-muy bien chicas, les tenemos una ¡sorpresa!- Hazel, la coreógrafa nos anuncia.

-¿qué será?- Isabella me pregunta, pero la verdad es que ni yo sé cuál es la sorpresa.

-debe ser algo sencillo- digo, pero cuando termino de hablar, mis ojos se posan en una fila de chicos que se van acercando.

Hazel habla.

-¿sorprendidas? Bueno, la razón por la que estos chicos están aquí es porque para el especial del día del amor y la amistad van a hacer una danza juntos, una especie de vals.

Quedo desconcertada, no por el vals, sino por los chicos, entre ellos están David y Abiel.

Que por cierto ya se recuperó de su recaída hace tres días.

-¡muy bien! Armemos las parejas- Hazel empieza a analizar quien queda mejor con quien. Pero yo no ando pendiente de lo que ella está hablando, mi mente está analizando a Abiel y a David.

David no es de bailar, quizás lo obligaron.

Abiel me había mencionado que estaba en danza, pero no entiendo, nunca lo había visto en algo involucrado a la danza hasta hoy.

La voz de Hazel me vuelve a la realidad.

-Génesis, vas a estar con Abiel- me toma de la mano y me dirige hacia él.

Incómoda y confundida me acerco.

Aún así hablo con él.

-estás en danza, pero nunca te había visto involucrado aquí en ella-

-es que estoy en danza, pero en la otra sede, la del centro- mi boca se abrió en una "O" la iglesia tenía varias sedes, hasta fuera del país.

Ya había entendido todo.

-muy bien compañero, espero que lo haga bien- bromeé, pero a él no le pareció agradable.

-¿crees que no puedo hacerlo bien?-

-no, no quise decir eso, sólo fue en broma- una sonrisa pícara apareció en su rostro y sus ojos verdes tornaron un brillo de burla.

Se echó a reír muy duro- ¡caíste!, debiste ver tu cara "no, no quise decir eso"- imitó mi voz- perdón, pero me dio mucha gracia-

- ja-ja-ja-ja muy gracioso el niño- dije cruzándome de brazos.

-siempre- él bromea y le golpeo levemente el hombro, los dos nos reímos.

-muy bien, chicos y chicas, ya armadas las parejas vamos al santuario a ensayar.

El santuario es la iglesia como tal. Ya que, estábamos en el área infantil.

A David le tocó con Isabella, pero al parecer no le agradaba la idea, ya que tenía cara de incomodidad.

Al llegar, todos los chicos hicieron una fila, nosotras teníamos que acercarnos, inclinarnos en reverencia y empezar el vals.

Desde que empezó el ensayo he sentido la mirada de David clavada en mi, a pesar de que está con Isabella, al bailar con ella igual no quita su mirada de mí. Me siento incomoda ante esas miradas que me lanza, pero igual trato de tranquilizarme y seguir ensayando con Abiel, que tampoco me quita la mirada.

Pasaron dos horas y parecía no terminar el ensayo.

-¡tómense diez!- Hazel nos avisa para descansar y tomar agua.

Voy pasando para ir a buscar mi pote de agua, cuando una mano toma mi brazo y me hace girar para enfrentar a la persona que me jala.

David

-¿a dónde vas?- su mirada irradia algo indescifrable ¿protección? ¿disgusto? No tengo idea.

-voy a buscar mi agua- se acerca un poco más a mí.

-Gene, quiero estar contigo- ¿conmigo en qué sentido? ¿De qué está hablando? Se dio cuenta de mi desconcierto y aclaró- osea en el vals-

-pero no se puede, ya Hazel armó a las parejas- me solté de su agarre para ir en busca de mi agua, pero no lo pude terminar porque David me volvió a jalar e hizo que me estrelle contra su pecho, tomó mi mano derecha, me agarró de la cintura y empezó a bailar el vals.

-¿David qué haces? ¡Suéltame! Todos nos están mirando raro-

-si no puedes ser mi pareja de vals en la danza, al menos lo seras ahorita, no me importa que los demás nos vean raro- traté de luchar pero él me apretaba más hacia él así que era en vano, él es mucho más grande y más fuerte que yo. Igual era reconfortante estar así con él, sinceramente no quería que acabara.

Todos nos veían y murmuraban pero estar así con David, opacaba el resto del mundo, eramos sólo él y yo.

-se acabaron los diez minutos, volvamos a ensayar- Hazel interrumpió el momento mágico.

David tomó una distancia, pero no la suficiente, podía sentir su respiración rozar mi cuello.

Empezó a pellizcar mis cachetes

-mi Damisela Cachetona- empezó a pellizcar y a pellizcar tomé su mano y lo detuve

-¡ey! Eso duele- dije mientras me sobaba mis cachetes.

-no te dejaré de fastidiar mi Damisela Cachetona- no sé si estoy roja por los pellizcos o por su sobrenombre para mí, a este punto no tengo la menor idea.

Yo entrecierro mis ojos.

-vas a intentar todo para que seamos pareja de vals ¿verdad?-

-exactamente- chasquea los dedos al mismo tiempo que me guiña el ojo.

Yo niego con la cabeza y volteo los ojos.

-eres un caso- volvimos a empezar a ensayar. Y si no me sentía incómoda con las miradas de David, también Abiel me observaba muy detenidamente pero su mirada mostraba desconcierto, se veía que me quería decir algo, pero no se atrevía.

-te ves linda cuando estás en modo pensativa- Abiel bromeó al notar que estaba más allá que acá.

-perdón, es que- me detengo sin saber qué decir- nah olvídalo-

-¿segura?- yo sólo asiento.

-sí, ahora hagámoslo bien, porque sino van a repetir la canción hasta que lo logremos- no había mucha conexión entre los dos por esa razón no íbamos al ritmo.

Después de siete horas más al fin terminamos el ensayo, así que me dirigí a buscar mis cosas.

Cuando volteo pego un brinco por el susto que me dio haber encontrado a David muy cerca de mí.

¿cómo le hace para ser tan escurridizo?

-¿ahora si puedes ser mi pareja?-

-¿de qué hablas?-

-como dije anteriormente, no serás mi pareja en la danza pero sí fuera de ella, claro si usted bella damisela quiere- él toma mi mano y besa mis nudillos.

-David, es tarde-

-no te estoy pidiendo que lo seas justo ahora, sólo que lo seas- pongo mi mano izquierda en el mentón.

-déjame pensarlo- me pongo el bolso en el hombro y me volteo para seguir con mi camino.

David se pone enfrente de mi.

-por favor- puso una cara de gato de Shrek que me dio demasiada gracia.

-pareces un niño pidiendo por un dulce-

-no hay mucha diferencia, soy un niño en el cuerpo de un hombre que le pide a una hermosa dama que sea su pareja-

-bueno... yo entonces soy la madre estricta que le recuerda al niño que mucho dulce le hace daño-

-please, please, please, please- esto me está causando demasiada gracia.

-okey, ahora sí te estás comportando como un niño-

-no pararé hasta que me digas que si-

Volteo los ojos.

-okey esta bien, Señor Fastidioso, acepto ser tu pareja-

-¡ey! Pensé que era el Señor Romántico-

-¿acepté tu oferta y te quejas de que te dije Señor Fastidioso? ¿a caso no quieres que sea tu pareja?- ya me puse juguetona y pícara.

-¡claro que quiero! Pero también quiero mi otro apodo-

-¿cuál Señor Maníaco?- bromeé.

- ¡Génesis!-

-okey, okey- alcé mis manos en son de paz.

-ahora por eso damisela va a tener que bailar una pieza con este Señor Maníaco-

-me parece justo- él me jala hacia su pecho suavemente, toma mi cintura acercándome más hacia su cuerpo. Inclino mi cabeza para refugiarla en su pecho mientras bailamos.

Pasaron como dos minutos cuando él rompe el silencio que reinaba entre nosotros.

-Génesis- dice en un susurro.

-¿si?-

-me gustas- me quedé sin aliento, paralizada y sin saber qué decir. Mi reacción fue echar mi cabeza hacia atrás para encarar lo- me gustas desde el primer día que te vi, jamás sentí atracción tan instantáneamente con nadie hasta que llegaste tú. Contigo siento que puedo ser yo mismo sin importa qué-

-y...yo- tartamudeo sin saber qué responder. Él pone su dedo índice en mis labios.

-no tienes que decir nada si no quieres, yo lo entiendo, no te forzaré a sentir-

-pero, yo sí siento- mis palabras lo dejaron en shock, pero continuo- me gustas desde la primera vez que te vi David, siento que hicimos una especie de Click desde esa vez que me saludaste sin saber quien era yo- él toma mi mano y la pone en su pecho. Su corazón latiendo súper rápido.

-¿sientes eso?-

-s...si- los nervios y la emoción juntas no me dejan hablar mucho.

-nadie más ha hecho que mi corazón latiera así de rápido, ¿entiendes lo que me haces sentir? Eres importante para mí- trago duro y quito la mano de su pecho para extenderla hacia él en modo de acuerdo.

-¿amigos especiales?- sus ojos brillan de emoción por la palabra. Él sabe qué significa eso.

No es el tiempo para ser novios, así que ser amigos especiales es la mejor opción, para irnos conociendo aún más y darnos cuenta si en verdad somos el uno para el otro o no.

-amigos especiales- me extiende la mano y realizamos el trato.

-muy bien Señor Romántico, ¿qué quiere que le compre de comer?- tenía que realizar una especie de cita, tenía que aprovechar el momento.

-¿de qué hablas?-

-yo le dije a usted que en la próxima salida yo iba a pagar, bueno lo estoy invitando a comer, o ¿a caso a usted se le olvida que alado hay un centro comercial que tiene feria?- ahí, justo ahí se me salió mi acento natal.

-oiga es que usted, ¿me está invitando a una cita?- se burla de mi acento.

-pos vos ¿qué creés?- me eché a reír, a mi nunca me ha avergonzado mi acento natal, así que no me afectó en lo absoluto que me imitara.

-acepto mi damisela cachetona-

-bueno, déjeme decirle a mi apá que me venga a buscar en dos horas- los dos nos reímos a carcajadas por el acento.

-dizque 2 horas, vos seguís actuando tan maravillosamente, y no te dejaré ir tan rápido, ¿oyó?- mis ojos se abrieron ante su confesión, él es muy tierno.

Después de llamar a mi papá para decirle que me busque más tarde, nos fuimos a comer.

Jamás creí que este día terminaría así, confesándonos lo que sentimos y teniendo una cita el mismo día.

Siento que lo nuestro va a funcionar.

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Feliz Navidad! espero que tengan un hermoso y maravilloso día.