CAPÍTULO 4
Mi homenaje al creador del Un, Dos Tres, Narciso Ibáñez Serrador que acaba de morir. Es mi manera de rendirle homenaje por tantas buenas noches de entretenimiento con su maravilloso e inolvidable programa.
—Con esto tienes comida hasta la cena. —se burla Ian mientras la otra víctima de la broma de Joey se ríe a carcajadas.
—La venganza es un plato que se sirve frío, Joey. —asegura el chico de la melena castaña.
—Me...—tose mientras expulsa la espuma de la boca. —me las pagareis. El león se vengará. Cuando abra sus fauces os devorará. —sigue tosiendo.
Sus compañeros se ríen.
—Ahora el león es más bien un gatito. ¡Miau! —dice John Leven.
Lejos de allí, Ana ayuda a su prima a colocar su equipaje y le dice lo que van a durante dos días.
—¿En serio? Nunca he asistido a algo así. Será interesante. Gracias por la invitación.
—Una experiencia nueva. Me llevaré el coche porque es posible que salgamos tarde. —le informa la española a la colombiana.
—No hay problema. Supongo que tendremos que tener paciencia. Esas cosas son así. Quizá veamos algo interesante. —sonríe Lucía.
—Quién sabe. —responde su prima encogiéndose de hombros.
La familia conversa durante la comida. Lucía les cuenta como andan por Colombia.
—Más o menos como siempre por lo que veo. Al parecer no ha cambiado mucho. Es una lástima porque nuestro país es hermoso. —se lamenta la madre de Ana.
—Confiemos en que las cosas mejoren algún día. No siempre va a ser tan malo. —responde su cónyuge que también lamenta la situación en la que su país está desde hace años por culpa de varios factores.
—Por suerte hay gente en este país que sabe que no todos los los colombianos son malos, porque otros juzgan por lo que unos pocos hacen. —comenta la prima de Lucía.
A pesar de haber nacido en España, la prima de Lucía ha podido experimentar el racismo y la xenofobia de algunos españoles hacia ella por su aspecto, aunque por fortuna fueron una minoría aunque muy molesta y ruidosa, eso sí.
—Prima, hoy tendremos que acostarnos pronto. Mañana por la mañana tenemos que hacer varias cosas antes de llegar hasta allá porque debemos estar hora y media o dos horas antes. Ya sabes que no soy persona si no descanso y duermo mis horas. —le explica la española a la colombiana.
—Sí ya sé. Eres como una abuela. —se ríe Lucía.
—¡Eh! —se queja la joven golpeando el brazo de su prima.
Sus padres intentan reprimir la risa sin éxito.
—Es la verdad, cariño. Todos te queremos mucho pero es cierto lo que dice. Tampoco es para ponerse así. Ni siquiera nosotros nos acostamos tan pronto y eso que somos mayores que tú. —dice su madre.
—¡Mamá!
—Cariño, tienes que reconocer que dentro de ti hay una abuela. —responde en esta ocasión su padre provocando las risas.
—¡Papá. —vuelve a quejarse Ana marchándose ofendida de allí.
—Creo que nos hemos pasado un poco. —asevera Lucía siguiendo a su prima con la mirada.
—No en realidad. Nuestra hija tiene complejo de abuela. Es la verdad. Más de una vez la hemos propuesto salir con nosotros por la noche, pero ha preferido quedarse en casa para hacer quien sabe que. —asegura la madre de la joven.
—Calceta seguramente. —bromea su padre provocando de nuevo las risas.
—Vale, creo que esto es culpa mía. —se sincera la latina. —Voy a pedirle perdón.
Instantes después Lucía toca con los nudillos en la puerta de la habitación de su prima.
—¿Puedo pasar? —pregunta la joven.
—¿Estás segura? ¿Para qué quieres pasar, para hablar con una abuela? —responde su prima desde el interior de la estancia fingiendo estar enfadada con su prima y tratando de contener las ganas que tiene de reírse.
Se vengará de la broma de Lucía.
—Déjame pasar. Tenemos que hablar. —insiste la chica.
—De acuerdo, pasa. —responde Ana.
En cuanto Lucía abre la puerta de la habitación de su prima esta la recibe dándole con la almohada de la cama en la cara. Ahora es Ana quien se ríe. Y lo hace con ganas y emitiendo sonoras carcajadas.
—Para ser una abuela aún tengo energía para darte con la almohada, primita. —se ríe la española.
Cuando Lucía se recupera de la sorpresa y retira la almohada de su rostro, va a por su prima.
—Ana, ven aquí, tengo que decirte algo. —dice Lucía con una sonrisa traviesa dibujada en su rostro.
—No, gracias. La abuela se tiene que acostar ya, además le debes un respeto a las personas mayores. —se burla la española.
Desde el salón, los padres de Ana escuchan a las muchachas hablando.
—¿Qué estará pasando con esas dos? —pregunta el hombre a su esposa.
—No lo sé. —responde su mujer pero mejor nos quedamos aquí. No quiero sufrir la venganza de tu hija que ya sabes como se las gasta.
Cuando en la habitación Lucía coge a Ana la tortura alborotando su cabello
—Me pides perdón o mañana tendrás que salir a la calle con el pelo de La Bruja Avería. —le advierte la colombiana.
La Bruja Avería es un muñeco de un programa llamado La Bola de Cristal presentado por la cantante Alaska y que las primas, casi hermanas, han podido ver en algunas de las ocasiones en las que Lucía ha viajado a pasar unas vacaciones a España. Aunque es un programa para niños, las dos primas han visto en más de una ocasión La Bola de Cristal porque es un gran programa de entretenimiento para los más pequeños y ellas, aún, en el fondo, son, se sienten como dos niñas pequeñas muchas veces.
—Jamás. —dice Ana escapándose de su prima.
Al ver como ha quedado el cabello después de haberle revuelto el cabello a su prima Lucía se ríe.
—¿Quién dijo que mañana vas a parecer la Bruja Avería? Ya lo pareces. —se ríe a carcajadas la chicas de cabello negro.
—¿De qué estás hablando? —pregunta la española dirigiéndose enseguida hacia el espejo del baño.
Cuando llega y mira en el espejo su cabello alborotado la prima de Lucía abre la boca sorprendida. Se ríe al verse con esa pinta.
Luego son Lucía y sus padres cuando la ven también los que lo hacen.
En el hotel, Joey piensa en una venganza para sus compañeros Ian y John, pero la llevará a cabo cuando cumplan con lo que han venido a hacer profesionalmente, luego en dos días, quizás antes, su venganza se llevará a cabo.
El vocalista del grupo piensa en la mejor venganza y no puede evitar sonreír ligeramente esperando que sus compañeros de banda no se percaten de ello porque le conocen demasiado bien.
La mañana siguiente las primas se levantan pronto, desayunan, se encargan de las cosas que hay que hacer en casa. Los progenitores de Ana han ido a una de las cafeterías de las que son dueños para revisar que el trabajo se hace de forma correcta y hablar con los empleados.
Mientras esto ocurre su hija y su prima salen a hacer unas gestiones del trabajo del matrimonio. Cuando finalizan regresan a casa, se bañan y se visten. Salen del domicilio una hora después y mientras se dirigen hacia el coche de Ana las dos atraen las miradas de los hombres.
Ambas suben al automóvil y se dirigen hacia el lugar en el que permanecerán unas horas, han salido con bastante tiempo de adelanto pues van a parar a comer algo antes en un restaurante cercano al lugar al que van a ir.
Es algo caro pero su comida es exquisita y además se pueden permitir ciertos lujos de vez en cuando. Una vez más, la belleza de las primas llama la atención esta vez de los clientes del local. Finalizado el almuerzo, ambas se relajan tomando un café haciendo tiempo hasta que llegue la hora en la que han sido citadas allí.
Una vez llegadas al lugar de la cita comienzan a conversar con el resto de las personas allí congregadas que han ido a lo mismo que ellas dos. Cuando los guardias de seguridad empiezan a pasar lista y las personas van entregando su identificación se procede a examinar los bolsos. Llegada la hora de entrar, la gente hace su entrada en plató y los asistentes al evento van siendo colocados en los asientos. Las primas son puestas en primera fila debido a su imagen. Desde ese lugar tendrán una vista de todo aquello que vaya a suceder durante las horas que permanezcan allá, que no serán pocas.
Chicho Ibáñez Serrador sale a recibir al público siempre con una exquisita educación.
—Bienvenidos al Un Dos Tres. Espero que lo pasen bien. Armense de paciencia porque esto será largo. Si necesitan algo díganselo a las azafatas encargadas de público. Ahora vamos a grabar unos recursos de aplausos y risas por si los necesitamos. Nada más. Gracias por estar aquí.
Dicho esto y durante unos minutos, Chicho graba recursos de aplausos, tomas de rostros y risas por si los necesita para la posterior edición del programa una vez grabado.
Después de grabar esto, Lucía mira a su alrededor. Ese programa es conocido en medio mundo por su calidad y originalidad. Además como cada uno de ellos está dedicado a una temática diferente los escenarios y los atuendos de los actores que participan en el programa y los de las azafatas están bastante logrados si bien los de las azafatas son los más sexys, guardan relación con la temática del programa.
La cabecera del show protagonizada por las mascotas del mismo, el Boom y el Crack indica el comienzo.
La presentadora, la cubana Mayra Gómez Kemp, desciende las escaleras saludando al público y al llegar al final de la misma dos de las secretarias del programa, Silvia Marsó y Kim Manning acuden a su lado. Mayra conversa unos minutos con las Supertacañonas, tres hermanas actrices e hijas de actores con Paloma Hurtado al frente y luego las secretarias del programa presentan a las tres parejas de concursantes.
Antes de cada pregunta, Nina, una de las azafatas, acciona la palanca que indicará las pesetas por las que se multiplicarán cada respuesta múltiple y correcta que en 45 segundos en esta ocasión den las parejas de concursantes.
Una de ellas ya lleva algunas semanas repitiendo participación en el concurso al ganar la primera ronda del programa y clasificarse. Las preguntas y respuestas versan sobre el tema del programa de esa semana; El Antiguo Testamento.
Cada vez que algún concursante da una respuesta fallida las Supertacañonas tocan la campana corrigiendo el error del concursante con una rima. La pareja que más dinero acumule en la primera fase será proclamada campeona y volverá la semana siguiente. Además les pondrán una banda con el nombre de "Campeones."
—Este programa es genial, prima. —comenta Lucía con su prima sin perder detalle del mismo
—Así es. Es fantástico y tiene una gran audiencia. El día que se emite todo el mundo se sienta delante del televisor para verlo y mira que es largo. Por eso te quise traer, para que lo vieras.
—Te lo agradezco mucho, prima. —responde la colombiana.
Al acabar la ronda de preguntas, Mayra mira los marcadores de las parejas y proclama a unos nuevos ganadores, así que dos chicas retiran la banda a los antiguos campeones para ponérselas a la nueva pareja que se ha alzado con el triunfo en la velada al ser la que más dinero ha acumulado durante las tres preguntas que la conductora del programa ha realizado a cada una de las parejas.
Los nuevos ganadores volverán a concursar en la fase de las preguntas en el próximo programa, pero las dos parejas restantes va a jugar a la segunda fase del programa. La Eliminatoria.
En la segunda etapa del programa cuentan con una pareja encerrada en una especie de celda, los famosos sufridores, que deben permanecer todo el tiempo en silencio y que saben, a diferencia de los concursantes, lo que hay detrás de cada regalo pero no les pueden decirles nada, ni darles pistas. Al final del programa se llevarán lo mismo que logren los concursantes en el último bloque.
Las integrantes femeninas de cada pareja ataviadas con vestidos de hojas pies atados con unas serpientes deben ir corriendo coger una manzana del árbol y entregárselo a sus parejas a cambio de una prenda de ropa. El hombre que se quite el mayor número de prendas de ropa antes que el otro será el ganador. La pareja que no pasa a la subasta participa en el juego de consolación pero se llevan muy poco dinero.
—¡Pobres! No se han llevado casi nada. —se lamenta la colombiana.
—Así es la vida, prima. —responde Ana.
El regidor presente en el plató las hace una señal a las primas para que no hablen. Ellas avergonzadas le piden perdón.
Comienza el tercer bloque del programa y las secretarias van consiguiendo regalos de los actores que participan en la recreación del tema del programa en el decorado o bien algunos actores interpretando personajes del Antiguo Testamento se acercan a la mesa de la presentadora y los concursantes metidos en su papel. Todos ellos entregan objetos a las secretarias o los dejan a Mayra. Objetos que esconden regalos y que la pareja de concursantes deberán ir descartando hasta quedarse con uno. Y deben guiarse con las cosas escritas que de las tarjetas escondidas en los objetos y la famosa frase de la conductora.
—Y hasta aquí puedo leer.
Los concursantes deben lograr un nuevo objeto. Siempre tiene que haber tres objetos en la mesa. Cuando los concursantes van descartando objetos poco después llega uno a la mesa, ya sea a través del decorado, algún personaje que se acerca a ellos o un artista invitado.
Chicho siempre está pendiente de los artistas que lleva a su programa.
Tras descartar un regalo, una de las secretarias se lleva el objeto eliminado.
La presentadora comienza a hablar de querubines y arcángeles de los que se decía que eran rubios y de largas cabelleras rizadas, guapos y de voces melodiosas. En ese momento Mayra presenta a los siguientes invitados comparándoles con arcángeles por su cabello rubio, sus largas cabelleras, su belleza física y sus voces melodiosas. La cubana presenta al grupo Europe.
Joey Tempest comienza a cantar y cuando Ana se fija en quien es uno de los componentes de la banda se sorprende y sonríe.
«¡Es él!» piensa la prima de Lucía al verle.
Lo último que imaginaba es que John fuera músico, que tocara el bajo.
En ese momento Leven ve a la española y le sonríe. Ana le devuelve la sonrisa, ese hombre la hace poner cara de idiota. Lo sabe y no le gusta aunque es algo que no puede evitar.
Su prima Lucía está pendiente de otra cosa, concretamente de otra persona; el chico de la cabellera de León; Joey.
«¡Qué hermoso hombre!» piensa la colombiana al ver al vocalista interpreta el tema Carrie. «¡Y qué bonita voz!» sonríe la latina.
The Final Countdown es el segundo tema que la banda interpreta. Y acabada la canción una de las secretarias del programa acude junto a la banda. Ian le entrega una de las baquetas con las que ha tocado la batería, Joey la abraza y finge darle un apasionado beso a la joven. La chica va a entregar el objeto a Mayra.
En ese momento Joey repara desde la distancia en Lucía a la que mira serio por unos instantes. Ambos se miran unos segundos al igual que John y Ana.
Luego el sueco la sonríe, le guiña un ojo y se marcha del escenario junto a sus compañeros.
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