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MAYRA ESTABA EN CLASES DE MATEMÁTICAS, EN ESE MOMENTO, ESTABA RESPONDIENDO EN LA PIZARRA UN EJERCICIO DE LOGARITMOS, cuando el micrófono fue abierto, sonando en todas las bocinas de las aulas.
–¿Ya esta abierta?–un susurró sonó bajo junto a un muy bajo "si"– genial –un carraspeo se escucho– Mayra... o bueno, Maryoree, significa "mujer preciosa" o la "más bonita" y vaya que lo es... aunque el significado más certero es "perla"... no puedo negarlo, es la más hermosa perla que he visto jamás.
Mayra se detuvo, mirando la pizarra con solo el ejercicio escrito, sonaba una mala broma... realmente una pésima y encantadora broma.
–Yo por eso he querido... leer un extracto poema–la voz volvió a carraspear– un poco cambiado porque ella tiene los ojos cafés que mas adoro en este mundo... –y un suspiro enamorado sonó– "Madrigal de Amado Nervo"
Mayra se cruzó de brazos mirando la bocina que estaba en el aula, incluso el maestro había dejado de prestar atención a la clase ante la intromisión de quién sea que este usando el micrófono.
–"Por tus ojos cafés yo me perdería, sirena de aquellas que Ulises, sagaz, amaba y temía..."–se palpaba la pasión en la voz del locutor– "Por tus ojos cafés yo me perdería. Por tus ojos cafés en lo que, fugaz, brillar suele, a veces, la melancolía; por tus ojos cafés tan llenos de paz, misteriosos como la esperanza mía;"
–Kavin apresúrate... alguien viene–un susurró se escuchó algo fuerte y ansioso– vamos a estar en problemas...
–"por tus ojos cafés, conjuro eficaz, yo me salvaría." –finalizó y Mayra podía sentir como él sonreía frente al micrófono– Mayra... hoy estás preciosa, nos vemos en el receso –y el micrófono fue apagado.
Se podían escuchar aplausos y murmullos, miradas de asombro, curiosidad, odio y envidia fueron las que ella pudo recibir... sintiendo como su estómago se revolvía, porque Kavin estaba de vuelta al juego.
LA CLASE HABÍA TERMINADO CON NORMALIDAD O BUENO... PARA NADA TAN NORMAL, KUMON SE SENTÍA MOLESTO porque eso significaba que nuevamente había retrocedido en la carrera contra dos millonarios, pero no era algo que pudiera simplemente ignorar... pero sabía su lugar y solo se resignaría a mirar, otra vez. Kavin entro al aula, tras él un grupo de chicas estaban siguiéndolo como si fuera una abeja reina.
–Mayra... hola–Kavin sonrió mientras que se posaba frente a su pupitre– ¿te gusto el poema?, lo descubrí indagando un poco en internet...
–Sí, fue muy... bonito.
–Y tu nombre... ¿sabías que significaba eso?
–No, no lo sabía... gracias Kavin.
Kavin soltó una risa y corrió el pupitre con sus manos, tomando a Mayra de la mano cuando la mesa ya no estaba entre ambos para acercarla, abrazándola por la cintura mientras que sonreía al conectar miradas.
–¿Por qué estás tan tímida de nuevo?
Mayra no respondió, pero a Kavin no le importaba demasiado... porque no lo estaba rechazando y eso ya era un paso.
–Se que las cosas no terminaron bien la última vez... pero eso no significa que quiera dejar esto atrás.
–Kavin...
–No Mayra, no quiero estar en la banca esperando a que decidas si quieres o no quieres mientras que juegas a las risitas con MJ–dijo irritado, sin embargo, todo al rededor de ambos era silencio, incluso, los comentarios de "que zorra, jugando con dos de los F4" no tardaron en hacerse presentes– No lo soporto.
–Kavin...
–Mayra...
Sin embargo, ninguno más agrego algo más. Ambos estaban en una burbuja donde nadie ni nada importaba, sin embargo, Kavin estaba frustrado.
–Se que me equivoque e hice mal, pero nunca mentí con lo que hice o dije, incluso, renuncie a eso...–Kavin se sinceró– te lleve al hospital cuando la serpiente te mordió, estuve contigo cuando nadie más estuvo para ti...
Mayra se quedo en silencio una vez más, sin embargo, sus pies se pusieron sobre las puntas de sus pies, uniendo sus labios con los de él en un beso tímido, provocando diferentes reacciones... pero nada importaba porque Kavin estaba ahí, correspondiendo como si su vida dependiera de ello.
SEGUNDAS OPORTUNIDADES. AQUELLAS QUE MUCHAS VECES DAMOS PORQUE CREEMOS QUE PUEDEN LAS COSAS SER MEJORES O SIQUIERA DIFERENTES, pero es un consuelo porque hay cosas que no queremos ni dejamos ir... sobre todo el amor. Kavin abrazaba a Mayra mientras que esta almorzaba una especie de bento que Kavin había preparado esa mañana, aunque estaba desarmado y simulaba alguna manualidad de un niño de kinder.
–Se suponia que ese era el conejo blanco ese de Hello Kitty.
–¿Cinnamorrol?
–Ese mismo.
–Kavin, ese es un cachorro–Mayra soltó una risa– y bueno... ¿y eso qué es?
–Una estrella con una zanahoria... sabes que, mejor dámelo... no te lo comas, esta feo.
–No no, déjame comerlo... me lo hiciste a mí–Mayra justificó comiendo con más rapidez la comida.
–Vas a atorarte bonita, mastica y traga con calma...
–Mno me digash que hagcer–Mayra hablo con la boca llena mientras tomaba del jugo de berries en cajita.
–Mayra... eres una mujer encantadora pero... no vuelvas a hacer eso, es asqueroso.
Ella soltó una risa y se atoró con la comida, tosiendo un poco y golpeo su pecho para tragar y que la comida vaya ahora por el camino correcto.
–Que sensible.
Ambos rieron luego y Kavin apoyo su mentón en el hombro de Mayra, mirando el cielo despejado con amor... como si esa oportunidad fuera algo a lo que no debía renunciar ahora.
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