CUANDO LA VENGANZA SE LA DEJAS EN MANOS A TUS AMIGOS, USUALMENTE NADA SALE BIEN. Mayra estaba mirando a Candy, quién a su vez, miraba a su novia hablar con su primo por videollamada.

—¿Entonces qué?, ¿las hackeaste o no?

—Si te digo que si, ¿vas a callarte?

—No estoy para chistes, Khalan—rodó los ojos— ¿puedes siquiera...

—Candy, ¿sigues sin prestarle tu mano o qué?—el de cejas pobladas exclamó molesto.

—¿Qué?—Somchai estaba acomodando su ropa negra, mirando incrédulo a la pareja de chicas— ¿ustedes son...

—Créeme que yo también me pregunto lo mismo—la pelirroja suspiró— pero aquí estoy, tratando de entender que mierda es lo que Darla quiere hacer

—Ponerles su propia tarjeta y hackear sus pantallas y teléfonos y que vean un video tipo V de Vendetta

—Tienes mucha imaginación, ¿sabes siquiera que van a encontrarlos en menos de dos segundos, verdad?—El más alto alzó una ceja.

—¿Sabes siquiera que el vpn los va a mandar al fondo de bikini?—se escuchó harto— ¿los puedo dejar?, realmente necesito hacer otras cosas, te mande por mensaje todo lo que he hecho, desde el link de las cámaras hasta tood

—¿Llego tarde?—un jadeante Kumon se acercó, dejando sus manos reposar en sus rodillas.

—¿Quién lo invitó?—Darla miró con la ceja en alto al chico que se unía.

—Yo, yo lo hice

—¿Mayra siquiera esta viva?—Khalan interrumpió.

—¿Tiene guardias?, veo luces...—comentó, apuntando los puntos de luz.

—Khalan envió un correo, tenemos libre hasta las 3 am

—¿Y qué horas son?

—Las doce, de todas maneras—le cortó a su primo, abrazando luego por detrás a su novia— solo debemos buscar las tarjetas y sus lockers

—¿y el video?

—Ya lo hice, esta programado—levantó su pulgar— les envié un link, ábranlo

—¿Y qué es?—preguntó Somchai.

—Por hoy, las cámaras no graban pero si muestran las imágenes, ahora, a vandalizar

—¿Y por dónde entramos?—Mayra alzó una ceja— ¿esta abierto?

—Si, mande a hacer una copia hace un par de días—Candy agitó las llaves— de cualquier manera, todo debería salir bien

HABÍAN OBTENIDO LAS TARJETAS LUEGO DE HABERSE SEPARADO, PERO AHORA TOCABA LA PREGUNTA más difícil.... ¿Los F4 usaban lockers?, lo más probable es que no.

—¿y qué se supone que hago con esto?—Kumon agitó la tarjeta— ¿decirles que vayan a la banca o qué?

—Vandalismo, puro y duro—Candy les lanzó con cuidado a cada uno una lata de pintura en spry.

Darla pegó en una pared de la entrada las tarjetas y unas cuantas fotos sacadas de internet, utilizando guantes de vinilo para no dejar huellas dactilares.

—¿Ya las manoseaste todas?

—Solo saque una, Candy fue quién tiene todas las... demás—Kumon se encogió de hombros.

Candy pegó cuatro tarjetas y luego, volteó a ver a Mayra.

—Tu ve primero, se que vas a hacerlo bien...

—¿Y qué va a pasarnos?—preguntó agitando la lata.

—Nada, después de todo, ya hemos hackeado el sistema y nos transferí a todos esta mañana—Darla sonrió.

—¿Eso lo hizo tu primo?

—No no, eso lo hice yo... solo que, quiero que veamos esta mierda en primera fila y bueno, nos merecemos también venir aquí—sonrió— ¿no lo creen?

—Yo ya estaba —se encogió de hombros Somchai.

—Lo se, Mayra también estaba—Darla rodó los ojos— seguro la señora Rosa lo hizo

—Estoy seguro que no se llama así

—¿Van a rayar o no?

Y así estuvieron entreteniéndose por largos minutos, escribiendo tonterías como "playboy" o "imbéciles", incluso, Mayra se tomó el atrevimiento de dibujar un pene entre tantas cosas escritas y dibujadas, haciéndole a los demás reírse.

—Te aseguro que ese pito es más grande que...

—Darla, por el amor de dios, no digas nada—Candy le dio un zape— ¿algo más que quieras agregar?, ¿debemos costear los uniformes o...

—No no, los uniformes deben haber llegado para todos—sonrió— nos vemos mañana, aquí mismo.

Y se despidieron, entregándole a la pareja las latas para que las botaran en otro lugar y abandonar la institución.

—¿Estas segura que esto saldrá bien?

—La verdad, no lo sé—se encogió de hombros la pelinegra— de cualquier manera, nadie se mete con nuestro pollito

—¿Le acabas de decir pollito a Mayra?

—Es un pollito, esos que siguen a las mamá patito y se caen por las alcantarillas

—Ya, mejor vámonos a casa, mi mamá va a matarme porque estaré llegando a las dos de la mañana

Y ambas chicas se tomaron de la mano, abandonando aquella institución con una sonrisa en grande, después de todo, Köcher cambiaría radicalmente con el grupo que iba a llegar...