Capítulo 13
David
Estar enamorado no es de débiles, es de fuertes. Sólo los fuertes admiten y aceptan el amor en sus vidas.
Definitivamente yo estaba enamorado, estaba perdidamente enamorado de la Luna, sí, la Luna, ¿por qué?
Para mí, Génesis es la Luna. Ella es esa lumbrera que aparece cuando estoy sumergido en la oscuridad.
Ella llega con su luz resplandeciente a iluminar mis noches.
Estoy a punto de llegar a mi destino, la última vez que hablé con Génesis, me preguntó si iba a haber otra salida, pues quería realizarle una sorpresa, su padre me ayudo.
Así que me encuentro manejando el carro de su padre, quiero que sea una gran sorpresa.
Génesis
Éste día ha sido muy movido, tres exposiciones, dos exámenes, y cinco tareas.
No veo la hora de terminar y descansar, mi papá me dijo que ya venía, pero se ha tardado demasiado.
Así que lo llamo.
—aló—
—papá, ¿por dónde vienes?—a penas digo la frase, veo llegar el carro de mi padre.
Para mi sorpresa, se estaciona, eso es algo que nunca hace.
Cuando me acerco, me quedo paralizada, ahí estaba él.
David
Venía con un ramo de rosas azules, mis favoritas, muy poco comunes de encontrar por su hermosura.
—mi Damisela Cachetona- se inclina en reverencia.
—Señor Romántico—le devuelvo el gesto mientras él besa mis nudillos.
Él nota mi desconcierto al verlo salir del carro de mi Padre.
—oh, mi damisela usted va a tener que dejarse sorprender—me toma de la mano y me dirige hacia el carro.
Al llegar me abre la puerta.
—te espera un día increíble, necesitas relajar tu mente y yo me aseguraré de ello—le da la vuelta al carro y se monta.
—¿a dónde vamos?—la curiosidad me invade, soy una persona que necesita saber cada cosa en la que la involucran.
—déjate sorprender ¿si?—asentí y el prosiguió—creo que tendrás que ir por tu traje de baño—mis ojos se expandieron por la sorpresa.
—¿cómo?—él se rió muy fuerte, lo que me desconcertó por completo.
—tranquila, es que la salida a la piscina el sábado no se pudo así que aproveché hoy, sé lo que estás pensando y puedes tranquilizarte, sé perfectamente que los amigos especiales no salen solos, sólo espera—suspiré en alivio, muchos no entienden las reglas de los amigos especiales y me alegra que él sí las entienda.
Los amigos especiales no se besan porque eso es algo que simplemente no se debería hacer en amistad.
Los amigos no se deberían tomar de la mano porque es un símbolo de unión entre personas y una amistad especial es aquella en la que se evalúa si puede haber unión o no.
Finalmente los amigos especiales no deben salir solos porque las tensiones de atracción, pueden incrementar y se puede llegar a romper la primera regla y aún peor llegar a romper todas las reglas, hasta las del noviazgo, cosa que no necesito explicar.
Conozco el camino por el que pasamos, estamos yendo a mi casa, hubo unos segundos de confusión hasta que recordé lo del traje de baño, así que hablé.
—no deberías traerme hasta mi casa para buscar el traje de baño—él inclinó su cabeza en confusión.
—¿por qué no?—
—porque no tengo—él me observa sin entender—larga historia que ahora no quiero contar. El punto es que no tengo un traje de baño desde los 8 años, no los he necesitado—
—bueno, tendremos que ir a comprar uno, y sin peros—contestó al ver que ya iba a protestar—no sé la razón por la que no tienes aunque ya entiendo porqué estás tan blanca, no has recibido un bronceado desde los 8 años, pero hoy recibirás uno. Mi casa tiene piscina así que allá vamos—David es de familia adinerada, así que no me sorprende el hecho de que su casa tenga piscina.
—okey, pero un traje de baño completo, así no se notarán mis imperfecciones—él ya iba a hablar, pero no lo dejé- ah y pago yo, no quiero que gastes dinero en un traje de baño para mi—
—primero: yo pensaba también en el completo, pero no por esa razón, no deberías avergonzarte de tu cuerpo, eres hermosa. Yo pensaba en el completo porque van amigos míos y tuyos y no quiero que te vean en bikini, yo tampoco puedo verte en bikini, no ahora, recuerda "amistad especial"—sonreí porque tenía razón, me alegra que acate las reglas—y segundo: no lo vas a comprar tú, yo soy el que te llevará a la piscina así que yo soy el que te comprará el traje de baño—
—okey Señor Maníaco—sonreí porque sé que no le gusta el apodo.
—Señor Romántico, no Maníaco, sólo trato de no quebrantar las reglas de la amistad especial porque si te veo en bikini lo haré—mi sonrisa se desvaneció ante su confesión, él se preocupó por eso, lo noté.
—tranquila no lo voy a hacer, y no hablaba de tú sabes que, hablaba de mis sentimientos—
—ya entendí, tú tranquilo, sólo... tú sabes no soy una chica que está acostumbrada a este tipo de cosas de amistad especial—
—lo sé—me guiña el ojo.
Llegamos a un centro comercial y nos dirigimos hacia una tienda de playa. Ahí empecé a buscar opciones pero nada me gustaba, no quería sentirme atraída por los bikinis, pero eso es lo que ocurría, todos los bikinis me gustaban y ninguno completo lo hacía y eso me frustró.
—va a tener que ser bikini mi damisela, es lo que a ti te guste—tenía razón, es que no me quería exponer, pero acepté.
Me compré, o debo decir David me compró, porque no me dejó pagarlo. Un bikini azul rey unicolor sencillo pero muy bonito.
—muchas gracias—David y yo le agradecemos a la vendedora, muy amable y paciente, no entiendo cómo me aguantó con tanta indecisión.
Después de un rato llegamos a la casa de David. Allí se encontraban Abiel, Isabella, unos amigos y amigas de David y para mi grata sorpresa también se encontraba Nani.
Me dirigí hacia ellos.
—¡hola chicos!—Isabella y Nani sólo se han dirigido la palabra una vez y cada vez que menciono a una con la otra, hay celos. Por eso evito mencionarlas o unirlas, pero en realidad siempre he querido que sean amigas, las conozco, sé que se llevarán bien.
—¡hola!—responde Abiel extendiendo sus brazos para abrazarme, el cual recibo con gusto, lo he considerado un gran amigo, se ha vuelto muy importante en mi vida.
—muy bien mi Damisela Cachetona- David se dirige a nosotros y me extiende la bolsa en la que se encuentra el bikini que me compró—es hora de cambiarte—dudé por unos segundos, pero finalmente tomé la bolsa y me dirigí al baño.
Me coloqué el traje de baño y me miré en el espejo. Dos lágrimas gruesas cayeron en mis mejillas.
Que cuerpo tan feo.
El recuerdo de esas niñas burlándose de mí llega y me golpea como un ladrillo, por lo crueles que fueron.
Me lavo la cara y me señalo con el dedo índice, hablando con mi reflejo.
no dejes que te afecten las palabras de unas niñas malcriadas cuando tenías 8 años, eres hermosa
hasta este punto estoy sollozando.
no importan tus imperfecciones, eso es lo que te hace una mujer bella, tu naturalidad, David te quiere sin importar tu imperfección, eres única.
así que con esas palabras, me volví a lavar la cara y salí del baño con la frente en alto.
Los ojos de David se cruzaron con los míos mientras se acercaba.
—¿cómo es que un simple traje de baño te hace ver aún más hermosa de lo que eres? Tengo que contener mis impulsos de romper las reglas—le golpeé el hombro levemente.
—gracias por el cumplido, pero si llegas a—no termino la frase cuando él se quita su franela playera dejando expuesto su perfecto cuerpo, su entrada, sus abdominales, su torso perfecto. Trago duro y él sonríe.
—tú también pareces, tentada a romperlas—vuelvo a golpearle el hombro pero con más fuerza.
—¡respeta!—traté de sonar ruda, pero resultó todo lo contrario—si no fueras mi amigo especial y si no me gustaras tanto, créeme que te golpearía, estoy hablando enserio, no me gustan estos tipos de juegos—él mostró con su mirada arrepentimiento ante su comentario.
—tienes razón, discúlpame—
—okey te perdono—él sonríe maliciosamente—¿qué?—pregunto con molestia.
—perdóname—la confusión me invade.
—ya te perdoné—él mira la piscina.
—no, necesito que me perdones por lo que voy a hacer—y sin dejar que proteste David me empuja a la piscina, él salta detrás de mi, cayendo también en ella.
—¡¿estás loco?!—digo restregando mis ojos. Se encogió de hombros.
—sí, ahora ven súbete—me ofreció su espalda pero negué con mi cabeza—¿estás molestas?—
—no, es que simplemente no quiero—él se cruza de brazos.
—¿no confías en mi?—
—en ti sí, en mi peso no—él se ríe.
—oh vamos, no creo que peses tanto—alcé una ceja.
—¿no ves mi gordura? Además el agua hará que yo pese más—
—no estás gorda, yo puedo, vamos, ven—señaló su espalda, se veía muy tierno suplicando, así que asentí y me monté en su espalda—¡chicos! ¡Vengan empecemos la fiesta!—
Isabella se montó en la espalda de Abiel, todos empezaron a hacer lo mismo, excepto uno de los amigos de David y Nani, ella no es de ese tipo de cosas.
—¡Bro! Únete—gritó David. Él chico apuesto pelinegro, ojos azules y piel como la leche llamado Ethan, observó a mi amiga.
—no creo que ella quiera—respondió, al mismo tiempo que mi amiga alzó la vista, sus ojos se pusieron como platos al ver aquella belleza, hay que admitir que el chico estaba bello o como ella diría "bueno".
—¡Nani, vamos!1le grité, pero ella agachó la mirada—¡ven Diviértete, creo que él también quiere divertirse!—Ethan le sonrió y se acercó.
—vamos, divirtámonos—se lanzó a la piscina y le ofreció su espalda, por primera vez veo a Nani sonrojarse en frente de un chico, muchas veces lo ha hecho pero nada más cuando le menciono a alguien que le atraiga, pero nunca la he visto así en frente de un chico, y no se lo niego, el chico es muy lindo como para no sonrojarse.
Es el tipo de chico que en apariencia es el perfecto para ella, siempre me habla de un personaje de un libro que le encanta, no me acuerdo su nombre, pero ella habla de un dios griego con ojos azules, cabello oscuro como la noche, piel blanca y un perfecto cuerpo.
Creo que este chico lo personifica.
Mi amiga asintió y se montó en su espalda.
Y ahí en la piscina de David, mi amiga se sintió atraída por un semi-dios griego.
Empezamos a jugar y cuando nos cansamos de eso, nadamos, después salimos y nos sentamos a hablar.
—tengo una idea—dijo David cuando ya no sabíamos qué hacer.
—algo que no sea ir a lanzarnos de nuevo a la piscina, por favor—una de las amigas de David protestó.
—no, tranquila—le respondió—podemos ver Netflix, yo preparo las palomitas y entre todos escogemos la película.
—me parece una gran idea, pero...—comencé y David se dio cuenta de mi duda.
—no se preocupen, pueden entrar en traje de baño, no hay ningún problema, si encharcan yo limpio.
—no se diga más—Abiel se levanta de golpe y va hacia una cava y saca dos botellas de vino—a relajarnos y a brindar por esta maravillosa tarde—
Todos nos dirigimos a la sala de la casa de David, donde se hallaba el televisor y nos situamos, en los sofás.
Abiel, Isabella y dos amigos de David se sentaron en el sofá que quedaba a la izquierda.
Tres amigos de David se sentaron en el sofá derecho, y Nani, Ethan, David y yo nos sentamos en el sofá central.
Todos sin dudar escogimos "a todos los chicos de los que me enamoré" de Noah Centineo.
Los chicos por ser románticos frente a sus chicas y nosotras sólo para ver al guapísimo Noah Centineo.
Yo apoyaba mi cabeza en el hombro de David, algo que no debería estar haciendo, pero no lo puedo evitar, está lloviznando, las luces están apagadas, hay chucherías y mucha atracción como para no hacerlo.
Todos estaban ansiosos porque ya llegaba la escena del beso, los unos con los otros se veían, por la desesperación.
Me sorprendió ver como Ethan y Nani estaban acurrucados, se veían con ojos de amor. No pude evitar sonreír ante esa escena.
Entonces ocurrió, los protagonistas se besaron, nosotras las chicas molestas con la protagonista por tener la oportunidad de haber besado a Noah Centineo, y los chicos molestos por no poder besar a sus chicas.
Los que no se aguantaron y porque son novios, fueron una de las amigas de David con uno de los amigos de él.
Volteé a ver a David, quien me estaba observando profundamente, sus ojos color ámbar me miraban con desesperación, yo lo veía igual. Me lamí el labio inferior y el bajó su mirada en dirección hacia mis labios.
Estábamos demasiado cerca para mi gusto, pero no lo quería apartar, cuando nuestras cabezas se fueron acercando, puse mi dedo índice en el medio de nuestros labios.,
—los amigos especiales no se besan—le dije, o mas bien le advertí.
Ethan
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