—¿estás lista, para este gran paso?—los nervios me invaden, sólo faltan cinco personas para que me nombren, a Nani le faltan nueve.

¿Qué me está pasando? es sólo un acto de grado.

Aún así no puedo parar de pensar en las probabilidades que hay de que me caiga al subir las escaleras, que me coloque mal la tirita esa del birrete, que nunca supe cómo se llamaba; de que no agarre correctamente el diploma, de que me vuelva a caer bajando las escaleras o de que me vaya para donde no debo.

Mi teléfono vibra y lo saco para ver quién es. Sonrío al ver el nombre de David relucir en la pantalla.

al finalizar, te voy a comprar esa mega torta de chocolate que tanto quieres y de almuerzo Sushi, tu favorito.

—Gene, pss, tienes que levantarte, ya casi te toca—me susurra el profesor de física, quien es el encargado de ordenarnos y distribuirnos. Asiento y me coloco de pie y camino hasta la punta de la escalera.

—Cardozo Perez Génesis Alejandra—Me anuncian y quedé unos segundos estática, hasta que decido reaccionar y subo las escaleras. De lejos puedo escuchar los gritos de mis compañeros y familiares, pero uno en especial llama mi atención.

—¡TE AMO MI LUNA! ESA ES MI NOVIA. LA MEJOR—no pude aguantar las ganas de reír. Más atrás se escuchó otro grito, pero de una voz femenina.

—¡TE AMO HERMANA! ERES LA MEJOR—mis nervios se esfumaron gracias a su apoyo. Todo terminó de manera excelente, me coloqué la tirita donde debía, no me caí y me fui derechito a donde tenía que irme.

Pasaron dos horas en sermones dados por el director Morales, profesores y alumnos estrellas. 

Nunca me han gustado los actos de grado, no me pregunten por qué, yo tampoco sé. Siempre les he tenido un pánico horrible.

—¿Cómo está la graduada de la casa?—pregunta mi mamá una vez que me acerco a mis familiares.

—rara, cuesta pensar que ahora ya no usaré un uniforme ni veré a mis compañeros. Ahora toca ir a un nivel más alto, ir a un lugar donde todo es diferente, donde sí importa si faltas a clase, si no entregas los trabajos y tareas a tiempo; donde no hay compañerismo leal, todos quieren algo de ti, y quieren llegar a la cima sin importar qué—me desahogué completamente, liberé mi miedo por la universidad.

—pero... tienes el conocimiento de lo que sucede allí, no será fácil que caigas—mi mamá trata de alentarme, lo cierto es que ella nunca fue a una Universidad, dejó sus estudios en 6to grado para venirse a la ciudad a trabajar, pero ella sabe cómo son las cosas en esos sitios.

—¿listo señoritas?—Mi padre pregunta una vez que terminó de hablar con el director. Nos retiramos para ir a celebrar con un almuerzo. En la noche es la fiesta, aunque queríamos un viaje en vez de una fiesta, pero las cosas no se dieron.

—estás preciosa, tengo a una Mejor Amiga que debería ser modelo de Victoria's Secret—Nani me alienta una vez que me pongo mi vestido de fiesta y mis accesorios y la verdad es que verme de esta forma me hace sentir diferente, si bien he estado con vestidos y ropa elegante y me he visto bella-no lo niego- siento como los recuerdos desagradables salen a flote, porque todo va a ser en el lugar donde me insultaron, donde me llamaron "gorda" y "perdedora" porque a los organizadores de la fiesta se les ocurrió la brillante idea de hacerla en el salón de fiesta de donde hacíamos nuestra natación para "recordar" los viejos tiempos.

—¿no crees que me veo algo gordita? Este cauchito se me nota mucho—señalé mi panza con mucha inseguridad. Volví a ser aquella Génesis vulnerable y sensible. Nani se levanta de la cama y camina con paso decidido hacia mí.

—estás hermosa, aquí la única que está horrenda soy yo, este vestido no me favorece en nada—ruedo mis ojos.

—aprende a amarte a ti misma—

—aprende a seguir tus propios consejos—escuchamos la corneta del carro de David, tomamos nuestras cosas y bajamos. La pareja de Nani era Ethan-claramente- después de todo lo que sucedió decidimos perdonarlo.

—chicas, están preciosas—David nos saluda a las dos con un beso en nuestra muñeca—mi Damisela—se inclina en reverencia.

—mi Señor Romántico—me inclino también.

—¿dónde está Ethan?—Nani estaba confundida al no verlo, la verdad se me había olvidado Ethan, me concentré demasiado en el guapo chico que está frente a mí.

—emm este... Ethan no apareció por ninguna parte, lo busqué y no lo encontré, lo siento—

—oh—Nani estaba decepcionada, pero no le tomó mucha importancia y se montó en el carro.

—¿estás bien?—le pregunto.

—si, no me voy a dar mala vida por un chico, que por más que sea un dios griego, es un patán—trató de sonar ruda y aparentar que no le afecta, pero la conozco y sé que le afecta que su novio se comporte de esa manera. Ethan lleva desaparecido varias semanas, le debe de doler.

El teléfono de David vibra y este contesta.

—calma, calma, respira profundo y pausadamente dime qué pasó—el resto de la llamada David afirma con sonidos nasales y asentía constantemente, hasta que cuelga.

—¿quién era?—pregunté curiosa. Suspiró pesadamente, hasta que una sonrisa enorme apareció en su rostro.

—era Ethan—los ojos de Nani se iluminaron—me echó un cuento largo, lo resumiré: Ethan tuvo un accidente pero algo sucedió en ese accidente que lo hizo pensar demasiado, quiere ir nuevamente a la iglesia—la sonrisa desapareció cuando sus ojos se encontraron con los de Nani—lo siento, él no va a venir, pero me pidió que te dijera que así él no esté contigo, que te diviertas, que sin verte ya sabe que estás hermosa—le guiña el ojo y una alegre Nani asiente.

La noche ha sido entretenida a pesar de todo. Cuando llegué los nervios me invadieron al igual que los recuerdos, pero Nani y David se encargaron de tranquilizarme; aún así aquí estoy sentada en una silla apartada de todo, pensando mientras lágrimas ruedan por mis mejillas.

—jamás estaría contigo, eres fea y gorda ¿no te das cuenta?—otros recuerdos que estaban muy muy escondidos, salen a relucir. Mi primer rechazo amoroso; en 6to grado fui rechazada por Carl Davis el chico más lindo del salón y fue lo peor que me pudo pasar.

—Gene, mi amor ¿estás bien?—David se sienta a mi lado—me tenías preocupado, pensé que...—se detuvo cuando vio mis ojos hinchados por llorar y mi maquillaje corrido—¿qué sucede? ¿quién te hizo daño?—negué mientras secaba mis lágrimas.

—nadie me hizo daño, fueron los recuerdos... pensé que ya lo había superado, pero no... aquí—me volví a quebrar—aquí estoy con los recuerdos invadiéndome, analizando si todo lo que me dijeron de pequeña es verdad o no—David me abraza con todas sus fuerzas.

—sólo eran niñas que te tenían envidia, eres y siempre serás hermosa, que algo que te dijeron hace años no te afecte ¿si?—

—no sólo eran esas niñas, los niños en la escuela también me insultaban y rechazaban. ¿sabes lo que le afecta a una niña de 8-12 años que los niños la rechacen por ser gorda y por ser fea?—

—ey. Mírate, eres más que un físico, tú vales demasiado por tu manera de ver las cosas, de pensar, de tratar. Eres bella tanto por dentro como por fuera—toma mi rostro entre sus manos y con su pulgar seca suavemente mis lágrimas—te amo así como eres—

—gracias...—es lo que alcanzo a decir.

—no me agradezcas—besa mi frente.

—quiero abrazarte y estrujarte—

—no necesitas que yo te abrace, tienes que abrazarte a ti misma y decirte "soy hermosa como soy" y repetirte una y otra vez "me amo" hasta que lo creas—David es mucho más de lo que pueda pedir.