo tan pequeño—

—¡jaja si! Un mundo demasiado pequeño—

Pasó la ceremonia, y desde que empezó, una compañera de danza me anda viendo extraño, y por si fuera poco, me toma del brazo y me lleva hasta una esquina cerca de la mesa donde está David.

—¿Viste que ese chico David te mira demasiado?—volteo hacia la dirección donde se ubica David y lo noto, me esta viendo como un Halcón, admito que no me había dado cuenta, estaba muy concentrada en entretenerme. Lo que más me sorprende es que yo no le he contado nada sobre él y yo—tú a veces te das cuenta porque le devuelves la mirada—

—será inconscientemente porque no lo había notado hasta ahora—vuelvo a voltear hacia él y todavía  me está mirando—quizás solo me ve porque soy la única que  conoce aquí o porque tengo algo—

Mi compañera voltea sus ojos—primero: esa no es una excusa para verte, el hecho de que sólo te conozca a ti no implica en este caso, segundo: no tienes nada, ese vestido te queda hermoso, tu cabello está en su liso natural, no me sorprende que te esté viendo demasiado—

Después de terminar de hablar con mi compañera, lo compruebo, cada cierto tiempo me lanza una mirada con esos hermosos ojos. Yo siempre se la devuelvo con una sonrisa acompañada. 

Siento una conexión impresionante entre los dos, pero no quiero ilusionarme y terminar como antes, ya tuve suficiente de estar siempre detrás de chicos que no les importo en lo absoluto. 

Estoy harta de salir siempre con el corazón roto por entregar hasta lo más mínimo de mí, sin recibir nada a cambio.

Tengo que entender que no todo el mundo es igual, que siempre hay personas que no ven el valor de otra.

Pero también estoy segura, que en algún momento llegará alguien que lo reconozca y atesore, y yo estoy dispuesta a hacer lo mismo, porque no sólo los hombres tienen que darle atención y cariño a las mujeres, ellos también se merecen toda aquella atención, porque en una relación todo tiene que ser recíproco.

Siempre he sido una chica romántica y a pesar de todas aquellas cosas malas por las que he pasado sigo creyendo en el amor, y no pienso que amar sea una debilidad.

—¡Génesis Cardozo! Qué hermosa estás—David me dice al acercarse a mí.

—¡Muchas gracias! Señor—él inclina su cabeza y veo su disgusto.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que no me gustan las formalidades?—

No pude evitar reír-perdón, es que se escucha muy adecuado para la ocasión-

—No quiero que me digas así, se siente raro—

—¿raro? ¿Raro en qué sentido? ¿Te hago sentir mayor?—

—sí, me haces sentir como de treinta cuando tengo veintiuno—los dos nos reímos y salimos a una terraza en la parte de afuera del salón.

Empezamos a tomarnos fotos, establecimos una conversación interesante y no pudo faltar una risa.

Él siempre trata de sacarle una sonrisa a cualquiera y eso me encanta.

—entonces Gene, ¿cómo haré para pasarte las fotos?—

—uhmmm, bueno si quieres anota mi número y me las mandas por Whatsapp—lo sé fue atrevido, en este momento me puse pícara.

—bueno dígame su número señorita—una sonrisa enorme apareció en su rostro, mostrando sus hermosos y perfectos dientes.

—ahora eres tú con las formalidades—lo veo con una cara de disgusto.

Él alza sus manos—okey okey, sólo creo que me la tenías que pagar—

—si, claro—le doy mi número y mi boca se abre y mis ojos se expanden al ver cómo me guardó Génesis la danzarina tierna.

—¿En serio crees que soy tierna?—

—No he visto a alguien más tierna que tú—dice al mismo tiempo que me toma de las mejillas y las pellizca.

—¡Ey! ¡Eso duele!—dije tratando de sonar molesta pero no pude porque me reí.

—perdón, tú eres la culpable por tenerlos tan grandes—

—no es mi culpa, Dios me hizo así—

—Pues Dios se esmeró contigo, eres absolutamente bella y tierna—

Sonrojándome le respondo—pues gracias, ¿cómo no se iba a esmerar conmigo? Si soy increíble—los dos nos echamos a reír.

—¡Que ego!—él dice con una sonrisa.

—no, enserio, gracias, no siempre recibo palabras tan lindas—él pone su mano en mi mejilla y yo me inclino hacia ella.

—no es nada danzarina tierna, sólo quiero tomarme el tiempo para decirte lo linda que eres, y decirte que si los demás no lo ven es porque están cegados, tienes una belleza natural única—

Quisiera decirle todo lo que siento, pero sería inadecuado en estos momentos, sólo llevamos un mes conociéndonos, nada debería ir tan rápido, así que solo me quedo tranquila, viendo sus hermosos ojos ámbar con esos lentes con los cuales se ve guapísimo.

Estoy aquí apreciando la manera en que su pulgar traza caricias en mi mejilla, al mismo tiempo que me sonrojo.

¿Por qué esto no puede durar toda la vida?

Nos quedamos viendo por un rato y ante un recuerdo, mi sonrisa desapareció y él se percató de ello.

—¿Qué?—preguntó con preocupación.

—dime que no saqué veinte en el ensayo y la prueba práctica sólo porque me conocías—su rostro mostró indignación.

—jamás y nunca haría eso, soy justo, sacaste veinte porque lo merecías, eres muy inteligente—mi sonrisa volvió a aparecer.

—Muy bien, me alegra saberlo. Y gracias—me acercó un poco más, sus ojos destellando cariño y su aliento rozando mi piel.

—Ge...—mi compañera que anteriormente me contó de las miradas de David, lo interrumpió.

—¡Chicos! Hora de la hora locaaaa ¡Yuuuupiiii!—La hora loca de los cristianos es muy parecida a la de los demás, sólo que con música cristiana, obviamente.

Los dos nos miramos y empezamos a reírnos.

Entramos en el salón y comenzó a sonar mi canción favorita de Redimi2 (un rapero cristiano)

Quisiera complacerte bro , pero eso no va conmigo .

Ya tengo una identidad , una sola verdad , realidad por la que vivo .

Quisiera complacerte girl , pero eso no va conmigo.

estoy bien firme donde estoy, yo se bien quien soy y por eso te digo.

No me importó la mirada expectante de David, empecé a rapear a todo pulmón.

 Ya tengo una convicción, camino bajo una sola dirección, voy firme sin confusión, perdona si te ofende, pero Yo Soy Así.

Acéptame, recházame, pero no quieras cambiarme.

sé que mi estilo de vida no se parece a tu vida, pero que le voy a hacer Yo Soy Así.

Empezó a rodar la canción, hasta llegar a mi parte preferida, antes cantaba a todo pulmón ahora más.

Puedo compartir con ustedes, pero sin caer en sus redes.

No me pueden conquistar con lo que tienen, yo no voy pa' allá, mejor ustedes vienen.

Follow me, follow me, come follow me.

No te voy a seguir, mejor sígueme.

Yo no soy mejor que tú, pero nadie ni tú (tú) hará que retroceda, créeme.

La sal radical no se quiere mezclar con tu dulce azucar-nal, tu mal letal, fatal nunca vencerá, mi bien (mi bien) vencerá tu mal.

David esperó a que terminara de rapear para hablar, lo cual agradecí, porque no me gusta que me interrumpan mientras canto o rapeo.

—te gusta mucho Redimi2 ¿no?—

—por supuesto, pero no más que...—pusieron una canción de él y grité a todo pulmón.

—¡Evan Craft!—David se echó hacia atrás por la intensidad de mi grito, pero no me importó, empecé a cantar como loca.

Dicen que soy un loco y un fanático, un radical tan raro por seguir a Cristo.

Él conquistó mi corazón, mi castigo él cargó, rompió las puertas del infierno y me sacó.

Ya nueva vida tengo, una oportunidad más, de servir a su reino, mi vida entregar.

Cueste lo que cueste pago, sea a donde sea voy, sé que no hay límites a su salvaje amor.

Sorprendente mente David se unió a mi, a cantar a todo pulmón, pusimos nuestras manos como si fueran unos micrófonos y nos movíamos como locos.

Muy enfocados en la canción no nos importó el resto del mundo.

Llegó la segunda estrofa, mi favorita.

Hicimos una especie de dueto, la primera parte la cantó él y yo canté la segunda.

Él: Antes creía que nada puedo cambiar.

 ¿Qué diferencia hace sola una vida?

Pero el que deja a las noventa y nueve y va por mi, no olvida al pequeño y débil.

Yo: El día en que mis fuerzas fallen, pensaré en Jesús, cargando mi pecado, llevando mi cruz.

Cada gota de su sangre, un océano de amor, que al mundo inundó con su perdón.

Los dos: Creo en aquel que dio todo para mi.

Mi fe me llama a sus pasos seguir.

Nos vimos cómplice mente al llegar el coro.

Llévame más allá, pongo mi vida en tus manos.

Sólo  la fuerza tú me das, para alcanzar a los perdidos.

Tu amor mueve montañas, cruza tempestades, nada lo parará.

Como tú mi vida voy a dar.

Pausa y ...

Voy a dar la milla extra.

En el electro empezamos a bailar alocadamente.

Voy a dar la milla extra .

Nos echamos a reír.

—no quería que terminara—respondí mientras trataba de regular mi respiración por el movimiento.

—Yo tampoco, en especial porque no podía dejar de verte contenta, entusiasmada y hermosa—

Y allí así como así, David Torres, me hizo sonrojar al extremo.