Capítulo Veintiuno
—Por lo menos no veremos a esa perra —soltó un suspiro aliviado Jun luego de dar los primeros pasos dentro de la sala de estar.
—Es increíble, tuviste que pedir permiso al tribunal para que te dejarán entrar a tu propia casa —Minghao niega decepcionado.
—¿Pero qué encontraremos aquí? —Jeonghan se cruza de brazos mientras parece indeciso. Mira a su alrededor con un ceño fruncido.
—El abogado dijo que busquemos pruebas, tal vez consigamos algo —Mingyu recalcó —Y si no, al menos Wonwoo podrá tomar las cosas que se le quedaron.
—¿Piensas en alguna prueba? —el moreno se acercó al azabache.
Jeon lo mira por algunos segundos en silencio. Desvía la vista hacia el salón. Camina en círculos hasta que se detiene justo al lado de una pequeña mesa al lado del gran televisor, una que meses atrás tenía un jarrón de cerámica costoso. Ya no está, fue con el que recibió un golpe en la cabeza.
Mira el suelo y recuerda perfectamente los restos esparcidos en el suelo junto a la sangre fluyendo. Todo ha sido limpiado cuidadosamente como si nunca nada hubiese pasado y así es todo lo demás.
Negó con una opresión en el corazón.
«Es una costumbre ser tonto»
Mingyu lo miró desde su posición dándose cuenta de sus ojos tristes. Se acercó y pasó su brazo por encima de sus hombros dándole un apretón leve y suave.
—Esta bien si no conseguimos nada, al menos lo intentamos —animó. Y aún cuando el juicio vaya a favor de Minji, Kim tiene todo preparado para resolverlo y es su última carta que tiene oculta bajo la manga. No le gusta jugar sucio ni hacer alarde de su dinero y poder, pero si quiere puede ganar el juicio sobornando. Si la situación lo amerita, por Wonwoo es capaz de hacerlo y más. De igual forma, los jueces serían los que están haciendo el verdadero mal.
—Debe haber algo en este lugar que nos ayude —Jun como un completo detective profesional inició su ardua investigación buscando debajo de los muebles.
—¿Qué haces? —Minghao lo mira desde arriba con confusión.
—Como dicen, encontrarás cosas inesperadas en lugares inesperados —contestó obvio.
—Si tu dices —luego se gira hacia sus amigos y susurra —Se volvió loco, está delirando.
—Te escuche.
—Lo sé, lo hice a propósito.
Wonwoo se dirige a la habitación de su pequeño y decide guardar algunos juguetes en un bolso, son los que más el pequeño adora. Su esposa mandó a su hijo con suerte y con ropa.
Suelta un suspiro triste y mira la linda habitación que había decorado con mucho esfuerzo. Paredes pintadas de un tono azul, una cama linda de madera con muchos peluches, un estante lleno de la colección de juguetes y otro pequeño con algunos libros de cuentos de hadas. Una alfombra azul circular en el centro con dibujos de nubes. Es tierno y acogedor, perfecto para un pequeño niño.
—¿Qué sucede? —la voz de Mingyu a sus espaldas lo saca de sus pensamientos de manera abrupta.
Se gira y lo encuentra mucho más cerca de lo que pensó que estaría. Se ruboriza y retrocede un poco. —N-Nada, solo veía.
Pasa una ojeada por la habitación y sonríe ligeramente —Es linda —con las manos en sus bolsillos se encaminó al estante lleno de juguetes y ríe —¿Toda la colección de super héroes?
—Le gusta mucho —asiente con una sonrisa. Su pequeño es amante a los héroes animados.
—Debí de haberlo sospechado luego de que arriesgara su vida por salvar a un gato.
—Desde ese momento te quiere.
—¿Ah sí?
—Le dije que tú le salvaste la vida, se puso contento, supongo que te ve como un héroe nada comparado conmigo —susurró lo último con cierto remordimiento.
—¿Qué tienes tú? Eres perfecto así como eres —aseguró con el ceño fruncido y se acercó. —No te trates de esta manera tan injusta.
Wonwoo huye de su mirada y cercanía —Es la verdad —es frío y cruel, pero es la verdad. No puede fingir no ser un inútil cuando en realidad, lo es.
Mingyu estuvo por decir algo cuando un tercero se adentró.
—Wonwoo, ¿No dijiste que tenías cámaras en casa? —cuestionó Jeonghan recordando algo de eso. —Si, debes tener. Yo compré las cámaras de mi casa en el lugar que me recomendaste.
—Se dañaron hace tiempo. Solo sirve la de la entrada porque la cambie... —en ese momento abre los ojos como platos —¡La cámara! —podría tener alguna prueba asi sea poco. Dejó a los presentes con la palabra en la boca y corrió hacia la entrada principal, asomándose por encima de la puerta. No está.
—¿Dónde está? —Mingyu le cuestiona luego de haberlo seguido.
Así como se ilusionó, así de rápido sus ilusiones se cayeron —Estaba ahí, ya no está.
—Debió de haberlo botado hace tiempo —se lamentó Jeonghan. Esa mujer se deshizo muy rápido de las pruebas.
—¡Chicos, encontré una cámara en la basura del baño! —ante el exclamo de Jun, entraron de inmediato para ver al moreno usando guantes de látex y un tapabocas.
—¿Por qué estás usando eso? —Minghao lo mira perplejo y niega para si mismo.
—Si vamos a buscar pruebas, hay que buscarlo bien. ¡Hasta la basura puede tener algo! —se excusó obvio. —Todo gracias a CSI: Miami.
Wonwoo se acerco y tomó el aparato. —Esta no es la cámara del frente —reveló un tanto triste. —Es la de la sala.
—¡Mejor! —el moreno se emocionó.
—Se dañó hace dos años pero lo dejaba simplemente para aparentar, la memoria está quemada —explicó haciendo que todos cayeran de la nube.
—¿En serio no puede salir nada de esta verga? —cuestiona Jun con cierta molestia, tomando el objeto para mirarlo minuciosamente.
—Nada.
—¿Al menos buscaste tus cosas y las de tu hijo?
Ante la pregunta de Han el azabache asintió —Si, solo faltan algunas cosas. En cinco minutos terminó y podemos irnos.
No hay nada y aunque intentaron buscar más, no consiguieron.
—Wonwoo, alguien te está buscando.
El nombrado se giró y se encontró con el lindo rostro del ahora trabajador completo, Lee Chan. El menor apenas acaba de ingresar a la oficina mientras sostiene unas carpetas.
—Está en la recepción de abajo, dijo que es un familiar. Bueno, así me dijo la secretaria que te dijera —culminó.
El mencionado frunció el ceño pero asintió. —Está bien, iré a ver.
¿Familiar? ¿Qué familia le queda además de su pequeño hijo?
Dejó su trabajo y se levantó. Bajó por el ascensor hasta llegar a la planta baja. No tuvo que llegar a la recepción, con solo verlo desde lejos lo reconoció y aquello lo pasmó.
Sus miradas se encontraron y sintió una ola de frialdad transmitirse el aquellos orbes oscuros. Alto, atletico e imponente con un atractivo innegable. Su cabellera azabache un poco más larga que la nuca y cayendo por su frente. Viste un traje negro de pies a cabeza que acentúa sus músculos. Jungkook siempre ha sido el lindo entre los dos, Wonwoo era el inteligente. Así siempre los han catalogado desde pequeños.
No sabe porqué está ahí luego de todo lo que le dijeron hace unos días cuando se atrevió a visitarlos. Lo echaron y rechazaron entonces ¿Por qué vino a buscarlo?
No se confió y en cambio, creó un caparazón a su corazón. Las personas no cambian de la noche a la mañana. Preparando su mente, se acercó deteniéndose justo enfrente de su hermano mayor el cual solo es mínimamente más alto que él.
—¿Un lugar más privado para hablar? —arqueo una ceja con su tono de voz bajo y grave, dejando las manos en sus bolsillos en una posición relajada.
Wonwoo miró a los lados. Soltó un suspiro. —Sígueme.
Lo llevo a una puerta, la cual abrió dejándolo pasar primero y luego cerró detrás suyo. Son las escaleras de emergencia.
—¿Es en serio? —Jungkook se burla al ver a dónde lo llevó.
—No tengo una oficina privada.
—¿No se suponía que eras un administrador estrella? —el tono de burla y malicia no se ha ido.
—Soy solo un simple administrador —no se avergüenza de su trabajo ni de su puesto, es un trabajo y digno. —La Hybe Corporation es mucho más grande que la cadena de Farmacias Pledis.
—Eres un simple asalariado.
Lo mira con confusión. ¿Por qué de pronto insulta su puesto y profesión cuando está ahí es por su culpa?
—¿Y por quién crees que estoy aquí? —cuestionó, sintiendo rabia en su corazón. No lo soporta, no los soporta más. —Mentiste y no me ayudaste.
—¿Por qué te ayudaría si envenenaste a mi padre?
—Nuestro padre —corrigió sintiendo su corazón herirse.
—¿Él siquiera te considera un hijo? —se acercó unos pasos de manera amenazante.
El menor retrocedió. —Si supiera la verdad...
—¿Cuál verdad? Esa es la verdad que tú no quieres aceptar.
Wonwoo lo mira con dolor e impotencia. El mayor vuelve a acercarse, haciendo que el contrario retroceda hasta chocar con la pared, dejándolo sin escapatoria.
—No quiero perder tiempo contigo —espetó con frialdad y sequedad —Vuelve a venir a casa y está vez, me aseguraré de no dejarte ir —su tono voraz y amenazante suena tan escalofriante que lo hace dudar, como si de verdad el mayor fuese capaz de hacer algo para dañarle.
—Solo quería intentarlo... «Que me creyeran alguna vez, que sintieran compasión»
—¿Intentar qué? ¿Burlarte más de ti mismo? ¿Compadeciendote delante de nuestros padres para ganar su favor? ¿Por qué sigues con esos trucos baratos? —cuestión tras otra soltadas entre dientes. Al furia es notada por sus músculos tensos y mandíbula apretada —¡Buscabas acusarme! ¡Llamarme mentiroso y culparme de tu miserable vida!
—¡Nunca te acuse! ¡Nunca te dañe! ¡Nunca te hice daño! —le responde con dolor, sintiéndose cada vez peor. La herida nuevamente abriéndose para traer los eventos de los que más se avergüenza. Sin poder evitarlo, lágrimas caen como torbellinos. Una tormenta azotó su interior y por primera vez en su vida, soltó posiblemente lo más egoísta y cruel —Tienes miedo porque sabes que si hubiera elegido estudiar la carrera de Farmacia me habrían dado todo sin importar qué. ¡Incluso si realmente hubiese sido yo y lo hubiera admitido, me hubieran perdonado! ¡No como tú!
Un puño salió volando por los aires azotando con brusquedad su mejilla sintiendo un dolor palpitarle al instante en la zona. Respirando de manera entre cortada, alza la mirada clavando sus oscuros ojos en su hermano mayor con rabia.
—¿Por qué nunca les dijiste que por ti, no estudie Farmacia? —escupió sintiendo ardor en su mejilla.
Ante su cuestión, el mayor enloqueció. Lo tomó bruscamente del cuello de su camisa azotando lo contra la pared. —¿Quién te creería? ¡Nadie lo hará y aunque lo hagan ¿Qué puedes cambiar?! ¿¡No crees que te subestimas, maldito imbécil de mierda!? ¡Ahora eres la basura de la familia Jeon, quieras o no quieras aceptarlo! ¡Te vuelvo a ver merodeando cerca de casa juro que te mataré y te enterraré, ¿Entendiste?! ¡Déjanos en paz! —al culminar lo empujó bruscamente causando que cayera contra el suelo. Desde arriba lo miró con crueldad mientras arregla su traje por posibles arrugas —Y recuérdalo, tu solito fuiste a cambiarte a la Facultad de Administración, nadie te obligó. Culpa a tu lamentable corazón lastimero y débil que se dejó engañar por unas simples lágrimas falsas. La verdad y la justicia no existen, solo son cuento de hadas. Tómalo como un consejo de tu hermano mayor, si no fueras tan estúpidamente ingenuo, no estarías dónde estas.
—¿"Dónde estoy"? —ríe agrio debido al dolor, de sus ojos empiezan a descender lágrimas y aún con su semblante lamentable se atrevió a alzar la mirada y ver a quien fue alguna vez su más grande confidente. —Estudie administración fue porque te quería, m-me lo pediste.
Jungkook suelta una carcajada llena de burla y malicia. —Por esa razón es que estás donde estas, Woonie. Tu buen corazón no sirve en este mundo cruel y oscuro, hazme caso y cambia.
"Buen corazón" aquellas dos palabras se enterraron en lo más profundo del pecho del menor.
—Entonces lo sabes —pronunció estupefacto, sintiendo como todo a su alrededor se detiene por segundos.
—No se de qué hablas, estás delirando —con un ademán de manos parece querer despedirse.
En el momento en que se giró, dándole la espalda al menor queriendo salir de las escaleras de emergencia. Wonwoo sintió su corazon latir tan apresurado y temeroso, su cuerpo tiembla como gelatina, sintiendo un extraño frío subir por su espina dorsal. —Sabes que yo no envenené a nuestro padre —y lo soltó, con nerviosismo. No hay forma que Jungkook le llamé de "buen corazón" si se supone que él hizo algo tan abominable como intentar matar a su padre.
En el instante en que sus palabras fueron soltadas, el mayor se detuvo abruptamente y su espalda se tensó. Se giró y encaró al menor con una oscuridad infinita pesando encima de sus hombros.
—¿¡Cómo te atreves a...!? —estuvo por correr y destrozarlo con sus propias manos al atreverse a soltar tal aversión.
Wonwoo cerró los ojos cubriéndose a si mismo sabiendo que había dicho algo que no debía, su corazón se llenó de terror puro sabiendo que cabo su propia tumba.
Pero antes de que Jungkook pudiese llegar a él, un ser externo hizo aparición luego de bajar corriendo por las escaleras para hablarlo y alzar un puño que se estrelló con rudeza en su mejilla haciendo que perdiera el equilibrio. Retrocede un tanto consternado y perdido casi cayendo. Toma su mejilla sintiendo como un líquido carmesí cae de sus belfos con sabor metálico. Levanta la mirada, irradiando una furia violenta y rencorosa, listo para hacer trizas a quien se haya atrevido a tocarle.
Mingyu frente a él, con sus puños apretados al punto de emblanquecer sus nudillos. Su expresión llena de odio con su cuerpo totalmente tenso a punto de explotar. Sus ojos oscurecieron al ver con aborrecimiento al joven frente a él.
Ambos hombres se miran listos para destruir al otro en ese instante.
—¡Mingyu-hyung! —Wonwoo exclamó desde el suelo con voz temblorosa y alarmada. Dejando el llanto a un lado, se levantó e intervino entre los dos justo antes de que pareciera empezar una pelea.
Jungkook bufa. —¿Lo trajiste a propósito?
—Y-Yo no...
—No lo hizo, estaba aquí casualmente y no pude evitar odiarte —arrojó Kim con clara aversión.
El azabache suelta una risa sarcástica —Controla a ese tonto, si no quieres meterlo en problemas.
—Mira, tu pedazo de... —no pudo seguir hablando cuando la delicada mano del menor cubrió su boca.
—Vete ya —pidió en un hilo de voz, sonando casi a un ruego.
—Tienes amigos leales y una familia ¿Qué mas quieres? Deja a la mía en paz —con aquello último se retiró, dando un portazo que sonó como eco.
Un silencio sepulcral inundo aquel espacio, una vez aquel sujeto desapareció, la ira de Mingyu fue bajando gradualmente al darse cuenta de la tristeza de Wonwoo.
El menor simplemente se alejó y pegando su cuerpo contra la pared se arrastró hacia el suelo. Cerró sus ojos mientras apoya su cabeza hacia atrás. Deja sus lágrimas deslizarse de manera silenciosa por sus mejillas. Pasa su mano por su frente y cabellos azabaches, desordenandolos con frustración. Sus sentimientos y pensamientos complicados y enredados. Jungkook nunca lo quiso como él lo quería, quería ser amado, por eso cometió una de las decisiones que más le ha afectado.
El moreno lo miró desde su posición sintió impotencia y dolor. Lleva cuatro años, cuatro putos años trabajando y conociendo al menor, pero en ese instante se dio cuenta que en realidad, no lo conocía de nada. Nunca supo por lo que atravesaba, todo lo que tuvo que vivir hasta ahora. Es como si el mundo estuviera en su contra y él sin fuerzas, como una débil flor, se deja pisotear una y otra vez.
¿Hasta cuándo seguirá así? ¿Si quiera hay alguien en el entorno de Wonwoo que lo merece?
Se acercó lentamente y se puso de cuclillas a su lado, mirándole con tristeza. —¿Algo de lo que dijo sirve como prueba? Lo grabé.
Wonwoo abrió los ojos y lo miró con sus ojitos temblando. —Mingyu H-Hyung... —y sin evitarlo, soltó un sollozo.
El moreno se apresuró en extender sus brazos para enrollar el delgado cuerpo del administrador, fundiéndolo en un abrazo cálido. Jeon cierra los ojos una vez su mejilla se reposa en el pecho ajeno, sintiendo nuevamente consuelo junto a él aunque con cierto olor a cigarrillo. —¿Te duele mucho? —cuestiona el Director llevando sus manos a la mejilla del menor, pasando sus dedos con toques delicados y tunues a la piel rojiza.
—Esta bien —contestó bajo, mordiendo su labio inferior, ahogando sus sollozos.
—No está bien.
—N-No estoy bien... —se rompió y se aferró con fuerza.
—Haré que estés bien pronto, lo prometo.
No dejará pasar esto, nunca más dejará pasar algo así. Quien se atreva a tocar al hombre de su corazón para lastimarlo se las arreglará para arruinarle la vida. Ahora que está a su lado, no permitirá nunca más que nadie lo lastime.
—Ese maldito narcisista, con ese comportamiento no sería raro que haya sido quien envenenó a su padre y te inculpó —suelta receloso, con sus puños aún deseando partirle su horrible nariz.
—N-No... —negó el menor alejándose un poco —Él quiere a papá, no sería capaz de hacerlo algo así...
—Mira como te trato, ¿Cómo puedes creer en él? —cuestiona perplejo —Es claro que no quiere a nadie, ¡Yo nunca le haría algo a si a mí hermano mayor y menos por una simple empresa! Igual tengo mi dinero y mi porcentaje, ¿Cómo es posible que te diga esas cosas solo porque quieres que tus padres te crean? Es raro, ese estúpido se está comportando raro. Claramente se siente amenazado por ti.
Ante lo último dicho, Wonwoo no puede evitar reír un poco. —¿Amenazado por mi? —niega con tristeza —Soy un bueno para nada, ¿Por qué...?
—¿No fue él quien impidió que estudiaras Farmacia?
—No fue así —negó con impotencia, con los recuerdos volviendo a su mente.
—Entonces ¿Cómo fue? Dímelo.
Wonwoo soltó un pesado suspiro, no lo haría, no diría nada y mantendría su boca cellada, pero estando junto al mayor, sintiendo consuelo en las caricias que deja en su espalda y con su cercanía, no pudo evitar soltarse, abrirse un poco a él.
—Jungkook-Hyung siempre ha sido un poco más... Libre —por no decir rebelde —, papá tuvo que donar una suma de dinero a la Universidad de Seúl para que lo aceptarán para estudiar Farmacia porque sus notas no eran suficiente. Luego, el año siguiente, en mi graduación, me aceptaron rápido por mis notas —Wonwoo posee honores en la escuela primaria, secundaria y preparatoria, Mingyu está al tanto de los logros del menor debido a su gran inteligencia y esfuerzo —Eramos buenos hermanos, ayudaba a Jungkook con sus tareas y él siempre me protegía en la escuela —a este punto, su voz se quebró y lágrimas cayeron.
Mingyu sin poder evitarlo, con sus dedos fue limpiando aquellas mejillas sonrojadas con delicadeza, esperando en el silencio pacientemente cuando el menor pudiese seguir con su relato.
—M-Me sentía mal por él... Siempre terminaba regañado por todo. É-Él se sentía mal, lo lastimaba las comparaciones que hacían de nosotros... Era el hermano mayor, se suponía que debe ser diferente, así decían... Debió de haberlo pensado mucho antes de pedirme cambiarme de carrera.
Todos estaban muy orgullosos de Wonwoo por haber entrado a la Universidad de Seúl en el área de Medicina fácilmente sin contratiempos. El futuro de él era brillante, todos tenían sus espectativas en él. Se sentía feliz de que lo amaran, pero también se sentía mal por aquel peso que tenía encima de sus hombros, más aún porque a Jungkook, nadie parecía tenerle espectativa alguna.
Y se pronto, ese día haciendo su tarea en su habitación, su hermano mayor llegó de imprevisto cayendo de rodillas ante él. Se alarmó, no entendía porqué se arrodillaba y empezaba a llorar.
"¿Puedes no estudiar Farmacia?" Le había preguntado en un semblante que le dio tanta pena.
"Papá y mamá esperan que estudie eso también" su corazón sintiéndose vacilante y confundido en ese entonces.
"Ellos no me quieren, nadie me quieren"
"No digas eso, ellos te aman"
"Tu eres perfecto, lo haces todo bien. Con una sola, nuestros padres te perdonarán, te lo dejarán ir porque eres su hijo favorito. Déjame... Déjame tener algo por el que ellos se sientan orgullosos"
Se apenó mucho y mirando la gran vidriera que tiene todos sus reconocimientos, medallas y premios, lo decidió por su hermano mayor. Quería hacer algo por él, aunque eso significaba decepcionar a sus padres. Hizo el cambio a escondidas, perdiendo casi la oportunidad de ser aceptado en una Universidad por lo tarde que lo hizo, pero al conseguirlo fue hacia sus progenitores quienes tenían espectativas, para hacerlas caer de un solo golpe.
Su madre fue la primera en apoyarlo, su padre durante el primer año pareció inconforme y su relación estuvo tensa por largo tiempo, mas no le dijo nada, lo aceptó.
Luego de un tiempo, su padre junto a un tío soltaron entre broma en una cena familiar que dado a que Wonwoo está estudiando administración de empresa lo volverá sucesor de la franquicia. Aquello lo sobresaltó y no supo cómo mirar a su hermano mayor a la cara. Aunque se sintió cálido, porque su papá demostró de manera mínima que a pesar de no haber cumplido con sus deseos de estudiar Farmacia como él, lo aceptó y apoyó de manera discreta.
Semanas después, Jungkook luego de una salida con sus amigos mientras volvía a casa chocó a un trabajador público casi llevándolo a la muerte. Fue un total escándalo de la familia y más aún por haber dado positivo a la prueba de alcohol de aquella noche. Su padre se decepcionó mucho con su hijo, tanto que decidió no ayudarlo ni pagar la fianza. Fue su hermano mayor, gracias a sus ahorros y contactos propios que pudo salirse de esa.
Luego de ello, su padre delante de sus hijos lo dijo, le dijo a Jungkook que su herencia estaba en juego, que escribirá un testamento en donde le pasará todo a Wonwoo. Tal vez fue solo una amenaza, quien sabe.
Pero justo una semana después, mientras su padre comía, cayó al suelo y fue llevando a urgencias, los doctores encontraron veneno. Con investigaciones judiciales, para la sorpresa de todos, Wonwoo quedaba perfectamente como el culpable. Las cámaras lo captaron yendo a la cocina justo antes de la comida, Jungkook admitió haberlo visto con algo en la mano y una servidumbre comentó que el menor hurgo en los platos.
Todo fue en su contra, incluso encontraron que fue con la tarjeta de la empresa que fue comprado el veneno para ratas y las características físicas que dio el vendedor concordaba con las del menor.
Nada lo respaldó. Fue dado culpable por el juez. Según todos, se dejó gobernar por el deseo de poder y antes de que su padre se retractase de lo que dijo, decidió matarlo para así quedarse con toda la herencia sin dar ni un centavo a nadie más. Iba a presentar años de prisión, servicio comunitario y pagar una fianza pero su padre levantó la demanda. Lo dejó libre y le ordenó que se largara de la familia.
“Creí que eras diferente a tu hermano pero resultase ser peor. Confíe en ti, Wonwoo”
Su mundo cambió de un día para otro. Gracias a su beca no se preocupó de la Universidad. Pero los gastos de vivienda, comida y ropa, tuvo que apañarselas. Tenía unos ahorros y los fines de semana trabajaba, en las vacaciones entre semestres también. Curioso que fue justo semanas después que conoció a Minji, quien era linda y deseada. Wonwoo no pudo evitar trabajar más duro para mimarla.
—¿Aún no te creen?
—Ni siquiera el juez lo hizo —negó soltando un sonoro suspiro en el pecho del mayor.
«¿No lo ve? ¿O no lo quiere ver?
Jungkook parece ser el culpable.
¿Habrá querido matar a su padre por odio? ¿O simplemente quiso inculpar a Wonwoo para sacarlo de la casa?»
Sin duda alguna, hay mucho que resolver y Mingyu uno por uno se encargará de todo eso.
¿Jungkook será realmente el "homicida"?
¿Conseguirán pruebas que los ayude a testificar en contra de Minji o tendrán que recurrir a sucias jugadas?
¿Con cada cosa que pasa, Wonwoo podrá hacerse más fuerte?
Estoy dejando olvidadas algunas parejas 😅 ¿Algún ship desean ver más?
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