¿Por qué?: Pubertad

Todo era tan maravilloso.

Los comentarios de Selene II ya no nos afectaban.

El curso se fue volando y en un abrir y cerrar de ojos estábamos de nuevo iniciando año escolar, ya más maduras, ya más mujeres.

Fuimos de las primeras en obtener su periodo. Las primeras a las cuales sus pechos se empezaron a notar y no había problema con eso, eran pequeños, pasaban casi desapercibidos y estábamos bien con ello. Estábamos bien hasta iniciar de nuevo el curso, cuando ya la mayoría se había desarrollado y se notaban más las diferencias de la pubertad, unas más guapas, más acuerpadas, más maduras físicamente. Y claro como la pubertad empezó en niñas, en los niños también empezó a ocurrir, unos más guapos, más altos, más peludos, más observadores, menos discretos.

Las hormonas empezaron a revolucionar y la química empezó a hacer de las suyas.

Ya no eran Selene I y II, eran ellos. Poco disimulados y muy ruidosos que empezaron a crear de nuevo tu odio hacia mí.

Poco a poco dejabas de quererme. Todos los días tu mirada se llenaba de asco hacia mí. Asco hacia mi cuerpo, asco para quien yo era. Y eso me daba miedo.

Llorabas en las noches por mi culpa y no entendía, ¿Qué hacia yo para hacerte llorar?

Empecé a callar. No te moleste y deje que me lastimaran todos y cada uno de los días... uno cada vez peor que el otro.

Oh querida pubertad. Tu quien ha hecho autoestimas y las ha destruido, tu que no piensas al actuar, tu que llenas de miedo cuando pasas a visitar.