Lo más difícil de controlar en el mundo es el corazón humano, porque a veces ni siquiera sabes cuándo podrá llegar a cambiar.

Wang Yibo estaba muy preocupado por sí mismo. Intentó calmarse y pensó en las cosas que estaría dispuesto a hacer en tan poco tiempo para que la situación que enfrentaba con Xiao Zhan, se viera lo menos dramática posible. Pero la cosa es que, en este punto, tienen un sin fin de obstáculos por delante. Es algo que no se puede evitar y no se puede esconder.

Wang Yibo sabe lo que debería decir, pero en este momento ya no pueden funcionar las dulces palabras del esposo preocupado del pasado, ni la fiereza del hombre que conoció en la secundaria. Solo puede sostener a Zhan más fuerte, pretendiendo que todavía está intacto y no agonizante entre sus brazos. Sabe que su esfuerzo físico fue demasiado, y ahora está dormido. Se siente frío, parece tranquilo y se mantiene con la respiración golpeando de manera errática sobre su pecho.

Yibo estiró los dedos y delineó delicadamente los suaves contornos bajo la nariz de Zhan, esas bellas mejillas. Él conoce el amor absoluto y la tolerancia que Xiao le tiene, pero esta vez debe haber sido perjudicado en extremo como para soltar tales palabras...
Realmente parece que ha logrado dividir su amor, no en un pequeño pedazo sino en miles.

—No te enojes conmigo, de verdad puedo cambiar... Tienes que creer en mí. —El tono de Yibo es muy ligero y suave, pero incluso así tiene miedo de perturbar el sueño de su amado—Cuando te despiertes, tienes que seguir amándome. No puedes dejarme... No te voy a permitir dejarme. -

Wang sostiene a Zhan, y no sabe por qué de pronto está tan nervioso. Parece que las cosas que menos quiere enfrentar, están a punto de suceder. La inquietud en su subconsciente es la más agotadora. Al igual que el viento y el sonido de la nieve golpeando su ventana, la sensación de opresión está congelando su corazón gradualmente.

Finalmente, el timbre suena.

Wang colocó suavemente a Zhan sobre la cama y utilizó las sábanas para cubrirle, después abrir la puerta con una expresión solemne en el rostro.

—¿Cómo es que vienes tan tarde? -

Wang Yibo abrió la puerta. HanGeng quitó el sudor en su frente y dejó el botiquín en el suelo junto a la puerta.

—Hoy no fui a trabajar, acabo de salir del bar. Pero bueno. Dime, ¿a quién le hago la consulta? Si es a ti, temo decirte que voy a cobrarte recargos. -

HanGeng y Yibo son muy cercanos y tienen entre siete u ocho años de amistad. De lo contrario, nadie estaría allí a esa hora, tocando la puerta en plena ventisca para aguantar semejante carácter de semejante sujeto.

—No digas tonterías, estoy muy nervioso. -

Yibo no estaba de humor para escuchar sus bromas sin gracia. HanGeg no se demora en quitarse el abrigo

—Dime qué te pasa, hombre. ¿Tienes dolor de cabeza? ¿Un resfriado? ¿Te golpeaste? ¿Sufriste de algún trauma? Aunque un golpe y un trauma son casi lo mismo... -

La clínica de HanGeng por lo general atiende a las personas que se sienten más a gusto en el "mundo subterráneo." Ladrones, prostitutas, delincuentes... Wang sabe que tiene entonces, una tremenda habilidad con cosas que tienen que ver con sangre y traumas sexuales.

La cara de Yibo se vuelve un enigma nuevamente

—Yo no... Entra a la habitación y atiende a mi esposo. -

La intuición de HanGeng es rápida:

—¿Qué le pasó al pequeño Zhan? -

Empujó la puerta de la habitación. Las cosas desordenadas en el suelo hacen que HanGeng no tenga dónde ir. Salta, no quiere pisar las sábanas... Él sabe que su paciente está acostado en la cama.

Wang Yibo caminó directamente sin importarle aplastar las cosas con las suelas de sus zapatos. Subió a la cama, tomó a Xiao Zhan y le dio la vuelta:

—¿Quieres darte prisa? -

—Wang Yibo. ¿Qué hiciste? — HanGeng se apresuró y alcanzó a ponerse a un lado de Zhan. Le tocó la frente, le sintió el pulso— Tiene fiebre. -

HanGeng miró atentamente el rostro de Zhan, suspiró con suavidad y observó después a Wang. Sus ojos estaban abiertos de una manera exagerada. Parecía estar sorprendido y asustado a partes iguales.

—¿Lo golpeaste? -

Yibo solo se enfocó en el pequeño Zhan, vio su pecho subiendo, sus dedos aferrándose a sus brazos. Se masajeó las cejas, arrugó la frente. Las pestañas de Xiao están muy inquietas debido a sus temblores, pero, aun así, parece estar demasiado cansado como para separar los párpados

—Por favor ten cuidado... -

HanGeng también parece tener miedo de despertar a Xiao y soportó las ganas de hacer todavía más preguntas. Wang prosiguió:

—Tosió mucha sangre. -

El tono de Yibo era plano y HanGeng comenzó a pensar que estaba asustado de verdad, aunque su comportamiento fuera muy bueno y estuviese cubriendo su dolor y su creciente angustia como un actor de primera.

HanGeng apretó suavemente la boca de Zhan y vio gracias a la luz de su lámpara, una infinidad de pequeñas y densas heridas causadas por sus dientes cuando se estaba mordiendo. La causa más grave de la tos, es la lengua que está destrozada. El doctor suspiró, afortunadamente no era una lesión interna, pero estaba seguro de que comer y conversar iba a parecerle un infierno de ahora en adelante. Al menos hasta que se recuperara como era debido.

De repente pensó en algo, su rostro no tenía un buen semblante, levantó la vista y le preguntó a Yibo:

—¿Lo mordiste? -

Wang no lo negó, tampoco intentó defenderse ni argumentó en su favor como HanGeng estaba esperando... El doctor suspiró otra vez, pero ahora pesadamente. Movió la cabeza de Xiao y segundos después, tenía a un joven pálido, atontado por el dolor, luchando inconscientemente, llorando y golpeándole la mano.

—No... ¡Por favor no! -

Wang lo abrazó:

—Oye, deja que HanGeng te vea. ¿De acuerdo? -

HanGeng tenía miedo de pasar la luz por las extremidades del pobre Zhan y descubrir que había una cantidad exagerada de moretones en su piel... ¿En qué posición lo dejaría eso? ¿Qué tendría que hacer como amigo y qué debería de hacer como doctor?

—Tengo... Frío... -

Zhan sacudió la cabeza y sus manos apretaron las mangas de Yibo inconscientemente. El corazón de Wang se tornó suave de nuevo, y miró a HanGeng como si estuviera pidiendo ayuda.

—Mira la parte inferior de su cuerpo, ¿de acuerdo? Es en la parte inferior donde parece que hay algo mal. -

HanGeng escuchó su pedido y comenzó a moverse de inmediato. Al bajar su ropa y enfrentarse con las heridas entre sus piernas, el doctor, quién estaba acostumbrado a tales escenas, se sintió sin querer un tanto asqueado:

—¿Cómo salió tanta sangre? -

Cuando HanGeng se puso un par de guantes y comenzó a palparle sobre la sangre, Zhan empezó a moverse. Gritó, pateó, Yibo le cubrió los ojos y susurró suavemente sobre su oído:

—No tengas miedo, es HanGeng. Puedes dormir en mis brazos por un rato, ¿está bien? Duerme aquí conmigo... -

La herida provocada por su ano desgarrado, es tratada durante mucho tiempo. Al final de todo, Zhan parece haber perdido la consciencia otra vez. Sus párpados se mueven como locos mientras Wang Yibo lo recuesta gentilmente sobre la cama para que descansé como es debido. Le quitó el sudor frío, le frotó los dedos.

—Wang Yibo, ¿puedes venir? -

HanGeng estaba parado en la puerta de la habitación. Los brazos cruzados sobre su abdomen y una mirada congelada.

Wang Yibo le dio a Zhan un suave beso antes de salir.

—¿¡Cómo es qué nunca supe que eras un puto sádico!? — HanGeng finalmente no pudo contenerlo más—: ¿No sabes que Xiao tiene una maldita coagulopatía? ¿¡Estás tratando de matarlo o qué!? ¿Cómo pudo no detenerte? ¿Por qué sigue contigo? Carajo. -

HanGeng se rascó la barbilla ante el silencio:

—En realidad ya había escuchado muchas cosas de ti en los últimos dos años, pero solo estupideces como qué salías de noche o que te acostabas con quién se te pusiera en frente ¡Pero realmente puedo decirte que hoy te pasaste de la línea! Lo vi la última vez... Hace dos años, claro. Pero no estaba delgado hasta este punto. ¿Cómo lo estás tratando? -

Wang frotó sus sienes, su voz era ronca:

—No voy a dejarlo ir. Dejaré de salir por las noches si es necesario. -

Para el doctor, no es fácil manejar los asuntos que conllevan algo personal... Solo puede esperar que las palabras de Wang no sean serias. Cambió el tema:

—¿Tienes antipiréticos? Debería tomar algunos. -

Yibo estaba hirviendo agua para ese momento:

—En la sala, sobre la repisa. -

HanGeng fue a la sala, buscó el medicamento y tras mirar el mueble durante el tiempo necesario, descubrió que algo estaba terriblemente mal. Cuando estuvo allí la última vez, había muchos libros en la casa. A Zhan le encantaba leer poesía y libros de literatura clásica. Las estanterías eran todas para los libros, e incluso sobre los cajones podían verse las portadas de unas revistas y algunos cómics de títulos populares. Ahora, todo se ha convertido en botellas y frascos.

HanGeng también es profesional, perezoso y torpe pero profesional al final. Su primer instinto es mirar las botellas, agitarlas y analizar con cuidado las inscripciones sobre las tabletas. No hay duda, aunque parezcan dulces inofensivos son ciertamente medicinas.

HanGeng lo analiza por un momento.

—El agua ya está caliente. ¿Encontraste la medicina? -

Al escuchar la voz de Wang, HanGeng lanzó un grito de espanto. Estaba pensando si posiblemente esas tabletas eran calcio o tal vez suplementos. HanGeng imaginó que Wang estaba obteniendo todo tipo de productos de salud extraños últimamente en su trabajo.

Pero no puede estar tranquilo. Piensa y lo vuelve a pensar.

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Holaaa Holaaaaa 👋🏻

Disculpen la demora 🫣, me quedé leyendo Wattpad y se me fué 😅, además que publiqué un nuevo shot "Hero" que ya está disponible y lo pueden encontrar en mi perfil, como recompensa por mi demora les he dejo estás 4 actualizaciones.

No sé sí publicaré más tarde los dos últimos capítulos de I'm - Sweet House o ya mañana 😅...

Sigan comprando pañuelos 🤧 no lo olviden 👋🏻

Las quieroooo 🥰

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