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LA PELÍCULA SE REPRODUCÍA EN LA GRAN PANTALLA MIENTRAS QUE DISFRUTABAN DE los snacks que Kavin había traído, mirando en silencio las interacciones entre Elizabeth y Sr.Darcy, mientras que Kavin repetía los diálogos simplemente moviendo sus labios, Mayra miraba atentamente... ¿en un pasado habrían sido así?.
La diferencia de clases era claramente visible, mientras que Mayra había pasado la gran parte de su adolescencia entre sus libros y trabajos de medio tiempo, Kavin había disfrutado y gastado cuánto quisiera... y eso era simplemente a grandes rasgos, sin embargo, aquello no le impedía mirar al de gafas con ojos de amor, porque si, le gustaba... muchísimo.
-¿Qué tal te va pareciendo?
-Bueno, la adaptación esta bastante bien hecha-sonrió tímida.
-¿Si?, yo opino lo mismo.
Y nuevamente silencio, donde, solo se podía oír los ruidos de ellos al masticar y con ello, las miradas discretas que se daban, porque al fin y al cabo, dos corazones estaban esperando expectantes volver a estar juntos, pero el miedo estaba ahí, Mayra no quería volver a mostrarse vulnerable frente al de gafas... después de todo, la humillación junto al juego de palabras bonitas y acciones heroicas de Kavin le habían engatusado, dudando entre lo real y lo actuado.
-¿Después a donde quieres ir?
-Donde quieras, no soy exigente...-se encogió de hombros.
-¿Algún lugar que quieras conocer?
-¿Una isla paradisíaca?
-Me refiero en Tailandia-soltó riéndose suave.
-Oh... lo que tu quieras, realmente no tengo nada en mente-se encogió de hombros.
-Mmmm... está bien-asintió, mirándola de reojo y luego la película- ¿y algo qué quieras comer?
-Mmmm... ¿fettuccini?-alzó una ceja- he comprado los del supermercado, pero no deben ser iguales a los de los restaurantes
-Comida italiana entonces-sonrió- ¿y algún postre?
-Mmmm... ¿tiramisu?
-Buena elección.
Kavin sonrió complacido, quitándose su cinturón de seguridad para acostar su cabeza en el hombro de Mayra.
-Se que vamos por la mitad o un poco más-la castaña suspiro- ¿sabes que podíamos haber estado atrás, verdad?
-Dicen que dos cerebro piensan más que uno-sonrió- vayamos atrás, primero me paso yo y luego tú, ¿si?
-¿No sale más conveniente bajarnos y subirnos atrás?
-Le quitas lo divertido-hizo un pucherito.
-Bien, ¿pasas primero tú?
-Claro que si.
Kavin sonrió pavoneándose, de una manera bastante extraña quiso pasar hacía atrás, maldiciéndose internamente por haber ido en su Ferrari.
-May-may, preciosa, ¿no crees que es mejor aquí delante?-volvió a su lugar- realmente olvide que realmente este auto es lejos de ser cómodo y es un poco estrecho...
-Lo supuse-soltó una risita- ¿estás bien?, estás un poco crujiente
-Solo fue mi hombro-soltó una risita- ¿crujiente?
-Ajá, cuando suenan mucho los huesos, con Somchai nos decíamos que estábamos crujientes, porque las cosas en ese estado crujen
-No me digas, May may-dijo fingiendo asombro, ganándose una mala mirada de la chica, haciéndolo reír- que adorable eres cuando te molestas así~
-Creo que es mejor la ley del hielo-soltó, haciéndolo reír.
Ambos estaban cómodos, como si nada hubiera sucedido, y Kavin, estaba asustado de que esa atmósfera se rompiera y volvieran a estar alejados por una barrera impuesta por ella, pero al parecer, Mayra planeaba dejar eso atrás.
LA PELÍCULA HABÍA TERMINADO Y SE HABÍAN DIRIGIDO A UN RESTAURANTE ITALIANO, donde ambos fueron hacía la sala y mesa reservada por el de gafas, sonriendo ante la posible reacción de Mayra frente a lo que había planeado con un par de llamadas y mensajes de texto.
-¿Por qué debemos caminar mucho?-hizo una mueca, mientras se tomaban de las manos- ¿no crees que está muy lejos del baño?, ¿y si me pierdo?
-May, hay baño en esa sala-soltó una risita- y créeme, que caminar mucho valdrá la pena
-Mmm... haré que te creo.
Y luego de un corto rato, llegaron a una sala donde los encargados de las reservas les abrieron las puertas, dejando a la vista una mesa con temática de Hello Kitty, desde el mantel bordado hasta las copas con orejas y moñito, los cubiertos y las servilletas de tela.
-Kavin... es de Hello Kitty-susurró emocionada.
-Lo se, preciosa-sonrió avanzando para entrar, caminando con ella y corriendo su silla- espero te guste la cena de hoy
-Obvio que va a gustarme, si estás conmigo-respondió sin pensarlo mucho, disfrutando de los detalles de las cosas.
Analizaba el bordado y los detalles de todo, y Kavin sonrió complacido, era demasiado fácil sorprenderla.
-May, creo que te lo dije una vez... pero nunca, te conformes con poco
-Realmente soy muy simple-se encogió de hombros- me conformo con poco porque no espero nada idealizado... ya sabes, me conformaba realmente con ir a un lugar y ya
-Lo sé, por eso, he pedido que todo sea en relación a esa gatita que te gusta, la de tu despertador diabólico
-Despertador diabólico que rompiste y me salvaste de la maldición, muchas gracias
-Bueno, tu dijiste que era Hola Diablo-ambos rieron luego de mirarse.
Porque aveces, un mujeriego puede dedicarse a apreciar y cortejar a una mujer de ensueño, dejando a las demás de lado... y también, porque aveces una joven solitaria puede dejarse acompañar y dejarse querer...
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