🍃57🍂
Maratón 2/10
Xiao Zhan ha estado teniendo más y más sueños extraños recientemente. A veces, cuando no se ha quedado completamente dormido, se da cuenta de que su inconsciente ya se encuentra mostrándole el paisaje de su escuela. La escena en el sueño es muy simple: El chico guapo de su clase, quién se había negado a utilizar uniforme escolar, corrió hacia él con una sonrisa y le dijo:
—Después de la escuela, vayamos a casa juntos. -
Zhan tiene la cara mojada cada vez que se despierta. Vagamente sintió que esta escena era inusual. Su mente no se cansa de mostrarle escenas de su juventud perdida, de su amor perdido y de la vida que ya no tiene.
Xiao eligió recientemente el regalo que quiere para cuando cumpla 31.
HaiKuan ha sido consciente de esto por unos días: Zhan no ha mostrado un buen estado de ánimo últimamente. Mientras A-Zhan tenía en las manos la propaganda de un establecimiento, no se dio cuenta de que ya había otro cuerpo pegado al de él. HaiKuan sostuvo al pelinegro en sus brazos desde atrás, y su barbilla se colocó suavemente sobre su delgado hombro:
—¿Qué estás mirando? -
Zhan, inconscientemente trató de ocultarlo pegándolo más a su pecho, Liu se percató de que estaba ocurriendo algo malo. El papel estaba arrugado cuando el mayor se lo arrebató.
La cara del doctor cambió de un estado normal, a un pálido aterrador y profundo, como si se le hubiera drenado la sangre. Sostuvo a Xiao Zhan de los brazos, le dio la vuelta y lo obligó a mirarlo:
—¿Qué piensas hacer con este tipo de cosas? -
El doctor le propinó varios golpecillos violentos a la hoja del servicio funerario.
Xiao estaba enojado por lo que le había hecho, así que se ganó que le gritara:
—Eres un médico, ¿no? ¿No sabes lo que me está pasando? ¿¡No entiendes cómo voy a terminar!? -
Su respuesta es algo que esperaba, pero de igual manera no puede creerlo. ¿Por qué parece tan empeñado en lastimarlo? HaiKuan hizo una bola con la propaganda y la tiró a sus pies:
—No quiero tener estas cosas en la casa. -
Zhan no retrocedió esta vez. Tomó la bolita del suelo y alisó lentamente las arrugas justo sobre la lista con nombres de cementerios importantes:
—Voy a vivir en uno de estos más tiempo que en cualquier otro lugar. Tengo que elegir uno bonito. Todavía me quedan cerca de 15,000 en mi tarjeta. Si no es suficiente, estaba pensando que me podrías ayudar. —La sonrisa de Zhan se congeló sobre sus labios y el estado de ánimo que se mostró en sus ojos, de pronto era incierto. Parecía que no estaba seguro de su decisión, pero igualmente se la comentó—: Si el bastardo de Wang Yibo todavía quiere encontrarme, irás con él y le mostrarás mis cenizas... Por supuesto, no puedes dárselas. Aunque estés enojado conmigo para ese momento, no me dejes atrás. No me dejes con Wang. -
HaiKuan está acostumbrado a la vida y a la muerte, pero de igual manera no sabía lo asfixiante que un duelo podía ser. No entiende cómo todavía puede continuar pensando.
—No te dejaré con él, nadie será siquiera capaz de poner una mano sobre ti. -
Esa es la promesa de Liu HaiKuan.
Sabe que Zhan está un poco cansado, se acuesta en el regazo del doctor y deja que le acaricie lentamente la cara:
—¿No piensas que hacer todo esto por mí es estúpido? -
HaiKuan besó su frente, besó su cabello y susurró:
—No es estúpido... Es por amor. -
♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.
A la Oficina de Seguridad Pública le tomó 48 horas determinar una ruta. Durante este período, Wang Yibo no cerró los ojos. La velocidad a la que su cuerpo decae es visible a simple vista, e incluso requiere de más dosis de la droga de acción rápida que tiene en el bolsillo.
Yibo gastó mucho dinero para invitar a los expertos más avanzados de los Estados Unidos e incluso invirtió demasiado en el hospital federal, para cambiar el equipo de tratamiento por uno más avanzado. Pensó, que cuando fuera por Xiao Zhan y lo regresara a casa, no demoraría en darle la atención necesaria para su horrenda enfermedad. Siempre piensa en ello, desde que despierta hasta que se duerme... En darle a Zhan todo lo que sea necesario para mantenerlo con vida.
Yibo espera junto a los monitores, aunque no se atreve a usar demasiada fuerza física porque su corazón todavía le duele. Es el tipo de dolor que puede sofocarlo hasta el punto de provocarle jadear y desmayar. No quiere crear una conmoción, y se traga entonces otra cápsula amarilla.
Antes de encontrar la posición de Liu con ayuda de la oficina general de seguridad, Wang Yibo reservó un vuelo en primera clase esa misma tarde para asegurarse de que la clínica estuviera preparada. —La clase económica era muy pequeña y necesitaba espacio para estirar sus piernas—. Yibo estaba ansioso, pero los medicamentos le hacen quedarse dormido inmediatamente después de despegar. Ya eran las 7 de la noche cuando llegó al Aeropuerto Internacional de Chengdú, estaba lloviendo y el suelo todavía se encontraba húmedo. El gerente de la sucursal fue personalmente a entregarle una máquina de hemodiálisis.
Mientras esperaba por más noticias, Yibo permaneció en Chengdú. No pudo estar tranquilo ni cerrar los ojos por un aproximado de tres días y dos noches.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro