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Nota de la autora: solo diré... ta potente
👁👄👁... 1600 palabras para ustedes, disfrútenlo <3
*dispensador de pañuelos*
KAVIN ESTABA ACOMODANDO SU CORBATA MIENTRAS INGRESABA AL GRAN SALÓN DE LA CASA DE THYME, ADMIRANDO las decoraciones en tonalidades doradas y plateadas, junto a una gran "A" de globo en dorado, haciendo alusión a Annong, la prometida de Thyme.
—Sin duda, hoy es el fin del mundo—bromeó, llegando donde sus amigos.
—Realmente veo como Thyme se arrepiente de su pequeña pataleta cuando teníamos 5–lo apuntó, gracioso MJ.
—Cállense—rodó los ojos— de cualquier manera, espero anularlo, no voy a casarme con ella... ya... ya no me gusta—soltó lo último como si fuera un niño regañado.
—¿Y quién te gusta?—Ren preguntó alzando una ceja— dudo que alguien te aguante con el carácter que tienes, digo... Annong lo equilibraría
—Dicen que volvió rubia y que tiene un tatuaje en el trasero—MJ soltó mientras que acomodaba su cabello suelto.
—¿Acaso lo viste?—alzó una ceja con indignación el dueño de casa.
—No, no veo a las mujeres de mis amigos—soltó.
Kavin rodó los ojos, golpeándole el brazo suave con indignación, sabía que lo había dicho a propósito.
—¿No lo haces?—Ren alzó una ceja, curioso.
—Mayra no tiene dueño—MJ habló obvio.
—Annong tampoco, las mujeres no son objetos—justificó el dibujante.
—¿Y Katherina?
—Tampoco, ella es suya—se encogió de hombros el chico.
—Dejemos de discutir y vayamos a tu habitación, aún faltan algunas horas—el de gafas miro a Thyme con una sonrisa.
—Mejor vayamos a jugar billar, el mejor equipo de tres partidas, gana—MJ abrazó a Kavin de los hombros.
—Me parece bien—sonrió Thyme.
LA CASA EMPEZÓ A LLENARSE, ASI COMO LOS GARZONES EMPEZABAN A ORGANIZAR LAS BANDEJAS Y TODA la cosa para salir a atender.
El grupo de chicos bajó las escaleras llamando la atención de los presentes, provocando suspiros de las chicas y miradas de recelo de los jóvenes... aquel efecto único que solo F4 podría causar en la sociedad alta de Tailandia.
—Kavin, espérame un segundo... te tengo un regalo—Thyme le agarró del brazo.
—¿Qué cosa?—lo miró extrañado.
Thyme no era de los que hacía regalos ni mucho menos te lo decía, es más, era de los que te quitaba tus regalos porque era demasiado celoso para dejar que los demás sean felices.Ren y MJ voltearon, mirando con atención a la dupla, fijando más su mirada en el chico de sonrisa ladina.
—Bueno... soy un buen amigo, un muuuuuy buen amigo—aclaró, abrazándolo de los hombros— mira a las 6, contra reloj
Y los tres pares de ojos enfocaron su mirada en una castaña que caminaba en aquella vestimenta con una cola de caballo demasiado perfecta y casi profesional, llevando una bandeja con champaña.
—Eres un hijo de...—y el moreno le tapó la boca al de gafas, guiñándole un ojo.
—Oh vamos, te di un empujoncito... se que te gusta
—Thyme, tu venganza estás llevándola demasiado lejos—MJ subió un escalon.
—No es venganza, es... amabilidad, se que le faltan centavos para vivir, le voy a pagar...—soltó obvio— no es como que no vaya hacerlo, digo, esta de... mesera
—Dejen de pelear...—Ren subió mirando a MJ con la intención de silenciarlo— y tú, deja a la pobre niña, parece que tu obsesión te hace ser demasiado inhumano...
—¿Obsesión?, solo la ayudo... —quitó su mano de la cara de Kavin, luego de sentir como el contrario trataba de morderlo.
—¿No te bastó con envenenarla, y ahora, quieres humillarla frente a toda esta gente?
—Es tu culpa por no cumplir tu palabra—se encogió de hombros, bajando las escaleras.
MAYRA DISFRUTABA CONVERSAR CON ALGUNAS PERSONAS MAYORES MIENTRAS QUE LES LLEVABA BEBIDAS Y CANAPÉS, incluso, se había amigado con varias señoras, incluso, les llevaba sus tragos personalizados o inclusive, aperitivos.
—¿Entonces, quiere un Ramasotti?
—Dos, trae dos—la señora le pidió amable— y de paso, te puedes quedar que quiero presentarte a mi hijo
—N-no es necesario lo segundo—soltó una risita nerviosa.
—No digas tonterías, es un muy buen muchacho... te va a gustar—le guiñó un ojo.
Y asintió, yéndose con la bandeja, pasando a un lado de un grupo de chicas bastante populares en aquella fiesta, donde una soltó su vaso a propósito.
—Ups... se me cayó—soltó una, haciendo reír a a sus amigas— ¿me puedes traer una nueva, por favor?
Mayra se agachó, dejando la bandeja a un lado para comenzar a colocar los trozos de vidrio en la bandeja, sintiendo como unos trocitos pequeños cayeron en sus manos y rozaron su rostro... las otras dos también los habían dejado caer.
—Andamos muy torpes hoy...
—Lo sentimos demasiado... pero puedes traer unos nuevos, ¿no?—el tono cínico de otra la hizo suspirar.
Siguió recogiendo los trozos, hasta que unas manos la levantaron por las axilas, haciéndola voltear asustada. Kavin estaba con la mandíbula tensa, incluso, Mayra llegó a pensar que llegó a bruxarla.
—Kavin relájate...—susurró la castaña— no me molesta en recogerlo e ir por otros, fue un accidente— aunque ella sabía que no.
—No fue un accidente, ¿verdad, Nin?
—K-kavin...—jadeó asustada la pelirroja— pero no fue a prop-propósito, Ma-Malai y Kulap pu-pue...
—¿Malai y Kulap, eso es cierto?
—N-no... o sea si—ambas chicas negaron y asintieron.
—¿Y por qué están humillando a Mayra?
—Kavin déjalo así...—la chica jaló su mano— ¿si?
—Es que no es justo, Mayra—Kavin gruñó— ¿te das cuenta que te están...
—Kavin, en serio... basta, si tanto te avergüenza, haz que no me conoces... —se agachó nuevamente, recogiendo los vasos rotos— no se tú, pero a mi si me van a descontar del dinero estos vasos rotos
LA NOCHE EN AQUELLA CASA SEGUÍA ALGO TENSA ENTRE MAYRA Y KAVIN, SOBRE TODO POR LA ESCENA QUE EL DE GAFAS HABÍA MONTADO AL DEFENDERLA, es decir, Mayra en serio le agradecía, pero realmente debía tragarse su orgullo en aquella casa si quería irse con dinero esa noche.
Notó a lo lejos como Thyme, luego de que los adultos se fueran a otro lugar para no estar mezclado entre los jóvenes, golpear una copa con una pequeña cuchara de té.
—¡Señoritas y señores... esta noche tengo una gran noticia!—habló fuerte, provocando un silencio absoluto— todos ustedes, conocen a mi gran amigo Kavin... amado por todas, ¿no es así?— gritos femeninos invadieron el ambiente, suspiros masculinos de recelo vinieron después.
Mayra llevaba una bandeja con tazas de té y café humeante, pasando lamentablemente por aquel gran salón para dirigirse a la habitación de los más grandes, haciendo sin querer contacto visual con Thyme, quién sonrió amplió.
—¡Y ella es Mayra, su juguete nuevo!—le apuntó, aplaudiendo.
—Thyme...—Ren le miró mientras susurraba su nombre, tratando de que se detuviera.
Mayra se detuvo, sintiendo todas las miradas sobre ella, ojos curiosos y sonrisas cínicas le hicieron las piernas flaquear.
—Oh vamos, ¿en serio me vas a decir que alguien así podría salir con Kavin?—soltó gracioso, escuchando la risa de todos.
—¡Thyme, ya basta!—Kavin elevó la voz, tratando de caminar hacía ella.
Mayra negó, provocando que Kavin simplemente suspirara frustrado.
—Mayra yo... puedo explicarlo...—sintió un nudo en la garganta.
—No me importa, fui demasiado tonta como para aceptar algo que viniera de ti—admitió— ¿fue divertido?, ¿cuánto apostaron?—alzó una ceja, tratando de hacerse la dura cuando en el fondo, quería quebrar en llanto.
—Mayra, no...
—Mi auto junto a una cifra muy muy alta, te impresionaria...
—Cierra la boca, en serio ciérrala—MJ era quién ahora decidió intervenir.
—No te hagas el caballero en una armadura de oro, tu también te metiste ahí ... lástima que ambos decidieron salirse porque sus morales estaban demasido pasadas a llevar luego de muuuuuuuucho tiempo—agregó gracioso.
—¿Qué te pasa?
—Oh, todos ustedes ven a Ren aquí como un santo... pero el fue cómplice
Y un ruido sordo provocado por una cachetada resonó por todo el lugar, junto a una bandeja caer al suelo, provocando ruidos de espanto y la cara del moreno volteada del golpe.
—Mayra...
—No voy a dejar que tú, me humilles de esta manera—Mayra soltó molesta— porque al fin y al cabo, cada maldita persona en este lugar ni siquiera les importas, solo ven tu asqueroso dinero que ni siquiera en tu maldita vida has ganado—escupió sus palancas con rabia— ¿tus amigos son tus amigos porque lo quieren o porque te tienen miedo?, al menos... yo no tendré muchos amigos, pero por lo menos, son honestos y me quieren
Y no, Mayra no tenia amigos... pero tampoco era muy importante en ese momento.
—Y ustedes...—los apuntó— son igual o mucho peor que él, ¿se dan cuenta que... no, esperen... yo fui la tonta por creer que algo bueno podía pasar con ustedes—soltó una risa sin gracia— somos de mundos diferentes, ustedes viven del dinero y yo, en el mundo real...
Y antes de irse, alzó su mano y golpeó las mejillas de los tres chicos de una pasada, aguantando el dolor punzante por haber golpeado cuatro caras.
—Les juro que si los veo en la redonda, realmente lo último que van a ver es mi cara
—Que salvaje...—escuchó a la tal Kulap quejarse, tomando un vaso cualquiera y la castaña se lo dio vuelta encima— ¡¿que te pasa?!
—Ups, fue un accidente...—y se dio la vuelta, comenzando a avanzar— ¡Espero el dinero en mi cuenta bancaria o juro que ire al servicio del consumidor para poner una demanda!
Y se fue, tragándose las lágrimas mientras que su orgullo le hacía mantener la cabeza en alto hasta cruzar la gran reja imponente.
—Al fin y al cabo... me equivoqué al pensar que podíamos ser algo—soltó aquellas palabras, y como si de una novela de televisión se tratase, comenzó a llover y, se permitió llorar mientras caminaba.
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