No sabe con exactitud cuántas veces van, pero últimamente se ha vuelto cotidiano ir a comprar ingenuamente para llegar a la caja y que la tarjeta solo diga "Saldo Insuficiente".

Sintió tanta pena, ya que su café está listo siendo sostenido entre sus manos y además, su compañero y ser más cercano del trabajo está a su lado, al cual le dijo al instante que le brindaría la bebida.

Al final, Jeonghan pagó por él dejándolo en un mar de vergüenza.

—Todavía faltan dos semanas para el siguiente cobro, ¿Y ya lo gastaste todo? —cuestionó su amigo bastante perplejo.

Ambos salieron del café, el cual está dentro del mismo gran edificio al que trabajan. Toda una empresa de diez pisos abarrotada de trabajadores inmersos en lo suyo.

Vistiendo un traje con corbata, prácticamente todos se ven iguales, manteniendo un orden y una imagen digna para la Hybe Corporation. No todos pueden entrar a ella, miles y miles de postulantes se apuntan al año, tanto nativos como extranjeros para ser en su mayoría rechazados, solo un 5% llega a entrar, siendo reconocidos como lo mejor de lo mejor además de tener un sueldo bastante satisfactorio.

En especial Jeon Woonwo, quien no hace mucho fue ascendido recibiendo un bono especial. Y es que, este hombre se sumerge en un jacuzi de éxitos, a su corta edad ha demostrado una administración y planificación increíble y muy táctica, no hay nada que su ojo crítico pase por alto, además de su dulce personalidad y bello atractivo. Desde pequeño se ha diferenciado con su dulzura e inteligencia, graduándose con honores en la escuela y entrando al área de Administración Empresarial, volviendo a graduarse de la Universidad con reconocimiento y siendo un recién graduado, no tardó mucho en conseguir trabajo.

Solo había hecho unas tres entrevistas de diferentes empresas y todas terminaron llamándolo, incluyendo la Hybe Corporation. Con solo la edad de 24 años formó un futuro camino lleno de éxitos, pero éxitos debido a su gran trabajo, fortaleza y esmero.

Se podría decir que tiene la vida perfecta, cualquiera lo envidia y es que, no pasó un año trabajando cuando se casó con una Super Modelo. Una bella mujer alta, esbelta y realmente hermosa.

Ahora con veintinueve años, tiene un niño de tres años y medio, el cual es la luz de su vida mientras él y su bella esposa dividen sus labores, ambos trabajan y reparten sus obligaciones del hogar.

Cuando escuchó las palabras de su amigo rubio, se avergonzó tanto que se ruborizó. Con su mano libre se rasca la nuca y piensa qué decir.

—Bueno... Es que criar a un niño es bastante caro —fue lo único que pudo soltar, algo que sonó bastante convincente.

—Y supuestamente el país ayuda, vaya mentira —Jeonghan rodó los ojos. —Eres muy joven para las canas pero está bien, mi Hoshi es tan lindo que dan ganas de apapacharlo y mimarlo todos el tiempo.

—¿Tu Hoshi? De Jeon Sooyoung a Hoshi hay mucha diferencia, ¿Sigues con ese apodo? —se ríe, no pudiendo creer las ocurrencias del más alto.

—¿Realmente crees que "Younggie" suena mejor? —lo atacó directamente, mientras se detienen en frente del ascensor y presiona el botón. —Es tan usado y monótono. En cambio Hoshi si es un verdadero apodo digno, a él le gustan mucho los tigres además sus ojitos son tan tiernos y afilados como un bebé tigre.

Woo ríe y asiente ligeramente. Existen niños que tienen preferencia por Max Teel, otros por Lego, unos por los reconocidos Super Héroes de DC o Marvel, unos son amantes a los autos o aviones, Dinosaurios, animales y por último tenemos a su hijo, quien adora con todo su corazón a los tigres. Cada vez que pasan en frente de un negocio de juguetes se queda estancado y chilla de emoción por cada tigre que ve, así sean de peluche o plástico, lo quiere todo.

Su mayor sueño como padre, es que su hijo sea mil veces más feliz que él fue en su vida. Por ello, siempre cumple todos sus lindos caprichos.

De pronto recordó lo que sucedió anoche y ríe mientras saca su celular. —Anoche grabe un vídeo de Younggie.

—¿A si? ¿Qué hizo?

—Quería bañar sus juguetes de animalitos y los tiró por el retrete, también el jabón y la esponja. Pero se puso a llorar porque se dió cuenta que sus bracitos no alcanzaban a tomarlos de nuevo —cuenta el chiste, terminando con una carcajada. Jeonghan le sigue y se aproximó a él para ver el vídeo.

Las puertas del ascensor de abren y se adentraron ambos con sus ojos pegados a la pantalla del celular que reproduce un vídeo, la cual demuestra a un pequeño niño de tres años con abultadas mejillas sonrojadas, vistiendo una pillama de galletitas. Terminó de tirar el desfinfectante y la esponja al escusado y cuando extendió sus brazos para bañarlos se inclinó tanto que cayó de cabeza.

Wonwoo quien grababa, gritó y sacó a su mojado hijo.

Jeonghan suelta una carcajada mientras muere de ternura al ver el puchero lamentable tan tierno del pequeñín, el cual pocos segundos después rompió en llanto.

Woo ama a su hijo y sus locuras, a pesar de tentar contra su vida todos los días.

Debido a que ambos estuvieron ensimismados en su charla, un tercero entró y presionó los botones para cerrar la puerta.

Han se da cuenta de la presencia del recién egresado y esboza una sonrisa de inmediato.

—Buenos días, Director —saluda con una reverencia al más alto.

Wonwoo al escucharlo, se gira rápidamente y se inclina el doble de su amigo hasta cumplir los noventa grados, avergonzado por no haberse dado cuenta antes.

—Buenos días, Director.

Al alzarse, dirigió su mirada en el superior para ver a cual de todos había ignorado accidentalmente segundos atrás y ve una alta pirámide de hombros anchos con cuerpo atlético.

Kim Mingyu, Director de Operaciones y mano derecha del Director Ejecutivo, osea del CEO. Con sus treinta y cuatro años ha llevado una vida exitosa, ya que no solo es talentoso y serio a la hora de trabajar, también es el segundo hijo del Presidente Kim.

Es tan alto que casi parece medir los dos metros, con un cuerpo atlético y trabajado debido a su afición por el ejercicio y los deportes. Viste un traje simple que por alguna razón lo hace destacarse más que otros, puede ser debido a su prominente porte y abdomen lleno de cuadros además de sus brazos fuertes que lo hacen lucir aún más sexy.

Kim asiente —Buenos días —contestó con simpleza y se giró hacia el frente.

El ascensor se detuvo primero en el piso de Jeonghan quien se despidió brevemente.

Cuando las puertas se cerraron, Wonwoo guarda su celular y deja su vista pegada al frente esperando en silencio.

Mingyu desvía su mirada hacia el más bajo y preguntó —¿Ya formaron el presupuesto de la nueva línea?

—Si aunque faltan algunos datos que confirmar, nos encargaremos a primera hora de finiquitar y le daremos la propuesta al Supervisor General para que se lo haga llegar a eso de las diez de la mañana —respondió de inmediato. A pesar de sonar seguro por fuera, por dentro se muere de nervios.

Las personas siempre lo alaban por su trabajo y desempeño pero realmente no cree que sea así. No es tan bueno y siempre está al borde de un ataque nervioso, justo como en ese momento que tensa el agarre entre sus manos.

—Está bien, lo estaré esperando —asiente levemente.

El ascensor abre sus puertas y ambos salen caminando por el mismo pasillo, hasta en el siguiente que toman caminos por separados. Pero justo cuando Mingyu pensó en girarse, se detuvo y llamó al contrario.

—Wonwoo.

El mencionado se gira de inmediato —Dígame.

—Mañana es el cumpleaños de tu hijo, ¿no?

—Oh, ¿Cómo lo sabe?

—Llevas más de cuatro años trabajando para nosotros, sería un mal jefe si no lo supiera ya —comentó con obviedad, se aclara la garganta un poco y culminó. —Le compraré un regalo,  si necesita algo en específico házmelo saber.

—No, no es necesario. Muchas gracias —por más que niegue, siente que el mayor no le hará caso. ¿Y por qué está tan seguro? Porque dicha conversación se siente un dejavú. Wonwoo nunca olvida a las personas que han sido buenas con su hijo y Mingyu es una de ellas, a pesar de solo tener una relación de jefe-empleado, el mayor siempre le dió obsequios en todos los cumpleaños, en festividades como Navidad, Pascua, Día del Niño, hasta para San Valentín e incluso por celebración cuando entró a preescolar por primera vez.

Se siente muy agradecido y a su vez avergonzado, ni Jeonghan quien es el padrino le ha dado tantos regalos al pequeño.

—Sigue con tu trabajo, hablamos mañana —sin esperar un no por respuesta, Min lo dejó.

Wonwoo solo pudo ver aquella espalda perderse en el pasillo, con un rubor en sus mejillas sonríe insconciente.

«Como siempre, el director es muy amable» Pensó.

—¡Papá! —exclamó la aguda voz de un niño mientras corre hacia los brazos del recién llegado.

Wonwoo ni bien pudo cerrar la puerta de la entrada cuando el pequeñin atrapó sus piernas con sus cortos bracitos.

Hoy había tenido un duro trabajo, estaba agotado deseando tirarse a la cama pero ver a su hijo sonriendo grandemente con una felicidad genuina con solo verlo, fue suficiente para recargar su batería. Corresponde la sonrisa y toma al menor en brazos, alzándolo y corriendo por toda la sala como si el pequeño fuese un avión.

—¡Fiuunnn!

Sooyoung ríe a carcajadas y se queja. Lee lo bajó y cargó normalmente para mirarle a la cara. Sus pequeños labios tan lindos y tiernos, sus mejillas abultadas y sonrojadas, tiene una imagen tan infantil y adorable.

—¿Y cómo te fue hoy?

—¡Muy divertido! Yo y Innie jugamos mucho.

—Wow, que bueno —en ese momento se dió cuenta que el menor aún viste sus ropas escolares. —¿Por qué no te has cambiado? —se giró a su alrededor percantándose de que el menor había estado jugando solo en la sala, sin supervisión adulta —¿Y dónde está mamá?

Hoshi dejó de sonreír y mostró un lamentable puchero —No quiso jugar conmigo.

¿Por qué debía de extrañarse?

Aquello se ha vuelto mucho más común de lo que le gustaría admitir.

—Mamá solo está cansada, mañana jugaremos contigo —soltó un cansador suspiro. —Ven, vamos a bañarte.

Su batería volvió a desgastarse y la sonrisa que le mostró a su hijo, no fue más que una máscara dolorosa.

Luego de poner a dormir a su bebé, cenó un simple ramen que no llevo mucho tiempo y se recostó en el sofá de la sala.

Wonwoo se siente solo... No es la primera ni tampoco será la última vez.

🤔🤔

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