Capítulo Quince
¡Primer capítulo del año!
En este se viene una sorpresita que les gustará🤭 ¿Logran adivinar que es?
Lo hice largo para que puedan perdonar mi ausencia reciente.
¿Cómo la pasaron en año nuevo?
—Realmente eres una nena.
Chan se sintió insultado cuando escuchó las palabras del mayor atacarlo una vez salió del baño recién vestido con su ropa playera. Un short azul junto a una camisa blanca sencilla.
—¿P-Por qué? —cuestiona perplejo pero luego, frunce su ceño y agarra valor —¿Por qué siempre me ataca?
Seokmin bufa con humor —Mírate, cambiándote en el baño.
—No se haga el tonto —abulta sus labios en un puchero mientras guarda su ropa en la maleta abierta en el suelo.
—¿Qué no me haga qué? —se acercó confuso. —¿Me estás insultando?
—Usted ya lo sabe.
—Saber qué.
Dino se levantó y miró al mayor a una distancia de un metro. Una de sus manos fue tímidamente hacia su otro brazo, cerrándose a sí mismo con timidez.
Tomó una gran bocanada de aire —Que soy gay —soltó con honestidad cerrando los ojos —No me siento cómodo quitándome la ropa enfrente de usted y otros hombres. ¡Si le molesta puede cambiar de compañero! —al exclamar lo último salió corriendo escapándose de la habitación dejando al mayor perplejo y con la palabra en la boca.
«¿Qué cree que soy? ¿Un ogro?»
Dino bajo casi corriendo por las escaleras para encontrar a la mayoría abajo.
—Nosotros vamos a ir a nada al mar, ¿Vas a venir? —Jun le pregunta al menor, quien asintió.
—Si, Si. Voy con ustedes, voy por mis cosas.
Subio de nuevo y se adentró al cuarto ignorando la mirada del mayor.
—¿Qué haces?
—V-Voy a nadar con mis hyungs.
—Iré con ustedes.
Gracias a Minghao que tocó la puerta de manera imprevista, el ambiente que se había formado entre Mingyu y Wonwoo se rompió por completo, haciendo que el menor se arrepienta de haber dejado soltar aquello de su boca.
Había sido tan transparente sin darse cuenta, dejándose llevar por las emociones del momento. En realidad, se había dejado llevar por la cercanía y mirada de Min solo puesta en él. Solo lo estaba mirando a él y a nadie más.
Pero gracias a que su amigo llego de pronto, se levantó abruptamente y le abrió.
Éste le dijo que saldrían a la playa y para escapar, fue con él.
Kim con un mal sabor en la boca, fue junto a ellos, sabiendo que el menor se escapó de nuevo. Siempre lo hace. Siempre dice y hace lo mismo sumergiendo su mente y corazón en profundas preocupaciones.
—Woah, es muy bonito —Jeonghan extiende sus brazos al aire sintiendo la brisa desordenar sus cabellos rubios y lacios.
Minghao golpeó a su novio y luego salió corriendo al mar. —¡Atrápame si puedes!
—¿¡Estás retando a tu novio!? —y entre risas corrió detrás de su pareja para juntos sumergirse al agua de manera torpe y juguetona.
—Eso si es lindo —aseguro Joshua detrás.
—Búscate una pareja entonces —Jeonghan a su lado le dijo mientras viste un gran sombrero beige que tiene un lazo blanco, muy lindo, dándole un toque delicado. Saca de la canasta que tiene colgando de su brazo un mantel y lo dejó encima de la arena.
Joshua mira al menor sentarse y buscar su bloqueador solar para empezar a aplicarse por sus largas piernas pálidas. Muy lindas y cuidadas.
Se rasca la nuca y mira hacia otro lado. «¿Alguna vez me verás como yo te veo a ti?» se preguntó.
—¿Una pareja? —DK le pregunta curioso —¿Para cuándo Director Hong? Pareces ansioso por eso.
El nacido en Estados Unidos lo mira fulminante —¿Usted siquiera ha tenido una pareja? No hable.
—No tengo pareja porque no quiero, es simple —se encoge de hombros. Y de manera inconsciente, sus ojos buscan a cierto jovencito, encontrándolo al poco tiempo.
—¡Woah! —grita eufórico Chan mientras se sumerge en el agua. Se ve Wonwoo riendo junto a él mientras lo empuja, ambos juguetones con lindas sonrisas, cada una siendo apreciadas por ciertos individuos específicos.
—Aquí realmente no hay nadie además de nosotros, ¿No es peligroso? —se preguntó Seungcheol mirando las largas costas vacías. A sus lados hay varias casas de verano, árboles y montes. Y no parece haber nadie además de ellos en un largo espacio geográfico.
—No lo es, ya hemos venido antes —Jeonghan desde el suelo, le contestó.
El mayor asintió, aunque se siente un poco alerta.
—Hay un Yate y motos acuáticas por si alguno quiere, Jun dijo que pronto las sacaría —les aviso el rubio a los oyentes.
—Oh... Eso sí es divertido —asintió Choi, deja sus sandalias a un lado y antes de correr al agua, mira al rubio siendo éste uno de los pocos que no parece tener amago de moverse de su posición —Ven a nadar —dicho esto, se giró y corre al agua.
—No sé nadar —contestó una vez alzó la vista pero Seungcheol ya se había ido, sin escucharlo.
Mientras tanto, en el agua, Mingyu se acercó a Wonwoo de espaldas para darle un susto al empujarlo haciendo que caiga.
—¡Director! —el azabache al volver a subir le mira con reproche.
El mencionado solo se ríe, adorando el lindo puchero en los labios del menor.
—Llámame Hyung.
—¿Qué?
—Tambien llámame Hyung —le pidió a Dino a su lado. Le parece que hacerlo de esta forma pasará desapercibido, se hará ver como un simple superior amigable y cercano.
—¿Hyung? —Wonwoo pronunció confundido, sintiendo algo extraño revolcarse en su corazón.
Dino mira a Jeon, siendo éste su superior directo, esperando su asentimiento.
—Anda, no es para tanto.
Con un leve rubor asintió tímido —Hyung.
Channie sonríe —¡Usted es el mejor, Hyung! —halagó de inmediato al mayor con emoción alzando sus pulgares.
—Y el mejor solo trae a los mejores.
—¡Jun trajo las motos! —Minghao avisó de un grito llamando la atención de todos.
—Oh, voy a por una —Wonwoo dijo de inmediato acercándose a las costas.
Mingyu fue detrás de él de inmediato, dejando a Dino atrás quien debido al miedo no se atrevió.
—¡Recuerden que si dañan o rompen alguna deben pagarla! —les recordó el novio del pelirrojo.
—Como si fuéramos unos niños —Jeonghan rodó los ojos. Al ver a Seungcheol montándose en una, de inmediato fue hacia el. —¿Puedo ir con usted?
El mayor le miró sonriente y asintió —Dale, ponte el chaleco inflable.
Su respuesta ocasionó un revoltijo de mariposas en el interior del estómago del rubio, quien con unos ojitos brillando se viste el chaleco.
Joshua los mira por detrás. Iba a ofrecerse para acompañar al rubio.
Seokmin suelta un suspiro cansador mientras se sienta en una silla —Soy muy viejo para estas cosas —murmuró. No tiene mucho ánimo para esos juegos.
—¡Váyanse todos para la verga! —Jun grita a todo pulmón mientras arranca con fuerza, dando grandes giros. Minghao detrás de él, riendo y gritando mientras abraza a su novio con fuerza.
—¿¡A quién metes en eso, eh!? —Seuncheol lo persigue teniendo a Han detrás.
—Wonwoo, déjame acompañarte —apresuró a decir Min una vez vio al menor montarse.
—¿A-A mi? —de pronto, se puso tímido. —S-Si, si, claro.
Kim se viste el chaleco y cuando estuvo por montarse vio al menor dejarle el espacio de enfrente. —¿No quieres conducir?
—Oh, normal. Esta bien, usted puede conducir, Hyung.
Negó —Tu quieres conducir, hazlo, no me importa.
«Solo quiero estar a tu lado»
—¿A Usted... No le molestaría? —preguntó apenado. Al recibir una negación, se sintió cálido —Gracias.
—No es algo por lo que debas agradecer —respondió con sinceridad y tal vez, un cierto toque de preocupación. Agradece más de la cuenta, mucho más de lo que debería y si contamos las veces que se disculpa, es mucho más preocupante.
Se montó detrás del menor con cierta timidez, es la primera vez que lo tiene tan cerca de si, con la delgada espalda del menor rozando con su pecho.
Wonwoo sintió la complexión fuerte y dura del alto rozar con su cuerpo, haciéndolo temblar.
—¿Puedo tocarte? —la voz baja y ronca de Mingyu justo por detrás de si, sonriendo. Su aliento rozando con su nuca, le hizo temblar de manera involuntaria.
—¿Qué? —de manera inevitable su mente viajó a innumerables escenarios prohibidos.
—Tu cintura, me refiero a que si puedo agarrarte para no caerme —se explicó mejor.
Wonwoo tuvo ganas de ahorcarse por haber caído tan bajo al pensar en otras cosas. —S-Si, si puedes.
El Director Kim con cuidado y lentitud posó sus manos alrededor de la cintura del menor, delgada y perfecta para sus grandes manos. Con más confianza, enrollo sus brazos y lo abrazó dejando su cabeza caer en el hombro ajeno pegando sus cuerpos.
Wonwoo tembló y sintió como su cuerpo no reaccionaba tan rápido como hubiera deseado. Intentando controlar su extraño yo, arrancó ignorando los raros deseos que sucumben su interior y pensamientos, pensamientos que no debe tener.
Joshua simplemente se montó solo y antes de arrancar, al ver a Chan salir del agua le preguntó. —¿Quieres subirte?
—No, gracias. Me da miedo —contestó rápido, cortando con sus últimas palabras cualquier posible insistencia. Realmente no le gustaría montarse en alguno de esos.
Joshua arranco dejándolo atrás aunque poco después, fue Vernon quien lo acompaño. Y Dino al ver que no había nadie más que el Supervisor, se acercó y se sentó a su lado entre la arena para empezar a jugar con ella.
Seokmin lo mira desde arriba, sentado de piernas cruzadas como un niño jugueteando y formando un pequeño castillo entre sus manos. Parece realmente interesado en una simple tierra amarilla como si fuera alguna especie de joya poco vista.
Frunció el ceño —¿Por qué no vas? Deberías divertirte con ellos.
—Usted tampoco fue —le contestó sin mirarlo.
—Es diferente, no estoy de humor para esas cosas.
—A mí tampoco me gustan mucho.
—Eres joven, deberías.
—No creo que sea una obligación.
Lee mayor asintió levemente. Es cierto.
—¿Porque hay muchos hombres decidiste vestirte tan reservado? ¿Alguien te gusta acaso para que te de vergüenza?
Es cierto, Dino es quién anda más tapado, con unos shorts justo encima de sus rodillas y una camisa manga larga ocultando todo su brazo.
—Solo por ser gay no significa que me gusten todos los hombres —se defendió, un poco ofendido.
—Ni siquiera te estoy atacando, solo muestro mi duda.
Dino mostró un puchero —Lo siento.
—¿Y bien?
—Solo soy reservado con mi cuerpo... —reveló en un tono bajo, mientras jala sus mangas con sus dedos impidiendo que se suba logrando cubrir hasta parte de su palma.
—Eso está bien —asintió levemente.
Dino simplemente no decide decir nada más y sigue fingiendo estar distraído construyendo cuando en realidad se siente abatido. Por más que sonría y se distraiga por momentos, es imposible sacar una espina de su corazón, la cual le recuerda una y otra vez que toda felicidad acabará cuando vuelva a casa.
Lee Chan no quiere volver a casa.
Minghao sentado detrás de su pareja mientras lo abraza para no caer, nota a aquellos dos, a Jeonghan sonriendo como un bobo pareciendo en las nubes y a Seungcheol conduciendo con la moto de manera libre y divertida sin darse cuenta de los sentimientos del rubio. A veces Min no puede con lo estúpido que son los hombres, por ello mismo, decidió dar una ayudita a su amigo. Pellizcando la cintura de su novio le pide que lo lleve hacia ellos.
—Ohh... Nunca lo había pensado pero creo que ustedes pueden hacer una buena pareja —comentó pícaro una vez le ordenó a su novio detenerse justo al lado de ambos a propósito.
Jeonghan se sonroja ligeramente. Estuvo a punto de hablar hasta que ve reír al hombre frente a si.
—Supongo que tenemos química de trabajo —contestó ligero Seungcheol sin prestarle la debida atención a sus palabras.
—Usted sabe que no me refiero a eso, Jefe —dice el Chino pelirrojo no queriendo desviar la atención, siendo muy directo con el tema. En ese momento nota a Choi fruncir el ceño, al parecer, no muy de acuerdo. Parece que quiere contestar con algo pero no alcanza.
—¿Qué hacen que se detienen? —cuestionó Mingyu una vez Wonwoo se detuvo cerca de ellos.
—No sé ellos —el pelirrojo señaló al rubio y pelinegro—Pero yo les decía que tienen buena química y ojo de loca no se equivoca —hace un movimiento de manos extravagante y exagerado.
Mingyu al escucharlo no pudo evitar soltar una carcajada que dejó confundido a algunos de los presentes, especialmente al enamorado y a sus tres amigos que le dan apoyo con toda su buena intención.
—¿Qué dices? Si Seungcheol tiene pareja —arrojó de golpe de manera desinteresada sin darse cuenta que había soltado una bomba.
—¿¡Pareja!? —Wonwoo le mira perplejo dejando confundido a Kim por su sorpresa.
—Maldición —Jun a su lado murmuró haciendo que el pelirrojo le pellizque el estómago por hablador.
—Oh... ¿Es eso cierto? ¿Desde cuándo director? —Minghao ríe con "naturalidad", fingiendo ser un simple curioso nada más cuando en realidad desea oír la información completa y asegurada para su mejor amigo.
—¿Por qué nunca lo dijo antes? —Wonwoo cuestionó mostrando su leve ceño fruncido.
Joshua detrás de ellos había escuchado justo el momento en que fue soltada la bomba. Vernon detrás suyo también se preocupó como él.
—¿Era una relación oculta, Director? —se atrevió a preguntar el pelimiel.
—El horario de trabajo no es para hablar de la vida personal —contestó obvio, notando la cierta perplejidad en la reacción de algunos logrando confundirlo. —No entiendo porqué se sorprenden tanto, todos tenemos nuestra vida sentimental y social fuera del trabajo.
—Si, si, no lo decíamos por eso —apresuró a decir Minghao con una calma fingida —Solo... Simplemente nos lo tomó por sorpresa. Felicidades.
«Espero que terminen mañana»
—Felicidades —la suave voz de Jeonghan tranquila sorprendió a los que saben de verdad por lo que está atravesando. Sonriendo a pesar de todo y manteniendo una calma que pocos serían capaz de mantener.
—Gracias, tal vez se los presente algún día, Woozi es muy agradable —culminó simple.
—Emm... Yo me iré por ahí —Jun no supo que más decir y simplemente arrancó.
—Yo... Quiero volver —pide Han en tono bajo y tranquilo.
—¿Ah sí? ¿Por qué?
—No se nadar, no quiero estar mucho tiempo aquí —mintió. Aunque no sepa nadar se había ilusionado, todo para al final caer cruelmente. Al estar dándole su espalda, aquello tranquilizó a Jeonghan quien dejó de sonreír mostrando su triste semblante.
Volvió a poner sus pies en el suelo y no volvió al mar, sentado encima de la manta con sus rodillas a la altura de su rostro pasa sus brazos alrededor de sus piernas y solo se dispone a mirar a los demás como se divierten. Perdió su humor por completo.
«¿Por qué debería sorprenderme?
Desde el principio era obvio que no lo lograría»
—¿Por qué pareces tan sorprendido? —cuestionó Mingyu confundido. Desde aquella "revelación" supuestamente casual, el ánimo de Wonwoo cambió por completo. Parece desanimado. —¿Es porque Choi tiene pareja? ¿Por qué te importa tanto? —no pudo evitar el leve toque molesto en su tono de voz.
¿Se preocupa de que Choi tenga pareja pero no de él? Sin evitarlo, se sintió un poco celoso, solo un poco.
—No necesita saberlo —contestó simple.
—¿Por qué?
—¿Por qué parece molesto? —frunce el ceño confundido. En este último tiempo lo ha pasado mucho con su superior, tanto que creyó que podría llegar a tener su confianza pero ya ve que no. Mingyu no le cuenta sus cosas importantes, ni siquiera lo más usual de su vida en el día a día. ¿Por qué debería sorprenderse? Tampoco es que fueran algo.
Pero si hubiera sabido antes, si tendría la suficiente confianza con Kim, tal vez le habría dicho o comentado sobre la situación amorosa del Director Financiero. Si, eso hubiera sucedido si fueran más cercanos pero no, no lo son y no deben serlo.
—Solo digo, eres un hombre casado, no debería importarte la situación amorosa de los demás —contestó el moreno con un ataque directo teniendo solo el vistazo de la nuca del azabache. Wonwoo parece calmado y sereno, pero entre sus brazos sintió su leve temblor.
—N-No me importan, solo era curioso —se excusó en un bajo tono de voz, intentando centrar toda su atención en el mar, sin acelerar. Conduce con cuidado la moto y más aún que se encuentra nervioso.
Mingyu deja reposar su mandíbula en el hombro del menor y rozando ligeramente sus labios con el lóbulo de la oreja que pasó a ser un tono rojizo le susurró —Y Dígame, señor administrador. ¿No es curioso por mi situación amorosa?
Tal vez jugando, tal vez coqueteando. ¿Estaba mal querer la oportunidad de esta manera tan malvada?
Quiso dejarlo como un simple juego, una broma pero la reacción de Wonwoo lo dejó perplejo. De pronto soltó un grito y lo empujó bruscamente haciendo que cayera al agua.
Estuvo a punto de preguntarle porqué tan exagerada reacción pero cuando sus ojos vieron aquellos negros acumularse de lágrimas supo nuevamente que algo no andaba bien. Las mejillas de Jeon ruborisadas y sus iris nerviosos, temblando.
¿Debería hacerse otra vez el tonto y dejar pasar tan clara reacción?
¿O debería ilusionarse y seguir adelante?
Wonwoo lo confunde. A veces siente que podría gustarle.
A veces siente que de verdad lograría ser amado al menos por un instante.
Jeonghan entra a la habitación que comparten Vernon y Joshua, encontrando al primero quien sentado en la cama mira su teléfono. El mitad extranjero alza la vista y nota la tristeza en los ojos de su amigo.
Se levanta rápidamente. —¿Te sientes bien?
Jeonghan se acerca a Vernon con paso inseguro y jugando nerviosamente con sus manos. —Será que tú... ¿Podríamos cambiar de habitación?
Vernon reflexiona por un momento, entendiendo la razón de Jeonghan. Tan emocionado que estaba en la mañana, todo para ser acabado de un momento a otro en la tarde por lo dicho por el Director Financiero, es entendible la razón por la que no quiera dormir con él esa noche.
Con compresión asintió —Claro, Hyung. Lo entiendo. No te preocupes, cambiamos de habitación. —rapidamente fue hacia sus cosas que había sacado para meterlo en su bolso.
El rubio asiente con gratitud. —Gracias, te debo una.
Jeonghan sale de la habitación de Vernon y se dirige hacia la suya original trayendo su maleta ya lista. Si o si iba a cambiar de habitación con quien sea pero eligió primero a Vernon, ya que si se ponía sentimental en medio de la noche al menos no sería con un extraño, ya Joshua debe estar acostumbrado a él y su dramatismo.
Ambos intercambiaron y ahora el rubio se encuentra en su "nueva habitación". A pesar de ser casi iguales hay algo que las diferencia, con Seungcheol son dos camas, en ésta es una cama matrimonial aunque no le parece gran cosa eso.
Fue a bañarse y media hora después sale con una toalla de baño rosada mientras su rostro tiene una mascarilla hidratante.
Joshua quien había llegado minutos atrás, se encuentra sentado en la cama con su espalda apoyada en la cabecera de madera, distraído con su celular. Cuando escuchó la puerta abrirse junto a unos pasos, alzó la vista.
—Te tardaste mu... —sus palabras se quedan en el aire cuando vio a aquel majestuoso en su misma habitación. Entre aquellas cuatro paredes solo están ellos dos, sin nadie más. Su corazón latió apresurado y sus manos sudaron. —¿Q-Qué haces aquí? —no se dio cuenta de lo torpe y nervioso que se encontraba hasta que abrió la boca. Quiso golpearse en ese instante.
—Cambié con Vernon —contestó simple. Caminó al tocador y se sentó cruzando una pierna encima de la otra. Justo enfrente había dejado múltiples productos faciales.
—Con razón, ya decía yo que esas cosas no eran de Vernon —le había parecido extraño pero no le prestó atención en su momento. —Debes estar triste por lo de Seungcheol.
Jeonghan negó —El amor va y viene, no es importante.
—Es un corazón roto, hay que tomarle importancia.
El rubio no contestó y solo siguió haciendo lo suyo. Sacó una pijama del bolso.
—¡Espera! —el castaño se levantó de inmediato —No te cambies enfrente mío, ya salgo.
Hannie se ríe al notar la torpeza del mayor al tropezar contra su maleta en el suelo casi cayendo en el acto, su rubor avergonzado y su caballerosidad le hizo sentirse enternecido.
—De igual forma ambos somos hombres —se encogió de hombros con desinterés.
Hong mira la espalda delgada del menor, quien realmente no parece disgustado o avergonzado. ¡Pareciera que es solo el!
—Entonces, no te importará que te vea cambiarte —no sonó a una pregunta, más bien fue una afirmación.
El contrario lo mira con cierta sorpresa. —Y-Yo... Bueno, no lo decía de esa forma. Sólo...
—Lo decía jugando, ya me voy —sin evitarlo, pasó una mirada por las lindas y delgadas piernas pálidas del rubio. Parece la mismísima piel de un ángel que lo dejó deseoso de más.
Lee se dio cuenta de su mirada antes de salir. Supo que miró sus piernas, no es un tonto como para no darse cuenta. Incluso, no le tomaría importancia porque sabe que es lindo y recibe muchas miradas de parte de hombres y mujeres pero por alguna razón, su corazón latió apresurado y algo en su mente no parecía disgustada por la atención del mayor.
Agitó su cabeza queriendo deshacerse de aquellos raros pensamientos.
Si es sincero, lo de Seungcheol no le dolió tanto como pensó que lo haría. ¿Por qué?
Pensó que lloraría y se volvería loco de la tristeza pero nada pasó. Se siente triste y desanimado pero nada más, como si sus sentimientos habían estado empezando a desvanecerse sin darse cuenta.
La verdad, se sintió bien. Se siente más relajado y de alguna manera más ¿Cómodo?
Ya no tendría que buscar a Seungcheol. Ni prepararle galletas o arreglarse innecesariamente para él.
Se había esforzado más y había dado más de lo que su corazón sentía verdaderamente por el.
—¿Dormiste bien? —le preguntó Minghao una vez ambos y otros más se encuentran haciendo el desayuno, el cual consta en un sándwich y lo que untan en es al gusto de cada quien.
La mente de Wonwoo viajó a la noche anterior en donde no ocurrió absolutamente nada. Él junto a Mingyu durmiendo en una cama matrimonial, cada uno dándose la espalda en cada costado cubriéndose con mantas separadas. Si es sincero, no durmió bien. La noche fue tan malditamente larga y abrumadora por culpa de los latidos constantes de su corazón que no lo dejaron conciliar el sueño.
Aún así, asintió y miró de reojo a Kim quien parece distraído comiendo de su emparedado.
«¿Habrá escuchado mi corazón?» se siente tan avergonzado por ello. «¿Realmente pudo dormir bien como si nada?»
Verlo tan ameno y calmado, charlando junto a Choi lo confunde. ¿Por qué?
Mingyu sintió a alguien perforandole la espalda y se giró. Ambas miradas chocaron de manera abrupta ocasionando mariposas y latidos en sus corazones. Wonwoo desvía la vista con un notorio rubor en sus mejillas.
Kim lo vio, perfectamente lo vio.
—Quiero ir a nadar, ¿Alguien viene? —un emocionado Dino llega corriendo hacia ellos. Había comido tan rápido para ir a su habitación, cambiarse y volver a la cocina.
—Ayer nunca saliste del agua, ¿No te cansaste? —Jun se ríe.
El menor apenado niega. —¿Nadie quiere venir? —parece desilucionarse.
—En unos minutos iré —Seokmin habló dejando sorprendido a los presentes. Ayer ni tocó el agua, solo se mantuvo sentado con una mirada de viejo cascarrabias.
Dino frunce el ceño.
—Si quieres te acompaño, igual quería ir ahora. Perdí mi bloqueador solar —Jeonghan le dice a lo que el menor asiente, siendo ambos, los primeros en salir de la casa de playa para dirigirse a las costas.
Ayer en la noche antes de dormir Han se dio cuenta de que había perdido su bloqueador. Preocupado por proteger su piel, decidió que emprendería una búsqueda a primera hora de la mañana.
Mientras tanto, Dino se sentía tentado por el resplandeciente mar. Con una sonrisa en su rostro, se adentró en las claras aguas para disfrutar de un refrescante chapuzón. Hacia años que no nadaba. En realidad, es la primera vez que ve el mar.
Mira a su bonito Hyung a lo lejos con su brillante cabellera rubia y larga con la vista hacia abajo, buscando. Se ve tan delicado y lindo como una princesa.
Sin embargo, en medio de su diversión, sintió un agudo calambre en su pierna. El dolor lo sobrepasó y Dino comenzó a debatirse en el agua, luchando por mantenerse a flote.
Han escucha de pronto unos gritos ahogados que lo alertaron. Al verlo se dio cuenta que se estaba ahogando. Miró a sus alrededores no viendo absolutamente a nadie y si buscaba a los chicos podría llegar a ser demasiado tarde
—¡Channie, tranquilo! —Jeonghan corre pero se detiene cuando el agua superó sus rodillas sintiéndose ansioso. Las corrientes fuertes se ven grandes y atemorizantes para su persona. Tomó una bocanada de aire y corrió —¡Voy por ti!
Desesperadamente, intentó alcanzar a Dino, pero se vio superado por las olas. Al no saber nadar, se encontró en una peligrosa situación quedándose con la impotencia de no poder hacer mucho para rescatar a su amigo. Logró difícilmente tomar su mano pero fue su único éxito. Ambos desesperados intentando no ahogarse. Y su desesperación lo superó cuando el cuerpo del menor no volvió a moverse, solo dejándose ser uno con el agua.
—¡Dino! —grita aterrado, intentando respirar aún cuando es el mar lo que empieza a entrar.
—¡Jeonghan! —vociferó una voz varonil a lo lejos. Aunque no es el único que los vio.
Joshua y DK corrieron como si su vida dependiera de ello siendo los salvavidas de los chicos. Al ver la situación de emergencia, se lanzaron al agua rápidamente para ayudar a los jóvenes.
—Yo me encargo del pasante —le dijo Lee sin pensar.
El Supervisor se dirigió directamente hacia el más joven, quien se encontraba inconsciente debido a la falta de oxígeno. Tomó el cuerpo entre sus brazos sintiéndolo pequeño y liviano, bastante liviano. Con una preocupación agobiadora se lo lleva tensando sus músculos. Hong por su parte, nadó hacia Han, proporcionándole el apoyo y tranquilidad que necesitaba en ese momento de caos. El rubio se aferró a los hombros del contrario con fuerza, temiendo soltarlo.
—Está bien, todo estará bien —le dice suavemente al oído escuchando los ligeros sollozos del aterrado diseñador.
Con un trabajo en equipo impecable, Joshua y Seokmin lograron llevar a Han y Dino de regreso a la costa. Sin perder tiempo, el mayor de todos recostó al menor en la arena.
—Maldita sea —murmuró entre furioso y preocupado.
Realizó rápidamente maniobras de reanimación en Dino, haciendo todo lo posible para recuperar su pulso y respiración.
—E-Es mi culpa, n-no pude llegar a tiempo... —se lamenta el rubio, arrodillado delante del pasante sintiendo las palmadas en su espalda de parte del extranjero quien busca consolarlo. —N-No se nadar, lo lamento... —se sintió un maldito inútil, un maldito bueno para nada.
Nunca ha podido ayudar a nadie y cuando tiene la oportunidad de hacerlo, es incapaz. Siempre es incapaz hasta con su propia seguridad.
—N-No q-quería... No quería que esto pasara...
—Esta bien, todo estará bien —las palabras de Joshua no hicieron ni un tipo de efecto en él, puesto a que sus propios ojos presencian como las manos del Supervisor presionan una y otra vez el pecho del joven inconsciente.
Después de unos angustiantes momentos, Dino finalmente recuperó el conocimiento, tosiendo y respirando con dificultad. De pronto Han empuja bruscamente a Seokmin echándolo a un lado para abrazar con fuerza al menor.
—Me alegro de que estés bien. Lo siento tanto, no pude ayudarte. Prometo ser un mejor Hyung para ti, Dino.
El menor abrumado por tantas palabras apenas entrando a la consciencia asiente levemente. —Estoy... Estoy bien, Hyung. Gracias.
El rubio se alejó y tomó entre sus manos el rostro del menor apretándole las mejillas. Sus ojitos brillosos de la preocupación.
—Te cuidaré mejor.
Sus palabras tocaron el corazón herido del joven Lee, quien con un nudo en su garganta asintió.
No pensó que causaría tanta preocupación en alguien que no es parte de su familia. Ni siquiera las personas que comparten su sangre se preocuparían tanto por el. Sólo los fuertes quedan y los débiles mueren, si no puedes nadie llegará a salvarte. Si, de esta forma le han criado.
Seokmin mira el rostro consciente del menor, sonriendo ligeramente. Su corazón pudo encontrar la calma luego de tanto torbellino. Por un segundo, había sentido que la vida se le iba. Fue tan abrupto, verlo ahogándose e ir hacia el para tenerlo inconsciente entre sus manos sin saber si cargaba a un muerto fue demasiado para su mente.
Sabía que sentía algo por ese crío. Sabía que le parecía más que un simple niño bonito. Y sabía que algo entre ellos nunca sucedería.
Pero no sabía lo que se sentiría en medio de una situación peligrosa. No sabía que su sonrisa era tan importante para el. Y ni sabía que verlo bien se había vuelto en una prioridad importantísima de su vida.
Si, había caído por un lindo jovencito de sonrisa risueña.
—¿Te sientes bien? —Wonwoo le preguntó preocupado al menor quien se haya sentado a su lado.
—Si, realmente estoy bien. Gracias —asiente con calma.
Durante aquel día que transcurrió, absolutamente todos cuidaron como un pedestal al pequeño maknae, el lindo pasante de administración. Preocupados hasta por la mosca que volaba a su alrededor haciéndolo sentir cuidado y querido. Aunque tal vez, más que nada sobreprotegido.
Con la luz del sol abandonando el cielo, una brillante luna modesta se adueño y resaltó entre las estrellas. La noche es cálida y la luna ilumina la escena. El sonido de las olas rompiendo en la orilla proporciona un ambiente relajante a los muchachos sentados en la arena. El grupo tiene vasos en sus manos, llenos de bebidas mientras conversan y se ríen.
Minghao alza su botella de soju al aire —¡Por los mejores trabajadores de la empresa!
El grupo se ríe y choca sus vasos en un brindis. —¡Salud!
De un momento a otro, los diez chicos se ordenaron en un círculo en el suelo. Botellas de refresco vacías y bolsas de bocadillos están esparcidas alrededor de ellos. Una botella de soju vacía es girada por Jun, la cual apuntó justamente a su novio.
Lanzando una sonrisa traviesa incluso antes de empezar ya sabe lo que le dirá —Minghao, ¿verdad o reto?
El pelirrojo notando la mirada pícara de su novio, pero no echándose para atrás toma un sorbo de su bebida antes de responder con decisión.
—Vamos con reto.
—Quiero que bailes una canción sexy en medio de la playa. ¡Todos somos tu público!
—Este lo que está es desesperado —Mingyu se burló.
—Haz que te baile cuando vayan a la habitación —Seungcheol le atacó.
—Los pasos de baile de Minghao son muy buenos —Jeonghan aseguró. —Debe estar queriendo hacerlo lucir.
—Estaba en el grupo de baile de la escuela, Jun lo sabe —declaró el pelirrojo con orgullo mientras se levanta. —Me llamaban The8, les demostrare porqué.
Y en ese momento, aquel muchacho extranjero comienza a bailar de forma sensual, realizando movimientos limpios y pulcros. Eso hasta que de un momento a otro comienza a exagerar sus movimientos y expresiones haciendo estallar en carcajadas a algunos. Todos se unen a aplaudir y vitorear, disfrutando del espectáculo.
Jeonghan toma la botella y la gira, apuntando en Hansol.
—¡Ahora te toca a ti, Vernon! —Hannie exclamó al apuntar al pelimiel quien lo miró aterrorizado. —¿Verdad o reto?
Sacudiendo su cabeza niega —Oh, no. Quiero jugar seguro. Verdad.
Jeonghan esboza una sonrisa escalofriante haciendo al extranjero sentirse temeroso, pensaba que se salvaría de un reto vergonzoso pero quien diría que el rubio esperaba que escogiera verdad. Todos esperan curiosos.
Sonriendo traviesamente hace su pregunta —Vernon, ¿Quién es la persona con la que estás saliendo? Con nombre y profesión incluido. Lo sé, lo se todo. Te hablas con alguien en secreto queriendo pasar desapercibido.
El grupo estalla en risas y murmura entre ellos, mientras Vernon se ruboriza y ríe nerviosamente.
—Y-Yo... Bueno, ¿Puedo no decirlo?
—¿Por qué? ¿Acaso es alguien de la empresa? —Mingyu cuestiona curioso.
—Es de los tipos reservados —asume Joshua. —Estas haciendo sufrir al pobre —le dice al rubio a su lado.
—No creo que lo conozcan, mm... se llama Yugyeom y es... Compositor en una empresa de entretenimiento —murmuró lo último, con cierta pena. No pena por el chico que le gusta, pena porque es tímido al revelar su situación amorosa a los demás. Mientras él y su persona estén juntos, no es necesario hacerlo saber a todos.
—¿¡Cómo!?
—¡No sabía que fueras de esos, Vernon! —Jeonghan se sorprende pero luego ríe.
—Realmente me dejaste sorprendido —Choi se ve aún perplejo.
Minghao toma la botella y la hace girar, cayendo justamente en el menor de todos, el más chiquito y tierno pasante.
Han al ver la mirada maliciosa del chino interviene —¡No seas malo con mi pequeño! —abraza a Dino en modo de protección.
—Deja de protegerlo, no es un bebé —Jun lo acusó.
—Algo justo, no te pases —para sorpresa de todos, Seokmin habló por Chan, en un tono serio pero apacible.
Minghao se sorprendió pero terminó asintiendo a medias —Esta bien, está bien. Para que vean que no soy malo. ¿Verdad o reto, Chan?
Un tanto temeroso decidió —¿Verdad? —ya no sabía cuál era peor que cual.
—¿Alguna vez has robado algo de una tienda?
—¿Qué? —lo miró perplejo.
—Dino es un terrón de azúcar, no robaría —Jeonghan lo miró mal.
—Fue lo primero que se me ocurrió que no le afectara en nada —se encoge de hombros —Si hubiera querido hacer algo más fuerte le hubiera preguntado cosas más interesantes.
El menor siente de pronto como todas las miradas se posan en el, haciéndolo sentir más nervioso. Su corazón late apresurado y sus manos de pronto empiezan a sudar. Si, ha robado. Oh claro que lo ha hecho y lo recuerda a la perfección.
Su mente no quiere rememorar aquel fatídico momento que le generó un extraño evento traumático. Tragándose el nudo que se formó en su garganta y arrugando la tela del extremo de su camisa abrió la boca con temblor.
—Sí, cuando era más joven, una vez quería un juguete y lo tome sin pagarlo —explicó. Si, esa es la mentira que tuvo que decir en ese momento, la mentira que le obligaron a decir y la mentira que le perseguirá toda la vida.
—¿Quién diría que alguien tan inocente haría algo así? —Minghao lo miró pícaro.
—Pero devolviste el juguete, ¿No? —Jeonghan le pregunto a su lado.
Asintió —Si, lo devolví.
«Y cuando volví a casa, había preferido morir que volver a respirar su mismo aire. Tenía miedo, mucho miedo»
Siente como sus ojos se acumulan de lágrimas y baja la vista intentando no ser visto por nadie. Tensa su mandíbula buscando relajarse o al menos tragarse todos sus alborotadores sentimientos.
No quiere volver a casa. No quiere hacerlo nunca.
Pensó que no sería visto por nadie cuando en realidad unos ojos se dieron cuenta de su extraña reacción.
Joshua tomó la botella y la giró, dando justo a Mingyu.
—A ver, lanza que no tengo miedo.
—Entonces dale con reto que tengo uno muy bueno.
Kim negó —Prefiero verdad.
—¡Oh vamos! ¡Todos están eligiendo verdad!
—Tus ojos me dicen que quieres hacer una maldad, no soy tan estúpido para caer en eso —se mostró decidido ante su decisión.
—Bueno, bueno... —se lo pensó y pensó muy bien. —Vamos con una sentimental, señor que lo tiene todo, ¿Hay algo que no has tenido y te lo has querido robar? ¿Qué es y porqué?
Su pregunta descolocó a Min, quien casi se atraganta con su propia saliva. —¿Cómo?
—Parece que lo hay, ¿Por qué te pones tan nervioso?
—Es que... —se pronto sus ojos buscaron los de Jeon, ambas miradas se encontraron ocasionando una corriente eléctrica en ambos cuerpos. —Si lo hay —contesto sin desviar su mirada del azabache. —Es una persona.
Wonwoo bajó la vista sintiendo su corazón latiendo muy rápido, nervioso y ansioso. Y de alguna manera, deseoso. ¿Por qué se está ilusionando? ¿Por qué quiere tener los ojos de Mingyu en él? ¿Por qué desea que diga su nombre?
Sabe la respuesta pero teme admitirla.
La revelación del moreno estalla en furor a los contrarios, quiénes quedaron perplejos ante su repentina declaración.
—¿Quién es?
—¡Te lo tenías bien escondido, eh!
—¿Es del trabajo?
—Si, es de la empresa. Un Hobae bonito y muy bueno.
—Usted es muy atractivo, ¿Quién lo rechazaría? —Jeonghan le da todo su apoyo.
—Por más que lo ayude y esté a su lado, nunca le voy a gustar. Está casado —reveló en una indirecta muy directa al azabache. Sólo gracias al alcohol y a las múltiples reacciones extrañas de Wonwoo a su alrededor fue que se atrevió a soltar aquellas palabras. Muy valiente o muy tonto, quizás. Pero nadie le podía impedir soñar, al menos un poco.
La diversión continua a lo largo de la noche con más juegos, risas y anécdotas. Los chicos beben más y se relajan cada vez más.
Jeonghan se balancea de un lado a otro con sus mejillas sonrojadas y sus párpados medio abiertos —Siento que no puedo beber más.
Joshua se ríe enternecido al ver la tierna expresión en el rostro del menor —Ven aquí y descansa en mi hombro entonces —toma ligeramente la cabecita del rubio y hace que se apoye de su hombro.
Ambos se acomodan juntos, disfrutando de la cercanía y la tranquilidad del momento.
Risas, conversaciones y juegos mientras la noche avanza. El grupo se divierte hasta que finalmente, uno por uno, van cayendo rendidos por el cansancio y el alcohol.
La imagen se desvanece mientras el sonido del mar se hace más fuerte y los chicos se quedan cada vez más cansados compartiendo un increíble vínculo de amistad.
Cada uno fue recogiendo la basura y volvieron a la casa, la mayoría lo suficientemente borrachos como para caer y ser arrastrados por otros.
Ahora todos han entrado a dormir y solo queda Wonwoo en el pasillo, justo delante de la puerta, tomando la manilla con un temblor arrollante. Su corazón latiendo tan rápido y fuerte que retumban sus oídos. Se siente inexplicablemente ansioso. Sudoroso y con su mente nublada.
El alcohol solo ha hecho despertar aquellos instintos que ha querido ocultar desde hace algún tiempo pero ya no más, no podía seguir escondiéndose.
Abrió la puerta viendo la habitación con las luces apagadas y a su jefe recostado, quien no se inmutó. El antiguo Jeon creería que estaría durmiendo pero éste, sospecha que finge para no encararlo luego de su revelación.
Da pasos vacilantes y balanceantes. Oh, realmente tomó mucho alcohol.
En vez de acostarse y dormir a su lado, se subió a la cama y gateo hasta quedar encima del mayor, rodeándolo con sus brazos y piernas.
—¿Qué estás...? —las palabras de Mingyu se pierden en el aire cuando ve aquellos brillantes ojos del pálido brillar en la oscuridad. Sus mejillas ruborizadas llenándose de lágrimas que se deslizan y caen por encima de su rostro.
—E-Enseñame... Enséñame a ser un hombre como tú —murmuró bajo el inestable, acortando la distancia entre ellos.
Mingyu sabe lo tan malditamente mal que estan haciendo. Jeon es un hombre casado con un niño de cuatro años. Sabe lo prohibido que es probar sus labios pero el alcohol más sus reprimidos sentimientos por años no ayudaron nada a su mente a pensar.
Rápidamente tomó la delgada cintura del menor y lo tumbó contra la cama metiéndose entre sus piernas. Mira desde arriba su bello rostro en la oscuridad.
Se acerca lentamente, rompiendo por completo todo lo que se había esforzado por años para mantenerse como su simple "Buen Jefe" y susurró justo por encima de sus labios —Te enseñaré.
Y en ese instante unió sus labios en un furioso beso, devorando aquellos belfos que tanto había deseado. Tocando la pálida y lisa piel por debajo de las prendas del menor. Saboreando todo de su ser, tanto de su cuerpo y alma marcando sus labios, mejillas, ojos, cuello y bajando a sus hombros.
«Te haré mío. Esta noche te haré mío»
Al fin besooo 🎉
¿Wonwoo será capaz de dejar a su esposa?
¿O ocurrirá algo en el proceso que lo impida?
¿Logrará ser feliz junto a Mingyu?
¿Dino que quiere decir al no querer volver a casa? ¿Qué pasa cuando lo hace?
¿Jeonghan tendrá ojos para Joshua de ahora en adelante?
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