Capitulo 5
Takemichi caminaba deambulando por el parque, mientras esperaba al alpha. Decidió dejarlo solo en lo que hablaba con sus amigos y actuales capitanes de Touman, para saber que decidían.
No se sentía a gusto estando en esa conversación, se sentía algo ajeno y tampoco quería ser la escapatoria de los chicos, no por ahora.
-Takemichi?
Escucho su nombre y encontró la mirada de Hina sobre él, se estremeció al recordar la última mala experiencia, pero noto lo sumisa y arrepentida que estaba, así que trato de relajarse de nuevo.
-Hola Hina...
-Estas bien? Que haces aquí?
-Ah yo... espero a Mikey- susurro aun nervioso.
-Ya veo... quieres hablar un poco mientras lo esperas?
-No creo que sea buena idea... no quiero meterme en problemas con tu hermano.
-No hará nada, siento lo de la última vez- se veía apenada- estábamos alterados y yo más... se que has hecho mucho por mi, estas aquí por salvarme y... fue horrible de mi parte lo que dije, no te he agradecido lo suficiente.
-No tienes porque...
-Tengo que pedirte perdón mucho tiempo, aunque sabia todo, reaccione mal... además ya me habías dicho que te apartaste de mi en el futuro, debí de entender las señales.
-Las señales?
-Bueno... tienes algo especial con Mikey.
-Aah... supongo, pero es algo reciente...
-Claro que no, o acaso no te había dado cuenta?
-No se de que hablas Hina...
-Mikey, te eligió desde que te conoció, confía en ti aunque te conoció hace poco, te ha involucrado en su manada sin dudarlo... no es obvio?
-Yo...
Como no se dio cuenta? Todo para él fue tan natural, que no lo penso. Mikey ha estado ahí para él desde hace mucho... se han derrumbado y solo entre ellos se han consolado, tienen mas amigos si, confían en ellos también, pero el consuelo que necesitaban, solo se buscan entre ellos.
-Mikey desprende su aroma cada vez que estas a su lado...
-Si... se que llevo su aroma.
-Siempre busca tocarte de alguna forma, busca mantenerte a su lado y que los demás se den cuenta que estas bajo su protección.
-Bien ya entendí- contesto avergonzado.
-Pero...- parecía que ella se divertía con avergonzarlo- tu no te quedas atrás.
-Que dices? Yo?
-Expones tu cuello cuando el se acerca, de vez en cuando ronroneas, y siempre que esta a tu alcance, es como si un aura te rodeará.
-Por favor, basta.
-De verdad no puedo creer que no me di cuenta que eres un omega...
-Pensé que lo estaba haciendo bien.
-Y si, nadie lo sospecha... bueno hasta ahora supongo.
-Supongo, pero ya no importa...
-Ah no? Porque?
-He decidido... intentarlo con Mikey.
-En serio?- se sorprendió.
-Si, han pasado algunas cosas.
-Y esas cosas talvez sean... que te acostaste con él?
-Hina!- se puso rojo de la vergüenza.
-Apestas a él, cariño- se rió al ver las reacción de su ahora amigo, que solo le confirmaba las cosas.
-Joder...
-Me alegro por ustedes- le dio un pequeño abrazo.
-Perdón, aun siento que te he traicionado.
-No, yo soy la que debe pedir perdón... has hecho mucho por mi y... no debí reaccionar así.
-Te parece si lo olvidamos y seguimos adelante?
-Me parece bien.
-Que haces aquí?- escucho la voz ronca, pero juvenil de Naoto y se volvió a tensar.
-Yo...- se alejo de Hina instintivamente y cruzó sus brazos sobre su pecho, tratando de protegerse.
Naoto es todavía un niño, no había porque tenerle miedo, pero le afectaba demasiado al omega, al sentirse apegado a él tanto tiempo. Probablemente en el futuro no podría volver a contar con él. Ya había resuelto el problema con su hermana... y un futuro teniendo una amistad, ahora sonaba lejano.
-No lo molestes- le defendió la omega.
-Pero...- contuvo un gruñido al ver a su hermana poniendo al rubio detrás de ella.
-Fue un error, él es importante para mi, aun después de lo que paso.
-Ese tonto no se merece nada, te engaño de manera vil y te metió en problemas con pandilleros.- empezó a lloviznar, dándole una mala espina al rubio.
-Esos chicos nos han defendido y Takemichi arriesgo su vida para salvar la mia! Ah hecho mucho por mi, así que muestrale más respeto.
-Él no es...
-Hanagaki Takemichi!- una voz nueva resonó en el solitario parque, acompañado del sonido del motor de una moto.
-Hanma?- pregunto Takemichi desorientado.
Su visibilidad se volvió difícil, al ver como aumentaba la densidad de la lluvia, pero alcanzo a escuchar la cuida de la moto y después poco a poco veía al beta acercarse a él.
No había notado el arma que llevaba en sus manos, hasta que fue muy tarde. Levanto el arma hacia Hina y se asusto, su cuerpo reaccionó antes que su mente y él ya se había movido.
Sintió la bala atravesar su piel, el grito desgarrador, altero a los otros dos. Nadie podría haber escuchado el disparo y si alguien lo hizo, lo confundirian con los truenos de la tormenta. Todo había quedado perfecto.
-Esto es por Kisaki...- le susurro con odio- si sobrevives, ya no me interesa, yo ya salde cuentas...
-Yo no lo mate.
-Y yo tampoco venia a matarte...- gruño- salvarás la vida de esa chica hasta el final, pero bueno... talvez esta sea la última vez.
Y tan rápido como llegó, se fue. Hanagaki sostenía su torso, tratando de parar la sangre. Respiraba, pero estaba demasiado alterado, empezaba a costarle y sollozaba, tenía miedo.
-Takemichi!- por fin reaccionó la castaña y fue a su lado- Naoto! Llama una ambulancia!- grito.
-Ah? Si... si...- el chico parecía ido, no reaccionaba, pero hizo lo que se le pidió.
-Mikey...- dio un gemido lastimero.
-Ya viene la ambulancia, estarás bien- trataba de suprimir sus lagrimas, para darle más confianza al omega.
-Quiero a Mikey, llama a Mikey...
-No! Necesitas un hospital.
-Hina! Quiero a Mikey!
-Le dire que vaya al hospital! Pero tu concéntrate aquí!
-No... no quiero morir sin ver a Mikey.
-No vas a morir...- sollozaba, mientras sostenía fuertemente su mano.
-Ya viente- se acerco Naoto y su mirada denotaba miedo.
-Si sirve de algo... lo siento- dijo el omega limpiando una lagrima del pelinegro.
-Yo soy quien lo siente...- tembló ante el tacto- gracias por salvar a mi hermana...
Takemichi sonrió. Cuanto había esperado por esas palabras? No lo sabía, pero le alegraron... había cumplido.
-No!!- grito al darse cuenta que Naoto le tomo de la mano...
No... no... no quería regresar, aun no había visto a Manjiro, aun no se despedía... no, no...
Aunque se negaba, todo se puso en negro, todo acabo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro