Capítulo 18
Cuando amamos de manera generosa y desinteresada, nos vemos en un punto en el que hasta nos ofreceríamos voluntariamente a sufrir en vez de alguno al que amamos.
Ver a Abiel en una camilla, entubado, con la piel pálida y débil, no es fácil.
He llegado a amar tanto a esta persona (como un amigo, o incluso hasta como un hermano) que verlo débil y sufriendo, hace que quiera estar yo en su lugar.
Pasaron 3 meses desde la última vez que lo había visto, que fue en la presentación de nuestra danza; desde entonces, por alguna extraña razón no se volvió a aparecer y no se volvió a contactar con nadie.
Esta madrugada me llegó una llamada de Abiel, el cual tenía la voz entrecortada y respiraba costosamente, y lo único que salía de sus labios fue "ayuda, ayuda" me desesperé y salí corriendo, cuando ya estaba lista para salir, me di cuenta de que no sabía qué ocurría ni dónde estaba. Así que me apresuré a llamar a David, el cual me dijo que ya estaba con Abiel en la clínica.
Esto hizo que me tranquilizara, pero de igual manera me encaminé hasta la clínica lo muy rápido que pude.
Y aquí me encuentro, viéndolo inconsciente en una camilla, y sin poder ayudarlo.
-entonces... ¿qué fue lo que ocurrió?- le pregunto a David
-la verdad es que no tengo idea, el doctor dijo que iba a realizarle unos exámenes para averiguar qué fue lo que ocurrió-
-¿crees que esté bien?- se quedó callado por unos minutos.
-la verdad... no sé, pero hay que tener esperanza en que sí- justo ahí vimos entrar corriendo a Isabella, desesperada, llevándose todo a su paso.
-¡¿se encuentra bien?!- grita al acercarse a nosotros.
David interviene y trata de calmarla.
-tranquila, primero respira profundo y trata de tranquilízate- Isabella poco a poco se fue calmando.
-¿cómo está?- dice con angustia. Lo que aún no entiendo es su desesperación, nunca los vi tan juntos como para reaccionar de esa manera.
-se encuentra estable, por ahora, aún no sabemos qué le ocurrió y si se puede llegar a repetir- David toma el control de la situación
-no puede ser que me fui un momento y no estuve con él cuando pasó- eso me confundió aún más.
-ya va, ya va, ¿qué estás diciendo con eso Isabella?-
Isabella se tensa por un momento, pero responde con serenidad.
-me pidió no contar nada todavía, menos a ti. Pero él y yo estamos saliendo y...- no la dejé terminar.
-¡¿queee?! ¡Hermana! La mejor noticia del mundo y me la ocultas- me crucé de brazos.
-perdón, pero además no era algo oficial hasta hace poco- hace una pausa- yo me encontraba en su casa, estábamos viendo películas, charlando y bromeando, cuando se nos acabaron los chocolates y decidí ir a comprar más, cuando regresé él ya no estaba y recibí un mensaje de David diciendo que se encontraba con él aquí en la clínica-
En ese momento entra el doctor y los tres nos quedamos en silencio, a la expectativa de lo que iba a decir el doctor .
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Lo sé, lo sé, está muy corto, pero... hoy es día de doble actualización.
Yona, sé que estás leyendo ésto, por eso, quiero dedicarte el próximo capítulo.
¡bye!
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