Primeros pasos: Jirafas y conejos

Todos decían que era un juego, que algún día se pasaría.

No fue así.

Selene continuo, día tras día. Nunca se saltó uno, todos los días había un insulto, en todos había una lágrima y en todos, el odio crecía.

Pasamos a la primaria. Aún me odiabas.

Me llamaban jirafa por la altura y conejo por mis dientes. Tu nunca hiciste nada para detenerlos, pero si me odiabas, cada día, un poquito más a mí.

Me volví vulnerable, y ellas lo aprovecharon. Tú me odiabas y callabas, Ellas se burlaban y reían, día tras día.

Jirafa jirafa con dientes de conejo... ¿Quién te querría pequeño monstruo? ... ¿Quién te querrá?