La voz de Yibo salió a través del teléfono escuchándose completamente indiferente y fría:

-Voy a ir tras Xue Nim. -

- ¿Xue Nim? ¿El hijo del alcalde? -El tono de HanGeng es un tanto digno-. ¿Y qué le vas a pedir que haga? -

Los dos saben que esa persona no puede compararse con alguno de ellos. Es hijo de un líder importante, para empezar.

-No me importa si su maldito amante tiene una maldita leucemia, tiene la médula ósea que necesito... Es la que HaiKuan le consiguió a Zhan. -La irritación de Yibo le estaba saliendo por los poros para cuando, segundos más tarde, el asistente Yubin bajó de la limosina y le abrió la puerta. Wang sacó una caja de pequeños cigarrillos de su bolsillo trasero y descubrió que el encendedor que ocupaba todo el tiempo ya no estaba allí-. No importa, iré a comprar uno nuevo mañana. -Hizo un gesto a Yubin, y le pidió que lo llevara a su departamento. La voz de HanGeng se escuchó otra vez:

-Yibo. -Su tono de voz parecía ser el de un hombre nervioso-. ... No me gusta esta idea, no es tan fácil como ir y hablar con él. Algunas cosas no están muy claras con este sujeto. ¡Está más loco que tú! -

Wang, quién había encendido su cigarrillo con la ayuda de unos cerillos corrientes, comenzó a quemarse los dedos con el fuego que consumía el papel. No se dio cuenta hasta que la piel comenzó a arderle y la ceniza se derrumbó y cayó sobre su pantalón.

- HanGeng, no tienes que preocuparte por mí. - Wang abrió la ventana-. Conoces a más personas que yo en el hospital. Vamos a ajustar los detalles del tratamiento original de Zhan, hacemos un escrito y que alguien nos lo firme... O ayúdame a preguntar si hay alguna otra médula ósea por allí.

HanGeng suspiró.

- Yibo, no lo sé. Hay algunas cosas para las que deberías tener un poco más de corazón ... Además, tomé un poco de medicina de tu sala de estar y resulta que todos son para efectos especiales tardíos. -Sus palabras se detuvieron y provocaron un dolor indescriptible en Wang -. Sé que entiendes... Tiene la enfermedad desde hace ya tanto tiempo que la médula ósea prácticamente... Es inútil ya. -

Yibo no respondió.

- ¿Encontraste a Xiao? - HanGeng volvió el tema.

Yibo se mostró hosco y sonrió.

-Se niega a verme. Por eso regresé a Beijing. -

HanGeng no pudo responder de inmediato a sus palabras, supuso que era debido a que había un sentimiento amargo y doloroso instalándose lentamente en su pecho. Tiene la situación de Zhan muy presente cada día y le cuesta creer que un hombre como Wang, que está tan dispuesto a hacer tanto... No tomará acciones desde el principio. El mayor está angustiado por Zhan y Yibo por igual.

-Está bien, no tienes que explicarme más. -

Wang se acercó a la ventana, viendo las escenas nocturnas destrozadas por los movimientos del vehículo. Exhaló suavemente:

- ¿Qué le pasó al abuelo de tu esposa? -

-El hospital se hizo cargo de eso, el hombre era viejo y ya tenía una enfermedad grave. ¿Qué te digo? Era un pequeño trozo de carne rota-. HanGeng se tomó un momento antes de decir-: Estoy en casa, y no hay nadie conmigo.

-Oh, entonces tal vez vaya a visitarte. - El doctor ahora tiene una enorme casa familiar, pero Wang supone que de igual manera debe sentirse completamente encerrado-. Voy a colgar primero. -

-Señor Wang, el asunto sobre la compra del Distrito Occidental ha sido aprobado. ¿Irá a la compañía mañana para hablar con su abogado? -

El asistente Yubin se aseguró de que hubiera terminado con su llamada antes de atreverse a hablar.

- ¿El Distrito occidental? -

La mente de Yibo no está clara, y se siente avergonzado por ello.

-El proyecto que comenzó hace unas semanas. Para comprar el Distrito y los edificios empresariales de la zona... -

Wang abrió los ojos bruscamente, sus dedos temblaban de manera incontrolable cuando se los llevó a la barbilla.

- Liu ZhuoCheng puede quedarse con el Distrito. Resulta que ya no lo quiero. -

-Señor Wang... -

-Ahora estoy de mejor humor... Y lo hago por Xiao Zhan, no por él. -

Aunque Xue Nim obtuvo la médula ósea gracias a él y seguramente le estaba infinitamente agradecido... Wang Yibo sintió que era más bien el villano. El triste y odioso villano de su cuento que tenía que encontrar para llegar a la absolución.

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Holaaa Holaaaaa 👋🏻👋🏻

Recuerden dejen en los comentarios cuántos capítulos deseen para una última maratón 🥲, tienen hasta el Lunes 😉

L@s quieroooo 🥰

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