Capítulo Diecinueve
—Wonwoo es una buena persona. Somos amigos desde la Universidad y para nuestra suerte, encontramos trabajo en la misma empresa. Lo conozco desde hace ya más de seis años y todo lo que he visto de él, ha sido una amabilidad profunda e infinita. Un hombre trabajador, honesto y leal, no es agresivo y es fácil intimidarlo, siempre ha sido así —Jeonghan habla y defiende con su corazón, sintiéndose angustiado por dentro luego de haber escuchado tantas barbaridades y mentiras de parte de aquella mujer arpía. —Traje algunos mensajes como pruebas de su amabilidad y buen comportamiento. A pesar de no tener algo que niegue directamente el "abuso" que dice ella haber recibido, se puede ver en estos mensajes el amor que le carga a su hijo y algunos de los regalos que les ha traído a su familia en múltiples ocasiones, además de demostrar estar más atento a su hijo que su propia esposa.
Jeonghan dio todo en su charla dando parte de sus pruebas como testigo del buen comportamiento de Jeon.
—Al fin es mi turno —se arregla la camisa Jun, sintiéndose al borde de explotar desde hacía rato y por fin podrá sacarlo todo. —¡Esa es una perra astuta! —fue lo primero que brotó de sus labios una vez al frente mientras apunta a aquella mujer.
—Señor, tranquilicese o me temo que tendremos que sacarlo —le regañó el juez.
El moreno rueda los ojos fastidiado y tomando una bocanada de aire intentó ser lo más civilizado posible —Ella nunca ha lavado ni un mísero plato. Hay una señora de limpieza en casa, un chófer trae y lleva a Sooyoung a la escuela y una niñera que se queda con él hasta que ella llega a la casa o en su defecto, él. Nunca le cocinó a su hijo ni un puto platillo ni lo cuidó, Wonwoo siempre ha estado atento a su hijo y le cocina ¡Y existen pruebas! Pueden revisar las galerías de los celulares de ambos y podrán encontrar en el teléfono de mi amigo con muchas fotos de su bebé y de algunas loncheras que decora para que lleve a la escuela. Ella siempre fue engreída y mala, nunca me agradó.
—El Señor Jeon siempre ha sido amable conmigo, puntual a la hora de paga y siempre lo he visto muy leal y devoto a su familia. En cambio su mujer siempre me pareció muy pretenciosa, él merecía casarse con alguien mejor, ese era mi pensamiento cada vez que los veía —esa es la niñera que a veces viene a cuidar de su pequeño Sooyoung.
—El Sr. Jeon siempre me ha parecido un buen vecino, todos en la calle lo adoran pero su esposa nunca se ha molestado en ser amable con nosotros. Además, es muy rara. En más de una ocasión parece que ha echado a su esposo de la casa solo porque está enojada, lo deja vagando toda la noche afuera. Siempre me he preguntado que mal hace un hombre tan trabajador y lindo —esa es una de sus tantas vecinas.
Y no fueron los únicos testigos, la antigua niñera, el Chófer del pequeño y unos cuantos vecinos más dieron su testimonio. Mientras más hablan, más ponen de los nervios de puntas a Minji quien mira a cada uno con odio y resentimiento.
Wonwoo en cambio se mantuvo sentado escuchando todo de manera atenta, pensativo y cabizbajo. Sus ánimos ya no son lo mismo después de que ella revelara su más grande secreto en pleno juzgado y por más que luchen, nada será suficiente para demostrar su inocencia.
—Que pase el niño —fue la orden del juez.
Ante sus palabras, Wonwoo alzó la mirada con sus ojos temblorosos.
Su suegra fue quien llevo a Sooyoung dejándolo en todo el centro, el pequeño que tiene un poco de miedo por aquel lugar desconocido que no entiende.
—No tengas miedo, ven con mamá —Minji se levantó y alzó sus brazos en dirección al menor esbozando una suave y dulce sonrisa.
—Mami —Soo le sonríe ingenuo. Con sus cortas piernitas dio pasitos hacia ella, uno tras otro apresurado.
Wonwoo al ver la espalda que le dio su hijo sintió algo inexplicable revolver su corazón de manera inevitable. Minji quiere arruinar y joder su vida por completo. ¿Por qué debe dejarse caer ante ella? ¿Por qué debe cederle a su hijo?
Con su corazón latiendo y retumbando por todo su cuerpo como eco, se levantó de manera sorpresiva y con sus ojos brillando debido a las lágrimas acumuladas y dejadas, decidió alzar la voz.
—Papá está aquí —arrojó de pronto, con un ligero temblor en su tono de voz preocupado.
—¿Papi? —la dulce voz confundida del niño se notó. Este se gira sobre sus talones buscando desesperadamente al dueño de su voz.
—Aquí está mamá, mamá —Minji al darse cuenta de que su hijo no parecía prestarle atención, rodeó la mesa buscando acercarse para atraparlo.
—¡Papi! —exclamó con alegría al encontrarlo. Intentó correr a él y abrazarlo. Hacía tanto tiempo que no lo veía que lloró, lloró mucho cada noche con la falta de su padre extrañandolo demasiado. Pero los brazos de su madre lo tomaron desprevenido, desprendiendolo del suelo para cargarlo.
—Sooyounggie, aquí está mamá —le dice ella más un beso que depositó en sus mejillas abultadas y suaves.
Pero el menor no se puso feliz, empezó a patalear y a intentar zafarse. —P-Papi... P-Papi... Quero a papá... —pide con su aguda voz joven y dulce. Y cuando se sintió cada vez más lejos, sus lágrimas desbordaron —¡Papá, q-quero a papá! —exigió y al instante empezó a gritar de manera descontrolada.
Wonwoo no pudo seguir viendo las lágrimas de su pequeño quien le mira con súplica. Rodeó la mesa y se acercó. —Dámelo, quiero a mi hijo.
Minji mascullo y soltó al pequeño al suelo. No sería bueno seguir cargándolo cuando llora y pide a su papá. Se arrodilló ante el menor e intentó hablarle —Mi niño, papá no es bueno, él es...
Pero no fue escuchada. El lindo niño de cuatro años corrió a las piernas de su progenitor y lo abrazó con tanta fuerza como si temiera perderlo.
Wonwoo se sintió tan feliz que sin evitarlo, empezó a llorar. Toma a su pequeño en brazos y lo abraza con fuerza.
—No m-me d-dejes... N-no me vuevas a dejar...
—No lo volveré a hacer, lo prometo.
—T-Te quielo... n-no quielo a mami...
—Yo también te quiero —contestó bajito y dulce.
Mingyu quien veía la escena, esbozo una minúscula sonrisa satisfecho ya que pudo ver la indecisión del jurado y la confusión que poseen. El caso, si bien al principio estaba del lado de Minji, poco a poco con sus testigos y pruebas han estado logrando tomar el hilo. Y ahora con la reacción del menor en los brazos de su madre, el como solo quiere a su padre y sus palabras soltadas han ayudado dando grandes puntos importantes.
Sooyoung es el futuro de Wonwoo, es egoísta pero realmente Wonwoo lo necesitaba y lo sigue haciendo.
—¡Esto está planeado! ¡Es mentira, debió de haber sobornado a mi hijo para que actuara a su antojo! —bramó Minji completamente roja de la ira.
—¡Mujer sin vergüenza, le prohibiste ver a su hijo durante un mes, claro que va a extrañar a su padre! —respondió de inmediato Jun mientras se levantaba entre los espectadores, su boca suelta y clara molestia hacia ella es inevitable controlarla —¡Eres una puta mentirosa de mierda y...
No pudo seguir exclamando porque su novio pelirrojo le tapó la boca con ambas manos. —Cállate de una vez a menos que quieras que nos echen —le reto en un susurro.
—¿Por qué le prohibió ver a su hijo si no había una orden que lo impidiera? —se atrevió a cuestionar el juez con confusión.
—Si, ella pidió una orden y aquí está —el abogado sacó un papel en su carpeta y se acercó hacia el juez para extenderselo. —Fui con un oficial hace unos días y dijo que parece falsa. Con esa hoja amenazó a mi cliente y le prohibió ver a su hijo además de exigirle la manutención y mucho más que eso.
El señor leyó atentamente cada palabra. La demandante lo miró alarmada —Así me lo dieron —apresuro a decir.
—Entonces habrá que buscar quién le dio esta falsa orden para arrestarlo —aseguró el juez.
Wonwoo mientras tiene a su hijo en brazos la mira con confusión, luego a su abogado y por último a Mingyu quien simplemente con la mirada le dijo "Si, ella lo hizo". Vuelve a depositar sus ojos en aquella mujer.
Con una mirada llena de perplejidad y confusión, observa a su esposa en el juzgado. Sus ojos, los cuales alguna vez estaban llenos de amor y confianza, ahora reflejan una mezcla de sorpresa y dolor al descubrir la verdadera naturaleza de la mujer que pensó conocer tan bien. Cada mentira que salía a la luz era como un puñal para su corazón, haciendo tambalear la base de lo que creía que era su familia.
Mientras más escuchaba las acusaciones y las revelaciones, se sentía como si un vendaval de engaños hubiera pasado por su vida, dejando a su paso la devastación de la traición. Cada palabra pronunciada en el tribunal resonaba en su mente, recordándole la forma en que había depositado su confianza ciegamente en alguien que ahora se revelaba como una extraña.
El peso de la situación lo llevó a una profunda reflexión. Se preguntaba cómo pudo haber sido tan ingenuo, tan ciego ante las verdaderas intenciones de aquellos a quienes consideraba su familia. Había entregado su corazón, su confianza, su vida entera a alguien que ahora lo traicionaba sin piedad. A ella, sus padres y todos los que la rodean que actualmente se encuentran mirándolo como si fuese un monstruo que los lastimó.
Pero en medio de todo ese caos emocional, una luz de esperanza brilla en sus brazos. Su querido hijo, ajeno a la tormenta que se desata a su alrededor, miraba con inocencia a su padre. En ese momento, sintió una determinación férrea crecer en su interior. Sabía que, a pesar de las mentiras y la traición, tenía un motivo para mantenerse firme: su hijo, su razón de seguir adelante.
Aunque la confianza en su esposa se hubiera desvanecido, sabía que el amor por su hijo sería el ancla que lo mantendría en pie en medio de la tempestad. No puede flaquear, no ahora que tiene muchas personas apoyándole y esperando su felicidad.
La satisfacción que sintió Mingyu al ver a aquella mujer marcharse enojadísima del juzgado luego de haber escuchado las palabras del juez sin duda fue lo mejor.
Un juicio incompleto, debido a la dificultad y la falta de pruebas en ambos lados, el Juez quedó en una encrucijada extraña y confusa, tanto que decidió emitir un edicto para un próximo juicio dentro de unas pocas semanas. Y además de esto, ordenó dejar al pequeño Sooyoung a cargo de su padre durante este tiempo hasta el juicio.
Se apiadó por el pequeño niño de cuatro años que lloraba por quedarse con su padre. Entrevistaron un poco al menor quien soltó unas palabras que causaron conmoción y confusión.
“Mami sempre nos pega”
“Yo la quelo pero creo que ella no a mi”
Aquello fue suficiente para hacer despertar una sospecha al juez.
El juicio va bastante bien. Aunque quedaron prácticamente empatados sin ningún ganador, es bastante bueno porque ahora las opiniones son equitativas y divididas.
Esa mujer Minji realmente supo jugar su papel muy bien pero la palabra de la verdad, Mingyu hará que valga pase lo que pase.
—¿Quieren comer helado de McDonald's? —cuestionó el moreno mientras conducía, a su lado se haya Wonwoo de copiloto con su pequeño niño sentado en su regazo.
—¡Siii! —exclamó el menor con emoción.
—No debiste de haber dicho nada, ahora no te dejará ir hasta que le compres una cajita feliz —Wonwoo lo reto jugando mientras niega divertido. Sus delicados dedos acarician las hebras del cabello del menor, feliz y satisfecho con lo poco que tiene.
—Esta bien, solo necesito un besito aquí —Kim señaló su mejilla con su dedo.
El menor asintió de inmediato y se levantó para inclinarse al mayor. Jeon tuvo que tomarlo de la cintura para que no cayera. Llegó al moreno quien conducía y le depositó un besito en la mejilla.
Min ríe enternecido y con su mano libre aplasta la nariz del menor. —Vamos por tu cajita feliz, lindurita.
Llegaron al negocio y juntos bajaron, Woo encargándose de cargar al menor pero este empezó a removerse una vez sus ojitos captaron el parque de juegos.
—Papi, quero jugar... Quero...
—Está bien, está bien. Vamos a los juegos —asiente de inmediato.
Mingyu abrió la puerta del lugar dejando al azabache entrar primero. —Voy a pedir unas hamburguesas y una cajita feliz, puedes ir a jugar con el.
—Está bien, que sean de pollo.
—Lo tengo.
Kim fue a pedir en la caja y luego de unos diez minutos viene sosteniendo la bandeja con los pedidos. Fue hacia los juegos y vio la escena más conmovedora y linda de su vida, el como Sooyoung se aferra entre los barrotes en lo alto llorando y temblando del miedo mientras Wonwoo abajo le dice una y otra vez con calma que no pasa nada y se deje deslizar por el gran tobogán.
—¿Qué pasó? ¿Tiene miedo?
—Se subió y ya no puede bajar —soltó un suspiro un poco cansado. Desde que llegaron están en eso —Soy muy grande para entrar y sacarlo.
—¡Sooyoung! —Min llamó al menor desde abajo, alza la cajita feliz balanceandola —Si no bajas, te perderás de tu cajita feliz. Vamos, campeón tú puedes, ven a comer.
—T-Tengo... M-Medo —formó un adorable puchero entre sollozos con sus ojitos brillando.
—No mires hacia abajo, solo cierra los ojos bebé. Papá estará abajo para agarrarte, no te vas a lastimar, lo prometo —por más que habla, el menor aún no se mueve de su sitio —Te compraré un helado si eres valiente.
La palabra helado fue suficiente para hacer dudar al menor un poco, solo un poco.
—¿Quieres Helado?
—S-Si —asintió con un hipido.
—Entonces baja, te lo compraré.
El pequeñín soltó sus lindas y gorditas manos de la barra y se dirigió hacia el hoyo oscuro del tobogán, el cual le ocasiona un miedo irracional, sintiendo que es una gran boca que lo comerá.
Tu puedes, por el helado. Así pensaba inocentemente.
Se sentó lentamente y cerrando los ojos se dejó caer.
Grito en todo el trayecto que caía con sus ojitos cerrados con fuerza hasta que al final cuando creyó que caería y se lastimaría, unos brazos cálidos y cómodos lo tomaron con fuerza y lo levantaron. Reconoció el olor y el pecho de su padre, vuelve a llorar aferrándose a su cuello.
—Todo está bien, eres valiente, mi bebé —le dice con dulzura Wonwoo acariciando los azabaches cabellos del menor.
—Eres muy valiente —halago su Tío Kim a su lado. —Vamos a comer y luego te compraré tu premio por ser valiente, ¿Si?
Soo se aleja un poco del cuello de su padre para ver al moreno más alto sonriéndole con cariño, asiente ligeramente.
Jeon se ríe enternecido por el pequeño que tiembla en sus brazos.
Ambos hombres se acomodaron en una mesa y el llanto del menor desapareció de un momento a otro empezando a comer felizmente su mini hamburguesa.
—Te lo agradezco —se sinceró el administrador sintiendo algo inexplicable en su corazón que late solo por su mayor.
—No es nada, Sooyoung es muy valiente, solo hay que saber ayudarlo a darse cuenta —dice mientras abre el papel que envuelve su hamburguesa, dado que una no es suficiente para él, se pidió dos grandes.
—Si, lo es.
Mientras comen, Mingyu no ha podido dejar de pensar el cómo le pediría a Wonwoo dormir en su casa. El azabache tiene sus cosas en su vehículo, parece que dormirá unos días con sus amigos hasta que encuentre un lugar para quedarse pero sinceramente no quiere que se vaya de su lado. ¿Será grosero o apresurado al pedirle que se quede en su casa?
Sea o no, no pierde nada con arriesgarse. Todos aquellos últimos años ha controlado sus impulsos por más infernal se sienta y todo para respetar el matrimonio del menor, ahora que no está su esposa de por medio ni nadie más. ¿No es el momento perfecto para conquistarlo y hacerlo suyo? Nadie lo cuidará como él lo cuida, nadie lo amará como él lo ama. ¿Por qué dejar a Wonwoo irse con otro si con él puede ser suficientemente feliz?
No está dispuesto a dejarlo ir. Luchará por su amor y el de su familia.
—No vayas a la casa de tus amigos, quédate a dormir en mi casa —arrojó de inmediato haciendo que el azabache le mire confundido.
—¿Qué? N-No, no, no puedo quedarme en su casa y molestarlo, sería...
—No es ninguna molestia, quiero que te quedes en mi casa. Quiero estar con ustedes y cuidarlos —soltó con honestidad, mirando directamente los ojos negros del contrario.
Wonwoo se avergüenza ante su mirada directa que desvía la suya a un lado —Aun así, no podría...
—Si puedes, ¿Quién te dice que no?
Su mente. Su mente le advierte y recuerda el íntimo momento que compartieron en el viaje a la casa de playa. Estar junto al mayor hace que se sienta perdido cada vez más de una manera que asusta. No está con Minji, no hay nada que le detenga pero... Tiene miedo de caer rendido por otra persona y volver a hundirse en un infierno imposible de salir.
—Y-Yo, n-no lo sé, solo...
Tiene miedo de salir lastimado. Tiene miedo de acercarse cada vez más al mayor y sentir la misma necesidad y desesperación que sentía por Minji. Es tan amable, dulce y genuino con el ayudándolo en cada momento de su vida pero... ¿Por qué? ¿Por qué lo ayuda tanto cuando no gana nada haciéndolo?
No vale la pena, él no lo vale.
—E-Está bien —asiente con sus brillosos ojos cristalinos.
Aún así, su corazón herido y lastimado desea ser reparado, desea sentir paz y amor luego de haber sido descuidado por tanto tiempo. Mingyu le cuida y le hace sentirse amado, como si de verdad lo mereciese.
Al menos por un instante, desea sentirse querido aún cuando sabe que es mentira. La felicidad y los cuentos de hadas nacieron Lara otras personas, no para él.
Kim no pudo evitar esbozar una sonrisa llena de felicidad y satisfacción mientras piensa en todas las cosas y dulces que debe comprar para hacer sentir al padre e hijo cómodos en su departamento. Pero Jeon, solo alzó ligeramente las comisuras de sus labios con tensión pareciendo mas una mueca que una sonrisa, intentando ser cortés y amable por la mano que le es brindada mientras detiene a su corazón de ilusionarse.
«Cuanto más me conozca, más se dará cuenta de mi verdadero ser y se alejará. No te ilusiones mucho, solo será brevemente amable contigo y luego te dejará»
Si su propia esposa no pudo amarlo es imposible que alguien más lo haga.
¿Lograrán ganar definitivamente en el siguiente juicio?
¿Minji no usará otro truco sucio?
¿Wonwoo encontrará la felicidad?
Los tres viviendo como familia. ¿Qué puede salir mal?
Siento la tardanza 🥺
La verdad enferme gravemente por una semana y luego volver a empezar a escribir este capítulo me ha costado un poco más de lo esperado😢
Espero que lo hayan disfrutado y lo sigan haciendo💖
Los siguientes capítulos estarán llenos de mucho romance y obviamente con su toque de drama💅
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