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MAYRA MIRABA SUS MANOS MIENTRAS QUE MJ SEGUÍA SIN HABLAR, habían decidido quedarse en silencio luego de unos minutos, la bruma de emociones y el frío de la noche hacían que todo fuera como una escena de película... dónde claramente nada saldría como ambos querían.
—¿Y qué se supone que deba decir?, ¿qué me siento halagada?—su tono fue demasiado bajo para su gusto.
—Demasiado... —admitió el moreno, sentándose a su lado— aveces, me hubiese gustado que todo fuera diferente.
—¿Diferente?
—Si, conocernos en otras circunstancias y...—suspiró— haber sido yo quién se hubiera quedado contigo.
—Tampoco soy la gran cosa—soltó con un tono levemente burlón— solo soy una chica de diecisiete años que simplemente se dedica a estudiar y a patinar...
—¿Crees que realmente me importa eso?, ¿acaso piensas que solo veo dinero?—negó mientras reía, haciéndola suspirar— Mayra, creo que... me estás juzgando mal.
—Yo no estoy juzgando a nadie... solo digo que...—suspiró y MJ le interrumpió.
—¿Crees que su tuvieras dinero, siquiera yo y Kavin estaríamos así contigo?—alzó una ceja— creo que lo que menos me importa es tu estatus económico... es más, hay mejores cosas que el dinero, la fama y el poder.
—¿Sabes que es curioso?—volvió a hablar el chico, ya que la fémina no respondía— que... con Kavin, nunca habíamos tenido la necesidad de competir entre nosotros hasta que llegaste tú, ¿no crees que es un buen karma?... de todas maneras—se levantó y soltó una sonrisa— no voy a rendirme, no hasta que... bueno, vea una sortija en tu mano izquierda —bromeó.
Se alejó unos pasos y luego volvió, dejando una bolsa junto a Mayra, besando luego su cabeza con amor.
—Nos vemos mañana en clases, espero algún día verte usando esto—y se alejó sin siquiera oír respuesta.
El motor de la moto sonando y luego alejándose la hicieron realmente cuestionarse un poco su situación y lo difícil que todo se había vuelto por un simple capricho de Thyme.
KAVIN ESTABA SENTADO EN LA GRAN MESA DE SU CASA, EL RELOJ CUCÚ DE LA PARED marcaban apenas las 10:30 de la noche y su madre comía tranquilamente aquel filete a las finas hierbas mientras el apenas lo había tocado con los cubiertos.
—¿No vas a comer?, lo he pedido especialmente para ti, tiene incluso hasta extra romero por ti.
—¿Qué tienes en mente?—preguntó aburrido.
—Que mal agradecido, yo solo estaba tratando de preparar una cena de la cual mi hijo podría disfrutar y...
Kavin suspiró, sintiendo unas ganas enormes de ponerse de pie y marcharse, sin embargo, sabía que su madre haría algo para que se quedará por lo que simplemente, decidió no moverse.
—¿Qué harás con respecto a Mayra?—la mujer cortó parte del filete junto a algunas papas hechas con romero y se echó un trozo a la boca para comenzar a masticar— es una jovencita muy linda, estudiosa...
El chico simplemente bebió de su copa, silenciando cualquier tipo de reacción negativa que podría salir de sus labios ante tal pregunta.
—¿El gato te comió la lengua?
—Creo que es el ratón.
—¿Vas a responderme o vas a dedicarte a mirarme en silencio?—le miró con una ceja en alto— no quiero ser la mala de la novela... ya sabes, la típica suegra malvada que derrocha dinero y detesta a su nuera porque es pobre y bla bla bla...
—Técnicamente eso fue lo que hiciste la última vez que saliste con ella.
—Aveces hay que saber que jugar bien las cartas—limpió sus comisuras con una servilleta y bebió de su copa— ¿no lo crees?
—¿Hiciste eso a propósito?
—Creo que tu pregunta es un poco sonsa, sobre todo sabiendo que tú—se puso de pie— fuiste el primero en cagarla, Kavin.
—Tks... si, como no.
—Yo no aposté dinero para que salieras con una chiquilla—se encogió de hombros— ahora, tienes dos opciones, sales con ella o...
—¿Por qué deben haber opciones?, uno no elige de quién se enamora.
—Es cierto, uno no elige pero al menos, cuando te enamoras, puedes retroceder si sabes que vas a hacerle daño—soltó como si fuera una experta en el tema— el amor no tiene que doler.
—¿Y cuál es la segunda opción?
—Creo que hablé muy pronto—suspiró— come eso y ve a la cama, mañana tienes un laaaaargo día para seguir victimizándote porque la chica es demasiado inteligente para ti.
Los tacones resonaron contra el suelo alejándose hasta unas escaleras, haciendo al de gafas suspirar y comenzar a comer, mirando su pantalla del teléfono donde la fotografía de Mayra y la Hello Kitty estaban de protagonistas, sobre todo la sonrisa de inocencia de la fémina y lamentablemente, Kavin no era de los que retrocedían y si debía enfrentarse a su madre por ella, lo haría, porque después de todo el amor te hace un loco y es el motor de vida.
Nota: GENTE POR FIN ESTOY DE VUELTA, QUIERO LLORAR PORQUR LOS EXTRAÑE MUCHÍSIMO Y POR EXAMENES Y COSAS ANDABA CON UN BLOQUEO TERRIBLE, pero ya salí uwu así que... holaaa<3.
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