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⁠⊰⁠⊹ฺI

En el pasillo se podía ver a un hombre caminar en círculos totalmente nervioso, podía escuchar a su esposa gritar de dolor al tratar de traer al mundo al que sería su heredero o heredera.

Cuando el silencio de puso sobre todo el lugar sintió un miedo inexplicable, pero el llanto de un bebé le devolvió la valentía y el alma al cuerpo, cuando una de las parteras salió le sonrió para poder dejarlo pasar a ver a su esposa e hijo/a.

Con pasos temblorosos llegó hasta la alcoba de su habitación, vió a su esposa Juno recostada en la cama con un pequeño bulto de mantas en sus brazos.

— Júpiter....— hablo la mujer con una sonrisa cansada.

— Juno...— Júpiter con pasos cortos se acercó a la cama.

Al llegar al lado de la mujer se sentó a su lado en la cama, sin dejar de ver al bulto de mantas.

— Es un niño....— hablo la mujer captando la atención de su esposo.

Un niño....es un niño....su heredero.....su niño....SU niño....

Juno como pudo, colocó al pequeño bebé en brazos de su esposo, Júpiter con cuidado lo sostuvo al bebé, con miedo y nervios.

Veía el rostro rojo y redondo de su pequeño príncipe, el pequeño empezó a hacer morisqueta como si quiera llorar, Júpiter con miedo llevo su dedo a la mano del pequeño, quien lo agarro y lo apretó con fuerza, dejando el inicio de su berrinche de lado.

— Cómo lo llamaremos?— Juno hablaba en voz baja para no alterar a su hijo.

— Tierra.... una variable del nombre de mi abuela, Geia....— susurro sin dejar de ver a su príncipe.

El sentía que aquel bebé que esta cargando en sus brazos, sería el mayor emperador, jamás conocido, que marcaría la historia para las generaciones posteriores.

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El cabello cabalgaba a todo lo que daba, su jinete mantenía el equilibrio sobre la silla de montar, mientras alzaba un arco y apuntaba a la cabeza del enemigo.

Al acercarse más, soltó la flecha que salió disparada a gran velocidad ignorando cualquier cosa menos el objetivo que se le fue impuesto.

Asesinar al Archiduque de Lochley.

La flecha como le fué encomendada su tarea atravesó el cráneo del hombre.

El hombre cayó del cabello.

Bajo el arco, colocándolo detrás de su espalda, con las manos libres tomo las riendas del caballo.

Con cuidado jalo hacia atrás las riendas para indicarle al corcel que tenía que ir más lento.

Al llegar al corcel que se había quedado quieto al no sentir el peso de su jinete empezó a pastar ignorando el cuerpo.

El joven bajo de su caballo y se acercó al cuerpo inerte del Archiduque.

— En serio creíste que escaparías?— hizo la pregunta con gracia, sabiendo que el tipo lo escuchaba, ya que la audición en lo último que se pierde. Levantó su pie para ponerlo sobre la cabeza del hombre — Creíste que no me daría cuenta que eras un vil traidor? — presionó más fuerte su pie contra la cabeza del cuerpo.

El joven sonrió con maldad, sus ojos aguamarinos brillaron en un tono azul oscuro, sin mas su pies termine por aplastar en su totalidad el cráneo del cuerpo.

La sangre salpicó sus zapatos y zonas cerca de la cabeza recién destruida.

El sutil marchar de las pezuñas de un caballo lo alertó, alzó el arco estirando la cuerda y de esta se formó una flecha azulada, con mucha precisión disparo la flecha que voló hacia la frente de quien se acercaba.

El tipo se agachó a tiempo evitando su terrible muerte causada por su hermano mayor.

— Oye imbecil casi me matas!!— replicó mirando a su hermano con enojó, calmó al corcel de raza Shire, el corcel se calmó y se quedó quieto.

— Oh maldición!, lo siento Ganimedes!— bajo el arco asustado, por poco y le daba a su hermano, si eso hubiera ocurrido se lo lamentaría toda su vida.

— Por lo que veo, atrapaste al traidor — dijo desde su lugar mirando la pequeña escena de la cabeza totalmente aplastada del traidor.

Hizo una mueca, su hermano era una total bestia cuando se trataba de castigar a los traidores. Si siendo príncipe heredero castigaba con una muerte rápida a los traidores, no se lo imaginaba cuando sea emperador.

— Bien, súbete a tu caballo, padre nos llama — dijo para mover las riendas con suavidad, dándole a entender al corcel que tenía que dar la vuelta.

Tierra subió a su caballo, tomó las riendas del otro y así ambos hermanos empezaron su recorrido a su hogar.

Hablaban de cualquier cosa, sea pequeña o no, entonces se toco el tema de la favorita de Ganimedes, quien a pesar de estar con él no podía darle un hijo.

Ganimedes a pesar de no ser heredero, podía tener hijos primero que Tierra, y eso no era un peligro. Sería un peligro si su padre le quitará el lugar de heredero a él y dárselo a su hermano.

— Y si toma algún té para evitar quedar embarazada?— Ganimedes tenía la mirada perdida, su sueño era tener una pequeña familia.

— O puede ser estéril, quien sabe — dijo Tierra con cautela.

Ambos divisaron el castillo, ambos se dirigieron a los establos, los encargados tomaron las riendas de los corceles, los hermanos bajaron de los animales para después volver por el camino hacia la puerta que daba a las cocinas del palacio.

Las cocineras y el chef encargado los reverenciaron, Ganimedes tomo una botella de vino y Tierra dos copas para después salir del lugar.

Caminaban entre empujones y risas hasta el despacho de su padre, tocaron la puerta obteniendo un pase. La puerta se abrió gracias al guardia que estaba de turno. Entraron y vieron a su padre revisando papeles.

— Me mandó a llamar, padre?— hicieron reverencia para después sentarse en las sillas y la puerta fué cerrada.

— Me imagino que el traidor ya esta muerto — comentó sin verlo, su vista seguía en los papeles.

— Pues sí, tenía que encargarme de él — dijo dándole la copa a Ganimedes quien la llenó de vino para después dárselo a su hermano y llenar la otra copa que sería suya.

Ambos miraron a su padre quien los veía con sus ojos color amatistas, ambos pararon sus acciones, se acomodaron mejor.

— Bien..... chicos lamento lo que diré pero....el consejo ya me tiene cansado — dejo los papeles en el escritorio apoyando sus codos sobre la madera y apoyando su mentón sobre sus manos, miro a su hijo mayor — Tierra.

— Padre....

— Lo lamento mucho hijo mío, pero me temo que te tendré que quitar tu puesto de príncipe heredero, para dárselo a Ganimedes....

Ganimedes quien tenía vino en la boca se atragantó con el líquido y Tierra quien llevaba la copa a sus labios quedó a medio camino.

— Qué?— preguntaron ambos hermanos con desconcierto.

— Lo siento, sé que te he puesto mucho peso en tus hombros cuando te enseñaba cosas del imperio — dijo mirando a su hijo, al niño de sus ojos — y sé que tú solo quieres ser parte del ejército y consejero real — le hablo al segundo niño de sus ojos — pero el consejo me tiene cansado con que Tierra aún no tiene un heredero para asegurar el trono del imperio....

Tierra apretó la mano dónde tenía la copa la cual explotó por la sobrecarga de magia que se acumulaba en su palma.

— Hermano....

Ganimedes se cayó al recibir la mirada azul oscuro de su mayor, quien se levantó de la silla y salió enfurecido del lugar, dejando a su paso varios floreros rotos al haber explotado por la sobrecarga de magia.

— Ganimedes.....

El chico miró a su padre, el dolor se notaba en sus ojos color ámbar.

— Sí Tierra no logra conseguir quién le dé un hijo en estos seis meses, empezaré a instruirte en todo lo que tenga que ver con el reino, quedó claro?

— Sí señor.

— Puedes retirarte.

Ganimedes inclino la cabeza para después levantarse e irse.

Júpiter al quedar sólo cubrió sus ojos, se sentía fatal, amaba a sus hijos, claro que lo hacía, pero odiaba ver a otro en el trono que no sea Tierra.

Tal vez sea favoritismo, por supuesto que lo es, pero ver como Ganimedes luchaba constantemente con sus instructores de magia y armas para ser un gran general.

Obviamente él ayudo para que Ganimedes fuera el mejor de su clase enseñándole todo, quería hacer feliz a su hijo logrando ser lo que él quería.

Vió a su primogénito morir comiendo libros de leyes, economía, lengua, historia, matemáticas, magia, para ser un gran emperador.

Él quería ver a ambos felices en los cargos que sus hijos querían. Pero el consejo se los quitaría en seis meses.

Y conociendo a Ganimedes, haría lo que sea para no perder su sueño de ser un general, porque no quería ser emperador.

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Con Tierra el chico llegó al campo de entrenamiento, que era un coliseo, tomo una espada que al sentir el contacto de alguien con magia acumulada se activo y varias descargas se envolvieron a la hoja de la misma.

Tierra blandio el arma para atacar a los muñecos quienes no soportaban y se destruían a la primera tajada.

— Hermano — Ganimedes llegó con él, Tierra detuvo sus movimientos — hermano, no importa lo que diga el consejo, papá tiene la última palabra.

— Pero si no los dijo entonces estuvo de acuerdo!

— Pero nos dió tiempo, tienes seis meses para buscar a alguien que te de un hijo!!

»Puedes buscar a alguien en los primeros tres, y los tres que quedan posiblemente ya este dándote tu primer hijo!!

El mayor giro sobre su eje, lo miró confundido.

— Padre en verdad dijo eso?— su tono era esperanzador.

— Por supuesto!, si no ya te hubieran quitado tu cargo — sonrió acercándose a su mayor

Tierra sonrió también. Ambos se quieren, Ganimedes sabía que ninguno merecía el trono más que su hermano. El consejo lo sabía, pero no lo entendía, tenían miedo de que Tierra los destituya de su cargo, porque leería sus expedientes familiares y vería muchas cosas.

Que les tocaba, buscar a alguien que no le gusta el cargo para "manipular", que tengan a alguien que tiene material de emperador y no podrán controlarlo.

— Pero hay un problema — dijo el chico de ojos aguamarinos — sabes que no me gusta estar con las chicas del harem.

— Podemos buscar luego, tenemos los tres primeros meses....

— Bien, buscaremos a alguien después..... vamos a entrenar?

— Pensé que no me lo pediría.

Ambos rieron, Ganimedes acumuló magia para después tomar una espada.

Lograrían su cometido de encontrar a alguien pa' el primogénito de Júpiter. Ellos esperaban que sí.

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Hello everyone!

Si alguien leyó el anuncio y el spoiler que escribí en mis headcanon datos y cosas de Solarballs, sabrán por dónde va esto.

Soy mala explicando, como ya lo vieron en "aclaraciones".

No sé cuántos capítulos tenga, pero intentaré que no pasé de los 12......12 capitulos como mínimo.

El desarrollo de la relación de Theia y Tierra ira algo lento, no tanto, pero lento.

Nos vemos en el siguiente capítulo.

Bye!

→Yan.

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